Te presento Salud conCiencia, un proyecto que busca acompañar a individuos, familias y comunidades a empoderarse en sus procesos de salud desde la Psico-Neuro-Inmunología (PNI), ciencia que estudia el cuerpo-mente desde una perspectiva integral; desde la interrelación entre los sistemas inmunitario, endocrino, digestivo, nervioso y las emociones.
El acompañamiento irá enfocado a la alimentación, regular los biorritmos, conseguir flexibilidad metabólica, respetar nuestro proceso evolutivo y mejorar nuestro contexto, considerando el ámbito emocional en el proceso vital de la persona y en el momento actual.
El tubo digestivo está directamente relacionado con nuestro cerebro/emociones y nuestro sistema inmunitario; las vísceras están relacionadas con partes de nuestro sistema músculo-esquelético; síntomas relacionados con la menstruación (amenorrea, dismenorrea, síndrome premenstrual, dolores de cabeza..) podrían estar relacionadas con el hígado, con el cortisol (la hormona del estrés), con problemas en la resolución de la inflamación o con falta de ATP (falta de energía).
La Psiconeuroinmunología (PNI) tiene en cuenta conceptos poco conocidos en la medicina convencional que son indicativos importantes de nuestro estado de salud: La hipoclorhidria, la alteración de la microbiota -muy relacionada con candidiasis vaginal- o la inflamación de bajo grado – causante de las patologías autoinmunes, dolores diseminados, dolores menstruales, depresión y otros malestares, estarán en el punto de mira de la consulta.
Cuando se trata de salud, todo está conectado.
En el modelo biomédico hegemónico, la tendencia es separar unos órganos de otros, separar el cuerpo de la mente. Las etiquetas diagnósticas, a veces, inmovilizan y desempoderan en los procesos de salud. Existe una relación muy estrecha entre emociones, sistema nervioso, endocrino, digestivo e inmunológico. Cualquier pensamiento que tengamos genera una emoción que determina el comportamiento de nuestro sistema nervioso autónomo (SNA), responsable de que todo el organismo funcione coordinadamente y se adapte continuamente a las necesidades del medio. El Sistema Nervioso Autónomo modifica el funcionamiento de nuestros órganos, contrayendo partes del cuerpo, aumentando la secreción de ácido del estómago, la frecuencia cardíaca, la respiración, produciendo espasmos en el intestino, haciéndonos sudar, sonrojandonos…
No nos enferma el estómago o el riñón de forma aislada, sino todo nuestro cuerpo, incluso todo nuestro entorno. Ante la incertidumbre, el estrés, la frustración y ansiedad, emociones que gobiernan nuestras vidas, el sistema nervioso se modifica, se altera la secreción de hormonas, de adrenalina, disminuye la serotonina… Como resultado se puede producir insomnio, dolor de cabeza, dolor de estómago, una úlcera o crisis de migrañas. Si me centro sólo en tapar el dolor de cabeza con un analgésico; o calmar la úlcera con un omeprazol, sólo tapo el síntoma, pero no soluciono la causa y ese cuerpo sigue en desequilibrio y seguirá enfermando.
Nuestro cuerpo funciona como un todo interconectado entre sí y con el medio que le rodea.
Cuando una parte enferma no enferma sólo esa parte en concreto, sino que indica un desequilibrio en todo el cuerpo-mente que se manifiesta en ese síntoma o enfermedad. El desequilibrio ha de verse en un contexto más amplio: en el contexto de un sistema que incluye la salud individual y la del entorno que le rodea, teniendo en cuenta las relaciones personales, el entorno social, laboral, el barrio, la ciudad, el país, el planeta y el medio ambiente donde vive la persona. Cuando alguna de estas partes falla, desequilibra al resto y produce el síntoma. El síntoma es un aviso que nos dice que algo falla dentro de un contexto. De la misma manera que no tiene sentido que nos veamos como individuas aisladas, tampoco lo tiene que aislemos las distintas partes que nos conforman o que no tengamos en cuenta el entorno.
