Mientras siga habiendo tierra sin gente y gente sin tierra, continuará la lucha por la reforma agra

Durante el XIII Encuentro de Comités de Amigos y Amigas del MST- Brasil
celebrado en Alicante, Janaina Stronzake (MST- Brasil) estremeció a todas las
asistentes con sus relatos y vivencias. Una bocanada de aire esperanzador
que dejó grabado en todas las gentes sus gritos de “¡Globalicemos la lucha!
¡Globalicemos la esperanza!”.
Entrevista a Janaina Stronzake – MST Brasil (Alicante, 28-05-2011)

¿Cómo llegó el MST a su vida?
Mi familia y yo fuimos expulsados de la tierra por la Revolución Verde, por las deudas con el
banco y por haber empezado a trabajar la tierra en el paquete tecnológico de los años 60. En la écada de los 70, apenas yo había nacido, perdimos nuestra tierra y fuimos a la ciudad.
Aquí mi mamá era militante de las comunidades eclesiásticas de base, ligadas a la teología de la iberación, por lo que empezamos a conocer los movimientos de
ocupación que había en Brasil antes del año 84. Así, con la influencia de mi mamá, mi papá
empieza a participar y descubrir este movimiento y reivindicar la reforma agraria. Al final, en 1984, gracias al congreso nacional de fundación del MST que se celebró cerca de mi ciudad, pudimos involucrarnos, y al año siguiente papá, mamá y mis ocho hermanos acampamos. Desde entonces unca hemos salido de la lucha.

– ¿Qué ha significado el MST en su
vida?

La construcción de la vida humana desde la esencia de la propia vida humana. De la posibilidad de desarrollar unas capacidades mínimas de ser personas. Personas
que pueden contribuir y ayudar a construir el mundo, porque uno de
los aspectos del capitalismo y patriarcado que más me enfurece es cuando quitan a los niños y niñas su derecho a desarrollarse, de estudiar, viajar, de conocer culturas,músicas, arte, nuevas lenguas, etc.; y dentro del MST hemos logrado hacerlo. Yo y mis hermanos tenemos una carrera que para el campesinado brasileño es un sueño prácticamente imposible, era un
sueño imposible hasta que nos organizamos dentro del movimiento colectivo. Haber podido estudiar, viajar y conocer se lo debo al MST. También el sentirme capaz de hacer acciones para ayudar a las personas. Es una alegría indescriptible.

 – ¿Qué significa para el MST Brasil el apoyo de los Comités de Amigos y Amigas?
Son fundamentales. Yo recuerdo que ha habido momentos como por ejemplo en la masacre contra las mujeres en 2008, cuando la policía nos atacó por ocupar una hacienda de eucalipto con más de 80 mujeres heridas y 900 detenidas, en los que con frío y hambre nos reconfortaba saber que había mucha gente en todo el mundo que nos apoyaba. Sabemos que
había gente que se solidariza con nuestra causa. Los comités de apoyo, además de que puedan aportar materiales conómicos para contribuir con la lucha campesina, nos da
solidaridad espiritual y mística. Son na fuente de ánimo y fuerza para seguir.

– Hablando de la lucha de las mujeres dentro del MST, ¿cuál es el papel de la campesina dentro del movimiento?
Históricamente las mujeres han tenido un papel fundamental de recolección y mejora de las
semillas, de la selección natural de especies, de cuidar de la salud y la alimentación, etc.; pero dentro del MST empezamos a descubrir un papel que va más allá de ser cuidadoras. Un papel de liderazgo dentro de la lucha política. Conseguimos salir de la cocina para participar en las cooperativas, en la producción, en la lucha contra las transnacionales y para jugar un papel de líderes efectivos en un movimiento político de masas. Sin mujeres la lucha va por la mitad. Hay que sacar a las mujeres de sus casas para combatir el capitalismo y el patriarcado.

