Ocupación en Belo Horizonte

Apreciados compañeros y compañeras de lucha. Les informamos que la noche del día 24 de noviembre del 2006 las Brigadas populares organizaron la ocupación de un edificio abandonado en el Barrio Serra, región Centro Sur de Belo Horizonte, reivindicando el pedido de las familias sin techo de BH (Belo Horizonte). El inmueble ahora es el hogar de las familias que habían sido desalojadas por falta de pago de los alquileres. La ocupación fue bautizada como Caracol.

Contamos con la solidaridad de todos y todas y pedimos que nos manden  sus apoyos a: brigadapopular@yahoo.com.br

OCUPACIÓN CARACOL, EL BIEN MÁS PRECIOSO ES LA DIGNIDAD

 
Constituyen objetivos fundamentales de
la República Federativa de Brasil construir uma sociedad libre, justa ysolidaria; y asegurando a todos el derecho a la vivienda; la propiedad atenderá su función social, etc. Promesas y más promesas…

 

La realidad social de nuetro país hace de las leyes una esperanza eterna… LLEGA!!! Los sin techo no quieren derecho a la vivienda. Ellos quieren la vivienda! Es inconcevible la existência de tantos edifícios abandonados, fruto de la especulación inmoviliaria, mientras que famílias enteras viven con el miedo al desalojo repentino por no pagar los alquileres. Eso cuando no viven amontonadas em áreas de riesgoo em suelo frio del espacio urbano.

 

Ante ese cuadro, las Brigadas Populares organizan familias de la periferia de Belo Horizonte a fin de ocupar legítimamente inmuebles urbanos quese encuentran desde hace años sin ningun destino, econômico osocial. Denunciamos por medio de esas ocupaciones la exclusión de millares de famílias que engrosan cada vez más el número de sin techo, sin empleo, sin salud, sin educación, sin dignidad.

 Los espacios ocupados mediante la organización de lãs Brigadas Populares soncentros de formación política autogestionados, en los cuales los co-habitantes, discuten yarticulan formas alternativas de convivência y de producción. No bastaocupar, es precisoproducir yvivir bien, com arte cultura y consciência política. Ese es nuestro Sur.

 

La OCUPACIÓN CARACOL, localizada em la calle Rua do Ouro, 421, Barrio Serra, Región Centro Sur de BH, es la ocupación más reciente, el edifício está en pésimo estado de conservación, sin ventanas ni puertas, donde se refleja la desatención del propietario. Hace más de seis años abandonado, el edificio acumulaba escombros y peligro para la vecindad. Sabiendo de esta situación, famílias sin techo, el último viernes, dia 24 de noviembre ocuparon legítimamente el edifício. Famílias que estaban siendo desalojadas por falta de pago de los alquileres, llendo a parar a la calle con niños y lo poco que tienen para sobrevivir. Ahora el edifício, antes abandonado, se transformo em um hogar, unaconcha de caracol, que abriga famílias y suemos em busca de un presente y un futuro mejor.

 Precisamos del apoyo de los movimientos sociales comprometidos com la causa de los pobres para garantizar el mantenimiento del espacio, un techo para las famílias y dar visibilidad a la sociedad civil sobre la crisis urbana que vive nuestro país en especial Belo Horizonte.

La inmediata expropiación de los inmuebles abandonados o aquellos que no cumplen su función social, destinados para la construción de viviendas populares, es una necesidad urgente. Hoy somos 50 mil sin techo en BH, sobreviviendo em condiciones precárias, mientras que los especuladores inmoviliarios se lucran con la desatención  de los gobernantes. Esta es la razón del envio de esta carta. Aseguramos que esta lucha es justa, com el fin de conquistar una NUEVA CIUDAD, donde quepan todos y todas. Por eso contamos con su participación.

Basta de llorar por los pobres. Llega la hora de denunciar y reaccionar contra toda forma de reprodución de la pobreza.

 Por eso reivindicamos:

 -La inmediata expropiación del edifício ocupado en la calle Rua do Ouro, n° 421, Bairro Serra, Belo Horizonte. Legitimando lãs famílias de Ocupación Caracol.

 -Garantizar la exención del IPTU para el referido inmueble.

 -Destinar recursos para rehabilitar el edificio

 Brigadas Populares Patria Libre! Poder Popular!

 Contatos: brigadapopular@yahoo.com.br – (00 55 31 97093990) http://www.brigadaspopulares.org

Nuevas marchas y ocupaciones del MST en Brasil

Con marchas en el sur del país y ocupaciones en el noreste, el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST) aumenta la presión para agilizar el proceso de la reforma agraria en Brasil.
Centenares de activistas del MST realizaron este miércoles una marcha en el estado de Rio Grande do Sul. El objetivo fue presionar a la justicia para que ordene el asentamiento de 56 familias en el municipio de São Borja que están acampadas desde hace dos años. El día anterior, en el estado de Pernambuco, unos mil activistas ocuparon tres haciendas y bloquearon varias carreteras. En Paraiba, los integrantes del movimiento ocuparon el predio del Incra (Instituto Nacional de la Reforma Agraria) y bloquearon una carretera. Los Sin Tierra reivindican el cumplimiento de las metas del Plano Nacional de Reforma Agraria que preveía el asentamiento de 150 mil familias en todo el país durante este año. Al comienzo de noviembre el MST dio por terminada la tregua que mantenía con el gobierno durante los elecciones y reinició sus acciones para presionar al reelecto gobierno del presidente Lula da Silva. Como otros movimientos sociales, el Movimiento Sin Tierra había participado de la campaña electoral a favor de Lula y ahora pretende aumentar su influencia dentro del gobierno del Partido de los Trabajadores

Grupo de 400 sem-terra invade a Fazenda Figueira

Um grupo de 400 sem-terra ligados à Federação dos Trabalhadores na Agricultura (Fetagri), invadiram, nesta 2ª feira (20/11), a Fazenda Figueira, no município de Jardim, sudeste de Mato Grosso do Sul. O imóvel está registrado no Instituto Nacional de Colonização e Reforma Agrária (Incra) como propriedade da Associação das Famílias pela Unificação e Paz Mundial, presidida pelo sul-coreano Sung Yung Moon, (reverendo Moon). No sábado (18), quase 100 pessoas portando ferramentas agrícolas, invadiram o local, limparam uma área de 12 mil metros quadrados. Hoje, a fazenda amanheceu com pelo menos 400 homens, mulheres e crianças, em barracas de lonas armadas próximas da sede. Segundo explicou Estanislau Oscar Madel, o grupo da Fetagri está aguardando há mais de dez anos a desapropriação da área que soma 11 mil hectares.
Os sem-terra do MST estavam ocupando a totalidade do imóvel onde permaneceram durante nove anos consecutivos. Em março deste ano saíram pacificamente da propriedade rural. Os invasores coordenados pela Fetagri garantem que ficarão na fazenda até o Incra assentar todo o grupo.(AE)

MST: nueva jornada de movilizaciones

Igor Ojeda
Los “sin-tierra” organizan protestas y ocupaciones para exigir al gobierno
agilidad en la reforma agraria y cambios en la política económica. No se sabe aún si el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, reelegido el día 29 de octubre, cumplirá las promesas de campaña en su segundo mandato como las de no reducir los derechos de los jubilados y la de priorizar a los pobres. Lo cierto es que el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra
(MST) ya comenzó a cumplir las suyas.  Luego de haber manifestado su apoyo
a Lula en la segunda vuelta, frente a la amenaza que representaba la
candidatura de Geraldo Alckmin, del PSDB, el movimiento incrementó la
presión por la reforma agraria.
En la última semana, el MST inició una jornada de luchas que incluyeron
ocupaciones, marchas y protestas en todo el país.  Junto a
reivindicaciones más generales, como la petición al gobierno federal de
que agilite la reforma agraria y cambie la política económica como medida
fundamental para efectivizarla, el Movimiento demanda: cumplimiento de las metas establecidas por el Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA) en el Estados;­ expropiación de las tierras cuyos propietarios están involucrados en
tráfico de drogas y grilagem o sean deudores del gobierno y realicen
experimentos con semillas transgénicas;­ escuelas itinerantes en los campamentos;
­ infraestructura, asistencia técnica y créditos para los asentamientos;
­ firma de las órdenes de posesión para las áreas ya compradas por el
Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA);y,
­ actualización de los índices de productividad.

