Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra
Documento Final del 1º Seminario Nacional sobre “Educación Básica de Nivel medio en las Áreas de Reforma Agraria”
Luziânia/GO, 18 a 22 de Septiembre de 2006.
Este Documento es una herramienta de trabajo. Su versión primera orientó los debates del Seminario de Luziânia y en su versión actual deberá servir como uno de los medios de socialización de las discusiones allí realizadas y también como orientación a las acciones del MST, en el próximo periodo, relacionadas con la cuestión de qué Educación Básica de Nivel Medio pretendemos/necesitamos garantizar para la juventud de nuestras áreas de Reforma Agraria.
Asistieron 500 participantes a este Seminario Nacional, provenientes de 22 estados y del Distrito Federal, agrupando los diferentes sectores y colectivos de trabajo del MST (Salud, Producción, Cultura, Comunicación, Juventud, Centros de Formación, Secretarías Nacionales, Formación y Educación) y educadores y educadoras de 197 escuelas públicas de asentamientos, de las cuales 38 eran de nivel medio. También contamos con la participación de jóvenes estudiantes de estas escuelas y con representantes de otras organizaciones de Vía Campesina Brasil como el Movimiento de los Atingidos por Barragens, la Pastoral de la Juventud Rural, el Movimiento de Pequeños Agricultores y el Movimiento de Mujeres Campesinas, además de personas invitadas pertenecientes a Universidades y Secretarías de Educación.
La decisión del MST de realizar este debate específico sobre la Educación Básica de Nivel Medio se debe a que de entre las casi 2 mil escuelas públicas que conseguimos implantar en nuestras áreas de Reforma Agraria no llegan a 50 el número de ellas que ofrecen enseñanza media, siendo más de la mitad de éstas meras extensiones de las escuelas de la ciudad. Esta situación se confronta con el clamor de la juventud Sin Tierra por su derecho a una escolarización y con la convicción propia no sólo de la legitimidad de este grito, sino también, de la importancia estratégica de estas escuelas para el desarrollo de los asentamientos y el avance del proyecto de Reforma Agraria que defendemos como parte de un Proyecto Popular para la Agricultura Brasileña y para la Nación.
Tenemos presente que éste es un debate del conjunto de la sociedad brasileña. La enseñanza media consta en la “Ley de Directrices y Bases de la Educación Nacional” de 1996 como parte de la Educación Básica y, por lo tanto, como derecho de todas las personas; a pesar de ello todavía no es obligatoria y su oferta es muy precaria en todo el país. Históricamente este nivel de educación escolar se resiente de la falta de una política de Estado, o lo que es lo mismo, de políticas gubernamentales más contundentes.
Según datos del Instituto Nacional de Estudios y Investigaciones Educacionales del Ministerio de Educación (INEP/MEC), menos de la mitad de la juventud brasileña de entre 15 a 17 años está cursando la enseñanza media; de ésta, en torno al 50% la finaliza. El 60% de las matrículas actuales corresponden a cursos nocturnos. Para unos pocos, sin embargo, la enseñanza media comienza a ser el centro de muchos debates sobre educación, en Brasil y en otros países, considerando la dimensión del derecho humano a la educación, mas también su relación con la construcción de un proyecto de desarrollo nacional soberano y justo.
En el campo la situación de la escolarización de la juventud es aún más crítica: poco más de un quinto de los/las jóvenes en la franja de los 15 a 17 años frecuenta la enseñanza media, aunque existen muchas diferencias de una región a otra de Brasil (INEP, 2006). En la áreas de Reforma Agraria los datos son parecidos. La Investigación Nacional de Educación en la Reforma Agraria (PNERA, 2004), realizada por el INEP en conjunto con el Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA), apuntó que entre las 8.679 escuelas existentes en los asentamientos, apenas 373 de ellas ofrecen enseñanza media.
Existe un demanda significativa que debe ser atendida. Según datos del Padrón (PNAD, 2004), hay en torno a 6 millones de jóvenes en la franja de edad entre los 15 a los 24 años viviendo en el campo. Y la PNERA indica que de una población de 203 mil jóvenes existentes en los asentamientos en la franja de los 15 a los 17 años, aproximadamente, 47 mil están fuera de la escuela y que de quienes la frecuentan, apenas 28 mil estudian enseñanza media. Hay, así mismo, en torno a 500 mil estudiantes en la franja de los 7 a los 14 años que representan una demanda potencial de escolarización en el nivel medio, sumándose a la población asentada por encima de los 18 años, cuyo número es superior a 1.4 millones de personas, de las cuales apenas unas 92 mil concluirán la enseñanza media.
Nuestra lucha por la Educación Básica de Nivel Medio es tan necesaria como ardua. La directriz, en algunos gobiernos estatales ha sido la de cerrar las escuelas de enseñanza media que existen, incluso en las áreas urbanas. Además de fortalecer nuestra movilización y articulación con otras organizaciones de la sociedad precisamos discutir propuestas concretas para una expansión efectiva de la oferta de este nivel educativo en el campo; y no de cualquier forma; no de cualquier tipo de escuela.
En la elaboración este Documento buscamos construir un diálogo entre nuestro contexto específico y las cuestiones de debate general sobre la enseñanza media; debate sobre el acceso, y también sobre la concepción de educación. Los principales textos que fundamentaron este inicio de la discusión fueron dispuestos a los participantes del Seminario y para el conjunto del MST a través de una edición especial del Boletín de Educación “Educación Básica de Nivel Medio en las Áreas de Reforma Agraria – textos de estudio”. También tuvimos presentes en las discusiones de este Seminario nuestro Programa de Reforma Agraria, que está en proceso de reelaboración con vistas al V Congreso Nacional del MST que tendrá lugar al inicio del 2007.
