Articulo publicado en el número 13 de Diagonal:
http://www.diagonalperiodico.net/pdfs13/10diagonal13-web.pdf
Ante estos casos de corrupción, el MST destaca que “mantendrá su línea política histórica: es autónomo, tanto en su relación con los partidos políticos como con el Gobierno y el Estado”.
Los trabajadores rurales sin tierra reconocen la ilusión con la que se vivió la subida al poder de Lula y las esperanzas de cambio que representó. El proyecto de Lula fue apoyado por cerca de 53 millones de brasileñas y brasileños, pero después de casi tres años de mandato gran parte de esas esperanzas de
cambio se están frustrando. En una vuelta de tuerca, el pasado julio, en medio de una profunda crisis política, el Gobierno promovió una reforma ministerial que reforzó todavía más la alianza con sectores conservadores.
Desde la Secretaria Nacional del MST apuntan que “el Gobierno perdió la oportunidad, a lo largo de su mandato, de consultar al pueblo sobre cuestiones estratégicas para la sociedad brasileña”, entre las que señalan la deuda externa, los tipos de interés, la erradicación de los cultivos transgénicos y la autonomía del Banco Central frente a las presiones de los organismos financieros internacionales. También denuncian el nulo camino recorrido en la consecución de la Reforma Agraria. En su comunicado, el MST reclama una “amplia aglutinación de todas las fuerzas sociales, organizadas para realizar un verdadero trabajo comunitario en el que se debata y construya un nuevo proyecto para Brasil”. Una primera muestra de esta estrategia fue la celebración el 7 de septiembre del “Grito dos Excluidos” junto con Vía Campesina y otras organizaciones. Coincidiendo con el día de la Independencia, alrededor de 180.000 personas se movilizaron en todas las grandes ciudades del país bajo el lema “Brasil, en nuestras manos está el cambio”. En lo que queda de mes y en octubre se realizarán asambleas estatales populares para discutir un nuevo modelo económico. Este programa culminará a finales de octubre con la Asamblea Nacional Popular en la que se espera la participación de más de 20.000 personas, incluidas más de un millar de personas de colectivos de apoyo al MST de otros países.
El MST sobre la corrupción
“… Creemos que existe la corrupción ilegal, que generalmente beneficia intereses personales, y la practicada con métodos legales, aunque inmorales e ilegítimos, que incluye la apropiación de recursos públicos por un grupo económico, un sector específico de la clase dominante. Los tipos de interés aplicados en Brasil y las transferencias de recursos públicos hacia los bancos, más de 100 mil millones de reales al año, son un ejemplo inequívoco de ello. Hay otra cuestión importante: de manera general, los medios de comunicación y las elites protegen a los corruptores y nos impiden identificar a los verdaderos culpables. ¿Quiénes son los propietarios de los millones de recursos desviados para campañas electorales? ¿Qué intereses están detrás de las inversiones millonarias en campañas Creemos que es imprescindible exigir un castigo para todos los casos de corrupción. Y particularmente exigimos cambios profundos en el sistema de representación política y partidaria: es la única posibilidad de combatir la corrupción sistémica que reina en Brasil.
(…) La crisis que estamos viviendo no se reduce a la corrupción. Es mucho más grave. Se trata de una
crisis de modelo: la población no se reconoce en ese sistema de representación, no tiene el poder político, y no puede ejercitar lo que se establece en la Constitución Federal, que todo poder emana del pueblo. El pueblo desprecia a los políticos y los ve a todos iguales. Todo ello nos lleva a una crisis ideológica, consecuencia de la falta de debate en la sociedad sobre un proyecto para el país. Tememos que se
prolongue esta apatía”.
