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?S?lo conseguimos negociaciones con movilización popular?, dice MST

Desde comienzos de esta semana, el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) realiza movilizaciones en todo Brasil. En 15 estados del país, el movimiento ocupa sedes regionales del Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (Incra), bloquea carreteras, acampa frente al Banco de Desarrollo Económico y Social (BNDES), protesta también frente al Ministerio de Hacienda, además de las marchas callejeras y debates en universidades.

De Radioagência NP en Español: http://www.radioagencianp.com.br

Lea más: http://www.radioagencianp.com.br/index.php?option=com_content&task=view&id=3048&Itemid=1

Oiga la noticia:

http://www.radioagencianp.com.br/images/stories/notplan/mp3/2007/outubro/011007solo.mp3
 De acordo com a integrante da direção nacional do MST, Nívia Regina, a
mobilização é um protesto contra a lentidão da reforma agrária e uma
cobrança para o governo federal assentar as 150 mil famílias do MST,
acampadas no país. Esta semana, já foram feitas reuniões com o BNDES e
com o Ministério da Fazenda.

Nívia afirmou que o MST faz estas mobilizações porque a história comprova que o povo só conquistou direitos com muita luta.


“Todas estas audiências que a gente fez, principalmente com o
Ministério da Fazenda, foi resultado da jornada de lutas. Inclusive na
segunda-feira (24) a gente realizou também uma reunião com o presidente
do BNDES, Luciano Coutinho, que foi também fruto da jornada. Houve uma
ação, montaram um acampamento em frente ao BNDES e [os Sem Terra]
permaneceram lá até serem recebidos”.


O MST apresentou ao governo cinco reivindicações. A renegociação da
dívida de agricultores assentados, o financiamento de agroindústrias de
assentamentos, o fim da retenção de recursos já previstos, a criação de
um novo modelo crédito para reforma agrária e a revisão da política de
incentivo aos agrocombustíveis.


De São Paulo, da Radioagência NP, Vinicius Mansur.

MST informa nº 142 lunes, 24 de septiembre de 2007.

UNA VEZ MÁS NOS MOVILIZAMOS POR  LA REFORMA AGRARIA EN TODO EL PAÍS

Esta semana el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra –MST- está, una vez más, organizando una jornada de lucha por la Reforma Agraria. En varios estados del país estamos realizando ocupaciones y manifestaciones que tienen como principal objetivo presionar a los gobiernos estatales y al gobierno federal para que realice inmediatamente la Reforma Agraria, que hace tiempo que está parada.

Mientras el gobierno federal sigue priorizando las inversiones en el agro negocio (fueron 58 mil millones de Reales destinados en crédito para el agro negocio en la cosecha 2007/08 y apenas 12 mil millones de Reales para la agricultura campesina), cerca de 150 mil familias continúan acampadas al lado de la carretera en todo el país, debajo de plásticos negros esperando un pedazo de tierra para plantar y recoger. Y esto sin hablar de la deuda de los ruralistas, que acumula actualmente la cantidad de 40 mil millones de Reales.          

El presupuesto de la Unión presentado por el gobierno para el 2008, aunque aumenta en un 17 % en relación al 2007, es casi igual a los 3,8 mil millones de Reales aprobados en 2006, es decir, no hay ningún señal de prioridad. Por eso, nuestra pauta es la misma que ya entregamos al presidente Lula en abril del 2007: 

          ¡Queremos la Reforma Agraria! Queremos el asentamiento de las 140 mil familias que viven acampadas precariamente;

          Reivindicamos la publicación del decreto que actualiza los índices de productividad;

          Queremos un nuevo programa de crédito rural para los asentados, ya que el Programa Nacional de Fortalecimiento de la Agricultura Familiar (Pronaf) llega sólo a un 10 % de los asentados;

          Queremos un programa de agroindustria para la Reforma Agraria;

          Luchamos para ampliar las expropiaciones;

          Queremos la ampliación de los recursos para la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab), en su programa de compra anticipada especial – la previsión de gastar sólo 134 millones de Reales es totalmente insuficiente;

          Reivindicamos la ampliación de los recursos del Programa Nacional de educación en la Reforma Agraria (Pronera), que tiene 99 cursos aprobados, pero no tiene recursos.

Además de todo esto, queremos que el gobierno federal pare de incluir los proyectos de colonización en tierras públicas de la Amazonia en los números de la Reforma Agraria, ya que estos proyectos, además de no tener en cuenta a los trabajadores que están esperando un asentamiento, sólo benefician a los madereros de la región.

Luchamos por el fin del latifundio. Queremos la democratización de la tierra en Brasil. Por esto exigimos que el gobierno federal cree un decreto que impida que las empresas extranjeras compren tierras en el país. Estamos defendiendo la vida y la biodiversidad, pues sabemos que los monocultivos aumentan la pobreza en el campo, comprometen la tierra, el agua y la soberanía del país.

También creemos que la Reforma Agraria no es simplemente dar un pedazo de tierra al trabajador rural. Por eso, nuestra jornada también tiene como objetivo reivindicar la implementación de políticas de infraestructura para el campo y crédito para la producción. Queremos vivienda, asistencia técnica, educación del campo y salud.

En São Paulo ocupamos con 600 trabajadores la sede del Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (Incra), frente a la Secretaría de Justicia del Estado, otros 800 trabajadores también protestan. Reivindicamos el asentamiento de las 3000 familias acampadas en São Paulo y denunciamos el estrambótico Proyecto de Ley (PL 578/2007) del gobierno José Serra (PSDB) que pretende regularizar tierras griladas en el Pontal de Parapanema (SP).

También ocupamos esta mañana, día 24, las sedes del Incra en Belo Horizonte (MG), en Chapecó (SC ), en São Luiz (MA), en Fortaleza (CE), la sede del Ministerio de la Hacienda, en João Pessoa (PA) y la Plaza de la Asamblea Legislativa en Florianópolis (SC) la delegación estatal del Ministerio de Hacienda en Cuiabá (MT), el edificio de la Recaudación Federal en Goiânia (GO), además de los actos en Rio Grande do Sul y en Rio de Janeiro. Queremos presionar los órganos públicos para que agilicen el proceso de expropiación de tierras para la Reforma Agraria.

En Rio Grande do Sul una gran manifestación con tres columnas recorrió buena parte del estado en la última semana para denunciar la apropiación de las tierras gauchas por parte de transnacionales para la plantación de eucaliptos y el menosprecio del gobierno de Yeda Crusius (PSDB) en relación a la Reforma Agraria. La gobernadora suprimió el gabinete de la Reforma Agraria y ahora el estado no tiene ningún órgano responsable para la cuestión agraria. La política agraria del gobierno Yeda consiste en el aumento de la represión a los movimientos sociales y en el apoyo sin restricción al agro negocio.

Los manifestantes de las tres columnas están recorriendo los puntos estratégicos de las tres regiones del estado , con protestas y ocupación de las sedes de órganos públicos. La columna que seguía hacia Pelotas realizó una protesta en frente al vivero de mudas de la empresa Votorantim Celulosa, en Capão de Leão, el domingo día 9. Y ni las amenazas de los grandes latifundistas sufridas por nuestra columna en Bagé y la omisión de la Brigada Militar frente a este hecho, atemorizó nuestra militancia, que está dispuesta a continuar la lucha por un Brasil más justo e igualitario. Las tres columnas siguen en dirección a la Hacienda Coqueiros (Familia Guerra), en Coqueiros do Sul. Un área de más de 10 mil hectáreas que debe destinarse a la Reforma Agraria.

A lo largo de esta semana otras ocupaciones y protestas se realizarán en varios estados. Estamos comprometidos con la lucha de miles de brasileños que buscan mejorar sus condiciones de vida. Para eso, luchamos por el acceso a la tierra y por la distribución de las riquezas del país. Estamos comprometidos en la lucha contra el agro negocio, contra el monocultivo de caña, de eucalipto, pino. Luchamos para fortalecer la agricultura campesina, por la soberanía alimentaria de nuestro pueblo, por la biodiversidad. Por todo esto, volvemos a movilizarnos para exigir el asentamiento de todas las familias acampadas por todo Brasil.

¡Buena lucha para todos y todas!

Salutaciones!
Dirección Nacional del MST

Jornada Nacional de Lucha por la Reforma Agraria

24 de julio de 2007 – Rebelión

El Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra de Brasil (MST) inició hoy lunes 24, acciones en 10 estados para pedir el asentamiento de 150 mil familias que se encuentran actualmente viviendo en campamentos.
Con estas jornadas, el MST también denuncia la lentitud con que se ejecuta la reforma agraria "que no avanza por falta de recursos disponibles dentro del modelo económico vigente" y el apoyo que el gobierno federal da a las grandes empresas del agronegocio.

"La reforma agraria está paralizada en todo el país. La política económica del gobierno reduce los recursos previstos en el presupuesto para la misma y no apoya a los asentamientos, en lo que tiene que ver con el crédito para la producción y la dotación de obras de infraestructura, como vivienda y escuelas", señaló Vanderlei Martini, integrante de la coordinación nacional del MST. "Por otro lado, gasta dinero en la renegociación de las deudas de l os latifundistas y en las grandes empresas del agronegocio, que concentran la tierra y expulsan a los trabajadores del campo", agregó.

Esta mañana, el MST ocupó las oficinas del Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA) en seis estados y realizó manifestaciones de protesta en organismos relacionados con el Ministerio de Hacienda en otros cuatro estados.

En São Paulo, 500 trabajadores sin tierra ocuparon el INCRA para reclamar el asentamiento inmediato de las 3 mil familias que viven en campamentos de las carreteras del estado de São Paulo.

Además, cerca de 500 trabajadores rurales protestaron frente a la Secretaría de Justicia del Estado contra el proyecto de ley (PL 578/2007) del gobierno de José Serra (PSDB), que pretende legalizar la usurpación de tierras en la región de Puntal de Paranapanema.

En Belo Horizonte, Minas Gerais, cerca de 400 trabajadores ocuparon el INCRA pidiendo el asentamiento inmediato de las 3.200 familias de los campamentos de Minas Gerais. Las negociaciones no avanzaron y la ocupación se prolongará hasta mañana.

En São Luiz, Maranhão, 400 trabajadores ocuparon la superintendencia del INCRA exigiendo el asentamiento inmediato de las 4.000 familias que permanecen acampadas en el estado.