El Documento está organizado en tres partes. En la primera hay una síntesis de las concepciones que defendemos para la educación Básica y particularmente para la Educación Básica de Nivel Medio. La segunda parte indica algunas propuestas en torno a la garantía de implementación de ésta en las áreas de Reforma Agraria. Una tercera parte sintetiza las líneas de acción definidas para el próximo período y destaca algunas orientaciones para el trabajo inmediato en las escuelas ya existentes.
El conjunto de los participantes de este Seminario Nacional demostró estar dispuesto a honrar el camino ya realizado por el MST, asumiendo el desafío histórico que nos lanza organizada y apasionadamente a este debate y a las luchas que le corresponden.
Parte I – Qué Educación Básica de Nivel Medio
Uno de los debates fundamentales de este Seminario Nacional habla sobre a los pilares de la concepción de Educación Básica de Nivel Medio que defendemos y que deben orientar las luchas y el trabajo educativo desarrollado por el MST. Y queremos hacer este debate en diálogo con un cúmulo de reflexiones que ya existen en la sociedad sobre esta cuestión y en la perspectiva de la Educación en el Campo.
Desde el punto de vista del sistema educativo brasileño tratamos aquí el llamado “ensino médio” (antiguo 2º grado). La expresión “Educación Básica de Nivel Medio” quiere expresar nuestro compromiso con una visión ampliamente discutida hoy (y que está en la propia legislación educativa) que es la de considerar el “ensino médio” como una de las etapas de la “Educación Básica”, concebida como una de las totalidades del transcurso de la formación escolar y que, por lo tanto, debe ser toda ella universalizada, con acceso público obligatorio y gratuito para todos.
En esta perspectiva, la enseñanza media es mucho más que una “enseñanza” y exige un tratamiento articulado con las demás etapas de la Educación Básica (especialmente con la educación fundamental), con la educación profesional y con la continuidad de los estudios y de la formación profesional en la educación escolar de nivel superior.
1- Qué Educación Básica
La Educación Básica, el “ensino médio” nos obliga a pensar sobre qué es lo básico en la concepción de educación escolar, que venimos defendiendo, y por ello retomamos las reflexiones sobre el papel de la escuela en el proyecto de educación del MST y de la Educación en el Campo. No se trata de reproducir aquí todos nuestros debates de estos más de 20 años, y sobre cada etapa de la Educación Básica que ya tratamos, se trata más bien de recordar algunos elementos fundamentales que queremos reafirmar ahora en el debate específico de la Educación Básica de Nivel Medio:
1.1- Para nosotros/as la educación es más que la escuela. La educación habla del complejo proceso de la formación humana, que tiene en las prácticas sociales su principal elemento. Pero la educación escolar es un componente en este proceso: un derecho social y subjetivo de todos y un deber para los miembros de una organización con los objetivos que tenemos.
1.2- Creemos que el proceso formativo vivenciado por los Sin Tierra en su lucha social y organización colectiva puede ser una valiosa inspiración para pensar otros procesos de educación, siempre con la vista puesta en la humanización y la formación de sujetos emancipados, individuales y colectivos. Llamamos Pedagogía del Movimiento al esfuerzo de combinar este proceso de formación humana más amplio con la intencionalidad educativa de cada práctica específica, inclusive la escolar.
1.3- La visión de educación como formación humana nos trajo la reflexión sobre la centralidad de los sujetos en el proceso pedagógico y el reconocimiento de la educación también como un derecho humano, de todas las personas y en todas las etapas de la vida. Centrarse en la formación de sujetos significa trabajar por un proyecto de ser humano, vinculado a un proyecto de sociedad, definiendo procesos de aprendizaje necesarios para esta formación, considerando los vínculos socio-culturales de los sujetos y la diferenciación de cada etapa de la vida.
1.4- Defendemos un proyecto de educación vinculado a un proyecto político de transformación social, de clase y volcado hacia la formación integral de los trabajadores y que articule diferentes acciones en el plano del trabajo, de la cultura, de la participación social, de la formación política e ideológica y de la educación escolar. Defendemos una educación portadora y cultivadora de valores humanistas y socialistas, preocupada también con el cuidado de la naturaleza y que se desarrolle en la perspectiva de la praxis: práctica y teoría articuladas por los procesos de transformación del mundo y de auto-transformación humana.
1.5- Nuestro proyecto de educación se relaciona con la construcción de un proyecto popular para la agricultura brasileña articulado a un nuevo proyecto de Nación, soberana y justa. Tarea que también implica en trabajar un imaginario de valorización del campo y de recuperación del autoestima muchas veces robada de quien vive y trabaja en él, buscando la superación de la antinomia campo-ciudad propia de la sociedad capitalista. Es este desafío el que nos lleva a participar en la construcción de la Educación en el Campo.
1.6- La escuela tiene una tarea muy importante en este proyecto, para que no se ‘desocupe’ la tarea de educar, para que no se descuide la formación de los sujetos colectivos y para que no se desvincule del conjunto de los procesos formativos que acontecen fuera de ella. La escuela es un lugar propio del aprendiz para juntar en ella teoría y práctica, a través de la apropriación/producción del conocimiento que articulan las reflexiones sobre las vivencias de los sujetos en los diferentes procesos sociales formadores. Y tiene condiciones de hacer esto respetando la especificidad de estas vivencias y de este aprendizaje en cada fase de la vida.
1.7- Las escuelas, especialmente las del campo, pueden ser “más que escuelas” cuando se constituyen como referencia socio-cultural para la comunidad: sea por la participación en la solución de problemas locales y que permiten a los estudiantes avanzar en el conocimiento científico, en la apropiación de tecnologías y en la capacitación para la intervención concreta en la realidad; sea por las oportunidades de convivencia social que ofrece, para recuperar la memoria de las familias, por las oportunidades de contacto con libros, películas, debates y expresiones culturales diversas. Y estas actividades pueden pensarse también para involucrar a los/las jóvenes que por un motivo u otro precisan estudiar fuera de sus comunidades de origen.
