Margarita Aguinaga Socióloga, parte del equipo IEE y feminista parte de la Asamblea de Mujeres Populares y Diversas del Ecuador AMPDE.
a.- Es cierto la crisis del capitalismo neoliberal está presente y cuenta con su fuerza, sin embargo, luego de la visita a la Cumbre de los Pueblos en Rio de Janeiro, hacia tiempos no había visto al capitalismo tan vigoroso y fuerte, pero claro no hablo del capitalismo en crisis -el neoliberal, sino del capitalismo verde. Además miro con un especie de pesadumbre, que Brasil y su Presidenta Dilma, han logrado que este catalogado sub- imperialismo, ya no tenga solo un rostro de subimperialista sino que realmente hayan encendido junto con China, los países del Bric y ahora también en acuerdo con varios países del norte, lo que yo denominaría la primera fase del capitalismo verde global. Pienso que se ha iniciado otra fase de la globalización capitalista, ahora “verde”.
Quien piense que la Cumbre de Rio fue solo el encuentro entorno a acuerdos internacionales entre países emergentes y países europeos con economías en crisis, no está equivocado, pero no muestra toda la verdad. Hacia tiempos no había visto que a un gobierno del sur, aunque me lo habían dicho, lograr acuerdos de esta dimensión con otros del mundo en torno al tema de los recursos naturales y las problemáticas ecológicas, dado que quien realizaba ese papel ha sido, al menos desde hace más de veinte años E.U, Japón y otros afines, el impacto fue peculiar. Y con ninguna resistencia de gobiernos progresistas que antes habían presentado una esporádica resistencia.
El estado brasileño ha logrado un concierto de acuerdos entre los gobiernos de A.L, de Oriente y de Europa, pero no solo entorno a la economía verde, o acuerdos comerciales internacionales frente a la oferta y a demanda, el paso vital ha sido el paso hacia el Capitalismo verde, este es el nombre exacto que tiene el modelo que Rio + 20 ha logrado colocar como la orientación hacia donde debe ir “el desarrollo” y la humanidad. El subimperialismo va tomando una forma de imperialismo que va más allá de cumplir un papel solamente ideológico, como otros ya han dicho.
Quien siga pensando que el acuerdo oficial es algo distinto a esto porque tiene muchas veces la frase de sostenible, está en un error.
Sostenibilidad + economía verde + extractivismo, es Capitalismos Verde.
b.- Esto me ha llevado a pensar si esto quiere decir que el giro hacia una derechización de A.L se ha consumado?, y si a vista y paciencia de nuestros ojos, a veces confundidos y otras veces entreclaros, entre tanto discurso socialdemócrata y “progresista” ha ocurrido. Es cierto, e incluso siento que nuestros análisis son todavía un tanto complacientes con estos resultados y con una remembranza que ya no se ajusta a la realidad.
Una derechización que muestra una lógica común al menos entre los Estados de A.L, algunos como Venezuela, Bolivia y alguna vez Ecuador, habían mostrado cierta resistencia a posiciones provenientes del MercoSur, sin embargo, en esta ocasión casi no existieron voces disonantes con los acuerdos oficiales de Rio + 20. Hablar de los derechos de la Naturaleza y firmar este acuerdo, ha sido un grave error de los gobiernos latinoamericanos. Han dejado las puertas y las ventanas abiertas al capitalismo verde.
Aunque no es el tema del escrito presente, la derechización es más que preocupante, pues, acaban de sacar a Lugo del Poder y en Bolivia hay conflictos en torno al Estado. Quiero decir que hacía tiempo, cada vez me sorprende menos, que la hegemonía A.L, con sus dos rostros, el conservador y con el socialdemócrata o social liberal –hegemónico, para usar un término tal vez más propicio, se lleven tan bien.
¡¿Deberíamos, acaso, sorprendernos, que ocurran cosas como la que ha ocurrido con Lugo, luego de una Cumbre como la de Rio + 20?. Al contrario, tiene demasiado lógica y mucha interrelación. Cumbres de esta naturaleza, azuzan a que pasen cosas como estas. Así como que si bien existen contradicciones y Brasil no está de acuerdo con grupos conservadores, las políticas de estos gobiernos dan espacio al renacimiento de estos mismos grupos.