En Santa Catarina, más 400 integrantes del MST ocuparon la sede del INCRA en Chapecó, y cerca de 350 trabajadores hicieron acto de presencia frente a la Delegación Regional del Ministerio de Hacienda, en Florianópolis. Cerca de 1.200 familias viven en campamentos en las orillas de las carreteras de todo el estado.

En Alagoas, cerca de 2.000 trabajadores sin tierra montaron un campamento en la Plaza Sinimbu, en la región central de Maceió, para exigir el cumplimiento del proceso de reforma agraria en el estado. El año pasado, el INCRA tenía como meta el asentamiento de 3.000 mil familias, pero sólo 500 recibieron sus l otes.

Más de 1.500 trabajadores del MST ocuparon los cuatro pisos del edificio de la superintendencia provincial del INCRA en Fortaleza, para reclamar el asentamiento de las 1.700 familias acampadas en Ceará.

El Movimiento, asimismo, llevó a cabo acciones en las sedes del Ministerio de Hacienda para denunciar que el modelo económico vigente imposibilita la realización de la reforma agraria e incentiva la expansión del agronegocio, que se basa en la concentración de tierras destinadas a la producción de monocultivos para la exportación.

Las jornadas de luchas pretenden denunciar también el abandono en que se encuentra la agricultura familiar, ya que el poder público invierte cada vez más dinero en el agronegocio. Para la zafra 2006/2007, se han asignado R$ 50 mil millones para los grandes productores, mientras para la agricultura campesina sólo quedaron disponibles R$ 10 mil millones.

EL MST ocupó con 300 familias el edifi cio de la superintendencia provincial del INCRA, en la capital de Rio de Janeiro, para exigir el asentamiento de las 1.200 familias acampadas. Después, marcharon por el centro de la ciudad y montaron un campamento frente al Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, donde pidieron que se invierta en los asentamientos, denunciando también los préstamos para las grandes empresas del agronegocio.

Cerca de 300 integrantes del MST protestaron frente a la delegación estatal del Ministerio de Hacienda, en Cuiabá, para pedir el asentamiento de las 3.500 familias que permanecen en campamentos en el Mato Grosso.

En Goiás, 300 "sin tierra" se manifestaron frente al edificio de la Agencia Tributaria, en Goiânia, y pidieron que se asigne tierras para 4 mil familias acampadas.

En Paraíba, cerca de 1000 familias sin tierra ocuparon, en la mañana de este lunes (24), el edificio de la Secretaría del Ministerio de Hacienda, en João Pessoa, para pedir solución para las 3.700 familias acampadas en Paraíba y cambios en la política económica.

En Rio Grande do Sul una gran marcha con tres columnas recorrió buena parte del estado en la última semana para denunciar la apropiación de las tierras gauchas por parte de transnacionales para la plantación de eucalipto y la desatención del gobierno de Yeda Crusius (PSDB) en relación a la reforma agraria.

EL MST defiende un modelo agrícola basado en las pequeñas propiedades para la producción de alimentos y generación de empleos. Bajo este criterio, reivindica el asentamiento inmediato de las 150 mil familias que permanecen acampadas. Además, promueve la desconcentración de la tierra, lo cual dinamizaría la economía generando 750 mil empleos directos y otros tantos miles indirectos.

EL MST denuncia también la compra de tierras por empresas extranjeras, que sólo van a promover un modelo de producción atrasado, basado en el monocultivo, la destrucción del medio ambiente y la explotación del trabajador.

El Movimiento, que anunció que a lo largo de esta semana continuarán las ocupaciones y protestas en varios estados, defiende un modelo de reforma agraria que genere condiciones reales para que el trabajador pueda producir alimentos saludables para la población, que incluyan crédito, dotación de infraestructura, vivienda digna, asistencia técnica, educación y salud.

MST Informa – nº 141 martes, 4 de septiembre de 2007

UN LLAMADO AL PUEBLO BRASILEÑO 

Estimado amigo y amiga del MST,

Esta semana diversos movimientos sociales y entidades están realizando un Plebiscito Popular para cuestionar la subasta, que en 1997, vendió la compañía Vale do Rio Doce. La venta se realizó durante el gobierno del presidente Fernando Henrique Cardoso y fue marcada por irregularidades que van desde la subfacturación de la Compañía, vendida por 3,3 mil millones de reales, cuando su patrimonio en aquella época estaba valorado en 40 mil millones de dólares, hasta el trato de favor ilícito de grupos. Hoy en día, la Vale está siendo valorada en cerca de 100 mil millones de dólares.

La privatización de la Vale significó la privatización del patrimonio del pueblo brasileño. Junto a la Compañía también se vendieron los patrimonios materiales sobre los cuales ella tenía concesión. La Vale tenía concesiones públicas sobre la mayor parte de las reservas minerales del país, concesión de grandes extensiones de nuestro territorio. Solamente alrededor de la reserva mineral de Carajás había una concesión de 700 mil hectáreas de la Selva Amazónica. La Compañía también tenía la concesión de los tres mayores ferrocarriles del país, el que une Carajás con São Luiz, Belo Horizonte con Vitória y otro que une el interior de Sergipe con el puerto de Sergipe; además de ser concesionaria de tres grandes puertos.

Todas estas obras no eran propiedades de la empresa. Se construyeron con dinero público, es decir, del presupuesto de la Unión en los ministerios, por lo tanto no se podían privatizar. La Vale no se constituía en una empresa comercial propiedad del Estado, en realidad era una empresa pública que pertenecía al patrimonio de todo el pueblo brasileño. Es por esta razón que el gobierno FHC nunca tuvo el derecho de vender una cosa que no era de él sino del pueblo.

A lo largo de los últimos diez años, se viene librando una intensa batalla en la Justicia por la nulidad de la subasta de la Vale do Rio Doce. Las irregularidades acerca de la venta de la Compañía motivaron más de cien acciones populares en la Justicia, 69 de ellas aún están abiertas. Incluso antes de la subasta muchos juristas intentaron cancelar la venta. Pero en aquella época, tanto el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) como el Tribunal Supremo Federal (TSF), eran totalmente conniventes con los intereses del gobierno FHC y la subasta solamente pudo suceder a escondidas.

Los movimientos sociales, las entidades y las pastorales sociales, articulados en la Asamblea Popular a finales del año 2006, se dieron cuenta de que, además de la lucha institucional es necesario establecer una batalla cotidiana para conseguir la participación efectiva del pueblo. Finalmente el pueblo no fue consultado sobre la venta de su propio patrimonio, ni siquiera el Congreso Nacional aprobó la venta de la Compañía. No se respetó un principio básico de nuestra Constitución de 1988, que da garantías al pueblo brasileño para tomar las decisiones relativas a la vida y el futuro del país.

Además de la cuestión sobre la Vale el plebiscito también aborda otros tres temas: si el gobierno debe continuar priorizando el pago de los intereses de la deuda externa e interna; si la energía eléctrica debe continuar siendo explotada por el capital privado y si se está de acuerdo con una reforma de la seguridad social que retire derechos de los trabajadores. La idea es hacer del Plebiscito Popular una acción cívica para el ejercicio de la ciudadanía del pueblo brasileño.

El Plebiscito forma parte de la Campaña Nacional por la Nulidad de la Subasta de la Vale do Rio Doce. La Campaña la están organizando más de 60 entidades y movimientos sociales. La votación ya empezó. En todo el país habrá urnas para recoger los votos entre los días 1 y 7 de septiembre, Semana de la Patria. La fecha fue escogida en ocasión del Grito de los Excluidos, que este año tiene como tema “La Vale es Nuestra. Queremos Participación en el Destino de la Nación”.

Nuestro objetivo es presionar para conseguir la nulidad de la subasta que privatizó la Vale. No podemos permitir que nuestras riquezas naturales, como el suelo, los minerales, el agua y el aire se privaticen. No podemos permitir la entrega de nuestro patrimonio material. No podemos estar de acuerdo con la premisa neoliberal de que el alto valor atribuido a la Compañía hoy en día, es fruto de su privatización. Al contrario, tenemos pruebas de que es posible que una empresa pública funcione, como pasa con la Petrobrás. Además, estamos convencidos de que una empresa estatal no tiene como primer objetivo dar beneficios. Su objetivo es el bienestar de la población.

Por todo esto, queremos consultar al pueblo y convocamos cada amigo y amiga del MST a sumarse también a esta lucha. ¡Vote a favor de Brasil, la Vale es nuestra, es del PUEBLO BRASILEÑO!

¡Buena lucha para todos y todas!

¡Saludos!
Dirección Nacional del MST

Vivencias del Movimento Sem Terra

Ester Massó Guijarro- Revista Pueblos

La intención del presente artículo es ofrecer y comentar un ejemplo de lo que se podría denominar socialización del pensamiento autónomo [1], a saber, una de las múltiples experiencias de convivencia en un asentamiento concreto del Movimento Sem Terra brasileño. Es interesante recurrir a experiencias sociales tan rotundas como la del MST para ayudarnos a reflexionar, en un diálogo conjunto de las ciencias sociales con la filosofía, sobre las nutridas alternativas de organización y estrategias de combate a la globalización socioeconómica, que están operando como contrapoderes fácticos crecientes especialmente en los ámbitos del sur (África y América Latina) [2].

A modo de previo sobre el MST: la condición política de la ocupación

Mucho se ha escrito en torno al Movimento Sem Terra (MST) y, sin duda, seguirá haciéndose con profundidad muy superior de la que puedo expresar en este breve texto. No pretendo detallar ni la historia original del MST, ni su conflictiva relación con el gobierno brasileño, ni un conjunto de conclusiones generalizables a todos los asentamientos de un país tan vasto como Brasil. Los datos que se ofrecen, pues, y las reflexiones en torno a ellos se circunscriben a mi experiencia concreta en la comunidad citada y, por el momento, no buscan más que la posibilidad de cierta dosis de pensamiento autónomo conjunto en el seno de los muchos encuentros de pensamiento libre que se generan, aquí en occidente, allá en África o en América Latina, el “corazón del combate” [3] actual entre otros.