Según la Ley del Rito Sumario, las acciones de posesión deben ser firmadas
en un plazo máximo de 48 horas después de su compra.  Sin embargo, algunos
jueces tardan años para legalizar los predios expropiados.  En cambio, los
índices de productividad utilizados hoy por el INCRA como parámetro para
las expropiaciones son de la década de 1970.  Es decir, están 30 años
desfasados.  A pesar de las reiteradas promesas, el gobierno todavía no ha
procedido a actualizarlos.

Movilizaciones

En Rio Grande do Sul, el MST realizó acciones en Arroio dos Ratos,
Eldorado do Sul, Santana do Livramento, San Gabriel y San Borja.  El
movimiento reclama al INCRA del estado el cumplimiento de la meta de
asentamientos de 1070 familias en 2006.  Hasta ahora, han sido asentadas
sólo 98.  Además, reivindica la desapropiación de las haciendas Guerra,
Dragón y Southall, lo que viabilizaría el asentamiento de las 2 500
familias acampadas en el estado.  Las tres haciendas juntas suman un área
de 23.500 hectáreas.  Cada hectárea equivale más o menos a un campo de fútbol.

Según un comunicado de la coordinación provincial del MST de Rio Grande do
Sul, en la madrugada del día 14, la Brigada Militar, relacionada con el
gobierno del estado, volvió a practicar la tortura sicológica contra la
ocupación en San Borja.  Las sirenas de los coches permanecieron
encendidas a un alto volumen, los policías insultaron a los sin-tierra y,
alrededor de las 2h30, dispararon una ráfaga por encima de las
barracas.  Algo semejante ya había ocurrido en marzo, en Cocoteros del Sur.

En Paraná, la Vía Campesina de Brasil, entidad de la cual el MST forma
parte, volvió a ocupar la hacienda de la transnacional Syngenta Seeds, en
Santa Tereza do Oeste, el 13 de noviembre, el mismo día en que el gobierno
del estado confirmó la firma del decreto de desapropiación del área,
debido a que la Syngenta había realizado experimentos transgénicos ilegales.

En la capital, Curitiba, cerca de 600 sin-tierra se encuentran acampados
frente a la sede de la Superintendencia Regional del INCRA, reivindicando
la actualización de los índices de productividad, el cambio en la política
económica y la ampliación de las Escuelas Itinerantes en los
campamentos.  El día 14, realizaron una marcha hacia el Tribunal de
Cuentas de la Unión (TCU), para que éste reanude el convenio de asistencia
técnica en los asentamientos.  En este estado, hay cerca de 8 mil familias
acampadas, y han sido asentadas sólo 3 mil en los cuatro años del gobierno
de Lula.  La meta era de 9 mil.

Violencia

En Isla Soltera, en el noroeste del Estado de São Paulo, cerca de 300
sin-tierra ocuparon una agencia del Banco de Brasil el día 14.  Hay 1.500
familias acampadas en la región.  En la región de Pontal de Paranapanema,
oeste del Estado, 170 familias ocuparon el día 10 dos haciendas (una en
Rosana y otra en Ranchería) ya adquiridas por el Instituto de Tierras de
São Paulo (ITESP) y por el INCRA, pero que todavía no habían sido
destinadas para asentamientos.

El día 12, los sin-tierra que habían ocupado la hacienda Oporto Maria, en
Rosana, fueron atacados por 20 malhechores al mando de Miro Conti,
grileiro del área.  Incluso a mujeres, bebés y ancianos fueron agredidos.

En Aracaju, capital del Sergipe, integrantes del MST que estudian
agronomía en la Universidad Federal de Sergipe (UFS) ocuparon el día 13 la
sed local del INCRA, para exigir el fin de la retención de los recursos
necesarios para la continuación de los cursos destinados a los
sin-tierra.  El día 14, el INCRA garantizó que liberaría el subsidio,
disponible desde el pasado año.

En el municipio de Sobradinho, en el Distrito Federal, cerca de 200
familias ocuparon la hacienda Salvia, que es grilada y que pertenece a la
Unión, exigiendo su expropiación

– Igor Ojeda es periodista del periódico Brasil de Fato.

Julgamento de latifundário do Massacre de Felisburgo ainda nao tem data marcada

Quase dois anos após o Massacre de Felisburgo, ainda não existe previsão para o julgamento do latifundiário Adriano Chafik Luedy, que confessou ser o mandante do assassinato de cinco sem-terra na cidade de Felisburgo (MG). O Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra (MST) e entidades ligadas aos direitos humanos defendem que o julgamento não seja realizado no Vale do Jequitinhonha e sim em Belo Horizonte, onde o acusado tem menor poder político e econômico. Por isso os advogados pediram o desaforamento, que é transferir o processo de uma comarca para outra. Por esse motivo, o julgamento não tem data marcada.
Recentemente, o Tribunal de Justiça do estado negou pedido do fazendeiro de não ser levado a júri popular. A decisão foi considerada positiva pelo MST, segundo Giane Álvares, advogada do Setor de Direitos Humanos do movimento. “Essa decisão proferida pelo Tribunal no dia 3 de outubro é muito importante, porque demonstra que o órgão tem entendimento que o Chafik participou efetivamente desses homicídios, assim como consta no processo, com diversas testemunhas e vítimas que declararam a presença deles nos fatos. É uma vitória importante, tendo em vista que ele é fazendeiro, influente politicamente e economicamente, mas mesmo assim será levado a júri.”

No Massacre de Felisburgo, em novembro de 2004, Chafik e mais 15 capangas invadiram o Acampamento Terra Prometida, e mataram cinco trabalhadores rurais e deixaram 12 gravemente feridos. Dos 15 acusados pelo massacre, apenas três estão presos: Washington Augustinho da Silva, Jailton Santos Guimarães e Erisvaldo Pólvora de Oliveira. Chafik continua em liberdade aguardando julgamento. Oito pessoas estão foragidas.

De São Paulo, da Agência Notícias do Planalto, Danilo Augusto.

Lula es neoliberalismo compensatorio y Alckmin, neoliberalismo radicalizado

Alipio Freire fue fundador del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, del que se alejó por diferencias políticas. En la última década se acercó al Movimiento de trabajadores rurales Sin Tierra (MST). De visita en nuestro país, invitado por el Frente Popular Darío Santillán, y antes de comenzar con una serie de actividades que lo llevarán por varias provincias, Freire dialogó con Prensa De Frente sobre la actualidad socio-política brasileña, donde la oposición al presidente Lula experimentó un severo corrimiento a la derecha, lo que provocó nuevos marcos de apoyo a su reelección.

“Luego de la primera vuelta electoral y el triunfo de Lula, un gran movimiento mediático de la derecha histórica brasileña, la derecha que hizo la dictadura en alianza con el PSDB, partido de la social democracia brasileña -que con mucha buena voluntad es un partido de centro, de “extremo centro”- y cuyo actual candidato es Geraldo Alckmin, integrante del Opus Dei, armó un golpe mediático. Fue la primera vez desde el fin de la dictadura que la derecha viene a plantear, por intermedio del presidente del PFL (partido del frente liberal), de ultraderecha, que es el momento de `exterminar toda esta raza´. Esta `raza´ no es Lula, son los movimientos populares de trabajadores en lucha y hasta el propio PT. La derecha tuvo una estrategia de desmonte del PT y Lula la aceptó.

Al mismo tiempo, el ex presidente Fernando Henrique Cardoso, del PSDB, dice que a Brasil le falta Carlos Lacerda, un político de la Unión Democrática Nacional de antes del golpe, que intentó un golpe de derecha en 1954 e impulsó el de 1964. En ese contexto, las fuerzas militares emitieron una nota conjunta manifestando profunda preocupación con la democracia y la corrupción.

Esto provocó una gran confusión que aumentó después del episodio de la compra de un dossier (investigación) en que aparecen denuncias contra integrantes del PSD. Un grupo de idiotas del PT fueron filmados comprando ese dossier. La prensa entonces puso todas las luces sobre la compra, escondió el informe y creó un gran escándalo nacional. Sobre eso giraron los últimos 20 días de campaña. Luego, mucha gente que iba a votar Lula se volcó a otros candidatos. Pero a la vez mucha gente que iba a votar nulo en primera vuelta declaró que va a apoyar a Lula.

Ahora, los movimientos populares han entregado a Lula un documento de apoyo crítico. Sabemos –los movimientos- que el segundo mandato de Lula será más de agenda neoliberal que el primero, dado todo el proceso de alianzas por derecha que hizo en estos cuatro años y para llegar a las elecciones. Pero en esas bases de apoyo de Lula -muchas de ellas del ala derecha del PT- ninguna de esas fuerzas amenazó la frágil democracia que tenemos. Que es frágil, pero que fue conquistada por los trabajadores y los movimientos sociales. Las cosas más avanzadas de la constitución las hicimos nosotros, así que vamos a defenderlas.

