¿En qué te puedo acompañar mediante la PNI?

Molestias digestivas.

La salud del tubo digestivo determina la salud de otros sistemas corporales. El aparato digestivo es:

• Un órgano clave para la salud del ser humano.
• La puerta biológica hacia la inflamación y la autoinmunidad. 
• El aparato encargado de preparar y absorber nutrientes.
• La máxima comunicación de nuestro cuerpo con el exterior.
• Alberga el 70% de todas las neuronas del sistema nervioso periférico
• Es clave para responder de manera adecuada a alimentos, toxinas y demás antígenos.
• La microbiota del tubo digestivo, es decir, el ecosistema que llevamos dentro, determina la microbiota de órganos como piel, pulmones, vagina y demás mucosas que tenemos en el organismo. Es importante que esté equilibrada.

Síntomas como

• Estreñimiento, diarrea.
• Gases.
• Ardor, reflujo.
• Digestiones pesadas.
• Inflamación abdominal.
• Colon irritable.

serán significativos al abordar nuestra salud intestinal y la de todo nuestro cuerpo-mente.

Además, existe el eje intestino-cerebro, un eje bidireccional que conecta el cerebro con el tubo digestivo. Nuestra salud intestinal se verá reflejada en nuestra conducta y emociones y viceversa, nuestras emociones influirán también en nuestra salud intestinal.

Alteraciones del sistema inmunitario: alergias, asma, resfriados recurrentes.

Enfermedades autoinmunes: artritis reumatoide, lupus, esclerosis múltiple, enfermedad de chron…

Nuestro sistema inmunitario debería de presentar un óptimo estado de energía . Esto equivaldría a no padecer alergias, patologías autoinmunes ni infecciones recurrentes, es decir, que ante la presencia de un patógeno, fuéramos capaces de combatirlo/integrarlo de la forma más eficaz, tanto si es un virus, como una bacteria, un hongo o un parásito.

Alteraciones hormonales.

Las alteraciones hormonales son habituales en la sociedad occidentel actual debido, en gran parte, al contexto con el que nos relacionamos, lleno de disruptores endocrinos: sustancis externas que se comportan en el cuerpo como hormonas.

A día de hoy, la mayor presencia de disruptores endocrinos se encuentra en la alimentación industrial, la contaminación del medio ambiente, en el uso de hormonas anticonceptivas o tratamientos hormonales de fertilidad. El sedentarismo, la obesidad y el estrés mantenido por el ritmo de vida y la carencia de horas de sueño de calidad propician un entorno al que cada vez nos cuesta más adaptarnos.

Las glándulas más sensibles a estas hormonas de engaño son: la glándula tiroides, los ovarios, la próstata y el hígado; y algunos de los síntomas que se pueden presentar son:    • 

• Acné.
• Hipertiroidismo. Hipotiroidismo.
• Síndrome de ovarios poliquísticos.
• Desórdenes de la regla: sangrados, amenorrea (ausencia de regla), menopausia precoz o dismenorrea (Dolor menstrual).   
• Hiperplásia benigna de próstata.
• Problemas de fertilidad.

Obesidad.

Salud conCiencia propone la NO utilización de dietas estrictas, sino el aprendizaje de unos hábitos de vida en los que una alimentación saludable, equilibrada y sabrosa.

Un tercio de la población mundial tiene sobrepeso u obesidad. El número de niños y adolescentes con obesidad ha aumentado en un 50% en los últimos 30 años.

Además, la obesidad se acompaña de un estado de inflamación crónica de bajo grado, que posibilita la aparición de múltiples patologías: dolores diseminados, cefaleas, alteraciones hormonales, cáncer, alteración del sistema inmunitario…

El abordaje de esta alteración metabólica no debe basarse únicamente en cambiar la alimentación, sino en entender todos los mecanismos implicados en este estado de inflamación y dar soluciones óptimas en los órganos implicados para restablecer el equilibrio.

Migrañas y Cefaleas

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