Desde la ciencia convencional, se ha dado mucho más peso al condicionamiento genético que a la epigenética, cuando es el entorno al que nos exponemos – denominado exposoma- lo que determinará que nuestros genes se expresen o no. De la misma manera, en una célula, es la conexión con ella misma y con el entorno que la rodea lo que hará que se convierta o no en cancerígena.
Medicalizar la vida en una sociedad enferma, no es salud.
Si queremos que una persona se cure o permanezca sana debemos cambiar el entorno en que se produjo esa enfermedad: factores sociales, factores psicológicos, estructuras mentales y de pensamiento disfuncionales arraigadas, relaciones interpersonales, dieta, hábitos de vida… De lo contrario, la enfermedad volverá a aparecer al reincorporar a la persona a su entorno -por ejemplo después de una baja, tras el tratamiento o a pesar del tratamiento. O se quita la causa que origina el estrés o se cambia la forma en que la persona vive ese estrés.
El estrés laboral y el provocado por relaciones personales afecta más a la respuesta inmune que otros tipos de estrés, así como las situaciones de estrés mantenidas más de 1 mes favorecen más las infecciones víricas y bacterianas que las que duran menos. Las personas que cuentan con un buen apoyo social, la misma situación del estrés les afecta mucho menos que aquellas que no lo tienen.
Salud conCiencia no ofrece una solución estándar con una sola herramienta terapéutica.
El plan de acción será adaptado y pactado con cada persona y estará basado en sus necesidades. Juntas, resignificaremos el síntoma como fuente de aprendizaje e iremos a la causa del malestar. Escuchar qué nos quiere decir cada síntoma nos invita a conectarnos con nosotras mismas, nuestras necesidades y las de nuestro entorno. No deberíamos normalizar un malestar, por muy común que sea. Aprender a convivir con ellos no es la solución.
Los acompañamientos en salud que me ofrezco a realizar serán desde la escucha, con todo el conocimiento que he ido adquiriendo durante mi trayectoria personal, política y profesional, y desde la perspectiva integral y transformadora que me ofrece la psiconeuroinmunología. El objetivo principal de la consulta será ofrecer la mayor tranquilidad y bienestar a la persona, abordar la situación desde la forma más integral posible.
Cualquier síntoma se desarrollará en un contexto emocional-social-físico-psicológico determinado. Nunca conseguiremos “la cura” si no tenemos en cuenta todos estos factores, tanto en la actualidad, como en el momento en el que se inició el malestar.
Te acompañaré en tu proceso de salud, respetando los tiempos necesarios y empoderándonos mutuamente en el proceso para abordar la causa que provoca el malestar.
Acompañar a las comunidades en el empoderamiento ante sus procesos de salud es una herramienta de transformación social.
Además de las consultas individuales, Salud conCiencia considera que acompañar a las comunidades en el empoderamiento ante sus procesos de salud es una herramienta de transformación social.
Por ello, me ofrezco a realizar formaciones “a demanda” en los colectivos o comunidades que apuesten por la promoción y la autogestión de la salud desde una perspectiva integral. Es importante tener en cuenta el contexto con el que nos relacionamos y responsabilizarnos de él. No podemos pretender estar sanos en un entorno que nos enferma. Crear entornos saludables es el primer paso para promover nuestra salud.
Si estás cansada de ir de especialista en especialista sin encontrar la solución, es porque no tiene sentido fragmentar el cuerpo ni reconocernos como individuas aisladas.
Si tienes algún síntoma o dificultad pendiente de resolver, pregúntame! Pensaremos juntas de qué manera te puedo acompañar!!
Alba María Campos Lizcano.
Enfermera especialista en Familiar y Comunitaria.
Psiconeuroinmunóloga.
Experta en Gestión emocional, coaching y PNL.
Experta en Nutrición clínica y salud nutricional.
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- Psiconeuroinmunología: breve panorámica
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- Psiconeuroinmunología: Sinopsis de su historia, evidencia y consecuencias.
- Psiconeuroinmunología de los trastornos mentales
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