1.8- El objetivo de vincular la escuela con desafíos concretos de desarrollo del campo no debe ser confundido con una visión estrecha y pragmática de educación, tan al gusto del orden social vigente. Así, al igual que condenamos una escuela al servicio del ‘mercado de trabajo’, no podemos aceptar que la tarea de la educación escolar se reduzca a la atención de las demandas emergentes de los problemas del día-a-día de los asentamientos, descuidándose las diferentes dimensiones de la formación humana.
1.9- Sabemos también que la escuela es una institución cuya construcción es social e histórica. Su trayectoria encarna/reproduce las contradicciones sociales que nacen fuera de ella, y que siempre atenderá al polo socialmente hegemónico de no haber una fuerte intencionalidad en otra dirección; escuela como lugar de ocio vs escuela como lugar de trabajo; escuela de las elites vs escuela de los trabajadores; escuela como territorio de los intereses del capital vs escuela como territorio de los intereses públicos, del pueblo, de la mayoría. No habrá transformación radical de la escuela fuera de un proceso de transformación de la sociedad. Pero cualquier cambio que consigamos hacer en la escuela puede ayudar al proceso de transformación social, desde una perspectiva de superación de su forma capitalista e integrando un proyecto educativo anti-capitalista más amplio, capaz de formar a los sujetos constructores de estos procesos de cambio.
1.10- Los principios pedagógicos que tenemos asumidos en el MST, con vista a las transformaciones necesarias en la escuela son especialmente los siguientes: (1º) la realidad como base de la producción del conocimiento y el estudio como capacitación para lectura crítica de la realidad, formación de una visión del mundo, emancipación intelectual y ejercicio de un examen reflexivo de las diferentes dimensiones de la vida humana; (2º) educación para el trabajo y por el trabajo; (3º) participación en procesos de gestión democrática que incluye el desafío de auto-organización de los estudiantes y de construcción de una colectividad educadora; (4º) trabajo colectivo y formación permanente de los educadores.
1.11- Especialmente a través de nuestro vínculo con la Educación en el Campo pudimos madurar nuestra visión de que los derechos sociales y humanos solamente se universalizan en el espacio público y a través de las luchas de los sujetos concretos por estos derechos, especialmente como sujetos colectivos. Las escuelas de los acampamentos y asentamientos del MST son escuelas públicas y fueron conquistadas por la lucha directa y permanente de la familia Sin Tierra. La relación con el conjunto del campo nos ha permitido construir una visión mas prolongada de esta lucha, así bien como de sus significados políticos y sociales en una sociedad como la nuestra.
1.12- Entendemos que la especificidad de la Educación en el Campo se justifica tanto por la histórica discriminación sufrida en la atención a lo que se considera como un derecho universal, como por la realidad social compleja y diversa de los procesos productivos, políticos y culturales presentes hoy en el campo que debe ser respetada. Asumir esta especificidad no significa romper con el principio de la “escuela unitaria” (que combate el dualismo de tipos de escuela diferentes para clases sociales diferentes) ni relativizar la dimensión de clase. La perspectiva de la Educación en el Campo ha de ser la de la totalidad de los procesos sociales, si bien teniendo en cuenta el movimiento entre lo particular y lo universal que está en el “mundo real” y en sus sujetos concretos.
2 – Qué Educación Escolar de Nivel Medio
Ante la ausencia de políticas públicas de universalización del “ensino médio” el MST viene buscando formas de ampliar esta escolarización en su base social. Mientras sigue su lucha por las escuelas, una alternativa que ha encontrando es la realización de cursos técnico-profesionales combinados con la enseñanza media, especialmente a través de acuerdos con Universidades y Escuelas técnicas, apoyadas por programas del Gobierno Federal, como es el caso del Programa Nacional de Educación en la Reforma Agraria (PRONERA). Estos cursos, inicialmente pensados para adultos en su modalidad de Educación de Jóvenes y Adultos (EJA) reciben muchos jóvenes (cada vez más), precisamente por la presión de la demanda de escolarización hecha por la juventud a falta de escuelas públicas que puedan atenderla más ampliamente, incluso en los propios asentamientos.
Este contexto nos exige alcanzar un entendimiento común sobre cuáles son los objetivos específicos de esta etapa de educación escolar y qué principios político-pedagógicos deben ser nuestra referencia principal en la lucha por su expansión en las áreas de Reforma Agraria, junto a lo ya mencionado sobre a la Educación Básica como un todo.
Destacamos a continuación algunas ideas-força discutidas en este Seminario Nacional, que dialogan también con reflexiones del debate general sobre el “ensino médio” formuladas por intelectuales y educadores que comulgan con nuestra perspectiva política y pedagógica más amplia. Nuestro objetivo principal es alimentar el proceso de construcción colectiva de esta concepción dentro del MST, buscando fundamentar las propuestas que componen la siguiente parte de este Documento.
2.1 – Nuestra discusión sobre la Educación Básica de Nivel Medio debe partir de los sujetos concretos que son su demanda principal, es decir, la juventud de las áreas de Reforma Agraria, que es parte de la juventud del campo. Se trata de pensar una escuela para los/las jóvenes y de los/las jóvenes, vistos como personas y como sujeto colectivo que integra una identidad social más amplia: de Sin Tierra, de campesinos, de clase trabajadora. Y pensar especialmente en una escuela para aquellos/as jóvenes que están concluyendo la educación fundamental y deben encontrar alternativas para la continuación regular de sus estudios escolares sin tener que salir del campo.