Desde el campo popular brasileño no tenemos fuerza suficiente para enfrentarlos definitivamente. En estos momentos, los movimientos están relativamente frágiles. Pero no creemos, como dicen algunos sectores militantes, que "cuanto peor, mejor". Cuanto peor sólo es mejor para quienes enfrentan al pueblo. La victoria de Alckmin será la victoria de la agenda neoliberal mas radicalizada, con más privatizaciones aceleradas. Significa la criminalización de los movimientos sociales y la eliminación de las política de subsidios, que sabemos que no es suficiente porque debería venir acompañada de una política económica de desarrollo que en ese caso reemplace los subsidios por empleos. Esta es la situación, todo esto hay que explicar antes de decir que se vota por la reelección. Lula es neoliberalismo con políticas compensatorias, Alckmin será neoliberalismo radicalizado sin políticas de compensación".

– En este marco de debilidad y tras apoyar en muchos casos la reelección de Lula, ¿qué desafíos se abren para las organizaciones populares brasileñas, teniendo en cuenta la afirmación de que el segundo mandato establecerá con mayor firmeza una agenda neoliberal?
– En este segundo gobierno los movimientos deben salir a las calles. En el primer gobierno hubo la ilusión de muchos compañeros de la izquierda de que había un gobierno en disputa. Yo creo que si, pero disputa por la derecha, no por nosotros. Los acuerdos fueron firmados antes de las elecciones, eso esta claro. Además, tenemos otro problema, y es que la política de subsidios atiende -aun deficitariamente- las necesidades de la base de los movimientos y debemos encontrar en esta etapa la forma de no quedarnos aislados de esas bases, es una trampa de la que debemos salir.

Por otro lado en este segundo gobierno Lula gobernará cada vez menos con el PT; Lula entregó en bandeja la cabeza de sus principales articuladores. Yo tenia muchas diferencias con ellos, Palocci y Dirceu sobre todo. Pero ellos eran hombres de partido y la posibilidad de continuidad. El Partido gobernante es hoy un partido fraccionado al medio, la gente de lo que llaman el campo mayoritario y la izquierda del PT, que no es ninguna gran izquierda. Tiene la misma perenne estrategia de que los cambios llegarán por el control del aparato del estado y no importa bajo que alianzas.

El proyecto de Lula se defiende en las calles y en el campo

El MST y la CUT manifestaron su apoyo a la propuesta del Presidente de Brasil. “El pueblo necesita unificarse en torno a Lula, Alckmin es la sumisión al ALCA”. Se suman intelectuales y sindicatos.

A tres semanas de la segunda vuelta electoral, la candidatura de Luiz Inacio Lula Da Silva, por la coalición que lidera el Partido de los Trabajadores (PT), sumó el apoyo de nuevos movimientos sociales, que hasta el momento habían evitado expresarse. La idea que ganó el escenario electoral es que nadie puede mantenerse en la neutralidad cuando existe la posibilidad de “un retorno de la hegemonía del gobierno de los Estados Unidos sobre a América Latina”.

Como ya es una constante, aquellos que tomaron partido por la reelección del Presidente entendieron que no sólo está en juego la continuidad de un nombre sino la de un proceso que, más allá de sus matices y potencialidades, contempla a las clases populares y mantiene un diálogo abierto con los sectores que están en un lucha permanente por la transformación.

Sin dudas uno de los pronunciamientos más fuertes que Lula Da Silva recibió a su favor fue el del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), que es un actor con mucho peso específico dentro de la política brasileña y durante los últimos cuatro años mantuvo una postura muy crítica hacia el Gobierno.

En una entrevista concedida a la agencia brasileña de noticias Carta Mayor -realizada por Verena Glass-, João Pedro Stedile, miembro de la coordinación nacional y una de las voces más influyentes del MST, dijo que “la burguesía forzó una nueva elección; ahora el pueblo necesita unificarse en torno a Lula” y que un triunfo de Alckmin “sería un gran derrota para la clase trabajadora porque las elites sólo tiene represión para las luchas sociales”.

En el reportaje, Stedile sostuvo que “en este momento se trata de juzgar qué proyecto interesa al pueblo brasileño porque lo que está en juego es si las fuerzas del capital financiero, aliado al capital internacional y a las elites, van a consolidar su proyecto o no”.

“Mientras que Alckmin encarna el retorno al poder de las clases dominantes, para implementar de forma hegemónica el modelo neoliberal, Lula constituye una composición de fuerzas sociales que, aunque también hay sectores de la oligarquía y de la burguesía, representa la posibilidad de transición hacia un modelo de desenvolvimiento nacional”, continuó Stedile.

El dirigente también reflexionó en clave regional: “Alckmin sería un retorno de la hegemonía del gobierno de los Estados Unidos sobre América Latina. Ahora, el continente está en un proceso de transición, que generó tres grupos de gobiernos: un grupo de izquierda -Venezuela, Bolivia y Cuba-; un grupo que enfrenta puntualmente la política yanqui –Argentina, Brasil, Uruguay, Perú y Ecuador- y un grupo que se coloca como fieles aliados americanos –Chile, Paraguay y Colombia-. Una victoria de Alckmin sería un desequilibrio pro Estados Unidos, con la ida de Brasil al grupo de aliados serviles”.

Otro que habló del MST fue el dirigente nacional João Paulo Rodríguez, al decir que “es hora de ir encima de la derecha, movilizando la militancia para defender el proyecto”. Por otro lado, adelantó que en los próximos días el movimiento formalizará su apoyo a la reelección.

Asimismo, Artur Enrique, presidente de la Central Única de los Trabajadores (CUT), declaró que, ahora, la cuestión central es “tomar las calles para evitar el desastre que sería la vuelta del PSDB, ya que Alckmin es la sumisión al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y el fin de los derechos sociales”.

Para la Secretaria nacional de Comunicación de la CUT, Rosane Bertotti, la batalla de la información jugará un papel decisivo en este segundo turno, para lo que tendrá que haber “una acción más articulada para enfrentar las manipulaciones de los medios, que esconden los avances obtenidos durante el Gobierno de Lula para cada uno de los sectores”. Bertotti terminó destacando la importancia de la democratización de los medios de comunicación.

La CUT, además, redactó un comunicado para apoyar Lula Da Silva por llevar a adelante “un liderazgo capaz de realizar inclusión social con desenvolvimiento, de convertirse en una alternativa soberana que se rebele contra la política neoliberal que está aumentando la injusticia y la pobreza en todo el mundo”.

En la misma sintonía se expresó el Sindicato de Metalúrgico de la región ABC –zona industrial que limita con la ciudad de San Pablo-, que por medio de su presidente, José López Feijoo, comunicó que realizaron una reunión con mil militantes, diputados, alcaldes y movimientos populares, donde se disidió “entrar con todo en la dispuesta electoral de la segunda vuelta para consolidar la victoria del pueblo”.

En este marco, donde todos los involucrados saben que la próxima es una instancia sin revancha, la dirigencia del PT ya comenzó a tener una actitud más agresiva en pos de un nuevo mandato de su líder y la última semana publicó un documento donde propuso el siguiente análisis: “durante doce años, el Partido de Social Democracia Brasileña (PSDB) gobernó el estado de San Pablo con Alckmin ejerciendo funciones de Vice y de Gobernador. Indagar sobre lo que fue hecho en este período permite vislumbrar que acontecería en el país en caso fuese electo presidente de la República”.

La primera cuestión a tener en cuenta, según el texto citado, es lo ocurrido en el área de educación, donde los tucanos –por el ave que lleva el logo del PSDB- “despedazaron las escuelas técnicas y las universidades estaduales; redujeron el cuadro de profesores; de 1995 al 2000 expulsaron a 47 mil profesores; redujeron en un millón el número de alumnos matriculados y congelaron los salarios por más de diez años”.

Luego, el informe hizo foco en el área de salud, donde “diversas ciudades se quedaron sin apoyo, lo que produjo una falta crónica de medicamentos y profesionales especializados; el equipamiento obsoleto no fue renovado y se desmontaron varios hospitales”.

Por ultimó, el relevamiento puso acento en la seguridad pública -escenario que se volvió alarmante por la creciente terciarización de las penitenciarias y por las 200 rebeliones registradas en 2003 – y en infraestructura para desenvolvimiento del Estado, donde “se privatizaron las nuevas líneas de Metro, nada fue destinado para la ampliación de la red ferroviaria y casi cero fue invertido en la generación de energía eléctrica; de tal manera que los dos apagones más graves en la historia brasileña (marzo de 1999 y enero de 2002) comenzaron en San Pablo, generando perdidas de 6 billones de reales”.

