Nuestra jornada de lucha está dedicada a la memoria de los 21 compañeros asesinados (19 murieron en el lugar de los hechos) en la Masacre del Eldorado de Carajás, durante la operación de la Policía Militar, en el municipio de Eldorado de Carajás, en Pará, el día 17 de abril de 1996, que se convirtió oficialmente en el Día Nacional de la Lucha por la Reforma Agraria. Pasados 16 años de la masacre que tuvo repercusión internacional, nadie fue a prisión y el país aún no resolvió sus problemas de pobreza en el campo, ni acabó con el latifundio, que continua promoviendo diversos actos de violencia.
REFORMA AGRÁRIA PARADA Y RECORTADA
Nuestras ocupaciones, protestas y manifestaciones tienen como objetivo denunciar que la Reforma Agraria está parada con la disminución de las políticas de expropiaciones de tierras. El primer año de gobierno Dilma fue el peor en relación a la creación de asentamientos de los últimos 16 años (sólo 7 mil familias del MST fueron asentadas). Ahora en abril, el Ministerio de Planejamento recortó un 70% el presupuesto del Incra. Este recurso sólo sirve para pagar los salarios de los funcionarios. Se recortaron los recursos para la obtención de tierras, instalación de asentamientos, para el desarrollo de la agricultura familiar y la educación del campo. Con todo esto, la tendencia es que el gobierno repita la situación lamentable del año pasado.
COMPROMISOS NO CUMPLIDOS POR EL GOBIERNO
Pedimos que el gobierno federal cumpla los compromisos asumidos con el MST en agosto de 2011, a través del ministro Gilberto Carvalho, que aún no se cumplieron:
1-Exigimos un plan de emergencia del gobierno federal para el asentamiento de las más de 186 mil familias acampadas hasta el final de este año. Tenemos familias acampadas hace más de cinco años, viviendo en situaciones bastante difíciles en el arcén de las carreteras y en áreas ocupadas, que son víctimas de la violencia del latifundio y del negocio agroalimentario.
2- Necesitamos un programa de desarrollo de los asentamientos, con inversiones públicas, crédito agrícola, vivienda rural, educación y salud. Nuestros asentados también pasan por una situación bastante difícil, con la falta de inversión pública para el crédito rural e infraestructuras en áreas de reforma agraria, como casa, alcantarillado, escuela y hospital.
3- Necesitamos un nuevo tipo de crédito rural que no endeude aún más a los pequeños agricultores. El modelo Pronaf no atiende al público de la reforma agraria, pues el volumen de recursos no llega a todos los sectores.
4- Necesitamos también medidas para garantizar la educación en los asentamientos, con la construcción de escuelas (en todos los niveles, desde infantil pasando por el fundamental hasta el medio), un programa que combata el analfabetismo y políticas para la formación de profesores en el medio rural.
PROGRAMA DE INDUSTRIAS AGROALIMENTARIAS Y PRODUCCIÓN DE ALIMENTOS
Necesitamos fortalecer los asentamientos con la implantación de un programa de industrias agroalimentarias para producir y beneficiar los alimentos. Con la industrialización de los alimentos la producción gana valor añadido, elevando la renta de las familias. La creación de estas industrias creará una cadena productiva para generar empleos en el campo. Hay un gran potencial de creación de puestos de trabajo, pero nuestros asentados pasan por una situación bastante difícil, con la falta de inversiones públicas para el crédito rural e infraestructuras en las áreas de reforma agraria, como casa, alcantarillado, escuela y hospital.
COMBATE A LA POBREZA
Un documento de la Investigación Nacional por Muestra de Domicilios (Pnad) apunta que la inseguridad alimentar es mayor en el área rural que en la urbana. Mientras 6,2% y el 4,6% de los domicilios en el área urbana presentaban niveles moderados y graves de inseguridad alimentaria, respectivamente, en el área rural las proporciones fueron del 8,6% y 7%. La presidenta Dilma tomo el compromiso de acabar con la pobreza en su gobierno. Sólo es posible acabar con la pobreza con la realización de la Reforma Agraria y políticas para el desarrollo en los asentamientos. La Reforma Agraria, junto con un programa de agro-industrializaçión de la producción, es la respuesta para afrontar la pobreza, porque genera renta, crea empleos y aumenta la producción de alimentos.
CONTRA EL USO DE LOS AGROTÓXICOS
Brasil es el mayor consumidor de agrotóxicos del mundo desde 2009. Más de un billón de litros de venenos fueron esparcidos por los cultivos, de acuerdo con datos oficiales. Los agrotóxicos contaminan la producción de los alimentos que comemos y el agua (de los ríos, lagos, lluvias y los pozos freáticos) que bebemos. Pero los venenos no están sólo en nuestro plato. Todo el ambiente, los animales y nosotros, los seres humanos, estamos amenazados. Los agrotóxicos causan: cáncer, problemas hormonales, problemas neurológicos, mala formación del feto, depresión, enfermedades de piel, problemas de riñón, diarrea, vómitos, desmayo, dolor de cabeza, problemas reproductivos, contaminación de la leche materna.
NUEVO MODELO AGRíCOLA
Necesitamos de una nueva matriz de producción agrícola. El modelo del agronegocio se sostiene en el latifundio, en la mecanización voraz, en la expulsión de las familias del campo y en el uso exagerado de agrotóxicos. Queremos la prohibición del uso de los venenos. En el lugar de los latifundios, defendemos pequeñas y medias propiedades y Reforma Agraria. Somos favorables a la “Desforestación cero”, que acabe con la devastación del ambiente. En vez de la expulsión del campo, políticas para generación de trabajo y renta para la población del medio rural. En el lugar de las empresas transnacionales, la organización de cooperativas de agricultores y agroindustrias para producir en escala y beneficiar los alimentos. Nuevas tecnologías que cooperen con los trabajadores y acaben con la utilización de agrotóxicos. Así será posible una forma diferente de producir: la agroecologia.
CÓDIGO FORESTAL – !VETALO DILMA!
El agronegocio deteriora el ambiente con los monocultivos, tales como soja, eucalipto, caña de azúcar y agricultura intensiva. Por eso, presiona para cambiar el Código Forestal, para ampliar la frontera agrícola y para desmantelar áreas de preservación ambiental. El agronegocio y las empresas extranjeras quiere acabar con ese legislación progresista, que obliga a que todas las propiedades preserven un porcentaje del área verde (80% en la Amazonia, 40% en el Cerrado y 20% en el general). La preservación de la naturaleza es fundamental para el desarrollo de Brasil, para enfrentar el calentamiento global y evitar los desastres naturales que están repitiéndose todos los años. Por eso, estamos haciendo una campaña junto con otros movimientos campesinos, ambientalistas, juristas y con la Iglesia para que la presidenta Dilma vete el proyecto de la bancada ruralista que altera el Código Forestal.
Secretaría Nacional del MST