2.2- En los asentamientos (y en el conjunto del MST) hay también un gran número de adultos y mayores que demandan la escolarización de nivel medio y que han de ser incluidos en el diseño de nuestras propuestas generales y luchas por la universalización de la Educación Básica en el campo. Sin embargo entendemos que es preciso en este momento, en las discusiones de concepción y de políticas de acceso y permanencia, dar centralidad a los sujetos que representan la demanda estructural de nuestro trabajo en esta etapa de la educación escolar, hasta que sea más fácil entender y construir las variaciones necesarias, sea por demandas específicas o por diferenciación en las franjas por edades.
2.3- La atención estructural (mayoritaria) de la demanda de escolarización de nivel medio de los/las jóvenes debe realizarse a través de una enérgica expansión de escuelas públicas en el campo, en las propias áreas de Reforma Agraria o en su entorno, como ya sucede con muchas escuelas de educación fundamental de los asentamientos, también con estudiantes de otras comunidades rurales. Es necesario garantizar en estas escuelas una infraestructura y un cuadro de profesionales capaces de desarrollar las diferentes dimensiones de la formación de la juventud y atender los desafíos de esta realidad específica.
2.4- Entendemos que la Educación Básica de Nivel Medio es de hecho “básica” para la formación de la juventud. Uno de sus objetivos principales es buscar desarrollar y consolidar en los/las jóvenes una visión del mundo articulada a valores e identidades que van asumiendo en esta fase de la vida. Y para que se construya una visión crítica y creativa del mundo es preciso tener una base de comprensión teórico-práctica de las ciencias que permita entender la formación social, económica, política y cultural de la sociedad, la naturaleza, las diferentes dimensiones de la vida humana. La escuela ayuda a constituir esta base cuando consigue vincular los procesos de apropiación y producción del conocimiento propios de la educación escolar a las cuestiones de la “vida real”, es decir, del mundo del trabajo, de la cultura, de la participación política, de la convivencia interpersonal y, en el caso particular de nuestros jóvenes, también de la lucha social específica de la que son herederos y de la que ya forman parte.
2.5- La fase de la juventud trae con más fuerza el desafío de la inserción social y por eso, más que en las etapas anteriores de la escolarización (aún estando próximo de lo que puede pasar en los últimos años de educación elemental), es necesario atender de forma simultánea, articulada y equilibrada tanto las exigencias de una formación humana integral a la que estos sujetos jóvenes tienen derecho, y propias a su ciclo vital, como también a las demandas de preparación para una intervención inmediata en su realidad social específica, sea por su participación en los procesos productivos y en las alternativas de generación de renta, sea ayudando a dinamizar la vida cultural del asentamiento o asumiendo tareas o funciones políticas ligadas a la militancia dentro del Movimiento Social.
2.6- Uno de los debates fundamentales sobre el “ensino médio” habla respecto a la formación para el trabajo y si éste debe incluir o no una habilitación técnica que permita la profesionalización del/la joven. A nuestro entender todas las escuelas de nivel medio deben tener como uno de sus objetivos la formación general y específica para el trabajo (y la educación tecnológica y técnica que le corresponde), tratando al mismo como uno de los esos articuladores del currículo, pero sin incluir necesariamente una oferta de cursos técnico-profesionalizantes. Consideramos que la juventud, especialmente en la franja de los 15 a los 17 o 18 años, propia del acceso regular al “ensino médio”, debe ser la fase en la que constituir la opción profesional, y no tanto en la que haya que asumirla obligatoriamente.
Es importante tener presente en ese debate que en la historia de Brasil siempre predominó una visión dualista de la educación que prevé una escuela diferenciada para los trabajadores y para los hijos de las elites, siendo una de las características de la escuela pensada para los trabajadores la formación profesional precoz y ‘aligerada’ ya en la enseñanza media y generalmente ‘desescolarizada’ de una formación general básica, también aligerada y frágil. En nuestro caso, hemos discutido que la atención a las necesidades inmediatas de los asentamientos no puede justificar una legitimación de esta lógica perversa y que tampoco su solución depende de esta profesionalización precoz.
2.7- La formación para el trabajo (o formación del trabajador) que queremos para todos/as los/las jóvenes en todas las escuelas es aquella que debe formar parte de la propia educación básica de perspectiva integral y unitaria, no separándose de una formación general sólida y amplia, que tiene el trabajo como principio educativo y que se centra en la llamada educación tecnológica o politécnica (según las expresiones de Marx y Gramsci). Esta concepción incluye el aprendizaje de habilidades técnicas, aunque su objetivo principal es que los trabajadores comprendan los fundamentos científicos que están en la base de las diferentes tecnologías que caracterizan las relaciones de producción y los procesos productivos, así como las tecnologías o los conocimientos tecnológicos que están en la base de las diferentes técnicas de producción, sea de bienes materiales o de bienes simbólicos. Nos interesa especialmente comprender los procesos productivos más complejos y los que son propios de los asentamientos, del campo, incorporando la cultura propia de este trabajo y buscando de esta forma superar la oposición entre trabajo manual e intelectual.
Esto implica la construcción de metodologías y didácticas que permitan una articulación real entre conocimientos generales y específicos, entre ciencia, tecnología y técnica, teniendo la realidad concreta como objeto de la construcción del conocimiento y de la intervención social realizada por los/las jóvenes. En nuestro caso será preciso garantizar entonces, un vínculo orgánico entre el currículo escolar y los ejes del proyecto de desarrollo de los asentamientos, que en los debates actuales del MST incluye destacadamente la cooperación y la agro-ecología, y que precisa incluir una discusión específica sobre el lugar de la juventud en la implementación de las mismas.