Mi interés por hacer confluir, en mutuo diálogo, la filosofía con las ciencias sociales (la antropología especialmente, debido a su versatilidad) se inscribe asimismo en mi convencimiento de la riqueza que existe en toda hibridación y mi rechazo de los purismos epistemológicos y metodológicos, así como de las poco porosas fronteras departamentales de la academia.

El empleo de experiencias antropológicas (y etnográficas) concretas, es decir, la recurrencia a la realidad tangible como pretexto para la reflexión filosófica (desde la filosofía política especialmente, pero no sólo) me parece una de las vías más fructíferas del pensamiento que hoy nos cabe ensayar.

Las comunidades brasileñas del MST están motivadas en primera instancia, como indica su nombre, por la carencia inicial de tierras en un orden social que las ubica en el estamento más empobrecido (a menudo en los suburbios de las grandes ciudades) y que les ha empujado, desde hace décadas, al desarrollo de la estrategia que constituye esta peculiar experiencia social. En otras palabras, las comunidades del MST no se conforman en torno a una identidad étnica, religiosa o nacional sino, acaso, social y de clase; más sencillamente, por necesidad, una necesidad que en su caso no es sólo supervivencial sino de dignidad social; un requerimiento moral y simbólico, por tanto.

Se ha debatido mucho sobre la condición política, en el sentido tradicionalmente fuerte del término, de la conducta de ocupación del MST. La principal disputa se establece en torno a la versión de la invasión de tierras, lo que implica un comportamiento violento por parte de los actores sociales, frente a la interpretación más fiel de la ocupación, que se realiza sin violencia y sin menoscabo directo de ningún agente particular. Mi opinión, y la explicación que hallo más honestamente próxima a la realidad, es que el MST no ha llevado a cabo invasiones violentas de tierras en ningún caso: no se ha expulsado a ninguna población previa; no se ha esquilmando, expropiado o expoliado ningún poblado, cosecha o atribución ajenas.

El hecho palmario y exclusivo en el que consiste la ocupación es el uso de latifundios no cultivados, ni habitados ni aprovechados de ningún modo visible durante muchos años atrás, para la vida y la producción de las nuevas comunidades. Estos latifundios tienen un dueño legal, naturalmente, por lo general en la persona de grandes propietarios; pero, insisto, llevaban largo tiempo sin ser empleados de forma alguna. Las personas del MST afirman que actúan como lo hacen porque hay “muitas famílias sem terra e muitas terras sem família” [4].

Tanto activistas como teóricos han acuñado una condición política y una definición de la apropiaciones territoriales del MST, desde la ciencia social, bien diferente como decía de la de “invasión” (por las razones aludidas) y más próxima a las de desobediencia civil y la ocupación cívico-social al modo occidental (aquí llamado “movimiento okupa” y desarrollado en ámbitos urbanos, aunque también auspiciado por motivos socioeconómicos estructurales en muchos casos). La ocupación territorial del MST, que no busca la propiedad exclusiva sino más bien el usufructo que permita la vida y la dignidad, que no emplea la violencia directa ni ofensiva, que no viola ningún derecho humano básico, está cimentada en ciertos pilares reinventados de socialismo y comunismo cristiano (heredero de la teología de la liberación), y representa hoy una de las más vivísimas alternativas, a mi juicio, de convivencia sostenible (social y económicamente) en la globalización neoliberal. Dicho de otro modo, creo que nos hallamos frente a un potente cáncer para el capitalismo: las tierras del MST no se compran ni se venden; sólo se cultivan y se “viven”. Por ende, dentro de las comunidades no se maneja dinero para el intercambio, sino que éste se realiza directamente entre productos en una recuperación del valor de uso frente al valor de cambio. Salud y larga vida al Movimento Sem Terra.

 San Miguel de Itaipú: el nombre propio de una experiencia comunitaria

La formación de la comunidad de San Miguel de Itaipú atravesó, como es habitual en la actuación del MST, varias fases procedimentales. Hace aproximadamente una década los primeros grupos de personas acamparon en las tierras cercanas a Foz do Iguaçú, casi en la frontera con Paraguay y Argentina, junto a las famosas cataratas rutilantes (expropiadas sin tanta discusión, por cierto, a los nativos guaraníes hace tiempo). La primera fase consiste, pues, en un “acampamento”, con todas las incomodidades y dificultades de carencias a todos los niveles: construcciones, cultivos, organización… Esto no resulta humanamente más duro, sin embargo, que la humillante vida en una favela…, y además cuenta con el elemento de la propia dignidad; insisto en lo primordial de la dignidad que hay en la autonomía (vital, laboral, de cualquier índole), y de la dignidad irrenunciable para que la identidad no quede profundamente derrotada. La gente del MST ahora cuenta con un trozo de tierra y una vida más sana, más alegre, “llena de alegría, la mayor riqueza que hay”, nos decía uno de los informantes [5]. Se observa la congruencia entre la dignidad y la utilidad en una existencia no exenta de dureza, ni mucho menos, pero sí de opresión y sumisión; pienso que la gran fuerza simbólica y política del MST se halla en estos elementos, como trataré de expresar en las reflexiones más adelante.

Durante años se convive, pues, ensayando el diálogo y trabajándolo como primera herramienta , en tiendas de campaña hechas con plásticos y palos de madera, mientras se realizan las primeras construcciones, se trazan los primeros proyectos de cultivo comunitario y se compone el orden de administración de pequeños pedazos de tierra a familias y personas concretas. La fase de “acampamento” puede ser larga y constituye un proceso de generación de hábitos comunitarios; como nos decía uno de sus moradores, anciano ya, “no es una conquista de tierra sino de amigos”, que quieren acostumbrarse los unos con los otros a trabajar juntos, a luchar juntos.

Cuando las personas de San Miguel de Itaipú comenzaron su andadura en torno al año 1996, sólo había veinte familias en las mil hectáreas de un terreno donde hoy se asientan unas ochenta familias. Apenas quedan hoy personas acampadas, porque se ha constituido ya prácticamente con toda su plenitud la segunda fase: el “asentamento” o asentamiento. Éste es ya un poblado, una “ciudad rural” si se quiere, una comunidad hábilmente organizada donde existe una redistribución comunitaria de las cosechas, donde cada familia o agente individual disfruta de un trozo de tierra y una casa construida propios (y por ende, no menos importante, una consideración y un lugar simbólicos y tangibles en la comunidad), donde existe un reparto de trabajos comunes, un huerto medicinal, una escuela de formación en especialidades varias, una sala informática con conexión a la red mundial en sistema Linux, y un sistema decisional asambleario; también son áreas espaciales comunes la iglesia, el campo de fútbol o la sala de fiestas.

Hay en el asentamiento una mayoría católica (90 por ciento), con ninguna incidencia según me relataron de otros cultos tradicionales como el candomblé. Las uniones de parejas que se practican son de tres tipos: bodas católicas, bodas civiles y “parejas libres”, de hecho (legitimadas sencillamente mediante la convivencia).

La organización del asentamiento se establece en torno a principios socialistas-comunistas de división del trabajo e igualdad de género, según una perspectiva de conciencia internacional. Cada sector trabaja con un compañero y una compañera (“sin las mujeres la lucha es sólo para la mitad”, afirman), y funciona un tipo de trueque interfamiliar. Labores como limpiar espacios comunitarios, hacer el pan diario o cocinar son realizadas por voluntarios que rotan los turnos; naturalmente, esta dinámica resulta exitosa porque la mayoría se ofrece voluntaria: es obvio que los sistemas de reciprocidad y redistribución requieren de una suerte de solidaridad grupal sistémica, orgánica, para sostenerse .

Sobre este aspecto de la solidaridad, es importante reseñar que se observa con frecuencia el voluntariado de personas ajenas en un principio al MST (sector burgués o acomodado de zonas urbanas, por ejemplo; también internacional), que durante periodos más o menos largos, o incluso de forma definitiva, se unen al movimiento para colaborar de modos diversos (en formación, por ejemplo, poniendo al servicio de la comunidad sus posibles especialidades). Durante mi estancia conocí al menos a dos personas en esta situación, que de modo temporal durante unos meses estaban dando clases voluntariamente en la escuela del asentamiento; afirmaron estar “sintiendo la tentación” de quedarse.

Uno de los elementos más importantes de San Miguel de Itaipú, que acabo de mencionar, es su escuela; ésta, denominada “Florestán Fernandes” (en honor del gran educador, pedagogo y comprometido activista social en el MST que fue Fernandes), se dedica a la formación en las diferentes especialidades y técnicas comunitarias (cinco o seis dependiendo del caso) y ofrecidas no sólo a los habitantes de la propia comunidad sino también a otras. Es decir, se realizan “intercambios” de alumnado para aprovechar las distintas ofertas de comunidades asentadas varias, en la inspiración de la conexión y el asamblearismo global del MST como movimiento en red. De hecho, durante mis días de convivencia allí estaba desarrollándose un curso de formación en agroecología de tres meses de duración; un grupo de unos cincuenta jóvenes de ambos sexos pertenecientes a otras comunidades habitaban allí durante el tiempo correspondiente al curso .

La sala destinada a reunión de asambleas plenarias resulta fundamental para la vivencia comunitaria de la identidad colectiva; además, es aprovechada para funciones prácticas, como espacio para las clases de los cursos de formación por ejemplo. Esta sala, amplísima (con sillas y mesas e incluso un pequeño escenario), muestra iconos, banderas, símbolos y proclamas varios del MST, claros elementos para la formación de la cohesión de la identidad.

Otros espacios comunes, contiguos o cercanos a la sala plenaria, son el aserradero (también con pilas de lavar y lugares para tender ropa), el comedor y la cocina, el horno para hacer pan o los dormitorios comunitarios (también con pequeñas salitas de lectura y de estar) donde se alojan los estudiantes de otros lugares o los visitantes como nosotros. La buena organización en los turnos rotatorios (de limpieza, cocina, etc) es realmente notable, así como la disciplina en los horarios (a la hora de acostarse, levantarse, comer o acudir a los trabajos) y el funcionamiento real del método asambleario. Con respecto a este último, por ejemplo, el grupo de jóvenes del taller de formación operaba en subgrupos que elaboraban distintas propuestas de acción sobre temas diversos, tras lo que se trataba de consensuar en grupo estrategias y conclusiones (esto sirve de “entrenamiento” para las asambleas posteriores de mayor envergadura ). También de este modo se crean las canciones, himnos o proclamas del MST; algunos de ellos, mostrados en carteles que decoran la sala de plenos, rezan consignas tales como: “companheirismo”, “resistência”, “organizidade”, “projecto popular”, “esperânça”, o “multiplicar a base da organizaçao, tomar a conciência para fazer transformaçao” .

