La CPE y COAG expresan su apoyo a l@s campesin@s acusad@s en el caso de Aracruz

COMUNICADO DE PRENSA 22 de Enero 2007

Treinta y dos campesinas del Movimiento de las Mujeres Campesinas
(MMC) y del Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierras (MST)
de Brasil así como varios líderes de La Vía Campesina han sido
inculpados de participar  en una acción sindical contra la compañía
transnacional Aracruz. Vía Campesina denuncia los crimenes de
Aracruz y lanza una campaña internacional de defensa y de solidaridad
con las personas inculpadas.
El 8 de marzo de 2006, con ocasión del Día Internacional las Mujeres y
cuando la Conferencia Internacional sobre la Reforma agraria y el
Desarrollo Rural de la FAO se cogía en el estado de Porto Alegre
(Brazil), más de 2000 campesinas y mujeres sin tierra entraron en las
instalaciones de la multinacional Aracruz Celulosa. Con esta acción, las
mujeres brasileñas denunciaban los daños sociales y
medioambientales de los monocultivos agroquímicos controlados por
las compañías multinacionales.

Treinta mujeres del Movimiento de las Mujeres Campesinas (MMC) y
del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierras (MST) han
sido  inculpadas así como cuatro líderes campesinos de La Vía
Campesina, entre ellos Paul Nicholson (representante europeo en la
Comisión de Coordinación Internacional de La Vía Campesina). Se
pide una pena de entre 8 y 30 años  de cárcel para Paul Nicholson, por
cargos tan extravagantes como el espionaje industrial, la formación de
bandas armadas o el blanqueo de dinero.

El pleito que se anuncia es político. ¿Quién es culpable? ¿Las
multinacionales que acaparan la tierra, el agua y los recursos
genéticos para producir la materia prima de la industria química o las
campesinas que reivindican su derecho a cultivar estas tierras para
producir alimentos? ¿Las empresas que arrasan el bosque primario y
lo sustituyen por desiertos verdes de plantas transgénicas o las
comunidades campesinas e indígenas que por sus prácticas culturales
han preservado la biodiversidad desde hace milenios?

La CPE y COAG consideran que la acción pacífica realizada por las
mujeres de Via Campesina el 8 de marzo de 2006 es legítima. ¡La
defensa del derecho de las campesinas y campesinos del mundo
entero a producir alimentos, la promoción de un uso social y
medioambiental de los recursos agrarios y la defensa de los derechos
fundamentales de las campesinas y campesinos no son crímenes! La
justicia brasileña deberá elegir entre condenar a los que están creando
un Mundo hambriento o a los que alimentan a la humanidad.

Via Campesina lanza una campaña internacional de defensa y
solidaridad con las personas inculpadas. Llamamos a los movimientos
sociales europeos a movilizarse y a ayudarnos a cambiar el sentido de
este pleito para ir en contra de los crímenes sociales y medio
ambientales de las empresas multinacionales.

Enviaremos más informaciones sobre esta campaña en un próximo
comunicado.

CPE
Coordination Paysanne Européenne European Farmers Coordination
Coordinadora Campesina Europea
www.cpefarmers.org

Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (E)
www.coag.org

Miembros de Via Campesina, Movimiento Campesino Internacional

Informe sobre los resultados de los transgénicos en el mundo en el periodo 1996 – 2006

Amigos de la Tierra Internacional acaba de sacar un informe sobre los resultados de los transgénicos en el mundo en el periodo 1996 – 2006. El informe analiza en profundidad
más de 200 publicaciones, estudios y artículos de la industria biotecnológica, gobiernos, universidades, prensa, sociedad civil y otros, y da al lector una visión crítica sobre el papel de los transgénicos comercializados en la última década. Esta investigación pone en evidencia que los cultivos transgénicos no están aportando los beneficios prometidos, en particular que no resuelven los problemas de la pobreza y el hambre, bien al contrario, ni que permiten mejores rendimientos de las cosechas o un uso menor de los agroquímicos.

El resumen ejecutivo está disponible en:
www.foei.org/esp/publications/pdfs/gmcrops2007execsummary-esp.pdf

y el informe completo (de momento en inglés) en: http://www.foei.org/publications/pdfs/gmcrops2007full.pdf

La izquierda brasileña se mueve

Articulo publicado en diagonal: http://diagonalperiodico.net/article2774.html

 BRENO M. BRINGEL , Investigador en la Unicamp (Brasil) y observador internacional en las últimas elecciones brasileñas por la Fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS) y miembro del Komite de Apoyo al MST de Madrid

El panorama político en Latinoamérica ha variado profundamente, desde los iniciales triunfos electorales de Chávez en Venezuela, hasta la victoria de Correa en Ecuador, pasando por cambios en Uruguay, Nicaragua, etc. Alteraciones muy dispares entre sí, pero con muchos rasgos compartidos. Es la oportunidad para una amplia reflexión sobre los movimientos sociales transformadores hoy en América Latina. Empezamos con Brasil. Un 60,3% de los electores brasileños decidieron el pasado 29 de octubre frenar el ascenso de la derecha y dar una segunda oportunidad a Luis Inácio Lula da Silva. La expresiva victoria fue fruto del temor a la vuelta de un gobierno declaradamente conservador y no del respaldo a la actual gestión del presidente. Lula es consciente de ello y se enfrenta en su segundo mandato, además de a la oposición de la derecha tradicional, a la presión de una nueva izquierda que se reestructura..

Se ha repetido varias veces, tras la reelección de Lula, la siguiente pregunta: “¿Qué pueden esperar los movimientos sociales de esta segunda gestión?”. La respuesta es unísona y directa: no podemos esperar. El Partido de los Trabajadores (PT) ha sufrido una auténtica metamorfosis desde su fundación, en 1980, cuando abogaba por la negación del capital y el estrecho vínculo con las luchas populares. Durante su proceso de consolidación como partido político, acabaría por construir una burocracia estructuralmente idéntica a la de los demás partidos, moldeándose paulatinamente a los intereses del capital. Hoy el PT representa un partido neoliberal incrustado en el seno de la corrompida institucionalidad brasileña, y no ya un partido de transición socialista que busca transformaciones revolucionarias en la sociedad. Por eso, tras el chasco de los cuatro últimos años, no hay tiempo para esperar.

Cambios en el PT

El año 1990 comienza en Brasil con el impulso del modelo neoliberal por parte de Collor de Mello, modelo consolidado orgánicamente por Cardoso a partir de 1994. Vendiendo “combate contra la inflación” y “búsqueda de la estabilidad económica”, Cardoso instaura el Plan Real, extiende su agenda de privatizaciones y estrecha alianzas con los banqueros y el FMI. Paralelamante, los sindicatos pasan por un proceso de continua burocratización y los medios de comunicación se concentran aún más en torno a los sectores dominantes. El PT tampoco se libra de la vorágine capitalista. La base del partido empieza a decrecer y se acentúa la fragmentación entre varias corrientes internas divergentes, lo que da pie a la creación, en 1994, del Partido Socialista de los Trabajadores Unificado (PSTU), que nace con un carné de identidad anticapitalista y crítico frente a los síntomas de deriva ideológica petista.

Entre las varias corrientes de un PT dividido, la pugna es constante, pero la tendencia que logra imponerse es la denominada Articulación, compuesta fundamentalmente por católicos, intelectuales y activistas oriundos del movimiento sindical, la cuna de Lula. Dicha corriente, formada por políticos moderados, está muy cercana a los ideales de la socialdemocracia, por lo que no sorprende la línea política llevada a cabo por Lula. Las políticas sociales focalizadas, plasmadas en el programa Hambre Cero, han aliviado la pobreza sin alterar la estructura social, mientras la política económica ha sido prácticamente idéntica a la de su antecesor Cardoso, hasta el punto que éste afirmara, en una entrevista concedida en abril de este año a la revista Veja, que “me parece increíble escuchar a Lula hoy. Cuando le oigo llego a plantearme la siguiente pregunta: ¿el que habla es Lula o soy yo?”.

La crítica rotunda al modelo económico del Gobierno por parte de algunos miembros del PT, vinculados a la corriente del partido conocida como Democracia Socialista, les llevó a la expulsión del partido y a la subsiguiente creación, con el respaldo de una importante base crítica de parlamentarios, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL). Liderado por Heloísa Helena, representa la alternativa bolivariana en Brasil, logrando a través de una coalición de izquierdas con el PSTU y el Partido Comunista Brasileño (PCB), constituirse como el tercer partido más votado en las presidenciales.