2.8- La juventud de las áreas de Reforma Agraria también tienen derecho a la educación profesional a través de cursos técnico-profesionales, así como de continuar su profesionalización de nivel superior. La cuestión es, entendemos que se trata, de lógicas diferenciadas de acceso y de oferta. Los cursos técnicos para profesionalización de nivel medio deben ser organizados para atender demandas concretas, sea de los procesos productivos de los asentamientos sea de los sectores de trabajo de la organización; y deben buscar atender necesidades ligadas a estrategias de más largo plazo y no solamente a las emergencias o a las oportunidades de trabajo conyunturales. En esta lógica, jóvenes (y también adultos y mayores) serán invitados o convocados para realizar estos cursos y desarrollarán tareas concretas a partir de ellos. La lógica del “ensino médio” es otra; su centralidad se encuentra antes en la formación necesaria de la juventud que en las demandas de la realidad local: debe ser pensado para educar a la juventud, toda ella; porque es su derecho tener esta formación y porque es nuestro deber contribuir en la preparación adecuada de la generación que continúa la construcción del proyecto histórico que defendemos.
Ambas lógicas pueden combinarse en un mismo curso, en una misma escuela, mas no como regla general y mucho menos si esto significase un aligeramiento de la formación general (inclusive para el trabajo) que es propia de la Educación Básica de Nivel Medio y de la concepción de educación que hemos construido.
2.9- Nuestras escuelas de nivel medio deben dar un énfasis especial a la dimensión de la cultura en la formación de la juventud, garantizando una lectura crítica del modo de vida predominante en la sociedad capitalista, cultivando valores que fundamentan y se proyectan desde las luchas sociales como las nuestras; educando para una ampliación de la visión del mundo y de la sensibilidad estética y artística. Debemos dar una atención particular hacia el acceso a la literatura y al cine y a la organización en o a través de la escuela de actividades deportivas y de actividades artístico-culturales de música, teatro, danza, artes plásticas, que contribuyan al desarrollo humano de las familias asentadas.
2.10- El diseño organizativo y pedagógico de escuela que permite la implementación de esta concepción de “ensino médio” debe envolver fundamentalmente una combinación entre procesos de gestión participativa (que incluya la auto-organización de los estudiantes y la relación de la escuela con la organización y el proyecto de desarrollo del asentamiento y con la articulación de la juventud Sin Tierra), inserción en procesos de trabajo vinculados a la producción y a actividades culturales y organizativas del asentamiento y en las luchas del Movimiento Social, prácticas de convivencia que cultiven valores y relaciones interpersonales humanizadoras, y una organización de estudios que favorezca la integración curricular, el respeto y la valoración de los diferentes saberes y la articulación entre conocimiento, trabajo, cultura y lucha social.
2.11- Nuestras escuelas de nivel medio se concretarán en los términos aquí discutidos solamente de existir un empeño colectivo enérgico para que acontezca, o sea, si estas escuelas se tornan una cuestión y un proyecto efectivo de la comunidad asentada, de las instancias y sectores del MST al que se vinculen y, sobretodo, de la juventud Sin Tierra, organizada y preparada para actuar como protagonista de su proceso educativo, y de un colectivo de educadores con una formación específica y sistemática en esta misma dirección.
Parte II- Propuestas
Las propuestas discutidas por los 500 participantes del 1º Seminario Nacional sobre Educación Básica de Nivel Medio en las Áreas de Reforma Agraria tienen en cuenta el desafío urgente que tenemos como MST de dar un salto cualitativo en esta cuestión específica de la Educación Básica de Nivel Medio sesgada hacia y teniendo como sujeto principal a la juventud de las áreas de Reforma Agraria. Este salto cualitativo incluye necesariamente:
(1º) Cantidad: precisamos una ampliación significativa de escuelas públicas en el campo, y particularmente en las áreas de asentamientos o en su entorno, en todo Brasil, que incluyan o que desarrollen la educación básica de nivel medio. Cantidad que exija de un lado, una política pública que la implemente y la mantenga, y por otro lado, que se constituya como objeto de trabajo orgánico del MST, integrando los esfuerzos del conjunto de su base asentada, de sus instancias y de sus sectores.
(2º) Experiencias construidas desde la concepción aquí discutida: que permitan la continuidad de las discusiones a partir del patamar de la praxis, y que puedan servir de referencia (o contrapunto) para el conjunto diverso de iniciativas de escolarización básica de la juventud de las áreas de Reforma Agraria, así como de los adultos y mayores que también demandan la conquista de este derecho, respetando sus especificidades.
Vamos a centrar nuestras propuestas entorno a tres ejes que entendemos como fundamentales en la configuración de nuestro objeto de trabajo y luchas inmediatas: el tipo de escuela que queremos ver implementado en nuestras áreas; el diseño organizativo y pedagógico básico que haga viable la combinación entre cantidad y calidad y la formación de educadores que consideramos necesaria para ello.
Las discusiones del Seminario apuntan también hacia la consideración en estas propuestas las relaciones entre la Educación Básica de Nivel Medio y la Educación Profesional. Entendemos que el MST debe participar y tomar posición en el debate actual en torno al llamado “Ensino Médio Integrado” que posibilita la oferta de enseñanza media de forma integrada a la educación profesional, según el decreto 5.154/2004 que revocó el decreto 2.208/97 que establecía una separación obligatoria entre enseñanza media y cursos técnico-profesionales, entre formación general y específica para el trabajo.
El nuevo decreto fue fruto de una intensa movilización de intelectuales y educadores progresistas, y aunque en sí mismo no rompe con el dualismo permite retomar el debate sobre la necesidad de superación tanto de un “ensino médio” generalista y desescolarizado de las cuestiones del mundo de trabajo (y en nuestro caso también del trabajo organizativo de la lucha social) como de una educación profesional fragmentada, aligerada y adiestradora de mano de obra, pudiendo inspirar prácticas en la perspectiva de una educación básica integral y politécnica.
