Fuera matonismo del Raval
El pasado jueves 25 de agosto la movilización vecinal consiguió frenar uno de los hechos más graves que hemos visto en los últimos años: seis matones que, enviados por la empresa autodenominada Desokupa contratada por la propiedad, pretendían forzar el desalojo extrajudicial de uno de los pisos de la c/ de la Cera, 15. La rápida acción de una red vecinal autoorganizada logró, en pocos minutos, paralizar un desalojo ilegal a punto de consumarse -algunas de las pertenencias de los inquilinos ya habían sido sacadas al portal- y provocar la intervención de Guàrdia Urbana y Mossos d’Esquadra.
Pero estos hechos muestran en qué medida la situación de vulnerabilidad social y habitacional que viven muchísimas familias del Raval, es mayor aún pensando que hay propietarios e inversores dispuestos a recurrir al matonismo -lo que vimos el pasado jueves no merece otro nombre- para imponer sus intereses. Lo que pretendió la propiedad fue saltarse un juicio con fecha ya fijada. Si los desahucios legales ya son un problema en un orden de precariedad y desprotección del derecho a la vivienda como el que vivimos, permitir que un propietario pueda saltarse las mínimas garantías judiciales, agrava la situación de manera extrema. La tranquilidad con la que actuaron los hombres de Desokupa hasta el momento de la intervención vecinal, evidencia una sensación de impunidad que resulta preocupante. Pero es más inquietante aún que una empresa se pueda publicitar ofreciendo ejecutar acciones con son competencia exclusiva de un juzgado, sin que nadie investigue ni actúe de oficio al respecto.
En este sentido, el hecho de que ni los agentes de Mossos d’Esquadra ni de la Guàrdia Urbana, identificaran a ninguno de los matones enviados a la vivienda, ni evaluaran siquiera la posibilidad de que se estuviera cometiendo un acto delictivo, incrementa más aún la sensación de indefensión ante un acontecimiento de este calibre. Que un grupo cualquiera pueda presentarse en una vivienda, instar su desalojo, hacer a sus habitantes sacar sus pertenencias de la casa y llamar a una empresa para colocar una puerta blindada y una alarma, y que después puedan abandonar el lugar tranquilamente sin dar sus nombres, genera una situación de tremenda inseguridad.
Por eso, desde la Assemblea del Raval, exigimos a todas las administraciones, tanto Ajuntament como Generalitat y al aparato judicial, que actúen de inmediato antes de que situaciones como esta se generalicen. Es necesario un protocolo claro en el que tanto los cuerpos policiales como cualquier representante público, activen mecanismos de identificación y denuncia de las personas y de las empresas responsables y, lógicamente, de quienes las contratan. Por otra parte, es imprescindible que se comience a investigar desde ya la actividad de empresas como «Desokupa» y otras que se puedan estar dedicando a la misma actividad, y la eventual ilegalidad de sus acciones. Como antecedentes recientes de la acción de estas empresas, el intento de desalojo ilegal de Can Dimoni en la calle José Torres de Gràcia.
En el Raval ni podemos ni queremos permitir la presencia de empresas que, mediante el matonismo, se enriquezcan expulsando a la gente de este barrio.
¡Frente a ello autoorganización vecinal! ¡No pasarán!
Assemblea del Raval
Publicado aaquí por El Lokal: http://www.ellokal.org/fora-matonisme-del-raval-catcas/#more-6753
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