La búsqueda de autonomía social

Por otro lado, los movimientos sociales que dieron su respaldo al Gobierno en un primer momento -y contribuyeron en gran medida a la reelección de Lula- también vieron sus expectativas frustradas. La imbricación histórica de algunos movimientos, como el MST, con el PT impidió una postura verdaderamente autónoma. La actual evolución del discurso de la mayoría de los movimientos populares hacia una mayor independencia viene emparejada al resurgir contestatario, centrado en las ocupaciones de los campesinos sin tierra y la lucha por la reforma agraria, las reivindicaciones de los sin techo y movimientos populares por una amplia reforma urbana y una vivienda digna o las protestas por una educación primaria y secundaria pública de calidad. El grito popular cristaliza en la creación este año de la Asamblea Popular Nacional, que tiene como objetivo discutir fórmulas para la articulación de los movimientos sociales brasileños, la formación de militantes y el debate de un proyecto de país centrado en las aspiraciones populares.

Durante muchos años, el apoyo a Lula en su carrera a la presidencia cohesionó y sirvió como elemento unificador del voto de la izquierda brasileña. La victoria de Lula en 2002 cerró este ciclo, abriendo otro en el cual, tras cuatro años de gestión petista, las posiciones de la izquierda tienen una orientación disímil: parte de la vieja “izquierda” sigue apostando por Lula y los escasos matices sociales para evitar un retroceso en la política nacional y la vuelta a una política económica aún más neoliberal; por otro lado, otros creen en la posibilidad de la reunificación de la izquierda partidista en la construcción de un nuevo frente socialista, como es el caso del PSOL; otra parte de la izquierda apuesta por un modelo de cambio basado en la irradiación territorial de las fórmulas participativas de Porto Alegre como fin y no como herramienta emancipatoria; y, por último, están aquellos que abogan por la reunificación en torno a la lucha popular y la autonomía de los movimientos sociales, con un apoyo crítico a Lula.

El rompecabezas está en construcción. Los cuatro años por venir se convierten así en un periodo clave para la reestructuración de la izquierda brasileña y para el futuro latinoamericano. Las piezas empiezan a moverse en un país con 12 millones de campesinos sin tierra, más de 50 millones de personas azotadas por el hambre -la gran mayoría negros- y unas 5.000 familias que acaparan un patrimonio equivalente al 46% de la riqueza generada al año en Brasil. A pesar de la crueldad de los datos y los hechos, Lula sigue hablando de conciliación de clases y de democracia racial, en un contexto donde la crisis del PT debe servir de catalizador para impulsar una radicalidad urgente que afronte las cuestiones de fondo. Y para estructurar un proyecto popular que dé voz a la mayoría de la población eternamente marginada por las élites dominantes.

Movimentos populares diante do governo Lula

10/1/2007-  Helder Gomes, mestre em Economia pela UFES e membro da equipe da Coopemult Consultoria.

O Brasil caminha bem defasado em relação aos movimentos políticos presentes em diversos países latino-americanos na atualidade. De um lado, observa-se uma guinada à direita das principais referências político-partidárias brasileiras. Personalidades construídas a partir das mobilizações de resistência aos governos militares, mas que se encontram encasteladas nas várias instâncias governamentais, dando seqüência aos atos de subordinação a Washington que tanto combateram no passado. De outro lado, ocorre no Brasil uma nítida capitulação da maioria das lideranças sindicais e de alguns outros movimentos populares, viciados no dogmatismo partidário, num momento em que a América Latina experimenta mais um estágio de grandes mobilizações sociais.
É importante registrar que existem exceções, mas, neste artigo procuro resgatar esse movimento mais geral e a apresentar um panorama da política brasileira na atualidade, a partir de três aspectos: a) o processo de degeneração política das esquerdas brasileiras; b) as alterações recentes na prática cotidiana do chamado Novo Sindicalismo Brasileiro; e , c) as tentativas de alguns segmentos intelectuais e de algumas lideranças populares em buscar soluções para a grave crise que abala as esquerdas brasileiras na atualidade. Com isso, o texto tenta apresentar o cenário construído nessa virada para o segundo mandato do Lula, procurando avaliar os limites e as possibilidades de aproximação das lutas populares de nível nacional com a onda de mobilizações existentes hoje na América Latina.
 
Da angústia à autocrítica
 
Analisar a crise de dentro requer muito mais que a cantilena sobre as correlações de forças adversas . É preciso, de uma vez por todas, admitirmos que as esquerdas brasileiras em geral falham em não aproveitar a oportunidade histórica, de se expressar e atuar politicamente como forças efetivamente antagônicas aos movimentos políticos da burguesia multinacional no Brasil. Ao contrário do que se pode supor, trata-se de um processo de amplas repercussões em todo o campo de esquerda, cuja degeneração política se manifesta como um processo gradativo e contagiante, que alcançou as várias instâncias do PT e dos partidos tradicionalmente aliados. Em especial, envolveu o conjunto da militância, que antes atuava diretamente nos movimentos populares e que, pouco a pouco, foram ocupando cargos junto aos mandatos parlamentares, às administrações municipais e regionais e, agora, no governo federal; ou, numa outra dimensão, desses cargos se servem para manter boa parte de suas atividades militantes.
 
Assim, o mais grave nesse processo de degeneração política não está nos casos de corrupção amplamente divulgados. Para um projeto de esquerda, o inaceitável foi a perda de perspectiva sobre a organização das classes trabalhadoras no sentido da transformação social. A ação partidária original foi sendo substituída pela utilização cada vez mais profissional dos instrumentos tradicionais da política brasileira. A corrupção e o envolvimento das cúpulas partidárias com as mais variadas formas de lavagem das famosas sobras de campanhas eleitorais são conseqüências de uma opção programática pelo abandono dos princípios de fundação à esquerda.
 
A guinada do Novo Sindicalismo
 
Exemplo marcante do contágio político degenerativo tem sido a situação da Central Única dos Trabalhadores (CUT). Ao longo de sua trajetória a CUT foi perdendo completamente sua autonomia em relação ao PT, contrariando um dos princípios programáticos do chamado Novo Sindicalismo , cuja explicação pode estar na dupla representação de seus principais dirigentes, que operavam numa via de mão dupla, multiplicando sua prática política, administrativa e de gestão das finanças, tanto na máquina sindical quanto na estrutura partidária. Atualmente, a ida de ex-presidentes da CUT para ocupar vários cargos no governo federal, inclusive em alguns ministérios, determina um canal direto de cooptação e de cumplicidade de membros da Central Sindical com a política governamental em vários campos, inclusive o estritamente trabalhista.
 
O mais importante a assinalar tem sido a retração explícita das forças de esquerda no meio sindical. As principais lideranças sindicais não conseguiram resistir nas trincheiras traçadas desde a criação da CUT, que se contrapunha ao modelo sindical tutelado, e foram sucumbindo na adesão às novidades que eram impostas ao mundo do trabalho pelas novas regras do jogo. Gradativamente, as perspectivas de organização das classes trabalhadoras para o enfrentamento das relações do capital, refletidas nas atividades de formação política e nas históricas mobilizações populares, foram substituídas por instrumentos mais vinculados à abertura de espaços na sociedade. Passou-se a difundir acriticamente a proposta dos sindicatos buscarem o direito a uma suposta cidadania, em plena era de consolidação das idéias e das políticas neoliberais, quando a cidadania passou a ser sinônimo de capacidade mercadológica de consumo. Além disso, várias lideranças passaram a se ocupar de atividades estranhas ao movimento sindical, ocupando cargos no gerenciamento de fundos de pensão, cooperativas de crédito, entre outras.
 
Agora, ex-sindicalistas estão no poder. Passaram a adotar as políticas neoliberais que antes atacavam, prometendo ampliar o acesso à cidadania negada, dentro da ordem burguesa, a partir de medidas assistencialistas e da cooptação de lideranças do movimento popular. A pauta limitada às negociações em torno de reajustes no Salário Mínimo e na Tabela do Imposto de Renda, bem como a forma como seus resultados são divulgados, como grandes conquistas, ilustram bem essa situação.
 