En este contexto las propuestas para nuestra realidad específica son las siguientes:
1- Sobre el tipo de escuela
1.1- Implantación de Escuelas Públicas de Educación Básica de Nivel Medio en las Áreas de Reforma Agraria con vista a la universalización del acceso de la población asentada al conjunto de la educación básica, incluyendo como posibilidades:
a) Implantación de la enseñanza media en Escuelas de Educación Fundamental ya existentes (con la implantación previa de los años finales de la enseñanza fundamental donde todavía no sean ofertados).
b) Construcción de Escuelas de Educación Básica o que combinen años finales de enseñanza fundamental y enseñanza media.
c) Construcción de Escuelas de Educación Básica de Nivel Medio con infraestructura adecuada también a la educación profesional que atienda demandas de formación técnica para el trabajo en el campo.
d) Construcción de Escuelas Técnicas en regiones con gran concentración de familias asentadas o de otras comunidades rurales. Una posibilidad es la construcción en áreas de Reforma Agraria de Unidades de Enseñanza Descentralizada de CEFET’s (Centros Federales de Educación Tecnológica).
e) En todos estos casos se debe prever la inclusión de la modalidad de Educación de Jóvenes y Adultos (EJA), que por la legislación actual está prevista para personas con edades por encima de los 17 años.
1.2- Inserción de los Asentamientos en la política de implantación del “Ensino Médio Integrado” como forma de entrada en la agenda nacional de expansión y cualificación de la enseñanza media y como ‘excusa’ para la discusión de los proyectos político-pedagógicos de nuestras escuelas; las que ya tenemos y las que fueran conquistadas a partir de ahora.
1.3- Formulación de una propuesta específica de “Médio Integrado do Campo” para su implementación en los Asentamientos o en su entorno, y que puedan involucrar a estudiantes de otras comunidades rurales. La propuesta tendrán principios únicos, aunque variará para respetar las características de los sujetos y las demandas de la realidad local y de los proyectos de desarrollo regional. En este Seminario discutimos sobre dos formatos posibles:
a) Educación Básica de Nivel Medio integrada a una formación técnica específica para el trabajo en el campo, aunque sin una oferta de educación profesional en el sentido estricto de cursos técnico-profesionalizantes y manteniéndose la carga horaria de 2400 horas. En este diseño la educación tecnológica y técnica tendrá como foco los procesos productivos y la gestión del asentamiento visto como totalidad de vida humana socialmente organizada, ( en una visión de actual los ejes articuladores del currículo podrían ser la agro-ecología, la cooperación y los métodos de organización/trabajo popular). Este sería el tipo de escuela a ser implantado más ampliamente y siempre que fuese posible en las propias áreas de asentamiento.
b) Educación Básica de Nivel Medio integrada a cursos técnico-profesionales definidos en función de demandas regionales o de un conjunto de comunidades rurales. En este caso habrá un incremento de horas conforme a la carga horaria obligatoria para cada curso técnico y la formación específica para el trabajo tomará la forma de una habilitación profesional.
1.4- Implantación de Cursos de Educación Profesional Técnica de Nivel Medio para estudiantes que ya hayan concluido la enseñanza media, definiendo el foco en función de demandas o características regionales e implementados en lugares con mayor concentración de asentamientos o de comunidades rurales. Se trata de una opción pensada para los/las jóvenes por encima de los 17 años y para los adultos, aunque como parte de la estrategia general de formación de la juventud, hasta que se establezca una alternativa para la continuación de sus estudios escolares con vista a la formación profesional. Si bien centrados en la formación técnico-profesional, estos cursos deben garantizar un diálogo orgánico entre los conocimientos específicos y los conocimientos generales (incluida aquí la formación político-ideológica), de modo que también en este formato de escuela estos se constituyan como unidad.
1.5- Discusión de demandas a ser atendidas por las escuelas agrotécnicas y os CEFET’s localizadas en regiones próximas a los asentamientos o a otras comunidades rurales organizadas, con vista a garantizar en estas escuelas la existencia de educación profesional sesgada hacia la agricultura familiar o campesina y posibilitar la realización de promociones específicas y/o la apertura de plazas para estudiantes originarios de los asentamientos.
2- Sobre el diseño organizativo y pedagógico de la escuela
Destacamos en estas propuestas algunos trazos que entendemos como necesarios para viabilizar la implantación del tipo de escuela propuesto y algunos de sus principios. El diseño más detallado y completo debe ser obra colectiva de los sujetos de cada escuela a través de procesos de gestión participativa entre educadores, educandos y comunidades envueltas, tomando en cuenta la concepción de educación antes discutida y las diferenciaciones de formato de la Educación Básica de Nivel Medio y de origen de los estudiantes, que pueden ser solamente del propio asentamiento o de otras comunidades de la región.
2.1- Organización curricular que permita calificar el trabajo pedagógico en función de los objetivos de esta etapa de la educación básica, superando tanto la forma seriada como modular. Puede ser un currículo organizado por etapas y o por ciclos (especialmente si ya fuese esta la forma de organización de las promociones en la educación fundamental). La organización en etapas no supone necesariamente un régimen de alternancia (tiempo escuela y tiempo comunidad); las etapas pueden ser secuenciales dependiendo de la realidad específica de cada lugar y el origen de los educandos. Entre una etapa y otra puede preverse un tiempo especial para evaluación y planificación de los educadores y para actividades específicas de los educandos (investigación en otros lugares, por ejemplo).