El sector de salud comunitaria (una de las posibles especialidades de formación) promueve una práctica de la salud alternativa a occidente y tradicional. Se cultiva un huerto medicinal y se gestiona una farmacia altamente diversificada, con atención diaria a la comunidad; cada diez familias hay un técnico de salud comunitaria. Los técnicos en agroecología (uno por cada cincuenta familias) se ocupan, por su parte, de la propuesta, diversificación y gestión de cultivos ecológicos, que operan además de recuperadores de semillas tradicionales autóctonas: los frijoles, el maíz, el arroz… Se favorece el barbecho como medida ecológica de descanso de la tierra y se pretende reducir al máximo el uso de agroquímicos. La pesca que se realiza está asimismo limitada a unos márgenes sostenibles y el respeto a los ciclos de reproducción para evitar la esquilmación de las lagunas.

Como afirman ellos mismos, “para ser libre, la gente tiene que tener su propia producción de semillas”, no depender del arbitrio del mercado; la gente será libre el día que tenga alimentación saludable, dicen, sin depender de grandes empresas multinacionales. Resulta asombrosa la alta conciencia que muestran los habitantes de San Miguel de Itaipú con los que me relacioné sobre la realidad internacional actual, las implicaciones políticas, sociales y económicas de la globalización neoliberal, las intenciones profundas de organismos como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional y, en general, los abusos estructurales a los que los pueblos de América Latina (Brasil en concreto) se ven diariamente sometidos. Ellos y ellas son lo más alejado del lumpen proletariado del que se lamentaba Bertolt Brecht hace décadas, son auténticos expertos de su realidad, de su situación… muestran en sí mismos el poder transformador de la toma de conciencia, del conocimiento.

 Reflexiones: la bondad social sostenible en los tiempos globalizados

“El futuro pertenece a los pueblos, no a los imperios” (Paulo Freire)

Antes de comenzar a concluir quisiera advertir sobre la apariencia de un exceso de optimismo por mi parte ante la experiencia del MST, o acaso una visión que pudiera antojarse irrealmente benévola. Pienso que la presbicia social ante los problemas y los conflictos es casi tan perniciosa como la violencia activa; constituye además a mi juicio, por otro lado, una de las epidemias de nuestros tiempos. He tratado de evitar sin embargo pecar de présbita en mi aproximación al MST; soy consciente, al menos en cierta medida, de las dificultades del movimiento, que naturalmente no es una estructura perfecta. Los mismos informantes reconocían, por ejemplo, las complicaciones que presenta a menudo el ejercicio del diálogo (y tal vez a causa de ese reconocimiento son capaces de lidiar con los problemas que acarrea). En cualquier caso, y a pesar como digo de objeciones, obstáculos (internos y externos), represiones o vaivenes, la experiencia del MST es tan original y tan exitosa en la mayoría de los casos que todo acercamiento a su conocimiento me parece inestimable.

El MST puede ser entendido como un raro ejemplo de combinación de las esferas o áreas de lo social y lo comunitario; si recordamos la distinción de Tönnies-Fromm entre las tres esferas relacionales humanas, a saber, la individual, la comunitaria y la social (ambas incluyentes y progresivamente mayores), reconoceremos la gran carencia de la segunda esfera, la comunitaria, que se padece por lo general en sociedades complejas occidentales. Ante una hipertrofia falaz del individuo (digo falaz porque no está cimentada en realidad en la autonomía, sino en la heteronomía “mass-mediática” más desatada), se desborda la heladora multitud impersonal de la esfera social, enorme, inabarcable para las personas concretas. El ámbito comunitario, entre una y otra medida, podría operar de charnela solidaria entre el individuo aislado y la sociedad gigante, también aislada como concepto hostil; en occidente, sin embargo, y hablo como mujer occidental desalentada de su propia cultura, la brecha se extiende vorazmente, mientras que las tendencias neoliberales de la globalización amenazan con trasladar esta misma brecha a sociedades distintas, o al menos distintas hasta el momento.

La experiencia del MST muestra que hay formas diferentes, alternativas, de hacer las cosas, es decir, de gestionar la res publica; que es posible la vida aún en un ámbito rural, que es posible la vida aún sin un exceso de lujos burgueses absurdos, que es posible la vida aún conociendo el nombre de los vecinos que viven cerca de una misma.

No en vano estudiosos de otras sociedades “distintas”, en el sentido que intento explicitar, ven con fatales ojos que la “democracia neoliberal” (es decir, la no-democracia) alcance estos otros mundos; no en vano el gran africanista catalán Ferrán Iniesta, amante de África, afirma que no sería más deseable para este continente que hubiera atravesado una “revolución de la Modernidad” al modo occidental, y que ahora copiara sus porosas estructuras enfermas . No en vano están fracasando los grandes proyectos occidentales, el exceso de urbanismo o el exceso de tecnología ciega de humanización , mientras en América Latina bullen y rebullen contestaciones contestatarias, alternativas como el MST, rebeliones como el Foro Social Mundial.

Me estoy alejando demasiado, sin embargo, del objeto de este texto (y lamento de antemano ante su lectora o lector si el tono ha llegado a ser apocalíptico). Regresando a la cuestión, hay un aspecto del MST que conviene comentar con cierto detenimiento, a saber, el elemento de la desobediencia civil que acarrea, y que ya fue mencionado en la introducción. En efecto, pienso que el MST constituye en buena medida, y entre otras cosas, un ejercicio o experimento de desobediencia civil. Ésta, desde siempre (¡Sócrates!) y por supuesto desde la radical defensa de Henry David Thoreau, no ha dejado de ser legítimamente admisible dentro de la democracia, considerada incluso una práctica esencialmente demócrata ya que el desobediente actúa en conciencia y ateniéndose a las posibles posteriores sanciones legales de su sistema. Pero, a pesar de este reconocimiento basal de legitimidad, siempre que nos topamos con un nuevo ejemplo de desobediencia civil conviene evaluar la bondad del caso concreto; en el que me ocupa, creo que se puede afirmar con rotundidad la legitimidad de la acción, la legitimidad, en fin, de la desobediencia en la ocupación territorial por parte del MST.

Como se ha dicho , el deber cívico de obediencia al Estado soberano en una democracia representativa decrece en proporción directa al decrecimiento del vínculo entre representante y representado; si la gente del MST no se siente debidamente atendida por el gobierno brasileño, de forma sistemática, histórica y estructural, entonces es justo pensar que su obligación de lealtad sea también pequeña. A este respecto, además, cabe mencionar que en efecto las relaciones entre el MST y el gobierno brasileño han llegado a ser en ocasiones de alta conflictividad, a causa de las represiones extraordinaria e innecesariamente violentas por parte del segundo hacia el primero; como se indicó más arriba, la única violencia que ha llegado a desarrollar el MST ha sido exclusivamente defensiva.

El MST ha propuesto modelos de vida sostenibles ecológica y socialmente; lleva décadas funcionando, y resiste. Constituye también a mi juicio una reinvención del socialismo adaptado a un medio eminentemente rural (más allá de la aplicación urbana del marxismo más clásico; como sabemos, Marx no escribía para los campesinos, por otro lado tradicionalmente conservadores, sino para los proletarios y desde la asunción de un alto grado de industrialización urbana). Por ende, hay en el MST un potente reconocimiento y una búsqueda activa de la igualdad en aspectos de género, así como una asunción de la importancia de las funciones simbólicas para la formación de la identidad grupal (comunitaria, regresando a la segunda esfera de Tönnies-Fromm). Esta última cuestión no es ni mucho menos baladí: otra más de las crecientes carencias en las sociedades complejas occidentales es la pérdida de lo simbólico (con la consecuente pérdida de referencias identitarias compartidas) o, peor aún, el recurso a sistemas simbólicos violentos y totalitarios. La mística es necesaria para la identidad humana, mas no forzosamente en la forma de una mística religiosa exclusivista ni, desde luego, de una mística de la trascendencia justificadora de toda injusticia o desigualdad (como ha sido tan frecuente).

En definitiva, creo que puede considerarse la experiencia de los Sem Terra brasileños como una formidable práctica de transformación social , una práctica alternativa de “socialización del combate”, una práctica política en el camino de otro mundo posible, de generación de contrapoderes capaces de enfrentarse, no destruyendo sino efectivamente construyendo y transformando, al poder ubicuo, multifactorial y anónimo del neoliberalismo en el planeta globalizado.

Con respecto a la conexión entre la antropología y esta reflexión, de índole más filosófica o especulativa, llevada a cabo sobre la experiencia del MST, no quisiera dejar de matizar ciertos aspectos, ciertas voluntades propias. Una vez más podemos emplear la antropología, la mirada etnográfica concretamente, como plataforma para ser voceros, aunque seamos sólo y siempre humildes voceros. Una vez más la antropología muestra su vocación más genuina y depurada, a saber, la de contemplar e intentar comprender las texturas del mundo, las palabras culturales, las vidas sociales de los pueblos. Más allá de sus “orígenes coloniales”, esta disciplina anhela hoy utilizar su propio método, su propio utillaje disciplinario y teórico, para penetrar en los entramados de las vivencias culturales humanas, entenderlas, dar cuenta de ellas y, por ende, irremediablemente, aprender y enseñar a amarlas.

Quisiera terminar este texto con las palabras de Florestán Fernandes a las que las gentes de San Miguel de Itaipú, transformadoras y creativas combatientes de la bondad social, apelan como una de sus más importantes consignas:

“A grandeza de um home se define por sua imaginaçao e sem uma educaçao de primeira qualidade a imaginaçao é pobre e incapaz de dar ao homem instrumentos para transformar o mundo”

* Ester Massó Guijarro es investigadora del departamento de Filosofía de la Universidad de Granada.