Pauta limitada
 
O mais grave disso tudo tem sido a adesão de algumas lideranças de vários outros movimentos populares a essa pauta de reivindicações restritivas. Grave, por se tratar de um contexto em que se aprofundam as contradições do capitalismo em nível mundial, em que a América Latina volta a apresentar pólos de resistência aos planos de controle imperialista na administração de uma crise estrutural que se retro-alimenta desde a virada para os anos 1970. Mas, grave, também, porque algumas das principais lideranças do movimento popular brasileiro parecem não se dar conta da dimensão dessa crise. Assim, parecem não perceber as conseqüências perversas que suas manifestações públicas, limitadas por uma agenda (inorgânica aos movimentos de base) adequada à ordem político-partidária, possam ter na organicidade das mobilizações populares, que essas próprias lideranças populares, diga-se, entendem como condição para um enfrentamento mais direto com as contradições do capital.
 
A agenda pautada pela ordem atual no Brasil impõe um debate reduzido entre a ortodoxia do Banco Central e a possibilidade de flexibilidade da atual política econômica. Várias lideranças do movimento popular embarcam nessa discussão, acreditando que o atual governo Lula pode alterar a rigidez fiscal, reduzindo o perfil da dívida pública e ampliando o horizonte de retomada dos investimentos públicos de infra-estrutura econômica e social. Para isso, reivindicam uma redução ainda maior nas taxas de juros internas e algum controle sobre os fluxos de capital, o que diminuiria a necessidade de geração de superávits primários nos patamares atuais. Pode ser até que algo parecido ocorra, apesar de os procedimentos oficiais indicarem o contrário: a continuidade da atual política de metas fiscais e de transferência de riquezas para o exterior. Mas, acontece que não deveria ser este o debate a pautar os movimentos populares nos dias de hoje, até porque as alternativas colocadas em pauta são as mesmas que vêm sendo remoídas há tempos pela ala nacional-desenvolvimentista, mais afinada à parcela do PMDB, do PSDB etc. Esta é a questão de fundo.
 
Fundamentos para esta crítica
 
Boa parte dos mecanismos alternativos de política econômica citados acima pode voltar a ser colocada na ordem do dia. Contudo, uma nova etapa de desenvolvimento capitalista exigiria uma ruptura com a lógica de dominação do capital especulativo parasitário (CARCANHOLO, NAKATANI, 2006), a partir de um novo arranjo político capaz de regenerar a capacidade de investimentos produtivos na escala exigida para a reversão da crise atual em sua verdadeira dimensão. Contudo, a possibilidade de uma nova onda longa de reprodução ampliada do capital pouco pode interessar às classes trabalhadoras em seu conjunto, pois a idéia de inclusão social a partir de uma nova retomada de níveis de crescimento econômico, como ocorreu no período Pós-Guerra , está totalmente defasada em relação às novas formas que assumem as contradições do capital nos dias de hoje. Vejamos isso mais de perto.
 
Recorro a dois economistas marxistas de nosso tempo, que apontam alguns caminhos para nossa reflexão sobre esse tema. Tratando teoricamente do atual estágio de acumulação capitalista, Carcanholo e Nakatani (2006) alertam que a possibilidade de uma solução para a crise estrutural, dentro da ordem capitalista, levaria a humanidade a um processo ainda mais avassalador de exploração do trabalho.
   
A eventual nova etapa capitalista não poderá fazer concessões aos trabalhadores. Ao contrário, só será possível sobre a base de uma exploração ainda maior. Se a etapa especulativa implica uma grande tragédia para a humanidade (pelo menos para parcela importante da humanidade) e se a transição para uma eventual nova etapa implicará um aprofundamento e uma extensão dessa tragédia, o capitalismo que sobreviver só o fará impondo tragédia superior. Isso é resultado da tendência decrescente da taxa de lucro que, apesar do efeito contrariante dos lucros fictícios, segue vigente e operante e, na eventualidade de uma nova etapa capitalista, com o capital fictício contido dentro de estreitos limites, só poderá encontrar atenuante em um nível ainda maior de exploração do trabalho. A etapa do capitalismo especulativo, se ele sobreviver, só poderá ser substituída pelo capitalismo funesto (CARCANHOLO, NAKATANI, 2006, p. 11).
 
Projetando essas contradições mais gerais da mundialização do capital para o caso brasileiro, penso ser difícil imaginar que poderíamos retomar agora o velho sonho dos militares, os quais em plena crise econômica mundial se esforçavam para nos convencer que valia o sacrifício de esperar crescer o bolo , pois, estariam construindo uma ilha de tranqüilidade num mar revolto . Lembram?
 
Retomando o pensamento dos dois professores citados acima chegamos à conclusão de que, nos dias atuais, não basta a simples substituição da agenda neoliberal pela pauta nacional-desenvolvimentista. Os movimentos populares devem se voltar para a recuperação das perspectivas de organização das classes trabalhadoras, sem perder a dimensão internacional do desafio, para que sejam capazes de aglutinar as condições objetivas para o enfrentamento que se anuncia. Em outras palavras, aos que se reivindicam socialistas não basta hastear a bandeira antineoliberal neste momento, pois, qualquer saída dessa crise, com base na preservação da dominação burguesa, levará uma parte considerável da humanidade a ficar ainda mais próxima da barbárie absoluta. Os dois professores sugerem que a alternativa seja construída, então, pelas massas populares, numa perspectiva de ruptura da ordem de exploração vigente:
   
O que deve ser considerado fundamental é que a revolução seja efetivamente popular e democrática, com ampla participação das massas em todos os níveis de decisão. Isso porque a construção consciente de uma nova sociedade irá exigir a organização de um sistema de planificação central, participativo e democrático, sem a formação de uma burocracia estatal. Por isso, há a necessidade de um amplo estudo e uma profunda avaliação dos sistemas de planificação que foram construídos nas experiências dos países que tentaram a construção do socialismo e regrediram para o capitalismo.
 
Enfim, o socialismo só será uma realidade no futuro quando a maioria das nações do mundo tiver realizado as suas revoluções e as novas relações sociais tiverem sido amplamente disseminadas por todo o planeta. Mas, esse não será jamais o resultado espontâneo do desenvolvimento capitalista. A construção do socialismo exige um enfrentamento contra as poderosas forças do capital que, mesmo enfraquecidas, mantêm a hegemonia em todo o mundo (CARCANHOLO, NAKATANI, 2006, p. 24).
 
Pensando assim, percebe-se a armadilha em que se encontram o capital e o trabalho na atualidade, bem como a dimensão dos desafios colocados para os movimentos sociais, tanto no que tange a sua organização interna, quanto à imprescindibilidade de sua integração internacional, especialmente nas relações latino-americanas.
 
Um debate em efervescência
 
Nem tudo está perdido. Restou muita gente sem um contágio integral. Mas, as iniciativas por retomar a organização de lideranças regionais para as discussões de formas alternativas de solução para a crise das esquerdas brasileiras ainda estão bastante incipientes, apesar de algumas das principais lideranças do movimento popular participar de várias dessas instâncias de debates e de tentativas de mobilizações. Existem no Brasil pelo menos três iniciativas de maior expressão no sentido dessa organização de movimentos populares, entre tantas outras de menor peso político: a Assembléia Popular, a Coordenação dos Movimentos Sociais e a Consulta Popular. Participam dessas iniciativas lideranças da Via Campesina e de vários movimentos populares urbanos, mas, existem grandes divergências entre suas formulações.
 
A Consulta Popular procura manter sua independência em relação aos partidos formalmente constituídos. Em seu conteúdo de discussões, faz uma crítica contundente às opções políticas do governo Lula e traça uma abordagem mais audaciosa: a necessidade de se colocar na ordem do dia dos movimentos populares debates e formulações anticapitalistas, no sentido de buscar novas formas de organização e de mobilização. A partir dessa concepção tem proposto um movimento nacional em torno do tema: Alternativas para o Poder Popular .
 
Documentos divulgados pela Assembléia Popular, por seu turno, apontam um caminho mais adaptado ao contexto de crises, a partir do diagnóstico de que o país experimenta um estágio de descenso das mobilizações populares. Assim, propõem debates e formas de pressão com um caráter mais voltado ao enfrentamento às políticas neoliberais. Numa linha parecida procura atuar a Coordenação dos Movimentos Sociais, iniciativa esta com grande peso das lideranças populares urbanas, inclusive de sindicalistas vinculados à CUT. Ao contrário da primeira posição, estas duas mantêm entre seus membros lideranças nitidamente vinculadas ao PT e a outros partidos tidos como do campo da esquerda brasileira.
 
