Taller: Duelo por la pérdida de «la salud».

Generamos un espacio donde compartimos sobre la diferencia entre envejecer y enfermar, tratar el síntoma como aviso, ir a la causa de los problemas de salud y olvidarnos de medicalizar la vejez de manera automática y hospitalizar la muerte. Tratamos la muerte como un proceso de transformación a algo que no sabemos qué es. De la misma manera que un feto, cuando pasa del medio acuoso al medio aéreo, muere como feto para dar lugar a lo nuevo.

También hablamos del impacto de la violencia histórica que sufrieron nuestras antepasadas en nuestros cuerpos actualmente, así como del impacto sobre nuestra salud de una ciencia que ha sido creada por y para hombres. La quema de brujas favoreció que mujeres disidentes, parteras y curanderas fueran quemadas en la hoguera en pro de una ciencia creada por y para hombres de clase burguesa que podían acceder a la universidad. Una ciencia que ha fundamentado la violencia obstétrica que sufrimos en la actualidad, en la que la mujer queda invisibilizada aún hoy en día en la mayoría de los ensayos clínicos de fármacos. Violencia obstétrica que va desde la falta de información, la hipermedicalización y la extirpación de los órganos ginecológicos femeninos cuando «ya han cumplido su función».

Pusimos sobre la mesa cada cambio de etapa vital como transformación, una transformación que requiere un duelo, una muerte de la etapa anterior y la importancia de permitirnos sentir la emoción que corresponda al duelo.

Hablamos de la importancia del rol de la mujer a lo largo de la historia, como sostén vital de la sociedad, y de la importancia de revalorizar los cuidados y el trabajo reproductivo tanto o más que el trabajo «productivo»

En definitiva, creamos el espacio para agradecer y recoger la fuerza de nuestras ancestras y así poder reconocer nuestro potencial actual como pilar de una sociedad en la que los cuidados son denigrados y mercantilizados.

Gracias a @fundaciolavinya y a @funerariamemora por la oportunidad de generar estos espacios, terapéuticos por sí mismos.

Gracias también a mis compis de @kumeia.laboratorisalut por la inspiración.

Os quiero!

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