– ¿Cuál es la situación actual del MST a nivel social, económico y político?
A día de hoy atravesamos algunos retos. En Brasil se dice que se intenta construir un estado de bienestar social pero se intenta desmantelar los movimientos sociales, incluyendo al MST. Para ello se dice que la gente ya no quiere movilizarse y que muchos movimientos son
violentos. Nos enfrentamos a una burguesía aliada con las transnacionales que tienen muchas
armas y maneras de combatir el MST con el poder económico, público, la prensa, policía, grupos paramilitares, entre otras; pero las familias siguen exigiendo reformaagraria y hay tierras para ser distribuidas. Mientras siga habiendo tierra sin gente, y gente sin tierra,
continuará la lucha por la reforma agraria.

– Defina en unas pocas palabras la esencia del MST.
Ocupar, resistir y producir.

– Brasil está actualmente de moda como un país emergente, ¿pero cuál es la realidad del país al margen de esa imagen que mediáticamente nos transmiten?
La realidad es que las desigualdades del país son muy grandes, aunque es cierto que
mucha gente que antes pasaba hambre hoy tiene unos mínimos de alimentación, pero la desigualdad entre ricos y pobres es cada vez mayor. Además, la banca
transnacional y las grandes empresas nunca han tenido tantos beneficios como en estos
momentos por la liberalización de las semillas transgénicas. Brasil, aunque aparezca como un país con una fuerte presencia, sigue sumiso a los intereses de los grupos económicos transnacionales (del gran capital).

– En la charla ofrecida durante el encuentro de comités, apuntabas que hay una solución basada en la formación y la cultura, ¿cuáles son estas metas?
Como apuntó el cubano José Martí: “un pueblo que no es culto no puede ser libre, para ser libre hay que ser culto”. Culto para conocer y valorar las culturas de todos los pueblos y en este caso nuestra cultura campesina. Pero no tratada con una imagen de personas que trabajan mucho, sufren mucho, son ignorantes, sino que la cultura puede llevar al uso de tecnologías que mejoren la vida de las personas, pero llegan de la mano de los estudios. Hay que conquistar las universidades, construir el saber desde dentro y fuera de las
universidades. Construir la universidad popular. Para nosotros, cuanto más nos formamos más
capacidad tenemos para saber cuál es la realidad, cómo actuar y saber dónde está el combate
principal.

– ¿Cómo ve Europa?
Preocupada. Se siente una ola  neonazista con todo este debate del rechazo de los  inmigrantes y del cierre de fronteras. Se siente una ola de fuerza de la más extrema derecha, pero también se siente que la gente comienza a reaccionar por lo que me pregunto si el estado de bienestar ha servido para amortiguar a la gente o no. En este momento cuando los  derechos mpiezan a perderse parece que la gente se echa a la calle, aunque falta un poco de claridad de rumbo y de una mayor unidad.

¡¡GRACIAS COMPAÑERA!!

Alicante, 28 de mayo de 2011

 

 

13-06-2011

Entrevista a la dirigente del MST brasieño, Janaina Stronzake

“El gran capital transnacional está detrás de los cambios en el Código Forestal de Brasil”

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=130342


Desde que su familia perdió la pequeña finca en la que vivía a finales de los 70, Janaina Stronzake ha crecido en las movilizaciones por la ocupación de tierras y las luchas campesinas. Actualmente forma parte de la Coordinadora Nacional del Movimiento de los Sin Tierra (MST) brasileño, donde desempeña responsabilidades en materia de formación, genero y cultura. Según la dirigente de la MST, que estuvo recientemente en Valencia para participar en el I Seminario contra el expolio de los pueblos, “el gran capital transnacional de sectores como el agronegocio, la banca o los fabricantes de armas se encuentran detrás de la reforma del Código Forestal brasileño”.