Contudo, a formação de novos movimentos sociais no Brasil também parece fomentar uma contraposição ao papel desempenhado pela maioria sindicalista nos dias atuais. A Rede Brasil sobre Instituições Financeiras Multilaterais, por exemplo, tem apresentado um trabalho interessante, exatamente por possibilitar a identificação dessas novas referências para a reflexão dos movimentos populares. O trabalho da Rede Brasil tem atraído para seus debates, reuniões e cursos de formação, tanto o Movimento dos Atingidos por Barragens (hidrelétricas), quanto a Via Campesina, a Rede Alerta Contra o Deserto Verde (que atua contra as monoculturas do eucalipto e pinus), a Marcha Mundial das Mulheres e vários outros agrupamentos de ecologistas e militantes sociais. Movimentos estes que procuram organizar as famílias trabalhadoras imediatamente atingidas pelos impactos provocados pelas políticas oficiais de integração física regional da América Latina e, por isso mesmo, trazem a possibilidade de resistência e, quiçá, de busca de outras formas de relacionamento internacional dos povos latino-americanos.
 
Tal posição acirra o debate sobre a política externa do governo Lula. Muitos intelectuais das esquerdas defendem a posição atual do governo brasileiro, argumentando que nunca o país esteve tão voltado para a consolidação da integração econômica regional. Contra essa argumentação, a Rede Brasil reafirma a necessidade de se refletir sobre a qualidade efetiva desses acordos de cooperação e de liberalização comercial, fundados na idéia de se constituir uma grande economia, competitiva, a partir da integração das Américas (o caminho para a ALCA). Crítica feroz da atual política do governo Lula, a militância da Rede Brasil propõe que os movimentos populares brasileiros passem a interagir mais organicamente com os demais movimentos similares da América Latina, no sentido de recuperar as proposições de uma integração alternativa àquela proposta pelo Banco Mundial e pelo Banco Interamericano de Desenvolvimento. A integração alternativa latino-americana deve basear-se na autodeterminação dos povos, no resgate do conceito de soberania, num outro padrão de produção, de distribuição e de consumo, longe das determinações do imperialismo estadunidense.
 
Assim…
 
Como se vê são vários os caminhos trilhados até aqui pela militância dos movimentos populares no Brasil. Parcela considerável persiste cega no doutrinamento partidário, resistindo a qualquer formulação crítica, especialmente no que tange à avaliação do governo Lula. Outra parte das lideranças começa a buscar alternativas de manifestação de suas angústias, mas, ainda vacila frente ao desafio de abandonar toda a sua trajetória política e a esperança depositada num projeto de partido dirigente, que parece não existir mais, procurando por alguma chance de sensibilizar os antigos companheiros para que retornem a suas origens populares. Mas, frente à rigidez da trajetória degenerativa dos partidos de esquerda e de suas representações governamentais, uma outra parcela de lideranças populares já perdeu totalmente a perspectiva de que o governo Lula possa formular uma transição para um governo democrático e popular. Entretanto, essas lideranças ainda não conseguiram formular um projeto capaz de atrair para seus espaços de debates e de formulações um contingente significativo de outras lideranças, para se apresentar como uma força política alternativa de fato.
 
Diante desse debate interno em aberto e, também, da pressão exercida pela experiência histórica de alguns movimentos populares na América Latina, espera-se que as lideranças dos movimentos populares brasileiros percebam a necessidade de cuidarem, urgentemente, de caminhar em busca da interação política com as mobilizações sociais que hoje agitam o continente.
 
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REFERÊNCIAS:
 
CARCANHOLO, Reinaldo A., NAKATANI, Paulo. Capitalismo Especulativo e Alternativas. In: XI Encontro Nacional de Economia Política (Anais – CD Room). Vitória: UFES/Departamento de Economia/Programa de Pós-Graduação em Política Social , jun./2006.

Las horas amargas de la integración – Raúl Zibechi

La reciente Cumbre de la Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN) realizada en Cochabamba, dejó un sabor amargo.  La mayor parte de los presidentes de la región optaron por un tipo de integración basado en grandes obras de infraestructura, mientras los movimientos sociales enfatizan los derechos de los pueblos. El presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva fue el más claro.  Apuesta a una integración sobre la base de la Iniciativa de Integración de la Infraestructura de la Región de América del Sur (IIRSA), que consiste en 300 megaproyectos para la conexión física del continente.  Financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Corporación Andina de Fomento (CAF) y el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil, cuenta con suficientes recursos (más de 30 mil millones de dólares) como para impulsar grandes obras (represas, gasoductos, carreteras, puertos, etc.) con la finalidad de impulsar el comercio Atlántico-Pacífico, colocando los recursos naturales sudamericanos a disposición del mercado global.
Los movimientos, indígenas, ambientalistas y algunas ONGs, criticaron la iniciativa por sus profundos impactos sociales y ambientales.  Más aún, sostienen que ese tipo de integración sobre la base del libre comercio, que supone la exportación de productos básicos y recursos naturales, tiende a profundizar la desigualdad y la dependencia en el continente.  Algunos presidentes, como Hugo Chávez (Venezuela) y Evo Morales (Bolivia), además del presidente electo de Ecuador, Rafael Correa, mostraron recelos respecto a la IIRSA.  El primero señaló, en sintonía con los movimientos, que se trata de una iniciativa que favorece a las grandes multinacionales que buscan exportar los recursos del continente hacia el Norte.  Correa, por su parte, dijo que la mayoría de los proyectos deben ser revisados.  En realidad, en Cochabamba se enfrentaron dos formas de ver la integración regional, pero quedó claro que la mayoría de los presidentes, y el país que cuenta con mayores recursos (Brasil), ya hicieron su opción por una integración a la medida de los mercados.

¿Trabas al desarrollo?

A fines de noviembre Lula dijo en la Amazonia brasileña que los indios, los quilombolas (descendientes de negros escapados de la esclavitud), los ambientalistas y el Ministerio Público, debían dejar de ser “trabas para el desarrollo”.  Sus dichos fueron contestados por los movimientos sociales y por la Comisión Pastoral de la Tierra[1].  De todos modos, ese es el pensamiento de las elites del continente.  Escuchan a los movimientos, pero no estiman que sus análisis y posiciones deben ser tenidas en cuenta.  Algunos de los grandse proyectos de la IIRSA vienen siendo criticados por movimientos y ONGs, como la construcción de dos grandes usinas hidroeléctricas en el río Madera (Brasil), entre muchos otros. 

El viceministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Samuel Pinheiro Guimaraes, fue tan claro como su presidente: “El progreso tecnológico que vemos en el mundo entero impulsa todas las áreas, desde la economía hasta la guerra.  Necesitamos construirnos en un bloque para hacer frente a esa realidad, y la conexión física del continente es imprescindible”[2].  Con raras excepciones, no existe entre los estadistas progresistas y de izquierda la convicción de que el denominado “progreso” y el “desarrollo” no son la opción de los pueblos y que éstos tienen otras prioridades que suponen rechazar ambos conceptos.  Parecen haber optado por un pragmatismo simple, que los lleva a plegarse a las iniciativas de quienes tienen los fondos como para financiar las grandes obras. 

Estudios serios como los realizados por el Foro Boliviano de Medio Ambiente y Desarrollo (Fobomade) acerca de las obras del IIRSA, o posiciones como las del Movimiento de los Afectados por la Represas de Brasil, no son siquiera tenidos en cuenta.  Menos aún las cosmovisiones indias que rechazan de plano los conceptos de progreso y desarrollo y, por lo tanto, las obras que dicen impulsarlos.  Son dos formas de ver el mundo y los problemas de nuestra región.  Los de arriba (habrá que seguir empleado este lenguaje pese a las excepciones) siguen transitando el mismo camino que vienen recorriendo las elites desde hace cinco siglos, aunque debe reconocerse que ahora lo hacen con mejores modales, haciendo como que escuchan y, sobre todo, sin reprimir.  Es algo, pero no es suficiente.

Dificultades que se apilan

La integración regional, aún la que defienden los gobiernos que promueven la CSN y la IIRSA, atraviesa enormes dificultades.  Chávez dijo en su visita previa a la cumbre en Brasilia y Buenos Aires, que su objetivo es “relanzar” el Gasoducto del Sur, que deberá unir Venezuela con Argentina, promoviendo una necesaria integración energética.  Si más de un año después de haber lanzado el proyecto, cree que es necesario “relanzarlo”, es porque las cosas no marchan según lo previsto.  El Gaasoducto del Sur es una pieza clave de la integración ya que es una obra que interconecta países sudamericanos y no con el mercado global.  Pero los estudios van muy lentos y no parece existir entusiasmo en ponerlo en marcha.

