Un núcleo de personas hacen una serie de reuniones por vía telemática, sin ni siquiera verse las caras, y el proyecto cuya idea original nació del subgrupo de Medio Rural de Sol (grupo de trabajo de Medio Ambiente) va cogiendo cuerpo, va fraguando. El objetivo: realizar un encuentro de personas, denominado Rurales Enredados, interesadas en “hacer vida” en el medio rural, con el fin de crear red entre todas ellas. Conocerse, como un primer paso para plantearse, por qué no, apoyos, colaboraciones o incluso cooperativismos futuros.
El encuentro ha tenido un enorme éxito de convocatoria, y es que cada vez somos más las personas que consideramos que uno de los grandes frentes de lucha contra el capitalismo está en el campo, en volver a rediseñar nuestra relación con la tierra. Es evidente que una de las herramientas más potentes del sistema es la industrialización del sector primario, la denominada agroindustria. Y también es evidente que las consecuencias de esta intromisión del espíritu del lucro en la tierra son desastrosas: despoblación, sumisión a las metrópolis, destrucción por agotamiento de suelos rociados durante décadas con sintéticos derivados del petróleo, ataque contra formas de vida que tendían y tienden a la autosuficiencia, escapando de las imposiciones de “los mercados” en nuestras vidas, aumento de enfermedades relacionadas con la alimentación, crecimiento de la pobreza en el planeta, movimientos masivos de poblaciones abocadas a la exclusión social, desposeídas de sus tierra. Y así podríamos estar…
¿En el encuentro? Rostros esperados, algunas sorpresas agradables y, sobre todo, mucha gente animada. Gente que ya inició su andadura en el campo y urbanitas que desean engrosar las filas de los llamados neorrurales. Gente de campo de toda la vida y gente que no se plantea abandonar la urbe…pero todos y todas dando una sensación global de buscar objetivos comunes.
Los promotores del encuentro han hecho un gran trabajo. Las dinámicas escogidas multiplicaban la riqueza de ideas, los talleres del programa han tenido mucho éxito (bioconstrucción, talla en madera…), las charlas han sido interesantes (sobre ganadería, la okupa rurbana catalana Can Masdeu”, escuela libre, decrecimiento…). Se han echado de menos debates como el de la cuestión de género en el medio rural, clave para cualquier acción totalmente transformadora. Y quizá ha habido asistentes que han considerado exagerado el papel preponderante de lo espiritual y místico (en vez de “Universal y la Energía”) dentro del programa. Talleres de Reiki, flores de Bach, sexo tántrico, yoga metamórfico…un 40 por ciento de las actividades más o menos.
¿La sensación general? Variada y positiva: de creación de sinergias, de un deseo sincero de conocerse, de acercarse, de enseñar y aprender…ante todo, la de que esto hacía mucha falta. Unos días muy motivadores, tanto para los que rumiamos la idea del éxodo ciudad-campo, como para los que estamos entregados en crear estrechos vínculos campo-ciudad, que hagan la vida en el campo económicamente viable y la vida en la ciudad un poco más auténtica, un poco mejor.
Es una lástima que las personas que creen que “el 15M está muerto” no se personen en estos eventos. Sería un argumento de peso para contraponer a ese pesimismo relajante en el que prefieren vivir, ese que dice: “pero si no hay nada que hacer”.
Vengo del encuentro y os respondo: “no puedes estar más equivocado. Lo que hay es mucho que hacer”.
Raúl (y pinceladas de Jose y de miki)