 Referencias bibliográficas:

– Eudald Carbonell, Aún no somos humanos. Propuestas de humanización para el tercer milenio, Barcelona, Península Atalaya, 2002.
– Frantz Fanon, Los condenados de la tierra, México, Fondo de Cultura Económica, 1963.
– Michael Hardt y Antonio Negri, Imperio, Barcelona, Paidós, 2002.
– John Holloway, Cambiar el mundo sin tomar el poder. El significado de la revolución hoy, México, El Viejo Topo, 2002.
– Ferrán Iniesta, El planeta negro. Aproximación histórica a las culturas africanas, Madrid, Los Libros de la Catarata, 1998.
– Peter Singer, Democracia y desobediencia, Barcelona, Ariel, 1985.
– Boaventura de Sousa Santos: Crítica de la razón indolente. Contra el desperdicio de la experiencia, Madrid, Palimpsesto, 2003.
– Agustín Squella: “¿Quedan preguntas para la filosofía del derecho en un mundo globalizado?”, ponencia del XXII Congreso Mundial de Filosofía del Derecho y Filosofía Social, celebrado en Granada (España) del 24 al 29 de mayo de 2005.

Notas:
[1] Con la socialización del pensamiento autónomo me refiero a uno de los princiaples objetivos e inspiraciones del Foro Social Mundial (Porto Alegre 2005).
[2] Este artículo se presentó en forma de comunicación en el XII Congreso del Foro Estudiantil Latinoamericano de Antropología y Arqueología, celebrado del 24 al 30 de julio en la Universidad del Cauca, Popayán (Colombia). Tanto las vivencias que se narran como los datos relacionados son fruto de la observación etnográfica directa llevada a cabo por la autora durante la breve estancia de convivencia durante el mes de febrero de 2005.
[3] La expresión es de Fanon (Frantz Fanon, Los condenados de la tierra, México, Fondo de Cultura Económica, 1963, p. 16): “hay que abandonar la costumbre, ahora que estamos en el corazón del combate”. 
[4] Cuando se realicen citas sobre las personas del MST sin especificar más datos, entiéndase que pertenecen a testimonios recogidos directamente por la autora durante los días de observación en la comunidad.
[5] Debo realizar una matización sobre la designación de las personas de San Miguel de Itaipú con el término etnográfico “informante”; no acabo de sentirme satisfecha con tal denominación ya que parece reduccionista de la condición personal de estas personas, pero ruego se entienda aquí como válida en el contexto de la antropología y la etnografía. No hay ni el mínimo deseo, por supuesto, de menoscabar la rica y generosa identidad personal de todas estas personas; por otro lado, tal designación favorece también el respeto su anonimato, que constituye una de las pautas de rigor en un trabajo antropológico.

MSTInforma nº 140 lunes, 20 de agosto de 2007.

LETRAVIVA – JORNADA NACIONAL EN DEFENSA DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA

Estimado amigo y amiga del MST,

En este Letraviva queremos hablar sobre un tema muy importante para Brasil: la educación. Pero es imposible hablar de educación sin debatir sobre la política económica puesta en práctica por el Estado brasileño. El aumento de las inversiones en educación pública es la base para todo el proceso de transformación de la educación media en el país, que empieza por la multiplicación del número de plazas, con condiciones de acceso y permanencia, hasta llegar a la mejora de calidad de la educación, que a su vez, pide estructura, inversión en investigación y valorización de los profesionales de la educación.

Actualmente se invierte apenas el 3,5 % del Producto Interno Bruto (PIB) en educación, la mitad del 7 % previsto como meta en el Plan Nacional de Educación (PNE), aprobado en enero de 2001. Con la falta de inversión en educación, la educación pública brasileña anda por una calle sin salida: se encuentra rehén de una lógica de mercantilización, que subyuga el conocimiento a los intereses privados.

Cambiar esta lógica es luchar para que el Estado retome su papel de proveedor de los derechos sociales, garantizando educación pública y de calidad para todos. Es en este sentido que desde el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), reunidos con otras entidades del sector de educación, iniciamos hoy, día 20 de agosto, la Jornada Nacional en Defensa de la Educación Pública. Queremos una educación de calidad, basada en valores humanistas y no sujeta a los intereses del mercado.

Nuestro papel en esta lucha es el de organizar los millares de Sin Tierra repartidos por el país para participar en una amplia y organizada manifestación para mostrar nuestra insatisfacción frente a la situación en la que se encuentra la educación pública brasileña. Queremos universalizar el derecho a la educación para toda la población, pero necesitamos políticas públicas específicas para el campo, actualmente, objetivo de un proyecto excluyente. Luchamos para que se construyan escuelas públicas en las áreas de asentamientos y acampamentos para garantizar la educación en todos los niveles.

Defendemos la universalización del acceso a la educación básica y tenemos como bandera la alfabetización. Bandera que ponemos en práctica en la Campaña Nacional de Alfabetización en el MST – Todos y Todas Sin Tierra Estudiando, cuyo objetivo es construir territorios libres de analfabetismo. También nos comprometemos con la bandera de la democratización del conocimiento y por eso, iniciamos en agosto la Campaña Nacional de Solidaridad con las Bibliotecas del MST, cuya meta es recoger 150 mil libros para las bibliotecas de los asentamientos y acampamentos repartidos por todo Brasil y para los centros de formación en los estados, entre los cuales la Escuela Nacional Florestán Fernandes (ENFF), localizada en Guararema (SP).

Luchamos para que el acceso a la educación superior sea universal. Por eso nos reunimos con los otros sectores de la sociedad para pedir la democratización del acceso a la universidad, con políticas afirmativas de acceso y permanencia, educación de calidad, inversión en investigación y extensión, valorización de los docentes. Además de esto, seguimos defendiendo las universidades públicas en las áreas rurales, con cursos basados en la realidad del campo brasileño, que forme ciudadanos con capacidad crítica para buscar soluciones para los problemas del pueblo y no para servir al interés de la acumulación del lucro de las grandes empresas.

Por todo esto, convocamos a los Sin Tierra y a todos y todas aquellas que, insatisfechos con el actual cuadro de la educación brasileña, se indignan y hacen de la indignación un muelle propulsor de la lucha por una educación pública, de calidad, socialmente referenciada y para todos y todas. Más abajo reproducimos la carta con los principales puntos reivindicados que son fruto del acuerdo de los movimientos sociales y entidades que encabezan la Jornada para la Educación.

¡Buena lucha para todos y todas!

¡Salutaciones!
Secretaría Nacional del MST

NUESTRAS BANDERAS – ESTAMOS MOVILIZADOS

1. Por la erradicación del analfabetismo;

2. QUEREMOS ESTUDIAR: garantizar el acceso de la clase trabajadora a la educación publica de calidad y socialmente referenciada en todos los niveles. Fin del vestibular (examen de acceso a la Universidad ) y de los procesos excluyentes de selección para el ingreso;          

3. Implementación de políticas de acciones afirmativas capaces de revertir el proceso histórico de exclusión, con gratuidad activa y políticas de asistencia estudiantil para garantizar la permanencia;

4. Ampliación de la inversión pública en educación pública con el mínimo del 7% del PIB;

5. En defensa de la extensión de plazas con garantía de calidad y abertura de concursos para profesores y técnico-administrativos e infraestructuras adecuadas;

 6. Autonomía de las universidades frente a las ingerencias de los gobiernos;

7. En defensa de una formación universitaria basada en la educación, investigación y extensión y contra la mercantilización de la educación y de la producción de conocimiento;

8. Por una evaluación institucional de educación superior socialmente referenciada, con participación de los estudiantes, profesionales de la educación y movimientos sociales, sin carácter productivista, meritocrático y punitivo;   

9. Gestión democrática, con participación paritaria de estudiantes, técnico-administrativos y docentes en todos los niveles de decisión de las instituciones y sistemas de educación;                                                              

10. Control público de la educación privada en todos los niveles. Por el patrón unitario de calidad en la educación. Por la reducción de las mensualidades y contra la punición de los inadimplentes;            

11. Garantía de la libre organización sindical y estudiantil, en especial, en las instituciones privadas. En defensa del derecho de huelga;                                     

12. Por un sistema nacional de educación que impida la fragmentación entre los diversos niveles y garantice la obligatoriedad de la educación media pública.

13. Contra la privatización de la educación pública y de los hospitales universitarios, a través de fundaciones privadas o por la aprobación del proyecto de creación de fundaciones estatales;                                      

14. Por la garantía de los derechos conquistados por los profesores y técnico-administrativos de las instituciones públicas, contra el Proyecto de Ley Complementaria;         

15. Por el Pase Libre Estudiantil financiado con el lucro de las empresas de transportes;

 16. En defensa de un nivel salarial nacional para los trabajadores de la educación calculado por el DIEESE para la jornada de 20 horas;

 17. Por el fin de los vetos al PNE 2001. Por la construcción colectiva del nuevo PNE de la sociedad brasileña que atienda las reivindicaciones históricas de la clase trabajadora;

18. Por la inmediata implantación de la ley 10.639 /2003 en todos los niveles educativos.                                                          

MST, Via Campesina, UNE, UBES, Andes, Conlute, CMP, CMS, CONLUTAS, CONSULTA POPULAR, CONTRAPONTO, CPT, ABONG, CÍRCULO PALMARINO, DCE/PUC-PR, DCE/UFBA, DCE/UFPR, DCE/UFSE, DCE/UNIBRASIL, DCE/Unicam, DCE USP, Educafro, Denem, Enecos, ENEF, ENEFAR, Enen/ Nutrição, Exneto/ Terapia Ocupacional, , FEAB, FEMEH, GAVIÕES DA FIEL, INTERSINDICAL, JULI-RP, LEVANTE POPULAR, MAB, MAIS-PT, MARCHA MUNDIAL DE MULHERES, MCL, MMC, MMM, MOVIMENTO CORRENTEZA, MOVIMENTO MUDANÇA, MPA, MSU, PJR, REPED, ROMPER O DIA, UJC, UJR, UJS, UEE. UEE-SP.

MSTInforma nº 139. Jueves, 02 de agosto de 2007

Estimado amigo y amiga del MST,

En una entrevista en el  Jornal On Line Tribuna da Imprensa, João Pedro Stedile, de la dirección nacional del MST, habla de la necesidad de construir un modelo de desarrollo que priorice la democratización de la tierra, la distribución de renta y una agricultura basada en la pequeña y mediana propiedad.