Incluso en el área energética los países sudamericanos siguen siendo dependientes de las multinacionales.  Argentina privatizó sus recursos durante los 90; la brasileña Petrobras no es ya una empresa estatal, ya que la mayor parte de sus acciones están en manos privadas; la nacionalización sin expropiación en Bolivia dejó en manos de las multinacionales la mayor parte de la cadena del gas, aunque el Estado recibe más dinero que antes; incluso en Venezuela, PDVSA no controla la totalidad de la rica faja petrolera del Orinoco, en manos mayoritariamente de las multinacionales.  Es cierto que algunos gobiernos hacen importantes esfuerzos para romper con los poderosos de la energía, pero las dificultades siguen siendo enormes.

Como lo demostró la reciente Cumbre de Cochabamba, los ritmos y rumbos de la integración dependen de aquellos países que tienen las condiciones para erigirse en referentes y líderes de la región.  Desde este punto de vista, y pese a la intensa actividad de los movimientos, no hay muchos motivos para el optimismo.  La justicia electoral de Brasil comenzó a divulgar las cuentas de campaña de los diferentes candidatos.  El mayor donante de la campaña de Lula fue el sector bancario, con casi cinco millones de dólares.  El segundo donador fueron las constructoras, con otros cinco millones de dólares, destacando Camargo Correa con 1,6 millones[3].  No es casualidad: la banca obtuvo bajo los cuatro años de Lula las mayores ganancias de su historia; las constructoras brasileñas son las grandes beneficiarias de los megaproyectos contemplados en la IIRSA.  Ciertamente, la integración a la medida del mercado va ganando puntos. 



[1] Comisión Pasroral de la Tierra, “Os ‘entraves’ para o desenvolvimento, segundo o presidente Lula”, 1 de diciembre de 2006, en www.resistir.info

[2] Carlos Tautz, “Represas y gasoductos imparables”, IPS, 8 de diciembre de 2006, en www.ipsnoticias.net

[3] Folha de Sao Paulo, 29 de noviembre de 2006.

Los gobiernos ?progresistas? del Cono Sur

Daniel C. Bilbao – Periodista, escritor y coordinador de la Asociación Internacional Diáspora Vasca.

Nadie esperaba la «revolución», pero se podían esperar cambios importantes que iluminaran el camino. Ya vimos lo ocurrido con Lula en Brasil, la corrupción, el incumplimiento de promesas. En Uruguay, menuda desilusión se han llevado con Tabaré. Ni qué decir con el Pepe Mujica, justificando la presencia militar custodiando las papeleras. Lo de Chile es más coherente. Elogiada por Wall Street, la Bachelet y la Concertación tiene claro su camino por la vereda del neoliberalismo. El pueblo puede esperar.

En Argentina, lo de siempre, lindos discursos, mucho grito en la tribuna, pero luego nos encontramos con datos que nos hacen poner los pies sobre la tierra. Los más ricos ganan más, los más pobres reciben las migajas de un paupérrimo derrame. Extraigo de distintos artículos e informes los datos que siguen.

 

Negocios y subsidios

Los banqueros argentinos, en 2001 fugaron ilegalmente al exterior 16.000 millones de dólares de sus depósitos, sin que ninguno fuera preso. Además, se quedaron con esos dólares de sus clientes, y les devolvieron pesos. Después, los premiaron con una compensación del Estado por 27.000 millones de dólares. Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner lo hicieron posible, Congreso mediante y con el inestimable concurso del entonces ministro de Economía, Roberto Lavagna.

La renta del negocio del petróleo y el gas es de 12.000 millones de dólares anuales. Las empresas extranjeras se llevan casi la totalidad de esas ganancias. Por eso el «Riesgo país» está en el punto más bajo de la historia.

Con Kirchner, el subsidio es una fiesta: en la ley de Presupuesto 2007, votada el 13 de diciembre, el Estado se comprometió a pagar subsidios a compañías privadas del transporte automotor y de pasajeros, que se estipularon en 1.380 millones. Como posteriormente el jefe de Gabinete utilizará sus poderes, es posible que la cifra se estire como ya ocurrió este año, cuando superaron los 1.500 millones al mes de noviembre.

Ese dinero va entre otras firmas a Metrovías, dominada por el grupo Roggio, que acaba de inaugurar con una fiesta el Sierras Hotel de Córdoba en sociedad con la cadena estadounidense Howard Johnson, cuyo titular para Argentina es el viejo UceDe-menemista y ex policía Alberto Albamonte. Cómo no iba a celebrar el clan Roggio si en simultáneo el gobierno cordobés le asignó un subsidio de 22 millones de pesos para los dos primeros años de concesión del servicio de agua potable de la ciudad Capital.

Según cifras del Indec, en la Argentina de Kirchner: el 10% más rico se queda con un ingreso equivalente a 32 veces más que el 10% más pobre, tal como ha pasado con gobiernos anteriores.

¿Adónde va el superávit fiscal primario excepcional acumulado por el Gobierno y el previsto para el año próximo? En gran medida a pagar la deuda externa, barril sin fondo que succionará al menos 5.000 millones de dólares en 2007. Serán más, luego que el gobierno acuerde con el Club de París abonar en cuotas su deuda de 6.400 millones con la entidad, comenzando por España.

El Indec estimó en setiembre último que el 31,4% de la población de Argentina vive en condiciones de pobreza, en tanto el 11,2% es indigente. En números absolutos, 10,7 millones de argentinos son pobres y 3,84 millones están en extrema pobreza o miseria porque no tienen cómo cubrir su necesidad primaria de comer.

Las empresas extranjeras que operan en Argentina ganan once veces más que las nacionales, de acuerdo con el Informe sobre las Grandes Empresas que anualmente publica el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

El informe dado a conocer ayer incluye a las 500 mayores empresas radicadas en el país, de las cuales 337 están constituidas con capitales extranjeros y 163 son nacionales.

Las primeras ganaron durante 2005 un total de 37.990 millones de pesos (alrededor de 12.250 millones de dólares), mientras que las segundas sólo tuvieron utilidades por 2.979 millones (961 millones de dólares).

El informe indicó que existe un alto grado de concentración de las ganancias, ya que unas 50 (10 por ciento del total) acaparan el 68% de ellas, en tanto que 200 empresas ­40 por ciento del total­ se llevan el 85% de las utilidades.

 

Muchos procesos y muy pocas condenas

En materia de derechos humanos, seguimos admirando la decoración pero esperamos la torta. Los pro- cesos se acumulan, pero las condenas no aparecen, o son escasísimas y hay demasiado genocida viviendo cómodamente en su casa, beneficiados con la «prisión» domiciliaria.

La desaparición de Julio López es un termómetro para medir hasta dónde está dispuesto a llegar el Gobierno. Y ya hemos visto. No hubo bajas ni relevos en los cuerpos policiales, que siguen amparando a represores y corruptos.

Se han dado pasos importantes, necesarios, pero es una tarea que debe extenderse y completarse, de lo contrario quedará como una cortina de humo para tapar lo que está sucediendo en el plano económico, donde los ricos son cada vez más ricos en relación con los pobres de Argentina, y continúan apropiándose del mayor porcentaje de la acumulación de los últimos años. –

http://www.gara.net/idatzia/20070109/art196389.php

A raíz de las elecciones en Brasil, una visión feminista y autónoma

La autora de este artículo analiza el proceso electoral a partir de una visión feminista y autónoma, introduciendo algunas provocaciones sobre la moda de “género” – “mujer vota en mujer”- o sobre las múltiples indefiniciones de la ciudadanía brasileña frente a los partidos camaleones, mimetizados en izquierda, derecha o centro conforme sobran los votos.

Yo tengo un sueño. Poder leer diarios y revistas; escuchar la radio desde un punto de vista de las mujeres, o mejor dicho, desde una perspectiva no patriarcal. Que en lugar de ser excluyente y opresora de la mitad de la población, vaya dirigida a todas las personas por igual.

Con la excusa de las elecciones en Brasil, cierro los ojos y juego a que me despierto en ese mundo.

Así como creo que las negras conscientes de su discriminación racial no tienen que hablar únicamente de racismo, y que las lesbianas no tienen que hablar únicamente sobre cosas que entienden, creo que las feministas tenemos y podemos hablar de todo. Porque así ejercemos la práctica de la palabra que durante tantos años nos fue callada.