En tanto, entre los intelectuales de izquierda, con Emir Sader a la cabeza, hubo una coincidencia en que Alckmin representa en esta campaña electoral aquello que Collor de Mello, Fernando Enrique Cardoso y José Serra, cada cual a su modo, representaron en la elecciones de 1989, 1998 y 2002: la derecha, las fuerzas conservadoras y las elites que no necesitan que el país sea gobernado por un presidente de origen popular.

Este sector tiene en cuenta que, en reiteradas ocasiones, Alckmin defendió sin tapujos el ALCA, dejando en claro que, bajo su tutela, la política de externa de Brasil acabaría con la integración regional, cambiaría la relación prioritaria con el continente africano y habría una subordinación a la política de los Estados Unidos de América.

A eso se suma que los colaboradores de Alckmin ya revelaron que, en un eventual gobierno del PSDB, Petrobras, la Caja de Economía Federal y el Banco de Brasil entrarían en un proceso de privatización.

Quien se agregó a la defensa de la propuesta del PT fue el Coordinador general de la campaña de Lula Da Silva, el profesor Marco Aurelio García. “Habrá respuesta para cada ataque. Cada ofensa será respondida de una manera enérgica. No tenemos miedo al debate porque tenemos claro que, en el campo programático, nuestro adversario tiene un proyecto extremadamente conservador y esconde determinados aspectos. Es un proyecto evidentemente privatista que procura retomar la agenda de FHC”, advirtió el catedrático.

Además de remarcar que “las fallas de los Gobiernos del PSDB serán apuntadas”, García señaló que la gestión en San Pablo fue un fracaso en las políticas públicas y manifestó que tiene la certeza de que el pueblo brasileño está al tanto y rechazará el “riesgo Alckmin”.

En lo referido a lo político partidario, el Jefe de Gobierno consiguió incluir en su campaña a ocho gobernadores electos, cuatro petistas y cuatro aliados, al candidato del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) en el ballotage del estado de Río de Janeiro –tercer colegio electoral del país-, que tiene muchas chances de ganar. El PMDB, aunque no presentó fórmula presidencial, será, a partir del año que viene, el partido con más bancas en la Cámara de Diputados.

En contrapartida, al mismo tiempo que Lula Da Silva a tenido cierto éxito en su política de alianzas, Alckmin enfrenta críticas por haber admitido el apoyo de Anthony Garotinho, ex gobernador de Río de Janeiro tildado de populista y acusado de malversación de fondos públicos.

Movimentos sociais entregam plataforma política a ministro Ananias

 Uma comissão de 15 representantes dos movimentos sociais entregaram no começo da tarde de hoje (19/10) em audiência uma plataforma com propostas para o fortalecimento do projeto popular e de esquerda ao ministro do Desenvolvimento Social, Patrus Ananias, em Brasília.

Pela manhã, cerca de 1500 ativistas de movimentos sociais participaram de uma marcha contra o avanço do projeto da direita, representado pela candidatura de Geraldo Alckmin (coligação PSDB-PFL), e para reforçar a necessidade de aprofundamento das transformações sociais e a mudança da política econômica na agenda do presidente Lula.

Participaram da mobilização as entidades da Via Campesina, CUT (Central Única dos Trabalhadores) MTD (Movimento dos Trabalhadores Desempregados), Consulta Popular, Coalizão Moradia – DF, Cáritas, Movimento dos Catadores de Lixo Reciclável, Movimento Nacional de Direitos Humanos (MNDH), Vida e Juventude, UNE (União Nacional dos Estudantes), UBES (União Brasileira dos Estudantes Secundaristas), Intervozes – Coletivo Brasil de Comunicação e Liga Brasileira das Lésbicas, entre outras.

Carta ao presidente Lula
 
Excelentíssimo Sr. Presidente Luiz Inácio Lula da Silva,

Os movimentos sociais de todo o país saem às ruas em defesa de seu segundo mandato na expectativa do avanço das lutas pelo fortalecimento de um Projeto Popular para o Brasil, que só será possível com a participação efetiva do povo e suas organizações sociais.
 
Estamos cientes do perigo que representa para o povo brasileiro o outro projeto, direitista e neoliberal, do candidato Alckmin. A intolerância, a insensibilidade social e a criminalização dos movimentos, certamente estão no pacote do “choque de gestão” dito pelo candidato das elites.
 
Assim, reafirmamos nosso compromisso e disposição pela intensificação das lutas populares e democráticas no país e apresentamos, ao mesmo tempo, nosso manifesto por um Brasil justo e independente, conduzido pelo povo e dirigido por Lula presidente!

13 pontos de um projeto popular para o Brasil:
 
1 . REFORMA AGRÁRIA
 
Realizar uma ampla Reforma Agrária, com caráter popular, garantindo terra para todos que nela trabalhem. Limitar o tamanho da propriedade da terra como forma de garantir seu uso social e racional. Promover a soberania alimentar, produzindo alimentos livres de agrotóxicos. É preciso também garantir terra às comunidades tradicionais: indígenas, ribeirinhos, seringueiros, geraiszeiros e quilombolas.
 
2. ENERGIA
 
Energia elétrica como direito social e dever do estado e não como mercadoria para os lucros das empresas privatizadas. È preciso ainda reestatizar as empresas de distribuição e transmissão de energia elétrica, tais como, Eletropaulo, Cesp e CTEEP vendidas pelos governos tucanos. Ampliar ainda mais o programa Luz para Todos e dar insenção de taxa de energia elétrica para famílias que consomem até 100 Kw/mês. A energia é do povo e para o povo!
 
3. EDUCAÇÃO
 
Por uma educação comprometida com a formação integral da pessoa humana, destinada à realização de sua atividade crítica e transformadora na sociedade. Pela ampliação do acesso ao ensino universitário no Brasil e o fortalecimento do ensino público, gratuito, amplo e de qualidade em todos os seus níveis de modalidade.Defendemos ainda o FUNDEB e também a democratização da produção de pesquisas e conhecimentos para todas as regiões do país e que atendam aos interesses estratégicos do povo Brasileiro.
 
4. DESENVOLVIMENTO
 
Por uma economia que estimule a produção de bens e possibilite a eliminação da pobreza e da desigualdade social. Que privilegie o trabalho e a qualidade de vida do povo brasileiro, com crescimento e distribuição de renda valorizando uma economia mais justa e solidária.
 
 5. DIVERSIDADE
 
Por políticas públicas efetivas que combatam o preconceito e promovam a valorização e o respeito à diversidade cultural, étnica, à orientação sexual, gênero, crença religiosa, idade e classe social no povo brasileiro. Queremos oportunidades iguais para todos os brasileiros, com democracia econômica, social, política e cultural.
 
6. PARTICIPAÇÃO POPULAR
 
Pelo fortalecimento da democracia popular participativa. As consultas populares devem ser estimuladas e apoiadas por políticas de governo que visem a maior participação e a tomada de decisão da população sobre seus problemas. O poder político e social deve estar sob controle permanente do povo e suas organizações sociais para exercerem mecanismos eficazes de intervenção na realidade local e nacional, visando à qualidade de vida e o bem comum.
 
7. MEIO AMBIENTE E SOBERANIA NACIONAL
 
Queremos políticas que garantam a plena soberania sobre nosso território, nossas riquezas naturais, nossa biodiversidade e conhecimentos associados à mesma. O Estado deve ter o controle popular das empresas estratégicas para o desenvolvimento nacional e criar outras para gerir temas fundamentais para nossa soberania tecnológica e o pleno uso de nossas riquezas naturais em benefício do povo Latino Americano, em busca de sua integração política, econômica e social.
 
8. DIREITO AO TRABALHO E LIBERDADE SINDICAL
 
Que o Estado garanta a todos e todas o direito ao trabalho, como condição de cidadania plena, como direito fundamental de realização humana, e que crie condições para que seja um trabalho produtivo, criativo, não alienado e voltado para as necessidades da maioria. Defendemos salários dignos para os trabalhadores na ativa e aposentados.E ainda, com liberdade sindical e reformas que consolidem e fortaleça os direitos sociais dos trabalhadores e trabalhadoras.
 
9. MORADIA
 
Queremos reorganizar o convívio e o planejamento urbano das cidades, buscando criar condições humanas para toda a população, com políticas que evitem o êxodo rural, as migrações massivas e a instalação de famílias em locais inadequados.  Defendemos uma política pública de amplitude popular para construção de moradias, combatendo a grilagem em terras públicas e a máfia da especulação imobiliária.
 