Hoy en día ya no se puede pensar en aquel modelo clásico de Reforma Agraria, defendido a lo largo del siglo XX. Ese modelo se fue desgastando para las elites brasileñas, que se unieron al carro del neoliberalismo, modelo dominado por el capital financiero e internacional. Para el MST, un nuevo modelo de Reforma Agraria pasa por comprender que es necesario modificar la matriz de producción en el campo, es decir, derrotar el actual modelo, que prioriza alianzas entre el capital financiero y el latifundio. La entrevista completa sigue a continuación en este MST informa.

 

EL MST QUIERE UN NUEVO MODELO PARA LA REFORMA AGRARIA

Entrevista*:

¿Usted admite que el modelo de Reforma Agraria que defiende el MST se ha agotado? ¿Qué hay que hacer?

Durante todo el siglo 20, los movimientos campesinos de América Latina lucharon por la llamada Reforma Agraria clásica, que combinaba la distribución de tierras con un proyecto de desarrollo de la industria nacional, fortaleciendo el mercado interno y distribuyendo la renta. Ese modelo sacaba a los campesinos de la pobreza y promovía el desarrollo más justo. Así ocurrió en todos los países del Hemisferio Norte, pero la elite brasileña se sumó al neoliberalismo, un modelo dominado por el capital financiero internacional, dentro del cual la reforma Agraria está agotada

El modelo se agotó por imposición de la elite, no por nuestra voluntad. No obstante, la cuestión Agraria no está resuelta y tenemos 150 mil familias acampadas y más de cuatro millones de familias Sem Terra en el País. Frente a eso, el MST va a luchar por una nueva Reforma Agraria, que supone la democratización de la tierra combinada con la reorganización de la producción, priorizando los alimentos para el mercado interno, sin el actual control de las empresas transnacionales. También necesitamos una Reforma Agraria que adopte un nuevo patrón tecnológico, que respete el medio ambiente, y sitúe en el interior del País las agroindustrias en forma de cooperativas, el acceso a la escuela y a la educación.

¿Cuál es la propuesta para la agricultura brasileña? ¿Cuál es el nuevo modelo agrícola?

El país necesita un nuevo modelo agrícola basado en la pequeña y media propiedad. Para eso necesitamos antes que nada derrotar el neoliberalismo construyendo un nuevo modelo de desarrollo nacional, que priorice la distribución de la renta, la industria nacional y la prioridad absoluta en generar trabajo y empleo para que el pueblo tenga renta.

El primer paso de este nuevo tipo de Reforma Agraria es la democratización de la propiedad de la tierra, una bandera republicana que se puede establecer a través de límites en el tamaño de la propiedad rural.

No se puede admitir que cualquier empresa tenga 100 mil o 1 millón de hectáreas sólo porque tiene dinero. Los verdaderos agricultores, aún siendo capitalistas, saben que con una hacienda de 1.000 hectáreas pueden ganar mucho dinero. La organización de la producción, antes que nada, debe atender las necesidades del mercado interno. El mayor mercado potencial de productos agrícolas no son Europa ni los Estados Unidos, son los pobres de Brasil. Aquí tenemos el  60 % de la población que se alimenta mal.

O sea, tenemos 120 millones de brasileños queriendo consumir, pero no tienen recursos. Actualmente las transnacionales vienen aquí y controlan la producción, el comercio, el precio. Esto está equivocado. Como alternativa al control de la producción y el procesamiento de los alimentos, tenemos que traer las pequeñas agroindustrias al campo, generando empleo e ingresos en el interior del país.

Necesitamos también una nueva matriz productiva en el campo, con técnicas que respeten el ambiente, que produzcan alimentos saludables y no llenos de agro tóxicos, que afectan la salud de toda la población, incluso la de la ciudad, que muchas veces piensa que no tiene nada que ver con eso. Después pueden pagar la cuenta de ese desconocimiento en el hospital.

Finalmente, necesitamos traer los servicios públicos al campo, especialmente la educación formal y el conocimiento para formar al ciudadano campesino. El campesino sin estudios sólo ve la tierra que tiene delante y no comprende la complejidad de la sociedad brasileña y de la lucha de clases. Nosotros estamos haciendo un esfuerzo enorme para elevar el nivel de conciencia cultural y política.

En nuestro congreso lanzamos una campaña nacional de alfabetización en el campo, en base al método cubano “Sí, yo puedo”. Tenemos que dominar las letras y avanzar en la educación formal. Quien está en la educación básica tiene que ir hacia la educación media, y quien está en la media tiene que entrar en la universidad. Para eso, tenemos una bandera: para ser militante de los Sem Terra tienes que estar estudiando.

¿Cómo se pueden definir los acampamentos del MST en el País?                                                                                         

Los acampamentos están formados por familias de trabajadores rurales pobres, que reciben los salarios más bajos de la sociedad brasileña y que entienden que la tierra debe ser de aquellos que la trabajan, no de aquellos que la tienen como reserva de patrimonio o producen para la exportación. Son pobres que viven como arrendatarios, boias frías, meeiros, y quieren tener la propia tierra para plantar.

También hay familias pobres que fueron expulsadas del campo y se fueron a la periferia de las ciudades, pero quieren volver al campo y ven en el Movimiento una alternativa para conquistar tierra y mejorar sus condiciones de vida, tener casa, huerto para plantar y trabajar, dar educación, ocio y garantizar atención médica para la familia.

¿La victoria del agro negocio en el campo obliga al MST a politizarse y buscar nuevas banderas ?

No creemos en la victoria del agro negocio ni del neoliberalismo. En las dos elecciones del presidente Lula, el pueblo votó contra el neoliberalismo, un modelo concentrador de tierra, riqueza y renta, que genera más pobres  y desempleados, y que no tiene condiciones de resolver los problemas de la sociedad. El agro negocio politizó nuestro movimiento, porque el actual estadio de la lucha por la Reforma Agraria implica la derrota del modelo económico neoliberal y la construcción de un proyecto de desarrollo, que resuelva los problemas del pueblo brasileño, creando condiciones para un proceso de distribución de tierras de nuevo tipo.

La reforma de las leyes laboristas es una polémica a la vista. ¿Cuál es su posición sobre el tema?

Nosotros estamos contra la retirada de derechos históricos conquistados con mucha lucha por los trabajadores durante todo el siglo 20. Estamos juntos el movimiento sindical, popular y estudiantil, en una gran jornada contra la reforma de la Seguridad Social, contra toda reforma que retire derechos, como la Enmienda 3. El gobierno necesita un proyecto para crear empleos, garantizar un salario digno, vivienda y hacer la Reforma Agraria. Esa política económica, basada en el superávit primario, intereses altos y el pago de los títulos de la deuda, trae prejuicios a la clase trabajadora y a la soberanía del país y enriquece banqueros y grandes empresarios, estrangulando cualquier posibilidad de inversiones en políticas sociales, manteniendo la perversa concentración de renta.

Por primera vez desde la fundación del MST, en 984, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva no fue invitado al encuentro del movimiento, recientemente, en Brasilia. ¿Por qué?

Lula tiene conciencia de que nuestro Congreso tiene otra naturaleza y no lo planifica el gobierno. Esto es lo que la prensa tampoco entiende. Nosotros no invitamos nunca ningún presidente de la República. No tendría sentido, porque es una actividad para nuestra militancia y para la discusión interna de nuestro Movimiento. Las autoridades que participaron fue por iniciativa personal como amigas del movimiento.

¿Qué balance hace usted del 5º Congreso  Nacional del MST?  

Nuestro Congreso fue una gran confraternización de los militantes de 24 estados, un momento de reflexión y análisis colectiva sobre el cuadro de la cuestión agraria y la sociedad brasileña, y de movilización, con la manifestación que hicimos para denunciar que el Estado brasileño, retratado en sus tres Poderes de la República, impide la Reforma Agraria. Además, después de dos años de discusión en los acampamentos y asentamientos, cerramos nuestro programa Agrario, que presenta nuestra propuesta para la agricultura brasileña.

El ministro de Desarrollo Agrario, Guilherme Cassel, al rebatir sus críticas, calificó como “medieval” el discurso que las banderas del movimiento están ultrapasadas. ¿Cómo lo ve usted?

No queremos perder tiempo con cuestiones secundarias, que no ayudan a realizar la Reforma Agraria. Lo que queremos es discutir con la sociedad, incluso con el gobierno, un nuevo modelo agrícola, que dé prioridad a la agricultura familiar girada al mercado interno, a los pobres del país. Esto debe empezar con un proceso masivo de Reforma Agraria, inicialmente con el asentamiento de las 150 mil familias acampadas a la vera de las carreteras.

No podemos seguir con ese modelo del agro negocio, que entrega nuestras tierras a las empresas transnacionales, expulsa el pueblo del campo, destruye el medio ambiente, impone los transgénicos y los agro tóxicos. El nuevo modelo agrícola que defendemos está vinculado a un proyecto de desarrollo, con base en la defensa de la soberanía popular, y en un nuevo modelo económico, que tenga como centro el fortalecimiento del mercado interno, la distribución de renta, la industria nacional para sostener la generación de empleo y renta para el pueblo.

La cuestión es que el presidente Lula está en deuda con el MST y los campesinos de todo Brasil, porque su gobierno no hizo la Reforma Agraria. Al contrario, la concentración de la propiedad de la tierra aumentó.

¿Cuál es su opinión sobre la desigualdad de renta del país?

La desigualdad que hay entre ricos y pobres en el país es una vergüenza, es el resultado de las opciones que tomó la elite brasileña en el pasado y en el presente. Según los estudios del profesor Márcio Pochmann, cinco mil familias controlan el 40 % de la riqueza nacional, siendo que el 10 % de la población rica se apropia del 75 % , mientras el 90 % del pueblo brasileño se queda apenas con el 25 %.

La política económica neoliberal, vigente desde la mitad de la década de los 90, apunta hacia la conservación y la ampliación de esta desigualdad. La sociedad brasileña gasta actualmente, a través de sus impuestos, cerca de 150 mil millones de Reales al año en el pago de los títulos de la deuda pública, que son repasados a 20 mil familias de banqueros y especuladores. Hasta el vicepresidente José de Alencar denunció esa transferencia absurda.

En el campo, debido a la opción que tomaron las clases dominantes, perdimos cuatro oportunidades históricas de hacer la llamada Reforma Agraria clásica, combinando la distribución de tierras con un proyecto de desarrollo de la industria nacional para desarrollar un mercado interno.