Como vivo en Brasil, y dado el momento que se está viviendo, me parece importante ver la coyuntura política y aprovechar en hacer una evaluación del proceso electoral. Lo hago desde una visión autónoma, entre otras, de gobiernos y partidos políticos.

Mi propuesta es analizar conceptos errados endilgados al grupo social mujeres, a partir de ahí, hacer una evaluación sobre la votación y tratar de entender lo que pueda pasar el 29 de octubre, cuando sea el segundo turno entre Lula (Partido de los Trabajadores) y Alckmin (PSDB – derecha).

El género

El 1 de octubre fue el primer turno de las elecciones en Brasil y por primera vez una mujer fue candidata a la presidencia. Ese hecho generó diferentes observaciones.

La “novedad” vino acompañada de cierta “confusión ideológica”, y reiteradas veces se escucharon frases como: Yo voto únicamente en mujer; o mujer vota en mujer. También: en estas elecciones está ganando el género, o ahora lo importante es el género.

La poca experiencia de ver y/o imaginar mujeres en el poder, redujo la opresión de la mitad de la población, a una causa femenina – nunca feminista-, como si la realidad se tratara de un desfile de modas, donde el género del vestido, era lo principal y no el cuerpo que contiene las ideologías y propuestas para los próximos cuatro años.

En este escenario de ficción, mucha gente me miraba con cierta complicidad dada mi postura política. Esas personas deducirían que ser feminista es sinónimo de llevar la bandera de las mujeres. ¿A cualquier costo? ¿A costo de  cualquier ideología?

Grosso error.

Primero deberíamos explicar qué es el famoso género.

Como define la Wikipedia en Internet, Género es una categoría que se utiliza para designar las relaciones sociales entre los sexos, y que denota las ideas sobre estereotipos, identidades y roles asignados a hombres y mujeres en un contexto sociocultural.

Lo que noto, es un grave error de comprensión en la sociedad. En la conciencia colectiva, cuando se habla de género, se piensa en las mujeres y no en las diferencias de costumbres aprendidas –y enseñadas- sobre el comportamiento de hombres y de mujeres.

De esta forma veo que se estaría reproduciendo fielmente la ideología patriarcal sobre el parámetro masculino. A ellos no hace falta mencionarlos porque están siempre  presentes. En la política, en el vocabulario, en la historia.

Ahora son ellas[1]

Explicadas y explicitadas las diferencias, nos queda otro ejemplo en el tintero con el P-Sol (Partido Socialismo y Libertad, nacido de las corrientes expulsadas del Partido de los Trabajadores de Lula, por querer mantener sus ejes y principios básicos socialistas). No es mi intención hacer aquí una crítica al partido, sino al contrario, poder hacer aportes desde una perspectiva feminista, mostrando que es parte del sistema patriarcal que no concientemente reproduce los valores masculinistas.

El cartel principal de campaña, en el estado de Río Grande do Sul, tenía dos figuras mujeres: Heloísa Helena[2] y Luciana Genro[3]  y un lema “Ahora son ellas”.

Esta pequeña frase tiene infinitos análisis posibles.

Si es la hora de “ellas”, se hace evidente la visión desde la perspectiva de los hombres, ya que el sujeto – o las sujetas – está afuera. No somos nosotras, son ellas. Recordemos que en la sociedad patriarcal  a la cual pertenecemos, el padrón es masculino y cada vez que aparece una palabra, o una imagen de mujeres, hay que justificarla. ¿O alguna vez vimos una frase semejante habiendo dos hombres juntos?

También podríamos decir que esta frase viene acompañada de cierta tolerancia: Nosotros los hombres, los dueños del poder (patriarcal), autorizamos a las mujeres a ejercer el poder en nuestro partido. No existen, en este caso, atributos de inteligencia, ni de coherencia política, ni de lucha. Existe una demarcación de sexo femenino, de categoría social mujer. Lamentablemente esta frase continúa reforzando la moda de “género” y el no entendimiento político-ideológico que conlleva. En vez de pensar desde el lugar de subvertir el sistema, el dueño de la fábrica le aumenta el salario al@ obrer@, pero no por ello será libre de actuar.

Si yo –hombre poderoso– decido que ahora es el momento de ellas, también puedo decidir cuándo dejará de serlo.

Nítidamente el parámetro continúa siendo masculino, están mostrando cuánto valen “ellas” para tener una figura mujer que es candidata a la presidencia y otra a la cámara de diputados.

Esto demuestra las excepciones concretas de un sistema patriarcal, en el que la base, el padrón (y patrón), continúa siendo el padre – pater – patriarcado.

Otra opción sería que ellos, los hombres, hablan con otros hombres acerca de las mujeres. 

Sexualizar las elecciones

A esta altura del partido no alcanza con tener una mujer en la presidencia. Tenemos que pensar de forma más radical y subvertir la estructura del poder patriarcal para no llegar con sus códigos intactos.

Menos aún pensar que ellas vienen a hacer una limpieza en el sistema como lamentablemente tuvimos que escuchar, y más de una vez, en la calle. Esta frase poco feliz, muestra cómo sigue arraigado y asociado el concepto de mujer –ama de casa– limpieza. Demuestra nítidamente cómo la no conciencia de la dictadura patriarcal, puede llevar a las propias mujeres – también a los hombres – a repetir y reproducir estos conceptos aberrantes, y lo peor es que creen que están siendo modernas y pretendiendo el cambio, eso es parte de lo que yo llamo la rebeldía controlada.

Sin conciencia de opresión, no es suficiente vernos reflejadas en la política y en los medios, ya que se continuarán reproduciendo los errores – y horrores –  patriarcales. ¿De qué sirve tener una “primera presidenta mujer” en la Cámara de Concejales de Porto Alegre, si sus actitudes y acciones serán tan masculinistas como las de los propios hombres? Es simplemente una nueva estrategia de marketing, utilizada en el momento de la elección, pero muy tramposa, porque roza lo políticamente correcto.

Como decía antes, el sistema patriarcal tiene sus propios códigos, para llegar al poder ya establecido, las mujeres tienen que dejar sus banderas de lado – en el caso de quienes las tengan – para luchar de igual a igual en un sistema corrupto. Eso quiere decir – muchas veces –  votar contra los propios intereses.

No podemos sexualizar las elecciones. El sexo de la persona por encima de sus ideas es tan discriminatorio para un lado cuanto para el otro. Es un recurso más del sistema para luego decirnos, ¿vieron que las mujeres llegaron y no sirven? No precisamos “llegar” en esos términos, alcanza con ver la historia. Condolezza Rice es un ejemplo más que evidente para demostrar cómo sexo, raza e ideología, no son sinónimo de revolución, tampoco, ejemplos como Margaret Thacher o Yeda Crusius[4].

¿Incoherencia política o travestismo ideológico?

En Río Grande do Sul hubo muchas personas que votaron al mismo tiempo en Heloísa Helena, candidata de la izquierda para presidenta, y en Yeda Crusius candidatura de la derecha para gobernadora. No podemos pasar por alto que esta mujer acabó obteniendo más votos que el actual gobernador del estado –quien estaba seguro de ganar y ni siquiera llegó al segundo turno– y más votos que el antiguo gobernador Olivio Dutra, del PT.

Este hecho hace evidente que la necesidad de cambio de muchxs electorxs, vino vestida de mujer, lo cual no implica transformación política sino confusión ideológica.

Las travestis son personas del sexo masculino que se visten con ropas de mujer. En este caso, personas de sexo femenino, que aunque se vistan con ropas de mujer, responden a un sistema patriarcal.

A Luciana Genro, del P-Sol,  quien fue reelecta por segunda vez diputada federal y previamente había sido diputada estadual, no voy a referirme en este ítem ya que queda nítido que fue reelecta por su capacidad y coherencia ideológica y no por su sexo.

paréntesis

Antes de continuar, me gustaría abrir una suerte de paréntesis. Quiero aprovechar este espacio para preguntar desde qué lugar hablan aquellas mujeres que dicen la siguiente frase: “Tal propuesta va a contribuir con los estudiantes, obreros, jubilados y también con las mujeres”. ¿No nos dimos cuenta aún que entre los estudiantes, habemos mujeres? ¿Que entre los obreros, habemos obreras? ¿Que gran parte de los jubilados son o seremos jubiladas? ¿Y que entre las mujeres no hay hombres?