10. CULTURA
 
Queremos a democratização e a popularização da cultura no país. Fortalecer os espaços de trocas culturais promovendo o acesso popular aos teatros, cinemas, exposições, sinfonias, amostras, apresentações folclóricas e festas tradicionais que celebrem a vida, a luta, a solidariedade e a diversidade do povo brasileiro.
 
11. DEMOCRATIZAÇÃO DA COMUNICAÇÃO
 
Pela quebra do monopólio da informação no país. Pela proibição do lucro e de investimentos estrangeiros nas concessões públicas de meios de comunicação nacional. Pelo investimento público em veículos de comunicação de caráter popular, comunitário, de interesse social e que estimulem a diversificação de fontes e distribuição de poder informativo na sociedade.
 
12. SAÚDE
 
 O Estado deve garantir e defender a saúde de toda a população. Deve implementar políticas públicas de soberania, segurança alimentar e de atenção básica como forma preventiva, ampliando e melhorando programas de saúde familiar. Deve incluir também o atendimento médico-odontológico, psiquiátrico e de enfermagem. O Estado deve garantir ainda acesso a medicamentos gratuitos a toda população necessitada, fortalecendo sua rede estatal de pesquisa, produção e distribuição de medicamentos.
 
13. JUVENTUDE
 
Por uma juventude e infância protegidas com apoio amplo de políticas que promovam a afetividade, o respeito, seus direitos legais, sua construção social, política e cultural na sociedade. Através do fortalecimento de programas de inserção produtiva dos jovens, possibilitar acesso à formação profissional e cultural de qualidade, além de transporte público gratuito.
 
Brasília, 19 de outubro de 2006
 
CUT (Central Única dos Trabalhadores)
UNE (União Nacional dos Estudantes)
UBES (União Brasileira dos Estudantes Secundaristas)
MST (Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra)
MAB (Movimento dos Atingidos por Barragens)
MPA (Movimento dos Pequenos Agricultores)
PJB (Pastoral da Juventude do Brasil)
MMC (Movimento de Mulheres Camponesas)
MTD (Movimento dos Trabalhadores Desempregados)
Movimento Consulta Popular
Coalizão Moradia – DF
Cáritas Brasileira
Movimento dos Catadores de Lixo Reciclável
MNDH (Movimento Nacional de Direitos Humanos)
Vida e Juventude
Intervozes – Coletivo Brasil de Comunicação
Rede de Educação Cidadã
Liga Brasileira das Lésbicas
MNMMR (Movimento Nacional Meninos e Meninas de Rua)

“El modelo neoliberal aún se impone en Brasil y frena acciones más sociales como la refo

El líder del Movimiento de los Sin Tierra Moacyr Vilella conversa sobre la realidad política y de los más pobres en Brasil. El presidente Lula, dice, ha puesto las bases para aplicar políticas contra la pobreza.

El pasado 1 de octubre, los brasileños votaron en la primera vuelta de las elecciones generales del país. Contra todo pronóstico, el actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que se presenta a la reelección, no obtuvo los votos necesarios y deberá disputar una segunda vuelta, el próximo 29 de octubre, contra el conservador Geraldo Alckim.

 Canal Solidario ha conversado con Moacyr Vilella, líder del Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra en Brasil, que ha hecho balance de las políticas sociales llevadas a cabo por Lula en sus cuatro años de mandato y ha advertido de la fuerte presión que los actuales terratenientes ejercen sobre el Gobierno para evitar una reforma agraria que beneficia a los más desfavorecidos.

 El presidente Lula llegó al poder en 2002 con la promesa de llevar a cabo una reforma agraria justa. ¿Ha habido avances en sus cuatro años de mandato?

 El programa que Lula proponía en 2002 era bastante ambicioso porque era la primera vez que un partido de izquierdas en el Gobierno hablaba de objetivos históricos e inmediatos. La reforma agraria siempre estuvo entre las prioridades del Partido de los Trabajadores, y era una promesa de reforma muy amplia. Pero eso no pasó. La política agraria del Gobierno fue muy tímida, se hizo pero no con la intensidad para, al menos, atender la necesidad de las 300.000 personas que hoy viven en campamentos.

 En estos años, el Gobierno tuvo problemas fiscales y monetarios muy serios, una crisis financiera con el mercado internacional muy fuerte, y optó por solucionar primero estas cuestiones. Cada año dedicó el 5% del PIB a pagar deudas internacionales, que ya están pagadas. Esto ha perjudicado bastante a las políticas sociales, y sobre todo a la reforma agraria.

 Además, hay que tener en cuenta la fuerza de los empresarios agrícolas, que se oponen a la reforma agraria. Son latifundistas asociados con grandes empresarios que presionan todo el tiempo a Lula porque son exportadores y una fuente de ingresos muy importante para Brasil. El Gobierno los trató muy bien; incluso el ministro de Agricultura, que recientemente se marchó con la oposición, era un hombre de confianza de estos empresarios.

 ¿Esta presión que ejercen los terratenientes también llega al Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra?

 Todo el tiempo, porque los terratenientes se han unido a la justicia. Ahora son los jueces, con tradicionalmente vínculos muy fuertes con los sectores más conservadores, los que todo el tiempo se enfrentan a nosotros. Y hay mucha impunidad.

 Esto es así porque, a diferencia de gobiernos anteriores que trataban a los sin tierra como criminales, Lula nos trató como interlocutores y como movimiento de masas. Cada vez que hubo un conflicto fue negociado. Y esto es importante porque nos acerca a la democracia y al diálogo.

 ¿Este acercamiento y reconocimiento como interlocutores ha venido acompañado de más avances sociales?

 Ha habido otros avances, como el aumento de crédito para los pequeños agricultores y el incremento de 3 a 8 billones de dólares al año para estimular la pequeña agricultura. También ha habido un aumento significativo de fondos para educación. Haciendo balance, vemos puntos positivos y negativos, ha habido avances importantes, pero la política neoliberal todavía se impone en el ámbito económico y eso frena políticas más sociales como la reforma agraria.

 Además, desde el año pasado la derecha brasileña ha realizado un intenso ataque contra el Gobierno para desacreditar el prestigio que Lula tenía entre las clases populares. Decían que crearía el caos en la economía pero en estos años se han pagado las deudas y, aunque a nivel de políticas sociales no haya hecho demasiado, su principal promesa de cuidar de los más pobres la ha cumplido.

 En Brasil hay 13 millones de familias que reciben una ayuda para sobrevivir y, en este tiempo, se han promovido créditos a muy bajo interés y largo plazo. Según el Instituto de Estadística, en los últimos 4 años hubo un aumento de la renta de la población del 19%, algo significativo, aunque la diferencia de renta entre la población sigue muy grande.

 A esta gran diferencia de renta se suman todos los prejuicios que la clase media y la burguesía tienen contra la gente pobre; en muchos años no ha habido en Brasil una división tan grande entre ricos y pobres ni un electorado tan dividido.

 Producir para comer

 ¿Desde el Movimiento de los Sin Tierra se apoya a algún candidato en concreto?

 Como movimiento no apoyamos formalmente a ninguno de los candidatos, aunque el 95% de las personas del MST apoyó a Lula en la primera vuelta de las elecciones. Como Movimiento de los Sin Tierra, durante los cuatro años de gobierno de Lula hemos dialogado e, incluso, le hemos alertamos de problemas que podría tener y que tiene ahora. Con el actual Gobierno tenemos una posición de apoyo pero también de crítica y pensamos que si gobierna un segundo mandato lo hará de manera diferente, porque hay estabilidad económica y es el momento de empezar a crecer e impulsar políticas sociales.

 Una cuestión clave para luchar contra la pobreza es la reforma agraria. ¿Cuál es la propuesta del Movimiento de los Sin Tierra?

 Hoy en día reforma agraria no significa sólo un reparto de la tierra, eso sólo era posible cuando el enfrentamiento era con los terratenientes que dejaban la tierra sin cultivar.

 Ahora nos enfrentamos al agronegocio, a grandes capitales asociados a esos terratenientes, lo que significa enfrentarse a un modelo de agricultura y no sólo a los terratenientes.

 El MST, junto a otras entidades como Vía Campesina, nos enfrentamos a un modelo de agricultura que no es bueno para ningún país: la agricultura empresarial con grandes cultivos y productos químicos que envenenan el suelo, una agricultura predatoria que no tiene futuro porque explota la tierra durante 20 años y luego la abandona.