El tiempo de duración de cada etapa puede definirse de acuerdo a las necesidades de la formación o de los posibles focos de trabajos pedagógicos, y considerando también demandas de inserción de los/las jóvenes en determinadas actividades del asentamiento o del Movimiento Social, así como la posibilidad de establecer períodos de descanso (“vacaciones escolares”) diferenciados de los normalmente definidos en el calendario escolar, sin perjuicio a la carga horaria o de trabajo pedagógico específico.
2.2- Organización del estudio por áreas de conocimiento, como circunstancia objetiva que va a exigir una reorganización del trabajo pedagógico entre los educadores y que puede ser un facilitador para la elaboración de un currículo que integre conocimientos generales y específicos. A medida que se avance en la formación de educadores será posible superar la necesidad de tener en la escuela un docente para cada disciplina, lo que muchas veces inviabiliza la expansión del “ensino médio” (y también de los años finales de la enseñanza fundamental) en el campo.
Las áreas que indicamos para la composición del currículo de la enseñanza media (no previendo aquí la integración específica con un curso técnico-profesional) son las siguientes, inspiradas en las propias directrices curriculares ya existentes: * Lenguajes (incluyendo la expresión oral y escrita en Lengua Portuguesa, la comunicación en Lengua Española, el lenguaje de las Artes, de la Literatura, de la Informática y de la Educación Física); * Ciencias Humanas y Sociales; * Ciencias de la Naturaleza y Matemáticas; y * Ciencias Agrarias.
2.3- Investigación como estrategia pedagógica fundamental para una integración curricular que permita/exija la relación entre teoría y práctica y entre la educación escolar y las demandas de producción del conocimiento y de intervención en la realidad vinculadas al desarrollo de los asentamientos o a los proyectos sociales más amplios.
2.4- Tiempos escolares ampliados: en relación a los turnos de las actividades escolares la propuesta es de que por lo menos en dos días de la semana los estudiantes puedan tener actividades en los dos turnos, intercalando o combinando promociones en función del tipo de actividad y posibilitando la propia diversificación de los tiempos educativos organizados por la escuela; y en relación a los períodos de clase en las áreas de conocimiento la propuesta es de construir tiempos mayores (más de una hora para cada aula), sin que se asuma una organización de bloques intensivos por área en cada etapa, comunes en muchos de nuestros cursos en régimen de alternancia; lo importante es garantizar la lógica procesual y el tiempo necesario para la construcción de conocimiento y la selección de didácticas propias para la integración curricular pretendida.
2.5- Equipo permanente de educadores: una propuesta como la que estamos discutiendo exige superar la lógica de una escuela en que los docentes son “itinerantes”, responsabilizándose apenas por períodos fragmentados de aula y no asumiendo el compromiso con la construcción y la implementación colectiva del proyecto político-pedagógico como un todo. Defendemos que cada escuela pueda constituir un colectivo de educadores, a partir de un equipo fijo y con tiempo integral en una misma escuela, con una selección que respete los criterios indicados por la comunidad y el perfil necesario para trabajar en este contexto y con el conjunto de las dimensiones del proceso educativo.
Este equipo deberá estar compuesto de por lo menos un docente por área de conocimiento, un coordinador de curso técnico-profesional, en caso de que hubiese esta oferta, un educador responsable del acompañamiento de cada promoción de estudiantes y que actúe también en la coordinación pedagógica de la escuela, además de los profesionales necesarios para secretaría y otros servicios escolares existentes. Aportaciones específicas en las áreas o en la formación tecnológica y técnica podrán ser realizadas por docentes que no integren este equipo permanente, de acuerdo con un plano realizado en cada etapa. En la organización del trabajo de los educadores será importante garantizar un tiempo semanal para el estudio, evaluación y planificación del equipo.
2.6- Formas de gestión orientadas por el principio de la participación de todos los sujetos del proceso pedagógico, que incluya la auto-organización de los estudiantes, la constitución del colectivo de educadores y la involucración de la comunidad a través de prácticas y formas organizativas que ésta ya desarrolle.
3- Sobre la formación de educadores
Nuestra propuesta general es que la implantación de la Educación Básica de Nivel Medio sea acompañada de una política de formación específica para educadores en el campo, dentro del diseño que hemos discutido en los fórums de debate y de movilización por una Educación en el Campo y que contemple la concepción de educación básica y los formatos de enseñanza media aquí propuestos. Entendemos que esta política es una condición básica para la expansión pretendida. Destacamos como alternativas las de potenciar o implementar con urgencia:
3.1- Promociones específicas de Licenciatura en Pedagogía, ya desarrolladas mediante acuerdos con diversas Universidades con el nombre de Pedagogía de la Tierra, a través de convenios con el Programa Nacional de Educación en la Reforma Agraria (PRONERA/INCRA), ajustando el diseño curricular y las estrategias pedagógicas a las necesidades de formación de educadores que van a actuar en escuelas de educación básica que incluyen la enseñanza media y sus sujetos específicos.
3.2- Implantación de la Licenciatura de Educación en el Campo un curso nuevo propuesto por las organizaciones que componen la articulación nacional por una Educación en el Campo y por el MEC como parte de una política del gobierno federal para la formación específica de educadores que actúan en este contexto. Consideramos que a través de esta Licenciatura es posible pensar en un proyecto de formación orgánicamente vinculado a un determinado perfil de educador que será discutido en el proceso de elaboración de la propuesta del curso, así como atender a las demandas de implementación del “Medio Integrado en el Campo” y del diseño organizativo y pedagógico de escuela aquí propuesto.
3.3- Otras Licenciaturas con diseño específico a partir de las demandas de implantación de escuelas de educación básica de nivel medio y de educación profesional.
3.4- Actividades de formación continuada para el conjunto de educadores con vista a atender necesidades específicas de formación y diseñadas de acuerdo con el tipo de escuela, el perfil de educador discutido y las particularidades de la realidad local.