-El Congreso acaba de aprobar el cambio del Código Forestal, después de 45 años y en un contexto de creciente deforestación de la Amazonia. ¿Cómo valoras esta reforma y el conflicto que se plantea aparentemente entre agricultura y protección de los bosques?
Lo que hay realmente en el fondo de esta reforma es un modelo de agronegocio depredador de bosques, culturas, personas y pueblos, que exige beneficios enormes y a corto plazo, aunque para ello tenga que acabar con la naturaleza y las/los que viven en ella. La agricultura practicada por los campesinos, las formas de vida de los pueblos indígenas y la supervivencia de las comunidades que viven décadas en los bosques dependen del equilibrio y la salud de la naturaleza. Si finalmente la presidenta y el Senado aprueban el Código Forestal, supondrá un franco retroceso para todos.
-¿Cuál es la posición del MST y Vía Campesina ante el nuevo Código?
Entendemos que la propuesta atiende a los intereses de las empresas transnacionales y de los terratenientes, y va en contra del bienestar de la población de Latinoamérica y del mundo pues la depredación de los ecosistemas tiene un impacto global. A los que participamos en las luchas, campesinos y campesinas, indígenas, aquéllos que viven de la recolección o de la pesca a pequeña escala aspiramos a mantener la superficie forestal y los ecosistemas pues nuestra vida depende del equilibrio ambiental.
-El nuevo Código Forestal incluye una amnistía para propietarios que ocupan tierras ilegalmente en la actualidad
La amnistía para los acaparadores de tierra es un vergüenza pues se beneficia directamente a los terratenientes, es decir, aquéllos que tienen poder económico y paramilitar para desplazar a las comunidades que ocupaban las tierras anteriormente. Tal como ha sido aprobado el Código por la Cámara de diputados, se absuelve a los que han cometido delitos de deforestación y, por otra parte, disminuyen las exigencias para la preservación de los bosques autóctonos.
-¿Quién se encuentra detrás de estas reformas?
Sin duda, el capital transnacional. Las grandes empresas, como Monsanto, Bunge, Nestle, Cargill y ADM, entre otras. La reforma beneficia a empresas que se dedican a sectores muy diferentes, como el agronegocio, la banca o los fabricantes de armas. Se trata de cambios que insisten en el principio de mercantilizar cada vez más la naturaleza y esto es algo que interesa al capital en su conjunto. Contra estos intereses, hemos de alzarnos las personas que en el mundo pretendemos comer alimentos sanos, beber agua limpia y respirar.
El pasado 1 de junio el gobierno brasileño dio el visto bueno a la Macropresa de Belo Monte en plena Amazonia. ¿Qué alcance tiene esta actuación y cuáles serán sus principales repercusiones?
La infraestructura de Belo Monte es parte de una serie de inversiones capitaneadas por EEUU y otros gobiernos, cuyos beneficiarios son en todo caso las empresas transnacionales. Esta macropresa en concreto, y otras más, van inundar extensas áreas de Amazonia donde viven poblaciones autóctonas que serán forzadas a desplazarse. La pregunta es, en plena crisis, ¿Dónde van estas personas? ¿Cómo van a conservar su cultura y su identidad? ¿Quién consumirá la energía generada en estas presas? ¿Qué ocurrirá con los bosques, las miles de hectáreas que quedarán sumergidos en las aguas de la presa? Y otro problema muy importante, el impacto sobre la biodiversidad.
-Entretanto, continúa la represión contra las organizaciones sociales que se enfrentan a este modelo de desarrollo, el último caso, el asesinato de dos sindicalistas campesinos en El Pará. ¿En qué clima actúa el movimiento de oposición al neoliberalismo?
El capital tiene dinero, tiene armas, tiene prensa, tiene puestos en la judicatura y asientos en el congreso. El día que asesinaron a la pareja de campesinos, en Pará, la bancada ruralista en el parlamento abucheó al oír el informe del asesinato, que se cometió unas horas antes. Una actitud totalmente indecente. Una semana después, otro campesino fue asesinado. El listado de personas amenazadas es largo, casi todas y todos sindicalistas, del MST o indígenas. El capital, en definitiva, sigue usando las mismas armas de siempre: cooptación, deslegitimación, criminalización, amenazas, torturas y asesinatos.