 Entonces, ¿cuál es para el MST el modelo de agricultura más justo?

 Creemos que lo principal no es producir para exportar, sino producir comida para el pueblo. El segundo paso es producir comida de calidad porque la que ahora se produce está llena de agrotóxicos y ha habido un empobrecimiento muy grande de la comida.

 Necesitamos una agricultura menos industrializada, no quiero decir tradicional, sino moderna pero que elimine los abonos químicos y el exceso de veneno, que mantenga el suelo vivo por más tiempo… porque los sin tierra quieren llegar a la tierra y no salir de ahí por muchas generaciones.

 También creemos que la industria de los alimentos tiene que estar en manos de los campesinos y denunciamos que, en realidad, la liberalización comercial agrícola no es para los campesinos sino para las multinacionales. Por eso, nuestro interés es el mismo que el de otros campesinos del mundo, y no debemos enfrentarnos entre nosotros sino a los grandes empresarios y sus modelos agrícolas.

 Apostar por la educación

 Para reivindicar sus derechos los campesinos deben conocerlos y formarse. ¿Es la educación una de las prioridades del MST?

 La formación de la gente es la prioridad de nuestro trabajo interno. La cuestión de la reforma agraria se volvió más compleja, ya no se trata sólo de hablar de acceso a la tierra y a los recursos para producir sino de ir más allá y comprender la estructura de la sociedad. Por eso tenemos escuelas itinerantes en los campamentos, a través de las cuales la gente de alfabetiza y participa en charlas, y ofrecemos formación para los que ya están asentados. Porque la gente necesita saber qué pasa y los motivos complejos de por qué Lula no hace la reforma agraria.

 ¿La educación y el acceso a la tierra serían la solución a la pobreza y el fin de la migración del campo a la ciudad?

 Sí, porque los campesinos que llegan a la ciudad tampoco tienen alternativa de sobrevivir. Quizás no se ve tanto en las grandes metrópolis porque están congestionadas pero sí en las ciudades medianas, donde empiezan a aparecer favelas y gente viviendo en la calle que no tiene cómo subsistir.

 Todos vienen del campo por la presión económica, de la policía y de los terratenientes, y esta situación sólo cambiará con una reforma agraria radical, enfrentando a los terratenientes.

 Por otro lado, ¿cree que una nueva victoria de Lula daría fuerza a los gobiernos en América Latina que apuestan por políticas más sociales?

 Pienso que el modelo neoliberal en América Latina está cayendo. Eso no significa que la derecha no tenga poder y, en los próximos años, cada cual deberá posicionarse para ver dónde quiere ir. Nosotros lo tenemos claro porque siempre hemos estado en la lucha. Lo importante no es posicionarse en la coyuntura sino en los principios, porque no se trata de ganar elecciones sino de cambiar las estructuras.

Entrevista a Bernardo Mançano

A día de hoy es difícil cuestionar la existencia del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) como actor político con peso propio dentro y fuera de Brasil. El espacio político que el MST ha conquistado en relación al propio gobierno, el congreso, los medios de comunicación, la propia opinión pública, así como la repercusión internacional que ha logrado a lo largo de sus más de veinte años de lucha, lo colocan como un interlocutor político de primer orden en relación a la cuestión agraria y a la realidad social brasileña.

A seis meses de las próximas elecciones generales brasileñas del próximo uno de octubre,  la reflexión y la orientación política del mayor movimiento de la “izquierda” latinoamericana merece una especial atención y análisis, más aún si examinamos desde la propia perspectiva del movimiento la legislatura del Gobierno Lula, a la que muchos de sus miembros no dudan en calificar de traición política.

La afinidad y ligazón histórica que tradicionalmente ha caracterizado desde sus inicios al Partido dos Trabalhadores (PT) y al MST plantean un complejo análisis histórico y sociológico donde el pragmatismo político intenta convivir y superar la confrontación directa y apartarse de una reflexión de coherencia ideológica.

Para asomarnos a esta realidad poliédrica, la visión del Dr. Bernardo Mançano Fernández es por meritos propios una referencia ineludible. Doctor en Geografía, es profesor e investigador en esta área por la Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad del Estado de São Paulo, (UNESP), en el campus de Presidente Prudente. Coordina el grupo de estudios, pesquisas y proyectos de reforma agraria, NERA, donde desenvuelve, DATALUTA, banco de datos de la lucha por la tierra. Hace más de 22 años que estudia el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra. Asesor del MST, es autor de un gran numero de publicaciones, entre las que podemos destacar algunos títulos como "A formaçao do MST no Brasil" o “Brava gente: A trajetoria do MST e a luta pela terra no Brasil”.

Sentados en la terraza de una tranquila cafetería de la localidad de Presidente Prudente, y antes de dar por comenzada la entrevista, el Dr. Bernardo insiste en la importancia de retrotraerse hasta la década de los 80, para comenzar, acto seguido, a hablar del origen paralelo del MST y del PT en la etapa de transición y la posterior evolución de las relaciones entre ambos actores políticos:

Dr. Bernardo Mançano.-En esta década, el PT y el MST tuvieron papeles fundamentales en el proceso de redemocratización del país: el PT como partido urbano que comenzó a disputar espacios políticos y el MST como movimiento campesino en lucha política por la reforma agraria. La relación entre el MST y el PT siempre fue muy próxima, siempre fue una relación de dos instituciones que se identificaron porque tuvieron dentro de su ideología una misma perspectiva: la transformación de la sociedad y la construcción del socialismo. El PT perdió esa identidad en el año 1994, optando por una trayectoria más social-demócrata, que causo, de cierta forma, un distanciamiento entre ambos.
Con la elección del Gobierno Lula, en cierta manera el MST fue colocado al margen del Gobierno. Aunque el PT no abandonó sus políticas sociales, ya no se identificaría más con procesos de trasformación de la sociedad. Con todo, a la llegada del PT al poder nos encontramos con dos problemas: de un lado los escándalos de corrupción, lo que perjudico extremamente cualquier avance en las políticas sociales, y del otro, la subordinación del PT a una política internacional dictada por el Fondo Monetario Internacional y por el Banco Mundial.

Bruno López Aretio-Aurtena.- ¿Como se viven esas transformaciones a nivel interno?

Dr. Bernardo Mançano.-En la década de los 80, el MST y el PT formaban  sus cuadros principalmente a partir de los núcleos de base ligados a la Iglesia, ligados a una gran diversidad de sindicatos y de movimientos sociales. A partir de la década de los 90, cuando el PT conquistó varias prefecturas y distintos gobiernos de Estado, ya con diversos diputados,  la propia vida política del partido  comenzó a reproducir a sus propios cuadros. Los militantes del PT,  los funcionarios del PT, pasaron a ser recreados por la propia mecánica del partido, no más por la dinámica de una lucha de base, de manera que esto también distanció al PT de esa realidad.

El MST, al contrario que el PT, continúa con la misma dinámica desde el inicio y aumenta la participación social en su estructura con el trabajo de base y con la ocupación de la tierra en una estrategia de expansión. En el año 2003, el PT  se tornó un partido gigantesco y con certeza en el 2006  va a ser uno de los menores partidos de Brasil en cuanto apoyo social se refiere. El PT está en una etapa de reflujo enorme, en gran parte, por esa pérdida del apoyo en su base social.

Bruno López Aretio-Aurtena.-  ¿Como se articularía electoralmente el apoyo político del MST al Partido de los Trabajadores?  

Dr. Bernardo Mançano.- El MST no hizo un trabajo político únicamente con su base, sino que impulsó una labor intensa de propaganda electoral en varias ciudades. Al mismo tiempo, el MST no percibió, ni propia sociedad apreció, que el PT había cambiado. Solamente cuando Lula alcanzó el gobierno se comprendió que se había perdido poder.

Bruno López Aretio-Aurtena.-  ¿Existe una evolución en la propuesta de reforma agraria del PT desde la década de los 80 hasta la actualidad?

Dr. Bernardo Mançano.- Existe un abandono. El PT tuvo una propuesta de reforma agraria en la década de los 80 y la perdió, de tal forma que en el 2003, ya en el gobierno, no presentó ninguna. Es un retroceso enorme.

Bruno López Aretio-Aurtena.-  Hasta la llegada al poder del PT, ¿éste se identificaba con la propuesta de reforma agraria del MST?

Dr. Bernardo Mançano.- No. Existe un proceso paralelo también en este sentido, desde 1984 hasta 1989, el PT se identificaba. Del 94 hasta la actualidad, abandonó la idea de la reforma agraria.

