MST Informa nº 165 – 16 de abril de 2009

  Año VII - nº  165 miércoles, 16/04/2009  
Para combatir la crisis económica, Reforma Agraria Ya!  
La concentración de tierras en Brasil continúa siendo de
las más altas del mundo. En los últimos años, el modelo agro exportador, basado
en el agro negocio, no sólo acentuó esta concentración sino que agravó los
problemas económicos y sociales generados por ella. En nombre del monocultivo
de caña para combustibles, eucaliptos para papel y soja para alimentar los animales
en Europa, las áreas para el cultivo de alimentos se ha visto reducido, junto a
la deforestación de la región amazónica y el trabajo degradante.

Lejos de generar desarrollo o equilibrio social, el agro negocio revela su fracaso en este momento de crisis económica internacional. En Brasil, fue el sector que más despidos acumuló desde el mes de noviembre, dejando 270 mil personas sin trabajo. Al mismo tiempo, continúa recibiendo grandes inversiones del gobierno federal. Son préstamos millonarios, en comparación con el pequeño volumen de crédito concedido destinado a la agricultura familiar.

 

Por otro lado, miles de familias sin tierra luchan para conseguir condiciones dignas de vida, para trabajar y producir. La realización de una verdadera y efectiva Reforma Agraria podría resolver, al mismo tiempo, la crisis económica – generando miles de empleos permanentes a un coste mucho más bajo que los empleos de la industria – y la crisis alimentaria, con la producción de alimentos saludables destinada al mercado interno.

 

No obstante, el agro negocio también bloquea la Reforma Agraria , con la transformación de los recursos naturales en reserva para su expansión. El gobierno da prioridad a los monocultivos destinados a la exportación, bajo control de las empresas transnacionales y del capital financiero, para sostener la política económica neoliberal heredada de Fernando Henrique Cardoso. El resultado son los menores índices de expropiación y asentamientos de la historia de Brasil. En 2008, de las 18.630 familia asentadas por el gobierno federal, sólo 2.366 son nuevas familias, mientras que el resto son regularizaciones de proyectos de asentamientos de años anteriores. Es una vergüenza para aquellos que tenían un compromiso histórico con la Reforma Agraria.

 

Para las familias de trabajadores rurales, la ocupación es la única solución para presionar la expropiación de los latifundios y desconcentrar la propiedad. Ocupamos tierra para denunciar que ésta no cumple su función social, es decir, que no produce alimentos, no genera empleos, no distribuye renta. Ningún asentamiento en la historia de Brasil fue conquistado sin lucha y organización. Nuestra Jornada de Luchas por la Reforma Agraria de este mes se insiere en este contexto. Recordamos también en este momento la impunidad en la que quedan los crímenes de los latifundistas. Hace 13 años, 19 trabajadores fueron asesinados por la Policía Militar en Pará, en Eldorado dos Carajás. Hasta el día de hoy nadie ha sido preso.

 

Seguimos con nuestro compromiso de luchar, a través de la ocupación de tierras, manifestaciones y protestas, por la implementación de una Reforma Agraria de nuevo tipo, que tenga carácter popular en su naturaleza e intereses. Tenemos que llevar a la práctica un nuevo modelo agrícola, basado en una matriz productiva agro ecológica y destinada a la soberanía alimentaria, dando prioridad a las agroindustrias de cooperación agrícola y garantía de educación en todos los niveles para los asentados.

 

Queremos una Reforma Agraria que sea capaz no sólo de democratizar el acceso a la tierra y a la producción, sino de impedir el proceso del actual modelo agrícola, que se dirige al colapso ambiental y alimentario. Mientras el agro negocio entra en recesión, la agricultura familiar genera empleos y permite la producción de alimentos. Y de esta forma nos situamos al lado de todos los trabajadores y trabajadoras, pues no es sólo el agro negocio, sino también el actual modelo económico el que demuestra su fragilidad para resolver los principales problemas que afectan al pueblo brasileño. Los trabajadores no pueden pagar la cuenta de la crisis económica. Al contrario, la salida de la crisis está en reformas sociales profundas como la reducción de la jornada de trabajo sin reducción salarial, punición para las empresas que recibieron recursos públicos y cierran, expropiación de tierras de empresas del agro negocio que también cierran, después de aprovecharse de la caja pública.  

 

Seguiremos en lucha, junto con todos los sectores de la clases trabajadora, para la construcción de otro proyecto para Brasil, que garantice justicia social, renta, vivienda, salud, cultura, empleo, tierra, educación y soberanía popular.

 

Coordinación Nacional del MST