Yo entendería que el último ítem va direccionado a las mujeres heterosexuales casadas que realizan las tareas del hogar, aquellas que no son compartidas con su marido o compañero; en las cuales, como dicen las feministas materialistas francesas, la clase hombre se apropia del trabajo no remunerado de la clase mujer.

¿Estamos de acuerdo?

Si esas frases también son repetidas por mujeres que están tan lejos de ser la típica ama de casa como de viajar a la luna, ¿desde qué lugar se sitúan al hablar? Evidentemente el patriarcado está mucho más internalizado de lo que nos creemos. Una vez más, el vocabulario no acompaña nuestros ritmos de cambios. Por eso al comienzo, digo que mi propuesta es analizar conceptos errados endilgados al grupo social mujeres.

El hecho de no querer ser aquella mujer que nuestras madres y abuelas fueron, no quiere decir querer ser un hombre; como buscaba nombrarse en una conversación una amiga mía  de pocos estudios pero mucha rebeldía y cuestionamientos.

¿Qué tiene que ver esto con las elecciones?

Mucho. Porque Lula y Alckmin fueron para el segundo turno, el primero ya fue un obrero de izquierda y hoy es un empresario de la política, de centro, con prácticas neoliberales. El segundo, es otro empresario de la política, con la gravedad de pertenecer al opus dei y de estar en una derecha más furiosa.

¿Cómo se desarrollará el segundo turno? La pregunta del millón. ¿Los votos de HH, irán para Lula –que si bien la expulsó del partido por mantener junto con Luciana Genro y otros dos diputados más, las banderas de la izquierda y la coherencia ideológica, continúa estando a la izquierda de Alckmim– o para el propio opus dei?

Aquí vuelvo a la reflexión sobre las mujeres. Quienes votaron en Heloísa Helena, no lo hicieron necesariamente por apostar a un partido nuevo y de izquierda, muchas personas lo hicieron como acto de protesta a “la traición de Lula”. Contra las políticas que en algunos casos pasaron de ser de hambre para ser de miseria.

El P-Sol manifestó públicamente que no dará apoyo a ninguno de los dos candidatos.

¿El 29 será rojo o negro?

Si bien al PT le faltó muy poco para reelegirse en el primer turno, en el segundo  final la conquista por el trono no le será fácil.

La política a veces se parece más a la lógica de un juego de azar que a la de la razón, en este tablero, la emoción juega un papel fundamental. Amores y odios, intereses personales, memoria más corta o más larga. Favores.

Algunas personas que votaron a la izquierda, no se correrán a la derecha por ninguna razón. Anularán su voto. 

Otras, frente al miedo de la derecha, se correrán un casillero al centro.

Para quienes el significado del voto fue un grito de protesta, creyendo que de esta manera van a poner en penitencia al PT, volarán a la derecha sin escala en el centro.

Como lo ilustra el apoyo de Rosinha, la gobernadora de Río de Janeiro, y su marido Garotinho (PMDB), quienes en el primer turno declararon su voto a HH y ahora dan su apoyo al partido derechista. Como todo tiene una lógica, aquí también está presente. Heloísa Helena es muy católica, ellos son evangélicos y Alckmin es del opus dei.

Quien haya apostado en la moda del “género”, creará una nueva, o se quedará leyendo Caras.


por: Mariana Pessah

Porto Alegre, octubre de 2006


 

[1a] Inicialmente escrito para http://enrebeldia.blogspot.com y, posteriormente adaptado para  http://www.laotrapagina.com

[1] Expresión popular que “muestra la realidad” ahora son ellas;  hacen un juego de palabras en femenino con la imagen de dos mujeres candidatas.

[2] HH candidata a la presidencia, llegó a casi arañar un 7 %, quedando en tercer lugar.

[3] Candidata a diputada Federal, fue la más votada del municipio de Porto Alegre y la cuarta más votada en el estado de  Río Grande do Sul (entre hombres y mujeres).

[4] Candidata de la derecha a gobernadora en el estado de Río Grande do Sul.

Vía Campesina cuestiona suspensión de expropiación de la Syngenta

En una decisión política de la Justicia de Paraná, que favorece a las
transnacionales y al lobby pro-transgénicos, perjudicando a la sociedad y
a los campesinos, el Tribunal de Justicia de Paraná (TJ) expidió  ayer
(01/02) una providencia suspendiendo el Decreto n.º 7.487, del  9 de
noviembre de 2006, del gobierno de Paraná, que declara de utilidad pública
el campo de experimentación ilegal de transgénicos de la trasnacional
suiza Syngenta Seeds Ltda, en Santa Tereza do Oeste.
En noviembre del año pasado el predio fue expropiado por el gobierno del
Estado para la implantación del  Centro Paranaense de Agroecología. En ese
momento, más de 170 organizaciones de Brasil y del exterior apoyaron  la
desapropiación del predio.

Los terrenos fueron ocupados por la Vía Campesina para denunciar la
producción de soja y maíz transgénicos, dentro de la zona de
amortiguamiento del Parque Nacional del Iguazú,  que guarda una de las
mayores riquezas de la biodiversidad del mundo: las Cataratas de
Iguazú. Fue reconocido, desde 1986,  por la UNESCO como
Patrimonio Natural de la Humanidad.

Tras la denuncia de la Vía Campesina, el IBAMA  (Instituto Brasileño de
Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables) multó a  la transnacional
en R$ 1 millón por delitos contra la bioseguridad. Pero hasta la fecha la
multa todavía no ha sido pagada.

A seis kilómetros del Parque Nacional del Iguazú, en el campo donde antes
la empresa suiza  irrespetaba la biodiversidad, con la plantación de soja
y maíz transgénico, ahora los integrantes de la Vía Campesina están
produciendo alimentos agroecológicos y recuperando el medioambiente de la
región.

Las 62 familias de la Vía Campesina que permanecen en este sector, desde
marzo de 2006, están recuperando la biodiversidad,  transformando el
campo  en un espacio de producción agroecológica. Rebautizado como Tierra
Libre, el área de 127 hectáreas ya está plantada con cerca de 60 hectáreas
de fríjol, maíz, arroz, yuca, cacahuete, entre otros. La producción es
para el  auto-abastecimiento de los campesinos.

También fueron  plantados  cerca de 3 mil árboles nativos, durante la
Jornada de Agroecología de 2006. Desde el inicio, el objetivo de las
familias fue convertir a este campo en un referente de la producción
agroecológica.

Las alegaciones de la Syngenta de que sus actividades son legales y que
tenía autorización de la CTNBio (Comisión Técnica Nacional de
Bioseguridad) no proceden, porque la empresa violó una ley federal que
protege el medioambiente. Aunque tuviese autorización, no puede incumplir
la ley.

En este sentido, el Poder Judicial  ha  afirmando que el referido órgano
es "instancia colegiada multidisciplinar" y, como tal, cualquier opinión o
conclusión  que haya elaborado no podrá, de ninguna manera, prevalecer por
sobre las disposiciones de la ley ordinaria federal, en el caso N º
10.814/2003, que puede perfectamente imponer restricciones a la
plantación, tal como efectivamente lo hizo.

Los integrantes de la Vía Campesina permanecen acampadas frente al área de
la multinacional, produciendo alimentos agroecológicos para transformar el
campo en un Centro de Referencia en Agroecología. Lo que está en juego en
este caso no son disputas locales, sino cual es el modelo agrícola que
será adoptado en el país.

La Vía Campesina defiende un modelo de agricultura agroecológica, que
protege  la biodiversidad, y  continúa  luchando contra el agronegocio,
que  ha  subordinando la agricultura a los intereses de las
transnacionales,  promoviendo la destrucción y contaminación del medio
ambiente.

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>Minga Informativa de Movimientos Sociales
>http://movimientos.org/

Comienza el séptimo FORO SOCIAL MUNDIAL en Nairobi, Kenia

La ciudad de Nairobi acoge estos días a varias decenas de miles de personas procedentes de los 5 continentes para participar en el Foro Social Mundial. Aunque el Foro fue inaugurado el 20 de enero, los días previos (18 y 19 de enero) tuvo lugar un encuentro de Mujeres Líderes en Alimentación, encuentro en el que participó una delegada del Foro Rural Mundial.

ENCUENTRO DE MUJERES LÍDERES EN ALIMENTACIÓN, 18-19 DE ENERO, NAIROBI
 
 30 mujeres de países tan variados como Noruega, Uzbekistán, Filipinas, Jamaica, EEUU, Kenia y Sudáfrica, entre otros, se reunieron para intercambiar experiencias y crear lazos que permitan avanzar en el protagonismo y desarrollo de la mujer en el mundo rural.
 