-¿Qué relaciones mantiene, en términos generales, el MST con el Partido de los Trabajadores y el gobierno de Lula, antes, y ahora el de Dilma Roussef?
Entre los principios del MST está la autonomía. Y la ejercemos frente a todos los gobiernos, inclusive Lula y Dilma. La única relación que mantenemos con los presidentes es exigir que se cumpla la ley: Reforma Agraria, educación, salud, trabajo, viviendas y soberanía.
-En Brasil más de 16 millones de personas viven con menos de 30 euros al mes. ¿Qué repercusión tienen planes como la “Bolsa Familia” de Lula o “Brasil Sin Miseria” de Dilma Roussef?
Como ya hemos sufrido hambre, sabemos el valor de tener un mínimo de alimento en la mesa. La dignidad humana también está hecha de comida. Si un gobierno tiene un plan de emergencia que consiste en sacar a la población del hambre, y apuesta por la soberanía alimentaria va por el buen camino. El problema en Brasil es que, al tiempo que estos programas atienden a cerca de 32 millones de personas (12 millones de familias con menos de 30 euros al mes) extiende las riquezas a las transnacionales. Estructuralmente, la riqueza en Brasil sigue se concentrando en pocas manos y aumentan las desigualdades entre ricos y pobres.
-Recientemente resaltaste en Valencia la importancia del Agronegocio en la economía brasileña. ¿Qué sectores productivos lo integran y qué grupos sociales lo controlan?
El agronegocio es importante para mantener esas desigualdades de las que hablamos y para que se siga produciendo una acumulación privada de la riqueza que pertenece al pueblo. La Asociación Brasileña del Agronegocio (ABAG) está formada por todas las transnacionales del agronegocio, más la banca y multinacional, las grandes empresas de comunicación, e incluso PricewaterhouseCoopers, la segunda mayor firma de servicios profesionales del mundo. El agronegocio intenta, en resumen, controlar todas las ramas de la economía, cerrar la cadena productiva y construir monopolios.
-¿Cómo se organiza y lucha el MST contra el Agronegocio?
Nuestra principal trinchera es cumplir la misión del campesinado: producir comida sana y abundante para todo el mundo. El agronegocio tiene dinero, armas, periódicos, diputados y jueces. Nosotras y nosotros tenemos a nosotras y nosotros mismos, nuestras ganas, nuestra certeza, y la seguridad de una propuesta justa y democrática. Con estos principios, organizamos ocupaciones de tierras, marchas, huelgas de hambre, ocupaciones de edificios públicos, escuelas, cooperativas, huertos medicinales, y otras muchas acciones más. Buscamos conquistar la tierra, construir una reforma agraria popular y, junto a las trabajadoras/es de las ciudades, llegar a una transformación social profunda.
-Pero se trata de una lucha muy desigual
Nosotros tenemos ventaja sobre el agronegocio. No tienen capacidad de producir alimento sano para el mundo, y su modo de producir es incompatible con la preservación de la naturaleza. Pero, a pesar de ello, nos mantenemos firmes y buscamos armar a toda la clase trabajadora en ese espíritu revolucionario.
-Brasil es, junto con Rusia, India y China, uno de los grandes países emergentes y la potencia hegemónica en América Latina. ¿Es esto una realidad o se trata de un gigante con “pies de barro”?
Tanto los países BRIC como cualquier otra ‘potencia’ que se alce, va tener pies de barro si no socializa la riqueza y si adopta políticas de exterminio natural y social. Tu pregunta es una realidad. Se trata de países con peso en el firmamento mundial que, sin embargo, cuentan con pies de barro porque la carrera armamentista, la destrucción de la naturaleza y la sumisión al capital transnacional son el camino de un crecimiento insostenible.
-Por último, el país se ha apuntado también a la ola de grandes eventos con la organización del Mundial de Fútbol de 2014. ¿Qué representa este acontecimiento en un país plagado de contradicciones y necesidades?
Representa más de lo mismo. Nos van distraer mientras pagamos la cuenta, sea con nuestro trabajo, sea con nuestras vidas. Un evento deportivo no debería ser esto pero, en el capitalismo, lo importante es que todo genere beneficios.