Bruno López Aretio-Aurtena.- ¿En que se transforma?

Dr. Bernardo Mançano.- En Fome Zero[1] . El PT optó por la bolsa familia, optó por políticas compensatorias en vez de una política de cambios en las relaciones de poder, como por ejemplo la reforma agraria.

Bruno López Aretio-Aurtena.- ¿Qué crítica puedes hacer de la política de Fome Zero?

Dr. Bernardo Mançano.- La política de Fome Zero no moviliza a la población, la política de Fome Zero no permite ninguna perspectiva de transformación. El PT no tiene interés en afianzar sus fuerzas con la movilización de la sociedad. Tiene interés por garantizar sus fuerzas con algunos grupos de la sociedad, principalmente los empresarios. Una buena muestra de ello es que, en su mandato Lula ha trabajado mucho más con empresarios que con trabajadores.  

Bruno López Aretio-Aurtena.-  Ante la falta de un plan de reforma agraria por parte del propio gobierno, y habiendo participado dentro del equipo que elaboró el primer borrador del II Plan Nacional de Reforma Agraria[2] , ¿qué interpretación haces de lo sucedido?

Dr. Bernardo Mançano.- En realidad tengo la sensación de que fuimos usados por el PT. En Junio del 2003, el Gobierno Lula nos convida para realizar un plan de reforma agraria. Ese plan estuvo listo en Octubre y un mes después de presentarlo ya conocíamos la existencia de otro proyecto. Nuestra propuesta se utilizo para realizar otro plan, un plan mucho más conservador. A veces tengo la impresión de que les sirvió para asustar a la derecha y hacer prevalecer la oferta del gobierno que era más limitada.

Bruno López Aretio-Aurtena.- ¿Qué recortes tiene en relación con vuestro plan?

Dr. Bernardo Mançano.- Podemos hablar de dos puntos diferentes. En primer lugar, nosotros proponíamos asentar a un millón de familias y desapropiar aproximadamente 200 millones de hectáreas. El Gobierno Lula no está desapropiando, sólo está asentando a las familias. El 75% de las familias asentadas en los tres primeros años de gobierno lo fueron en tierras que ya eran asentamientos, lo que muestra que el gobierno está desapropiando muy poco. En segundo lugar, nosotros planteábamos la desapropiación a nivel regional para un mayor proceso de desarrollo y el gobierno únicamente está actuando aisladamente.

Bruno López Aretio-Aurtena.-  Como respuesta a estos acontecimientos, ¿puedes hablar de la marcha a Brasilia del MST en el 2005 [3]?

Dr. Bernardo Mançano.- Fue una forma de presión al gobierno por parte del MST para afianzar lo que ya estaba asegurado, o para no perderlo todo. El Gobierno Lula es un gobierno en disputa entre aquellos sectores más interesados en una política neoliberal y los movimientos sociales. En ese contexto la marcha a Brasilia supuso una forma de actuación política, ya no en el sentido de avanzar, sino más bien para no retroceder.

Bruno López Aretio-Aurtena.- ¿Piensas que Lula utilizó al MST como instrumento?

 Dr. Bernardo Mançano.- Lula no utilizó al MST como instrumento. En todo caso creo que el PT y el MST se utilizaron mutuamente como instrumento. No  dudo que el MST y el PT pudieran acordar una marcha para crear una condición política. Eso acontece en todas las instituciones. Son combinaciones que se hacen. Ahora bien, el MST no haría eso únicamente para agradar al gobierno, lo haría porqué también tiene intereses en él. Es una relación de igual a igual, no es una relación de subordinación del MST o del Gobierno Lula. Es una relación de “trueque” político.

Bruno López Aretio-Aurtena.- ¿Existió un antes y un después en la política del gobierno después de la marcha?

Dr. Bernardo Mançano.- Lo que existe es un conjunto de políticas de desenvolvimiento que fueron aprobadas por el gobierno en el año 2003 y que comenzaron a ser canceladas. Fue en ese momento cuando el MST se vio obligado a hacer la marcha para garantizarlas. Para que te hagas una idea, cuando nosotros entramos, cogiendo un sector como puede ser el de la educación, teníamos cuarenta millones de reales como presupuesto para el 2003, para el 2004 el gobierno disminuyo a veinte, con la marcha quedamos en cuarenta. Todas las acciones del MST fueron para no perder lo que ya estaba conquistado.  

Bruno López Aretio-Aurtena.- ¿Cómo interpretas la lucha de poderes dentro del propio Partido de los Trabajadores, entre la coordinación de movimientos sociales, en los que se encontraría el MST, y el ala más neoliberal del gobierno?

Dr. Bernardo Mançano.- El PT ya no es un partido que se identifique con la clase trabajadora, que se identifique con la lucha popular. Perdió esa identidad. Tal vez  lo que nosotros podemos hacer es velar por que el PT no pierda su tendencia democrática, en el sentido de permitir una mayor participación a la sociedad, a los movimientos sociales, a las organizaciones de izquierdas, una repartición de la riqueza del país a través de políticas públicas. Eso es lo máximo que conseguiremos hacer.

Bruno López Aretio-Aurtena.- En esta correlación de fuerzas, ¿donde se encontraría Lula?
 
Dr. Bernardo Mançano.- Es difícil responder a esa pregunta porque el PT se dividió. Con los sucesivos escándalos políticos se parceló.

Bruno López Aretio-Aurtena.- ¿Lula controla el juego de su partido?

Dr. Bernardo Mançano.- Yo creo que no tiene partido para controlar el juego. Los miembros históricos del partido o salieron o cayeron en la corrupción, el 90%  se perdió.

Bruno López Aretio-Aurtena.-  Ahora que muchos de los miembros del MST hablan de decepción, incluso de traición por parte del PT, ¿cuál crees que va a ser la línea de acción del propio MST en relación a las próximas elecciones del 2006?

Dr. Bernardo Mançano.- En mi opinión, el MST va a apoyar a Lula. No tengo duda de eso. Por lo que tengo conversado con los líderes no hay otra salida. Si con el PT, si con Lula tú tienes que luchar para no tener retroceso, con otro partido, ni luchando vas a impedir ese reflujo.  

Bruno López Aretio-Aurtena.-  De no apoyar la candidatura petista, ¿tendría miedo el MST a un aislamiento político?
 
Dr. Bernardo Mançano.- No porque el MST no depende de partidos. Va a seguir estando presente en los medios de comunicación porque la lucha popular va a estar ahí. Lo que puede suceder es una persecución política. Ya actualmente estamos asistiendo a una criminalización del MST por parte de diversos sectores políticos.

Una cosa que estoy percibiendo ahora, y que se está convirtiendo en una nueva practica de los movimientos campesinos, es que ante esta nueva coyuntura de criminalización, los movimientos sociales están comenzando a atacar aquello que es más importante para el agronegocio[4] , que ya no es la propiedad. Es la producción. Están comenzando a crear una nueva forma de lucha. Un buen ejemplo serian  las mujeres que destruyeron el laboratorio Aracruz Celulosa en Río Grande do Sul[5].  
En este contexto, tal vez algunos grupos no ligados al MST, pero ligados al PSTU[6] , PSOL[7] , van a encontrar en la lucha armada la única salida para continuar luchando ante este proceso de exclusión. Indirectamente, eso significaría para el MST un reflujo enorme.

Bruno López Aretio-Aurtena.-  Da la sensación que el apoyo del MST al PT es ilimitado. ¿Hasta dónde va a estar dispuesto a aguantar?

Dr. Bernardo Mançano.- Hasta surgir una fuerza política equivalente. La cuestión hoy es la falta de salida, falta de alternativa. Hoy en día no existe una mejor opción. Si la sociedad brasileña, los movimientos populares, consiguieran organizar una nueva fuerza política de aquí a diez, veinte años, el MST va a acompañar ese proceso. Pero hoy en día, el límite es la falta de una fuerza política similar.  

Bruno López Aretio-Aurtena.-  Ante la perspectiva de un debate ideológico interno dentro del MST[8] , ¿cuál crees que puede ser el proyecto popular que éste pueda desarrollar?

Dr. Bernardo Mançano.- Yo creo que el MST no tiene fuerza como para plantear a día de hoy una propuesta. Sería un planteamiento de transformación de la sociedad, y no tiene potencia como para llevarlo a cabo. Ni siquiera consigue presionar a la administración para desarrollar un nuevo modelo agrario. Su papel en el gobierno continuará siendo marginal. Con certeza, insistirá en la exigencia de la reforma agraria a escala local, a escala nacional y a escala mundial. Va a continuar luchando en estas escalas pero sin mucha fuerza de transformación.
En la realidad brasileña, el MST es fuerte sólo cuando la sociedad es fuerte, y nosotros en Brasil tenemos un retroceso enorme de partidos de izquierdas y de movimientos sindicales. Cuanto más crecen estos elementos, más crece el MST.

