El 11 de mayo de 2017 celebramos el primer encuentro público inaugural de este proceso de investigación. Tuvo lugar en el recién abierto centro social La Ingobernable, con un triple objetivo: como actividad de apoyo a la primera semana de apertura del nuevo espacio, como momento inaugural de este proceso (el 19 de abril se habían cumplido los 20 años de la primera okupación del CSOA El Laboratorio de la calle Embajadores 68) y como una forma de poner en contexto el propio encuentro: un diálogo entre la experiencia pasada y las prácticas actuales. La Ingobernable, conveníamos muchas de las allí reunidas, tiene muchas resonancias con aquella experiencia, enmarcar este encuentro en ese contexto lo dotaba de sentidos (en relación a la memoria como acto vivo del presente) y de un cuerpo vivo y con capacidad pensante.
Este primer encuentro, preparado con cierta celeridad y urgencia, reveló desde muy pronto algunos elementos que, con el curso de los meses, se han ido haciendo patentes y sobre los que me he basado para desarrollar la idea de afectos y vínculos como articuladores fundamentales de la experiencia archivo.
En los pocos días que mediaron entre la convocatoria y la celebración del encuentro (y también tras éste) se produjeron ya algunas activaciones interesantes. Tuits, post, comentarios…, una energía, una memoria común emergían del sueño. Gestos, casi todos ellos afectuosos hacia la memoria de la experiencia. No se trata con esto de hacer una lectura buenista, lidiar con las resistencias y los conflictos no resueltos ha sido -sigue siendo- también parte fundamental de este proceso y motivo en parte de su sesgo (ha establecido límites y acotaciones en esta exploración) pero esos afectos han sido trama fundamental del proceso.
Al encuentro acudieron más de cincuenta personas, de las cuales la mitad formaron parte de una u otra manera de la experiencia Laboratorio y trazaron a lo largo de casi tres horas una narración polifónica de diferentes aspectos de la experiencia. Entre los asistentes también había quien, incluso por edad, no había tenido ningún contacto con la memoria Laboratorio, si acaso por narraciones de terceros.
La sesión, tras una breve introducción, discurrió como una suerte de collage ( una sesión coral, no lineal ni uniforme) que hacía pensar en el formato de representación de esa polifonía ¿cómo aprehender esa diversidad de puntos de vista?…. Más adelante seguiré recibiendo impresiones en conversaciones y entrevistas, precisamente, sobre la dificultad de contar la experiencia…
Algunas de las ideas vertebradoras del debate, respondiendo a un esquema propuesto al inicio, giraron en torno al contexto de emergencia del Laboratorio 1, la ruptura con formas políticas anteriores, la importancia de la trama de alianzas de la que se dotó, la vinculación al territorio (que fué cuajando a lo largo de las diferentes ediciones especialmente a partir del Laboratorio 2), la diferencia de lenguajes -la diferencia en general- y el aprendizaje colectivo, el valor de la dimensión comunitaria, la experiencia extrema de cooperación bajo condiciones de precariedad, la apertura a la experimentación y al pensamiento en situación, con una traducción clara en la práctica prefigurativa sobre apertura al conflicto-diálogo con la institución, la dureza de los conflictos, la relación de arte y activismo y la innovación cultural (y su contraste con la evolución de las políticas culturales, pradigmáticamente encarnada en la confrontación del modelo del Laboratorio 3 y la Casa Encendida), la dimensión espacial de los centros sociales como disparadores de imaginación política, la importancia de la dimensión vivencial y la dificultad de aprehenderla en archivo….una sesión en suma de una gran riqueza de la que empezar a tirar hilos…
Puedes escuchar aquí el audio íntegro del encuentro:
https://archive.org/details/AudioLaboIngobernable11Mayo