Aquel escenario de inicios del 2000 de crisis convulsionada en A.L, entre clases dominantes y pueblos subalternos y movilizados, ha cambiado sustancialmente de rostros. Ahora más bien siento, veo, noto que la disputa del poder está pasando muy sobre nosotros, por sobre los movimientos sociales y que los pactos por el capitalismo verde, se disputan el escenario entre las fracciones de clase neoliberales y conservadoras en “crisis” y, los que ahora hablan de economía verde reforzados de “sostenibilidad”.
c.- Y el capitalismo Verde?, buena pregunta y qué es el Capitalismo Verde?. Aun sin una mayor profundización, es evidente que la declaratoria de Rio + 20, muestra que el Capitalismo verde, por ahora tiene ciertas características peculiares que se van acomodando como premisas globales, no solo nacionales ni regionales:
1.- Goza de un discurso lleno de retórica progresista que ha incluido términos como “erradicación de la pobreza, desarrollo sostenible (no he contado, pero es la primera vez que veo un documento que repite tantas veces esta palabra como un ejercicio de reafirmación ideológica y de envolvimiento a todo aquel que tiene buenas intenciones políticas), salud reproductiva, defensa de la naturaleza, etc. No hace falta decir que el gobierno brasileño invirtió en la Cumbre Oficial y en la Cumbre de los Pueblos.
2.- El capitalismo verde, es atractivo, porque incorpora elementos de la subjetividad de las luchas como discursos prometedores.
3.- Es increíble observar como la inclusión de la categoría diversas, diversidad, es un arma que desarma centralmente a la conciencia organizada. Es decir, es evidente que el capitalismo verde no es solo un proceso de cooptación ideológica, sino que incluye a actores sociales de los movimientos sociales, así estos no hayan participado en la cumbre oficial. Porque hace que el Estado represente sus intereses y que muestre que representa una diversidad política de intereses, no solo crea la ilusión del ofrecimiento y pervierte las categorías propias de los procesos de emancipatorios, sino que construye la representación política, reconociendo identidades culturales, sexuales, ecológicas, de clase, etc. las reordena, las moviliza y las subordina.
4.- Entonces la otra característica del Capitalismo Verde, ahora en Rio+20, es un paso hacia el avance del Estado como acuerdo global, como motor, no solo nacional de política sino el motor de la globalización “verde”, que difunden esa ideología y esa representación política, peleando otra universalización, como parte de la reconstrucción de una hegemonía que no muestra sino fortalezas.
Nuevamente es evidente que el Estado brasileño ha jugado un factor de unidad política ideológica entre los países capitalistas, y con gran astucia ha colocado como sombra de árbol frondoso al desarrollo sostenible bien juntito a la economía verde como parte del pacto capitalista múltiple. Si, lo venía haciendo, pero esta vez ha dado un paso sustancial, casi ningún estado se ha opuesto a firmar este acuerdo, y por más que algunos como Bolivia hayan mostrado una “especie de autonomía” para aplicar los acuerdos a su manera, el contenido de fondo los representa, sea que lo hagan a la Boliviana, a la ecuatoriana o lo chino mandarino. Y ello muestra un avance en el desenvolvimiento del dominio cultural, bajo otra dirección, que no excluye a los E.U, aunque le hagan los feos.
Vuelvo a insistir que hacia tiempos no había visto un eje capitalista como un polo que goce de tanta vigorosidad, respeto y apoyo internacional, inclusive de los E.U. Allí es preciso que se nos caiga la cortina y veamos des-carnizadamente la realidad y el retroceso que existe en A.L.
6.- La economía Verde, es uno de los objetivos del capitalismo verde, pero no es su único objetivo, sin embargo, economía verde es como decir extractivismo + reparación. En tal caso el paso del Rio + 20, ha sido juntar las aspiraciones diversas de explotación de los recursos naturales, dando un cuerpo de demandas articuladas que no buscan como finalidad solo el extractivimo, sino un modelo de acumulación capitalista aplicable en cualquier parte del planeta, financiado por los estados o la cooperación Internacional.
7.- El capitalismo verde contiene una dimensión cultural muy peligrosa, es decir, no desactiva a la fuerza política de los actores movilizados, entre ellos movimientos sociales o capas de movimientos sociales, sino que los incorpora desde la calle, desde la asamblea y desde la acción política. Es decir, mantiene un sujeto político subordinado, pero político, activo, porque no solo le resulta manejable sino le permite llevar su proyecto a saludable opción.
