Para los que el otro día decían que no sabían qué hacer con tanta berenjena, siguiendo los consejos de una SaSera en el sábado verde, he rescatado esta receta:
Ingredientes
2 kg de berenjenas
80ml de Aceite de Oliva Virgen Extra
1 cucharada de zumo de limón
½ cucharita de ajo picado
sal
pimienta
perejil
Elaboración
- Las berenjenas se lavan bien y se secan con una toalla. Tras pincharlas con un cuchillo en varios puntos las asamos (véase Modo de asar). Cuando estén hechas y blanditas las berenjenas las dejamos un poco enfriarse.
- A continuación quitamos la rama y las pelamos (si siguen calientes, las podemos enfriar bajo el agua fría del grifo). Hemos de tener cuidado para que no se nos cuele ningún trozo de la piel. Metemos su pulpa en un recipiente con el aceite, el zumo de limón, el ajo, la sal y la pimienta.
- Teniendo las berenjenas limpias y enteras (o casi), y con el resto de los ingredientes excepto el perejil, nos dedicamos a cortarlas con un cuchillo (si se puede con dos, mejor). No hace falta que se haga un puré, sino dejar la mezcla en trocitos pequeños. Cuando estemos satisfechos con el grado de reduccionismo empleado, añadimos el perejil.
- Cuando esté hecha, se puede consumir enseguida, aunque es más recomendable que repose en el frigorífico un par de horas.
Modo de asar: ponemos el grill en nuestro horno y metemos las berenjenas en el sitio más alto posible. Les tenemos que dar la vuelta varias veces para que no se quemen sólo por un lado. Lo que se tarda depende del horno, pero creo que deberíamos calcular no menos de 30 minutos. Estarán hechas cuando se hacen blandas (no tengáis prisa, a veces engañan…) La berenjena estará preparada cuando notemos que está blanda y cuando veamos que la piel se ha carbonizado y empieza a desprenderse en algunos puntos.