La primera fue durante el proceso de abolición de la esclavitud, cuando los trabajadores rurales negros querían trabajar en el campo, pero la Ley de Tierras de 1850 se lo impidió. Después, en la implementación del proyecto nacional de industrialización, en la década de los 30. A comienzos de la década de los 60, con el ascenso del movimiento de masas alrededor de João Goulart, especialmente la Reforma Agraria.

Finalmente, durante la campaña por las Directas Ya, cuando había un clima favorable en el PMDB para viabilizar un proyecto de desarrollo nacional. A partir de ahí, la elite brasileña dejó de lado el proyecto nacional e impuso en el país el neoliberalismo, que subordina la economía brasileña al capital internacional y financiero y amplia la desigualdad social y la pobreza.

¿Cómo ve usted la violencia en el campo? ¿Cómo se puede combatir?        

El final de las muertes de trabajadores rurales depende de la realización de la Reforma Agraria y de la fuerza de los movimientos sociales del campo, que, cuando están organizados, tienen más fuerza para resistir la violencia, como demostró el último informe de la pastoral de la tierra. Las muertes y la impunidad, que deja pistoleros y latifundistas mandantes en libertad, demuestra la intransigencia de las clases dominantes con los problemas sociales del pueblo brasileño, y siempre se “resuelven” a través de la violencia y las muertes. La muerte de compañeros y compañeras es consecuencia de nuestra estructura injusta de la propiedad de la tierra y de la mentalidad atrasada de los latifundistas.

También muestra el carácter anti social del Estado brasileño, que no resuelve los problemas del pueblo. Tenemos un Poder Judicial que protege los ricos y desaparece en relación a los derechos de los pobres, un Poder Legislativo que tiene pendiente de aprobación, desde hace más de 10 años, un proyecto que prevé la expropiación sin indemnización de tierras de hacendados que se aprovechan del trabajo esclavo, y un Poder Ejecutivo que no tiene el coraje de cumplir la Constitución, que determina que todos los latifundios que no cumplan la función social deben ser expropiados. 

¿El presidente Lula ahora es el enemigo de la Reforma Agraria?

Nuestros enemigos son el agro negocio, las transnacionales, los bancos y el mercado financiero. Denunciamos también que los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial impiden la Reforma Agraria, dando protección al latifundio y apoyo al agro negocio. En relación al gobierno, nosotros ya entregamos una propuesta y queremos discutir un plan de medio y largo plazo para la agricultura brasileña para combatir la pobreza en el campo y hacer la reforma Agraria. Vamos a mantener nuestra autonomía y criticar la política económica, el apoyo al agro negocio y a las grandes empresas, que se hace a través de préstamos de los bancos públicos y con excepción de la tasa de exportación.

¿Cómo ve usted la izquierda brasileña?

La izquierda brasileña está pasando por un proceso pedagógico y está comprendiendo que los cambios sociales no suceden por la voluntad de un presidente, de un partido o de un gobierno, por más que éste sea nuestro amigo y que hayamos ayudado a elegir. La transformación del país ocurrirá con la movilización del pueblo brasileño alrededor de un proyecto de desarrollo nacional, que modifique la estructura de la sociedad brasileña y sustente el crecimiento de la economía, con la creación de empleos, Reforma Agraria, inversiones en los servicios públicos de educación y salud y distribución de renta y riqueza.

Los movimientos de masa de izquierda están en reflujo desde el 1989. En la década de los 80, el país vivió un periodo de ascenso de los movimientos de masas, que consiguieron imponer la democracia y apuntaron hacia cambios más profundos en la sociedad brasileña. En la década de los 90, el reflujo implicó la pérdida de fuerza del movimiento sindical, que tuvo su base social afectada por las políticas neoliberales, que causaron desempleo e informalidad.

¿Cuál es el diagnóstico que usted hace del gobierno Lula?

El pueblo votó al presidente Lula contra el neoliberalismo. No obstante, las alianzas realizadas para ganar las elecciones, generaron un gobierno de composición que incluyó como peso las fuerzas neoliberales. No hubo un reascenso del movimiento de masas en la sociedad. Aunque tengamos un gobierno más progresista que el de los tucanos, la correlación de fuerzas no se alteró en relación al modelo económico. Nuestra sociedad es muy compleja y las fuerzas del capital, aliadas al capital internacional, son muy poderosas. Los cambios en Brasil vendrán cuando el pueblo tenga más conciencia , esté más organizado y realice grandes movilizaciones de masa, como hicimos contra el régimen militar.

¿Cómo analiza esa serie de escándalos en el país?

El Estado brasileño se construyó históricamente a partir del patrimonialismo, de los intercambios de favores y de la corrupción para favorecer una burocracia unida a los empresarios. No es una novedad. Necesitamos salir de lo que es superficial y buscar la raíz de esos desvíos, que es la relación estrecha de senadores y diputados con empresarios, contratistas, banqueros y con el mercado financiero. No sirve de nada hacer una reforma política que no traiga cambios en este sistema, que tiene  Vale do Rio Doce con 47 diputados; Aracruz, 16 diputados; el banco Itaú, 27, y el Grupo Gerdau, 27. 

El problema de la democracia brasileña es más profundo de lo que aparece en los periódicos y en la televisión. Necesitamos, sí, una reforma política, pero para poner los poderes y las instituciones al servicio del pueblo, con mecanismos de participación real y de representación. La Constitución prevé en el artículo 14 la realización de plebiscitos, referéndum y consultas populares. Estamos, con otros movimientos sociales y entidades como la OAB y la CNBB, coordinados por el profesor Fábio Comparato, en una campaña en defensa de la democracia y la república.  *(Fernando Sampaio, Tribuna da Imprensa) 

¡Saludos!
Secretaría Nacional del MST

 

MST Informa – nº 138 – 30/07/2007

Campaña de solidaridad con las bibliotecas del MST: apoye la reforma agraria  ¡done libros!

Estimado amigo y amiga del MST,

Con más de dos décadas de luchas, aprendimos que es necesario romper no sólo las cercas del latifundio, sino también derrumbar las cercas que impiden el acceso al conocimiento. Con esta lección erguimos nuestras escuelas itinerantes, construimos más de 2 mil escuelas de educación básica, además de cursos de educación de jóvenes y adultos, enseñanza media y técnica. Hoy en día nos podemos sentir orgullosos de los 5 mil jóvenes que siguen cursos de graduación y post graduación gracias a diversos convenios con universidades y de los más de 17.500 adultos en proceso de alfabetización, tanto como nos enorgullecemos de los asentamientos que conquistamos.

Históricamente aprendimos también el valor de la solidaridad – en el sentido más noble – el de dar aquello que nos faltará y no aquello que nos sobra. Y sabemos que muchos de los méritos de la lucha por la Reforma Agraria vienen de esa solidaridad que recibimos de miles de amigos y amigas como tú. Así fue, por ejemplo, con la construcción de la escuela Nacional Florestan Fernandes, Guararema-SP-, símbolo del encuentro de estos dos esfuerzos, la solidaridad y nuestro deseo de aprender. Y, nuevamente, queremos realizar el encuentro de estos dos principios y valores, el estudio y la solidaridad.

De agosto a diciembre del 2007, nos movilizaremos alrededor de la CAMPAÑA DE SOLIDARIDAD CON LAS BIBLIOTECAS DEL MST: APOYE LA REFORMA AGRARIA ¡DONE LIBROS! Tenemos el privilegio de tener como colaborador el profesor Antônio Cândido, uno de los mayores y mejores intelectuales que produció Brasil en los últimos años, cuyas palabras resumen bien el espíritu de nuestra Campaña: “No tener acceso a los libros es estar privado de un alimento fundamental”.

Nuestra finalidad es construir Bibliotecas Populares en las áreas de asentamientos y acampamentos, y, ampliar el fondo de las más de 40 bibliotecas que ya existen en nuestras escuelas y centros de formación. Una Campaña sin límites, sea de cantidad o de áreas de conocimiento.

Las donaciones pueden ser de libros, mapas y audiovisuales, incluyendo películas, discos y Cds, material que será destinado a las bibliotecas que ya existen en los estados, y también, para la creación de nuevas bibliotecas comunitarias en los asentamientos y acampamentos de la Reforma Agraria.

A través del contacto con los responsables en cada estado, vamos a recibir las donaciones o retirarlas donde sea necesario. Más abajo está la lista de los responsables de la campaña y como  encontrarlos. Si usted es de un estado donde la Campaña aún no ha empezado, puede hacer su donación entrando en contacto a través del correo electrónico: campanhabiblioteca@enff.org.br, o con la Secretaría del MST en su estado.

Queremos pan. Queremos rosas. Queremos acceder a las diferentes culturas producidas por la humanidad, tan inmensa y tan contradictoria. “Queremos una vida verdadera” como ya decía el poeta. Queremos muchas bibliotecas, sean itinerantes o fijas, en todas nuestras comunidades. Estamos convencidos de que este gran esfuerzo colectivo traerá, no sólo miles de libros para nuestros jóvenes, niños, mujeres y hombres del campo, como hará posible una vida más humana, más plena y libre. Y una patria más justa y soberana. Contamos una vez más con su apoyo y solidaridad para una nueva misión noble, que será el acto de buscar alimento para el alma y la conciencia obteniendo buenos libros.