 Durante los dos días de debate, las mujeres reclamaban que debían ser tomadas en cuenta a la hora de diseñar y ejecutar políticas que tienen que ver con el mundo agroalimentario, puesto que, en muchos países, son ellas las que principalmente siembran, cultivan, cosechan y alimentan a sus familias.
 
 Las mujeres africanas destacaron que su modelo de producción está cambiando. Denuncian que el mercado les presiona para producir cultivos que nada tienen que ver con sus alimentos básicos y que no generan una renta suficiente por los bajos precios del mercado internacional.
 
 En relación al ámbito internacional, se propuso que se revisen los acuerdos comerciales bilaterales (generalmente establecidos entre países ricos y pobres) y se apueste por un comercio regional con unas reglas más equilibradas que permitan a los países pobres desarrollar sus propias políticas internas a favor de sus mercados locales. Por último, destacaron la necesidad de que la sociedad civil ejerza un control en las decisiones que adoptan sus gobiernos tanto a nivel nacional como internacional.
   
 INAUGURACIÓN DEL FORO SOCIAL MUNDIAL
 
 El Foro Social Mundial abrió sus puertas oficialmente el 20 de enero, con una marcha que, partiendo desde Kivera –el barrio de chabolas más grande de África del este- terminó en el céntrico parque de la Libertad. A este parque acudieron miles de personas de diferente nacionalidad, religión, sexo y color.
    
 VISITA A KIVERA: CHABOLAS, POBREZA Y SOLIDARIDAD
 
 En relación a este suburbio de Kivera, la delegación del FRM tuvo la oportunidad de acercarse hasta él para conocerlo de cerca. En este barrio viven aproximadamente 1 millón de personas en minúsculas chabolas de barro, sin sistema de alcantarillado, y donde las calles son sustituidas por callejuelas repletas de basura y  riachuelos de agua residual. Los miembros del FRM visitaron algunas familias y vieron de cerca las condiciones infrahumanas de vida de la población: hacinamiento, falta de higiene, desnutrición, etc. En contraste, la vivacidad y alegría de los numerosos niños y niñas aportaba un profundo sentimiento de esperanza y de deseos de trabajar junto a todas esas personas por un desarrollo más solidario.
   
 GRUPOS DE TRABAJO EN EL FORO SOCIAL MUNDIAL
 
 En su primer día de funcionamiento el Foro Social Mundial, a pesar de ciertas carencias de organización, ha puesto en marcha numerosos seminarios y talleres –alojados en las gradas del Estadio Internacional de Deportes de Nairobi. Entre los diversos temas propuestos a los miles de participantes, destacan la deuda externa, la seguridad alimentaria, los derechos humanos, el enfoque de género, así como los Acuerdos de Asociación Económica (EPAs en inglés) propuestos por la Unión Europea a los Países de África, Caribe y Pacífico.
 
 Los delegados del FRM han optado por participar en el seminario sobre los EPAs y en el de Perspectiva de Género, Alimentación, Agricultura y Comercio.
 
 Las organizaciones participantes en el grupo EPAs demandan que se respeten sus procesos de desarrollo autónomo para permitirles, en un plazo de 10-20 años, poder integrarse en redes de comercio internacional con posibilidades de competitividad y beneficio mutuo. Exigen de sus propios gobiernos que se inviertan más fondos en beneficio de la agricultura familiar sostenible como podrían ser infraestructuras, sistemas de regadío, acceso a semillas, promoción de acuerdos locales y regionales, etc.
 
 Todos estos temas seguirán siendo objeto de reflexión y debate a lo largo de los días que dure el Foro Social Mundial.
 
 
 
 Laura Lorenzo, Jose Antonio Osaba e Iker Uranga
 Delegación del FRM en Nairobi.

Piden hasta 30 años de prisión para Paul Nicholson

PAUL NICHOLSON HA DECLARADO HOY COMO IMPUTADO POR UNA ACCIÓN SINDICAL EN BRASIL

Piden de 8 a 30 años de prisión. La acción fue realizada el día Internacional de la Mujer Trabajadora por dos mil campesinas para denunciar los «desiertos verdes». Estos ‘desiertos verdes’ son enormes plantaciones de eucaliptos, acacias  y pinos para celulosa, que cubre millares de hectáreas en Brasil y América Latina. Allí donde avanza este desierto la biodivesidad se pierde, los suelos de uso agrario se deterioran, los ríos se secan por no mencionar la contaminación que generan estas fábricas de celulosa
Paul Nicholson ha declarado hoy en el juzgado de Gernika como encausado por la acción llevada a cabo el 8 de marzo de 2006 en la hacienda Barba Negra de Barra do Ribeiro, en el Estado brasileño de Río Grande do Sul, cuya capital es Porto Alegre, por parte de dos mil
mujeres campesinas en las instalaciones de la multinacional Aracruz Celulosa. Con esta acción realizada en el marco de la Conferencia Internacional sobre Reforma Agraria de la FAO (Oganización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) celebrada en Porto Alegre, las mujeres denunciaron el Día Internacional de la Mujer Trabajadora los «desiertos verdes», consistentes en muchas miles de hectáreas de monocultivos de eucalipto, pino y  acacia  para hacer celulosa blanca, que tiene esta empresa y que dejan sin tierra a las poblaciones indígenas y campesinas y atentan contra la biodiversidad.  Además esta acción se llevó a cabo por que se tiene la certeza de que la empresa Aracruz celulosa  trabaja la ingeniería genética (transgénia) en sus laboratorios lo que hace sospechar de su utilización en los monocultivos.

En Río Grande do Sul hay cerca de 360.000 hectáreas plantadas con monocultivos de madera para celulosa por tres empresas, entre ellas Aracruz. Esta tiene plantadas 261.000 hectáreas en tres Estados; en 2003 obtuvo unas ganancias de 300 millones de dólares y, sin embargo, genera un solo empleo por cada 185 hectáreas plantadas. Los desiertos de eucalipto desgastan el suelo y consumen mucha agua; cada árbol es capaz de consumir 30 lítros por día. Hay que señalar el Ministerio Público Federal del estado Espirito Santo abrió un
proceso contra la empresa Aracruz Celulosa por hacer publicidad difamatoria contra pueblos indígenas que reivindican las tierras ocupadas por la multinacional que un día les fueron arrebatadas.

En este proceso judicial promovido por la empresa Aracruz Celulosa hay encausadas treinta campesinas del Movimiento Sin Tierra  y del Movimiento de Mujeres Campesinas de Brasil, algunas de las cuales ya han pasado por prisión, además de dirigentes de la Vía Campesina,
como Henry Saragih (secretario operativo), Juana Ferrer (de la organización campesina Conamuca de República Dominicana), Paul Nicholson (representante de Europa en la Comisión Coordinadora Internacional) y Joao Pedro Stedile (Movimiento Sin Tierra). Para Paul Nicholson se pide una pena de prisión de hasta 30 años.

Las acusaciones de la acción realizada, consisten en; arrancar plantas y ocupar un laboratorio de investigación biotecnológica, violación de propiedad privada, destrucción de plantas y de un laboratorio, secuestro, espionaje industrial, robo, formación de banda armada o asociación ilícita, acultación de bienes y/o lavado de dinero. Todo indica que la empresa, apoyada con dinero público del Gobierno de Brasil, intenta dar un gran escarmiento y criminalizar al movimiento campesino que se opone a sus actuaciones masivas de ocupación de tierras y plantación de monocultivos forestales.

EHNE considera estas imputaciones como un acto de criminalización contra las organizaciones agrarias y estima que las penas solicitadas son desproporcionadas teniendo en cuenta que lo que reivindican las organizaciones como La Vía Campesina es un uso social  y medio ambiental de la tierra así como el respeto de los derechos de los campesinos y campesinas del mundo de poder trabajar en pro de la soberanía alimentaria y  por un mundo rural vivo. Paul ha declarado que, “ante coacciones como estas de las multinacionales contra los movimientos sociales que defendemos un uso de la tierra social y ecológico, La Vía Campesina lanza una campaña internacional para convertir este juicio político en un enjuiciamiento de las políticas de las multinacionales”.

La Vía Campesina está organizando una campaña internacional de defensa y solidaridad con las personas encausadas y preprara acciones de cara a un futuro próximo en las que EHNE va  a participar activamente.