A nivel global la transición de la que se hablaba y que se había abierto en pro o en esperanza de que pasaríamos del neoliberalismo a un proceso de transición al socialismo, no es cierta, desde estos gobiernos hasta ahora no ha sido cierta, se ha concretado una transición capitalista hacia otra. Sin alguna transición va colocando el orden del día, es la primera fase de crecimiento del capitalismo verde, no solo de la economía verde y a logrado el paso vital que es darle una frescura y una legitimidad importante hacia su mundialización económica, política y cultural, que aún no es completa, aún hay muchos conflictos internacionales por resolverse entre los grandes grupos y tendencias del capital, sin embargo la forma global del capitalismos verde están en marcha.
Por lo pronto crisis neoliberal y capitalismo verde van a compartir el mundo, en medio de sus contradicciones, se producirán tensiones fuertes y disputas de poder reales, no olvidemos que luego de Rio+20 ha ocurrido la destitución antidemocrática y autoritaria sobre el gobierno paraguayo y Lugo ha dimitido. Pero es una disputa de poder, orientada hacia un mismo sentido, copar lo público y lo privado de la lógica capitalista, en sus diversas formas. Se mantiene y se mantendrán fuertes tensiones con aquellos que globalmente representan el neoliberalismo en crisis, sin embargo, y aunque la transición global entre formas de acumulación de capital no están definidas ya, el dominio del capital mantiene una universalidad consentida a partir de lo “verde”. La OMC, tal vez ya no es el espacio de los acuerdos como antes, pero las cumbres y los temas verdes, la sostenibilidad, si.
d.- Rio +20 también muestra las contradicciones del capitalismo verde emergente con las resistencias de los pueblos.
Como tantos otros y otras, pienso que es mejor subvertir y no aceptar engaños, al menos tratar de no ser parte de ellos.
Es decir, era extraña la sensación que tenía cuando salimos a la movilización de la Cumbre de los Pueblos, por un lado se notaba, que los movimientos sociales tuvieron que dar un salto, criticar y responsabilizar al capitalismo verde como la causa de las desigualdades y los desastres ecológicos y el hambre de grandes sectores de la población. No se cuestionaba al extractivismo, sino a este como su forma capitalista verde. Este es un avance sustancial porque junta no solo las luchas en contra de la minería sino abre a la posibilidad de la junta de todos los sectores afectados por la economía capitalista, sea la forma que tome en el sur, en el norte, en el este y en el oeste del planeta.
La declaratoria de la Cúpula de los Pueblos, si bien fue concertada antes y ello se criticaba, no es menos cierto que fue producto de una lucha política por denominar con claridad el modelo de desarrollo, por no hablarlo solo en su cara extractivista o destructivo ecológica, o económica, sino develar su totalidad. Supongo por eso había helicópteros militares brasileños todo el tiempo sobre la Cumbre de los pueblos, aún hay temor de que de los mismos movimientos sociales existan respuestas anti-sistémicas.
Luego, este pasó producto de las condiciones de la lucha política de las organizaciones sociales, muestra que aun y con toda la forma global del capitalismo verde, los impactos sobre los pueblos están y son visibles. Los pueblos están reaccionando, casi inmediatamente porque los impactos afectan la vida misma.
En Rio + 20, los movimientos sociales logran acuerdos político, como la Soberanía Alimentaria, la lucha en contra de la minería y el extractivismo, la denuncia en contra del patriarcado y los racimos, etc. Muestran la emergencia de la lucha y la resistencia en contra del Capitalismo verde, los pueblos del mundo también emergen en la lucha en contra de esta otra forma de acumulación de capital y lo hacen desde una perspectiva que va más allá de lo nacional, pero siguen teniendo mucho sentido local.
Al mismo tiempo, es importante que en los países del norte la consigna central sea la lucha en contra del neoliberalismo.