Dirección Nacional del MST
Escuela Nacional Florestan Fernandes
Instituto Nacional de Educación Josué de Castro

 

VEA QUIEN YA APOYA NUESTRA CAMPAÑA

 

–  El MST está promoviendo una campaña admirable para elevar el nivel cultural del trabajador rural brasileño. Elevar este nivel es fundamental para que pueda reivindicar sus derechos de la mejor manera posible, y para ello es indispensable que cuente con instrumentos para la instrucción, el principal de los cuales es el libro. Por eso la biblioteca de las instituciones del MST, será siempre un instrumento fundamental, y quien done libros para esta biblioteca, o para esas bibliotecas, estará contribuyendo para conseguir ese objetivo de elevar el nivel del trabajador rural brasileño. Antônio Cândido, profesor de la USP, crítico literario

 

–  Insisto en participar en este proyecto porque creo que es muy importante colaborar con esta iniciativa de donación de libros para formar bibliotecas para el Movimiento porque es aquí donde se plantan las bases para la construcción de una nueva sociedad basada en la cultura, en la educación. Y el MST es uno de los principales movimientos sociales de Brasil, y es importantísimo que haya el máximo de convenios de este tipo. Insisto en participar apelando incluso a la conciencia de las personas de la importancia de la formación de esa bibliotecas. Fred 04, compositor y vocalista del grupo Mundo Livre S/A

–  Como hemos vivido durante muchos años la problemática de la tierra, la gente siente la misión del MST como indispensable. Y quiero dar todo el respaldo posible a esta bella, necesaria campaña de donación de libros, cds, libros nuevos o viejos, discos, publicaciones. El MST quiere la tierra y también quiere la salud, la educación. Quien da un buen libro, abre una ventana al futuro. El MST ha mostrado una conciencia y una voluntad de integrar todas las reivindicaciones para que el pueblo del campo sea consciente, culto, libre, solidario. Y esta campaña será una buena ocasión. Queremos Reforma Agraria, queremos reforma educacional, queremos tierra, queremos libros. Dom Pedro Casaldáliga, Obispo Emérito MT

–  Yo fui alfabetizado a los seis años, pero a los dieciséis años aprendí a leer de verdad. Aprendí a saber que los libros eran la mayor fuente de información y que podrían cambiar mis actitudes, mis acciones. Done libros para el MST. Vale la pena. Marcelo Yuka, músico e compositor

–  Debemos hacer donaciones al MST porque los libros quieren ser leídos por los trabajadores Sem Terra y porque los trabajadores Sem Terra luchan para ser trabajadores con tierra y también con libros. Eduardo Galeano, periodista y escritor uruguayo

–  El MST puede ayudar a Brasil a alcanzar el brillante futuro que el pueblo de “el coloso del Sur” merece. Donar libros para las bibliotecas del Movimiento será una gran contribución para ayudar el  Movimiento a realizar sus importantes tareas. Noam Chomsky, lingüista de los EUA

–  Hoy más que nunca necesitamos libros, muchos libros, todos los libros que la biblioteca de la escuela ya se organizó para recibir. Contribuya para la realización de un sueño de una sociedad justa. Done libros para la Escuela Nacional. Heloísa Fernandes, socióloga de la USP y profesora

–  Yo quiero apelarles a ustedes: lectores y editores. Donen libros para las bibliotecas de los asentamientos, de los acampamentos, de las escuelas rurales, porque serán muy bien aprovechados. Son jóvenes y adultos interesados en todo tipo de literatura. Por lo tanto, no deje que su libro se adormezca en los estantes sin ser aprovechado. Done, compre, y usted que es editor, sobretodo, puede hacer una buena contribución a los militantes y participantes del MST.  Frei Beto, escritor y ex-asesor de la Presidencia de la República

–  Quiero decir a mis compañeros del MST que trabajen mucho por esta donación de libros para que se eleve el número de lectores. Quien lee no sólo sabe más, vale más como persona humana. Quien lee va a aprender las razones por las cuales está oprimido, por las cuales es un desheredado y alejado de los beneficios que la vida tiene para enaltecer la más vieja condición que es la condición humana. Es leyendo que se avanza por el camino de la vida, por el conocimiento. Vamos a plantar el camino de la esperanza a través de la lectura. Thiago de Mello, poeta

–  Estoy participando con mucho orgullo y mucho empeño en esta campaña del MST para recaudar libros. Los libros son fuentes inagotables de conocimiento, de sabiduría, y por lo tanto, de poder. Por lo tanto, si usted tiene en casa libros de los que pueda disponer, libros duplicados, libros que no va a leer más, que están parados, entre en esta campaña del MST, done sus libros, facilite la vida de quien quiere leer! Ayude al MST a formar esas lindas bibliotecas por todo Brasil. Vamos a ayudar al MST a diseminar por Brasil el hábito de la lectura: Done libros para el MST. Paulo Betty, actor

–  El libro tiene algo de inmortal y cada libro habla a todas las generaciones. Es importante que la gente del MST sean amigos de los libros. Los libros son conductores de los pueblos. Es importante que las personas que tienen libros en casa que ya leyeron, los donen, que ayuden al MST a formar bibliotecas. Por favor, si puede, haga un esfuerzo para donar libros y formar bibliotecas del MST. Leonardo Boff, escritor, teólogo y filósofo

 

 

Contactos de la Campaña de Donación de Libros:

1. São Paulo – Rosana Santos – rosanamst@yahjoo.com.br; Secretaria Estadual SP: mstsp@mst.org.br. Tel.: (11) 3663-1064 e Secretaria Nacional do MST: secgeral@mst.org.br. Tel. (11) 3361 – 3866, con Andrea Francine.

2. Rio de Janeiro – Mariana Duque – marianaduque@mst.org.br; Secretaria Estadual RJ: secretariamst.rj@gmail.com. Tel.: (21) 2240-8496.

3. Minas Gerais – Sueli Maria – sucachoeira@yahoo.com.br; Secretaria Estadual MG: mstmg@mst.org.br. Tel.: (31)3222 – 3879.

4. Rio Grande do Sul – Cedenir Engelmann – cedernire@yahoo.com.br; Secretaria Estadual RS: mstrs@mst.org.br. Tel.: (51) 3221 – 9022.

5. Paraná – Rodrigo Cordeiro ou Edilson- microbiosdomst@yahoo.com.br; Secretaria Estadual PR: mstpr@mst.org.br. Tel.: (41) 3324-7000.

6. Pernambuco – Alexsandra Rodrigues – lecamst@yahoo.com.br; Secretaria Estadual PE: mstpebr@gmail.com ou acape.pe@gmail.com. Tel.: (81) 3722- 3136.

7. Ceará – Erivando Barbosa ou Vera Lucia- erivandobarbosa@yahoo.com.br; Secretaria Estadual CE: mstce@terra.com.br. Tel.: (85) 3257-5630 ou 3472-6089.

8. Brasília – Janderson Barros- jandersonmst@yahoo.com.br; Secretaria Estadual DF: arcamst@terra.com.br. Tel.: (61) 3322- 5035.

 

Para saber más sobre la CAMPAÑA accede a nuestra página www.mst.org.br

 

Jornada de lutas da Via Campesina alcança 10 estados

As ações que integram a Jornada Nacional de Lutas da Via Campesina,
iniciada nesta segunda-feira (24), alcançaram dez estados brasileiros
nesta quarta-feira (26). Foram realizadas, hoje, quatro novas mobilizações
contra a não realização da Reforma Agrária no país.
Em São Paulo, cerca de 150 Sem Terra ocuparam pela manhã a sede da
Procuradoria Geral do Estado (PGE), em Presidente Prudente. Foram ocupadas
também as sedes da Procuradoria em São José dos Campos, Vale do Paraíba e
Ribeirão Preto, onde também foi montado um acampamento em frente à
Companhia Paulista de Força e Luz (CPFL). O MST protesta contra as taxas
abusivas cobradas pela empresa, que considera a área um imóvel urbano,
ignorando sua condição de assentamento rural.

No Paraná, cerca de 3 mil trabalhadores assentados do MST mantêm ocupação
em nove agências bancárias e vigília em frente ao prédio da Companhia
Nacional de Abastecimento (Conab), para cobrar a renegociação de dividas
do Programa Nacional de Fortalecimento da Agricultura Familiar (Pronaf),
infra-estrutura aos assentamentos, um programa para construção de
agroindústrias e assistência técnica às famílias assentadas. As agências
com mobilizações ficam em Manuel Ribas, Pitanga, Bituruna, Querência do
Norte, Santa Cruz do Monte Castelo, Londrina, Piabiru, Santa Cecília do
Pavão.
Na Bahia, 700 famílias ocuparam durante a madrugada uma Fazenda em Iuiu,
região oeste do estado. A área pertence ao ex-governador Nilo Coelho, tem
mais de 8 mil hectares e é improdutiva.

Também nesta madrugada, 70 famílias do MST ocuparam a Fazenda da Gurita,
no município de Nova União, em Minas Gerais. A fazenda tem cerca de 300
hectares é improdutiva. Além de exigir maior compromisso e agilidade do
governo com as famílias acampadas e assentadas, os trabalhadores querem
que o Incra realize as vistorias nas fazendas da região, com finalidade de
desapropriação das terras improdutivas no estado.

Ontem (25), Dia do Trabalhador Rural,  camponeses de Alagoas, Rio Grande
do Norte, Pernambuco, Sergipe, Rio de Janeiro e Rio Grande do Sul também
promoveram mobilizações exigindo o assentamento de 150 mil famílias
acampadas em todo o Brasil e infra-estrutura para os assentamentos, como
crédito para habitação, produção, assistência técnica, educação e saúde.

Revista Sem Terra

Em parceria com a Revista Sem Terra, publicação bimestral do MST, a Expressão Popular disponibiliza a venda avulsa e a promoção de assinatura anual e bianual da revista. Esta edição traz uma entrevista com o pesquisador chileno e ex-ministro da agricultura do governo de Salvador Allende, Jacques Chonchol, sobre o papel da reforma agrária na transformação social.

O artigo “Por que ser marxista hoje?” é uma grande contribuição do filósofo espanhol e professor emérito da Universidade Nacional Autônoma do México, Adolpho Sánchez Vasquez.
Neste mês de julho, em que se comemora o início da Revolução Cubana, outro destaque é o artigo “Cuba: A Revolução da Esperança” do sociólogo e também professor da UNAM, Pablo González Casanova. Além disso, a revista conta com uma matéria da redação sobre o 5º Congresso Nacional do MST, e muita cultura, política, mundo, movimentos sociais e humor.

 ssinatura anual R$ 42,00 (6 edições + 2 grátis)
Assinatura bianual: R$ 77,00 (12 edições + 3 grátis + 1 livro da Editora Expressão Popular)

PEDIDOS de assinatura:
vendas@expressaopopular.com.br
telefones (11) 3105 9500/ 3112 0941

Leia a matéria sobre a transposição do Rio São Francisco na íntegra: http://www.mst.org.br/revista.php?ed=47

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Revista Sem Terra
ISBN: 1516-0629-40
Número de páginas: 62
Preço: R$ 7,00