Aquí van dos recetas. Aviso, una tiene morcilla, pero más abajo hay varinates son carne.
Berenjenas en salsa de tomate y ajo y Tarta salada de morcilla y pimientos verdes.
Berenjenas en salsa de tomate y ajo
Ingredientes
Para 4 personas
- 3 berenjenas medianas
- 1 kilo de tomate muy maduro
- 4 dientes de ajo
- 1 cucharadita de orégano
- 1 pizca de comino en polvo
- Aceite de oliva extra virgen
- Miel
- Sal
Preparación
Cortar las berenjenas en rodajas de 1 cm. aproximadamente. Salarlas y ponerlas a escurrir durante una hora en un colador con algo de peso encima (un plato o similar).
Picar los tomates en grueso sin pelar desechando el tronco.
Poner aceite abundante a calentar a fuego medio-fuerte en una sartén o cazuela. Freír las berenjenas previamente secadas con papel de cocina. Ir dejándolas que suelten el exceso de grasa en en un plato con más papel de cocina.
Reservar para otras preparaciones la mayor parte del aceite, dejando un par de cucharadas en la sartén o cazuela, y bajar el fuego. Picar fino los dientes de ajo y rehogarlos a fuego suave durante un par de minutos, removiendo con frecuencia y con cuidado de que que no se doren en exceso. Añadir los tomates picados, salar ligeramente y dejar que se hagan en la sartén durante unos 20 minutos tapados y unos 15 minutos sin tapa, hasta que se deshagan del todo y pierdan buena parte de su líquido. Probar, y si aún está ácido, añadir una cucharada de miel.
Pasar el tomate por el pasapurés para desechar la piel y volverlo a poner en la sartén junto a las berenjenas. Añadir el orégano y el comino y hacer 10 minutos más a fuego suave hasta que el tomate espese del todo. Corregir de sal.
Están mejor hechas con antelación, incluso de un día para otro. Y como acompañamiento de una pasta también están buenísimas.
Tarta salada de morcilla y pimientos verdes.
Cortar en cuadraditos seis pimientos de piquillo. Rehogar (freír a fuego medio, moviendo y sin que se pongan demasiado dorados) en un dedo de aceite en una sartén. Tarda, tener paciencia.
«Pelar» una morcilla de cebolla, y cortar en cuadrados. Agregar a los pimientos cuando estén hechos (blanditos). Ir disgregando la morcilla a la vez que se mezcla con los pimientos.
Cuando esté medio cocinada (un ratito, cambia de color), agregarle a la mezcla dos cucharadas de harina y revolver. Agregar de a poco y revolviendo vaso y medio o dos vasos de leche. Se forma una especie de pasta negra horrible de ver. Retirar del fuego!!
Mirar sal, pizca de nuez moscada.
Fuera del fuego, agregarle tres huevos batidos.
Estirar masa para tarta (de hojaldre congelada/descongelada pero no demasiado blanda, agregando harina para que no se pegue el palo de amasar). Forrar un molde de horno no muy profundo. No importa lo que sobresalga de masa del molde. Pincharla una vez extendida. Echar la mezcla sobre la masa cruda. Doblar la masa que sobra por encima de la mezcla de morcilla o cortar lo que sobra.
Calentar el horno a unos 200ºC (fuertecito). Meter en el horno a mitad de la altura si el horno calienta sólo de abajo, o bajo si el horno calienta por arriba y por abajo. Unos 45 minutos. Está hecho cuando la masa está dorada.
Este relleno puede reemplazarse con:
- Tres cebollas y una lata de maíz (más los huevos aparte del fuego)
- Puré de calabaza cocida y maíz (más los huevos aparte del fuego)
- Una capa de jamón york, pimientos de lata cortaditos, una capa de queso de sándwich, aceitunas (más cuatro huevos echados por encima)
- Espinacas cocidas y cortadas mezcladas con cebolla frita y queso rallado y la cicharada de harina con leche (como la de cebolla).
A todos estos rellenos siempre hay que agregarles, fuera del fuego, los tres huevos batidos.