Parte III- Líneas de Acción y Orientaciones
1- Líneas de Acción
1.1- Intensificar y masificar las movilizaciones de Nuestra base social en todo el país para la implantación de escuelas públicas en las áreas de Reforma Agraria, en los términos indicados por las propuestas.
ü Potenciar las movilizaciones juveniles y las jornadas de los Sem Terrinha ya previstas en nuestro calendario.
ü Incluir la cuestión específica de las Escuelas de Educación Básica de Nivel Medio y de Educación Profesional en las diferentes Jornadas de Lucha del MST y de la Vía Campesina Brasil, así como en los debates sobre los “Planes de Desarrollo de los Asentamientos” (PDA’s).
ü Movilizarse también contra el cierre de escuelas en el campo.
1.2- Negociar con el gobierno federal acciones interministeriales, involucrando especialmente al Ministerio de Educación, Ministerio de Desarrollo Agrario y Ministerio de la Ciencia y Tecnología, con vistas a impulsar la oferta de Educación Básica de Nivel Medio para la Juventud de las Áreas de Reforma Agraria y que incluya como prioridad:
ü Articulación con las secretarías estatales de educación para una política de construcción de escuelas en los asentamientos, mejoría de la infraestructura, concurso público o contratación de profesionales de la educación específicos e implementación del “Medio Integrado del Campo”.
ü Política que estimule Universidades y sus acuerdos para implantar la Licenciatura de Educación en el Campo y otros cursos virados hacia la formación específica de educadores en este contexto.
ü Inclusión de los Asentamientos como una de las áreas prioritarias para la expansión de la red federal de escuelas técnicas, especialmente para implantación de Unidades de Enseñanza Descentralizadas (UNED’s) de CEFET’s.
1.3- Buscar una articulación con diferentes organizaciones de la sociedad con vistas realizar una campaña nacional para incluir en la legislación brasileña la obligatoriedad de la enseñanza media, asumida como una etapa de la educación escolar básica y, por lo tanto, con el establecimiento de metas para su universalización a través de la oferta pública y gratuita.
1.4- Socializar los debates y las propuestas de este Seminario Nacional al conjunto del MST, organizando formas y espacios específicos para la discusión de estas ideas con las comunidades de los asentamientos y acampamentos y potenciando las escuelas, los centros y cursos de formación, las instancias y los colectivos de los sectores para estudio, discusión y difusión de este Documento y de los textos de estudio divulgados en la edición especial del Boletín de la Educación lanzado en este Seminario (n. 11, septiembre de 2006).
1.5- Proseguir con los estudios y con la interpretación de la realidad para poder avanzar en la implementación de la Educación Básica de Nivel Medio en los términos del debate realizado en este Seminario, buscando formas de articulación y de acompañamiento entre las escuelas y entre los diferentes sectores del Movimiento.
ü El Seminario apuntó que precisamos profundizar Nuestra comprensión del debate en general y particularmente de la concepción y lógica de funcionamiento del Medio Integrado, del Medio Integrado del Campo y de las implicaciones sobre el diseño organizativo y pedagógico de la escuela.
ü Percibimos la necesidad de un debate específico sobre Nuestra concepción a cerca de la Educación Profesional, sea de nivel medio o superior.
ü También existe la necesidad de discutir específicamente sobre formas de ampliación de la oferta y sobre el diseño pedagógico de la educación básica de nivel medio en la modalidad de la Educación de Jóvenes y Adultos.
1.6- Fortalecer la participación y ayudar a construir el protagonismo de la juventud de las áreas de Reforma Agraria en la implementación de estas propuestas y líneas de acción.
ü Los debates sobre el Seminario indicarán la necesidad de profundizar la discusión sobre espacios y tiempos específicos de la organización de los/las jóvenes en los Asentamientos y Acampamentos, y también en las escuelas; sobre acciones articuladas entre escuelas, colectivos de educación, centros de formación y colectivos de juventud del MST; y sobre lo que significa consolidar un lugar efectivo de los/las jóvenes en las estrategias de desarrollo social de los asentamientos y en la construcción del proyecto político del Movimiento.
ü Es necesario desarrollar un trabajo organizativo y formativo específico con los/las jóvenes que hoy estudian fuera de las áreas de asentamiento.
2- Orientaciones de acción específicas en las Escuelas
2.1- Discutir en los colectivos de educadores formas de avanzar en la implementación de un diseño curricular y pedagógico que contemple las reflexiones de este Documento y que vincule el proceso de formación de la juventud a las estrategias de desarrollo de los asentamientos.
2.2- Garantizar un trabajo pedagógico articulado entre las diferentes etapas de la educación básica, en especial entre los años finales de la educación fundamental y la educación de nivel medio.
2.3- Fortalecer o promover en la escuela la auto-organización de los estudiantes y la constitución de colectivos de educadores, vinculados a la organización del asentamiento y del MST.
2.4- Organizar ciclos de lectura con los/las jóvenes en torno a la nueva colección de literatura de la editora Expressión Popular “Terra de Livros” que ha lanzado su primer volumen (“Contos Brasileiros”) en este Seminario.
2.5- Organizar espacios y tiempos para actividades deportivas, para exhibición y debate en torno a películas y para la formación de diferentes grupos artísticos.
2.6- Potenciar la participación de los estudiantes en la realización del 6º Concurso Nacional de Arte-Educación del MST “Como hacer escuela transformando la historia”.
2.7 – Participar como escuela y estimular la participación de los/las jóvenes de los Asentamientos en la “Semana del Trabajo Voluntario, Solidaridad e Internacionalismo” que el MST desarrolla todos los años en octubre, homenajeando el aniversario del Che Guevara (en 2006 será del 2 al 8 de octubre).