Bruno López Aretio-Aurtena.- ¿Y en los momentos de crisis como el actual?

Dr. Bernardo Mançano.- El MST no retrocede al mismo nivel porque no depende tanto del capital como puede hacerlo un sindicato o un partido. Sin esa dependencia tan marcada, el MST consigue caminar más libre, más autónomo. Sin embargo, él sólo no avanza, precisa de esas otras dos instituciones.

Bruno López Aretio-Aurtena.- ¿Crees posible que ha medio/largo plazo, el MST, en conjunto con la coordinación de los movimientos sociales, pueda proponer un nuevo partido político como alternativa política para el gobierno de Brasil?

Dr. Bernardo Mançano.- A día de hoy no existe un escenario cercano para ello. Ahora, están empezando a trabajar para ello, los disidentes del PT, algunos sindicatos, están actuando en ese sentido. El proceso va a depender de la supervivencia del propio PT. Si el PT sobrevive, tendremos más dificultades. Si el PT no perdura, no habrá otra salida que no sea construir otro partido.

Bruno López Aretio-Aurtena.- ¿Cómo piensas que debería ser la línea política del MST en el contexto político actual?

Dr. Bernardo Mançano.- Hablar desde fuera es muy difícil, yo no estoy allá para hacer la lucha que ellos hacen, pero si pudiera definir alguna cosa, sugerir alguna cuestión, defendería la lucha democrática por la reforma agraria, la resistencia de los principios del MST, continuar luchando por la educación, contra el capital y el agronegocio; intentar mostrar que la democracia es diversidad y no monopolio de un sistema; continuar construyendo ideas, construyendo ideologías y en ese aspecto entraría el desarrollo de un nuevo partido.
Todo esto va a depender mucho de la coyuntura donde se desenvuelva. El MST en estos veinte años de existencia siempre acompañó mucho a la coyuntura política. Siempre fue muy coherente con ésta y pienso que continuará siéndolo.
En la situación política actual tenemos que percibir una crisis enorme del capitalismo, principalmente por el fracaso de las políticas neoliberales. La propia elección de Lula es ya un indicador. La propia clase empresarial brasileña no acredita ya que el mercado es definidor de todo. El papel del Estado es importante, el desarrollo económico y social es importante. Aquella fuerza que el neoliberalismo tuvo entre los años 95 y 99 en Brasil, cuando con el gobierno FHC[9]  consiguió ser reelegido basándose en estas políticas, hoy ya no tiene más representatividad.
Nosotros percibimos esa situación de descenso de las políticas neoliberales.

Bruno López Aretio-Aurtena.- ¿Eso es una situación de esperanza en cuanto el futuro político de Brasil?

Dr. Bernardo Mançano.- Es una situación de indefinición. El cuadro político tal y como está colocado hoy en día nos permite pensar que somos nosotros quienes debemos construir nuestra propia definición.

NOTAS
[1]  Inspirado en la propuesta Fome Zero lanzada en el 2001 por el Instituto de la Ciudadanía,  el Gobierno Federal de Brasil impulsó en marzo de 2003 un proyecto homónimo con el objetivo de asegurar el derecho humano a la alimentación y erradicar el hambre que sufren alrededor de diez millones de brasileños. Se creó para tal fin un ministerio extraordinario de seguridad alimentaria, MESA, con la tarea de llevar a la práctica dicho programa, en función a políticas estructurales, específicas y locales. Ante la falta de los resultados esperados numerosos movimientos sociales, incluso organizaciones internacionales como la Organización de Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación, critican el carácter meramente asistencialista de las medidas desarrolladas y la demora de políticas estructurales al respecto.
[2]  Segundo Plan Nacional de Reforma Agraria, PNRA, presentado en noviembre de 2003 durante la Conferencia de la Tierra en Brasilia. El propio gobierno convidó a personas identificadas con la lucha por la Reforma agraria, junto con la participación de los movimientos sociales y la reflexión académica, para organizar un equipo de trabajo y preparar un Plan Nacional de Reforma Agraria. En ese plan estaban previstos el asentamiento de un millón de familias en cuatro años, así como la reestructuración  del INCRA (Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria), cambios en la legislación agraria, transferencia de la CONAB (Compañía nacional de abastecimiento) para el área nacional de la Reforma Agraria y la creación de un Instituto Nacional de Capacitación Técnica.
En relación a las metas propuestas, las cifras que presentó el gobierno, asentamiento de 430.000 familias, suficiencia de recursos económicos y prioridad en el asentamiento de las familias acampadas, quedarían lejos de las pretensiones iniciales. Finalmente los movimientos sociales del campo aceptaron el ofrecimiento y firmaron un acuerdo con el gobierno federal por considerarlo cuantitativamente representativo. La lucha por el cumplimiento de las promesas sostenidas por el gobierno en dicho acuerdo, han marcado buena parte de la lucha por la reforma agraria desde el 2004 hasta hoy.

[3]  El MST y los movimientos campesinos articulados en la vía campesina de Brasil organizaron,  entre los días 1 y 17 de Mayo del 2005, una gran marcha con destino a Brasilia con el objetivo general de colocar  el debate de la reforma agraria dentro de la sociedad. Se buscaba de esta forma influir en la correlación de fuerzas políticas dentro del gobierno, criticando el proyecto de desenvolvimiento neoliberal continuista del ejecutivo, así como el incumplimiento de las promesa sobre reforma agraria que el “Gobierno Lula” había resuelto en noviembre de 2003 en relación al Segundo Plan Nacional de Reforma Agraria.
A lo largo de los más de 300 kilómetros que recorrió la marcha por 23 Estados brasileños, los 10.000 participantes no solo reivindicaron la importancia de la reforma agraria y la democratización de la tierra, asuntos como el desempleo de los trabajadores, la movilización contra el ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) , la exigencia de una auditoria de la deuda interna brasileña, la democratización de los medios de comunicación, o la retirada de las tropas brasileñas de Haití, fueron igualmente encaminados en forma de protesta hasta Brasilia.

[4] En referencia a las grandes corporaciones, principalmente transnacionales, ligadas a la producción, comercialización y distribución agraria.  Se caracteriza por una producción de monocultivo y latifundista orientada hacia la exportación. Está sustentada en el uso de alta tecnología y la utilización indiscriminada de agrotóxicos en función al mayor rendimiento posible sobre la tierra.

[5]  Ocupación realizada el pasado 8 de marzo del 2006 por cerca de mil manifestantes en el predio de Aracruz Celulosa, en Barra do Ribeiro, propiedad de la empresa sueco finlandesa Stora Enso. La acción busco denunciar las repercusiones ambientales y los desajustes sociales provocados por la mayor empresa responsable del avance del monocultivo de eucaliptos en Brasil. Nueve campesinas fueron detenidas acusadas de robo de material y la destrucción de los resultados de cerca de 20 años de investigaciones genéticas.

[6] Partido Socialista dos Trabalhadores Unificado

[7]  Partido Socialismo e Liberdade

[8]  En una entrevista concedida el pasado 23 de marzo del 2006, Geraldo Fontes, miembro de la coordinación Nacional del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra, aseguró que, a partir de Mayo de este mismo año se desarrollarían asambleas populares a nivel Local, Estatal y Nacional orientadas al interior del MST y en acción conjunta con la Coordinación de Movimientos Sociales para el desarrollo de un debate que comience a construir un proyecto popular para Brasil como alternativa al modelo económico neoliberal actual. Solo a partir de este debate a medio-largo plazo, el MST optará por una u otra candidatura política para las elecciones del próximo 1 de octubre de 2006.

[9]  Fernando Henrique Cardoso: (Río de Janeiro, 18 de junio de 1931). Político y sociólogo, presidente de la república brasileña en dos periodos constitucionales: 1995-2003. En el plano económico, intentó frenar la fuerte inflación desarrollando una política marcadamente neoliberal disminuyendo el intervencionismo estatal en la economía para atraer la inversión extranjera.

Entrevista realizada al Doctor Bernardo Mançano Fernández  por Bruno López Aretio-Aurtena, Licenciado en historia por la Universidad de Castilla la Mancha, el pasado día 4 de abril del 2006 en Presidente Prudente, Estado de Sao Paulo, Brasil.