Sin embargo hay dos aspectos que me han generado una serie de cuidados. Por un lado, me parece que dentro de los movimientos sociales había una mutua conveniencia en el evento de movilización y en la Cumbre de los pueblos, por un lado, si es cierto que existe una tendencia que exige una serie de cambios e incluso reflexiona los impactos del capitalismo verde sobre los cuerpos de las mujeres, sobre los territorios, y la sobreexplotación de los recursos naturales, pero ubicando la necesidad de transgredir esta forma del capitalismo, sin delimitarse a la remediación como finalidad. Mientras otros sectores de los movimientos sociales cuestionaban a la economía verde e incluso al capitalismo verde, como una forma de exigir la redistribución social de las ganancias como finalidad. Exigiendo que el crecimiento y el productivismo se comparta entre ricos y pobres, sin un necesario cambio de relaciones de poder, pero apoyando la remediación como un máximo horizonte.
Desde esta segunda perspectiva, la movilización y la Cumbre de los Pueblos, le ha sido conveniente a todo el mundo, pero sobre todo al gobierno de Dilma, quien sostenía que la declaratoria debía ir más allá y no solo incorporar economía verde, y lograr presionar a los gobiernos a firmar el acuerdo oficial. El paso dado por el gobierno brasileño ha sido clave, ha dicho “vamos más allá”, por qué conformarnos con economía verde si podemos dar un paso al capitalismo verde. Allí es donde me complica lo vivido.
Allí es donde la lucha social que también estuvo presente entremezclada entre estos intereses, pero necesita ser impulsada, decantada y repensada. Repensados los movimientos sociales, repensada la autonomía, repensada la movilización y repensado el Foro Social Mundial. Esta es la perla con la que regreso de la Cumbre de los pueblos y seguro otros más se han ido llevando a sus luchas, aquella necesaria capacidad que hay que volver a reconstruir y que existe y que está germinando otra vez, pero que necesita recrearse y repensar globalmente el mundo y el planeta, desde lo local como un problema político y la lucha por otro mundo posible.
Me ha llamado la atención que este espacio no haya tenido mayor vinculación con las luchas de los pueblos europeos, cuando allí hay un momento de efervescencia política, aún en medio de sus dificultades políticas y de condiciones de vida.
Y me ha seguido llamando la atención la cantidad de voces que existen en el mundo pero como las y los empobrecidos del mundo, también nos parecemos tanto en realidades, sectores indígenas, campesinos, de mujeres, jóvenes, pescadores de varias zonas del mundo, manglareros, ongs, etc., debatiendo la soberanía alimentaria, el ecosocialismo vs la sostenibilidad, el decrecimiento, el Buen Vivir, la lucha en contra del patriarcado, etc. y tenemos también demandas vitales sumamente sentidas: la redistribución, para unos sostenible, para otros como cuestionamiento al monopolio y a la concentración de la riqueza de los poderosos; la defensa de los territorios, de los pueblos indígenas, el reconocimiento en sus luchas y la solidaridad en torno a la defensa de los recursos naturales, y la lucha por incorporar las problemáticas de clase, étnicas y antipatriarcales en la lucha en contra del capitalismo verde.
Finalmente el rostro de las mujeres, trabajadoras, ecologistas, feministas y sobre todo de las mujeres rurales, han sido protagonistas de momentos de reflexión y de lucha, como otras, pero ha sido muy esperanzador. Es como si en el fondo aun sabiendo que nos cruzan estas opciones no muy claras, una crisis política de la resistencia social, o tal vez si, entre la redistribución social como finalidad y la crítica al capitalismo verde, acompañan con tanta fuerza, la crítica al patriarcado, exigen derechos sexuales y reproductivos, economía del cuidado, igual salario igual trabajo, y cuestionamientos al racismo, reforma agraria, otro mundo posible. También aquí está metido el conflicto de qué hacer en contra de los estados, pero también hay interpelación de lo que ha ocurrido con el avance del capitalismo verde. Es multitudinaria su presencia social, no solo sus rostros y no solo las define la diversidad, sino que muestra que el campo social y los movimientos sociales si están en disputa, este el real campo en disputa con estos estados de A.L, no los gobiernos que nos han defraudado otra vez, allí hay organizaciones que desde dentro de los movimientos sociales, están dando la batalla en muchas partes del mundo y es una lucha central en la que ganar la fuerza social es políticamente fundamental y es la fuerza en la que debemos gastar nuestro mayor empeño, abiertos a la forma que pudiera asumirse, sea movimiento social independiente u otras formas de expresión a crearse, allí es donde hay que abrir en lo local, en lo nacional y en lo global, nuevamente la llaga del capitalismo en cualquiera de sus versiones.
