Desde el pasado mes de enero en el que nos desalojaron de forma violenta de la antigua cárcel de torrero, hemos continuado realizando el proyecto de centro social okupado gracias al apoyo que recibimos de los vecinos del barrio.
La razón por la que nos decidimos a reokupar es porque creíamos que era la mejor forma de demostrar que debemos continuar dándole vida a los espacios muertos y abandonados que existen en el barrio, en la ciudad.
Creemos en este proyecto de autogestión, planteamos una alternativa real al sistema de consumo y esro se ve que les hace daño pues escapa a su control, de aquí no se puede sacar tajada. La organización de forma asamblearia horizontal gestiona un espacio liberado que se rige por el respeto, no por normas que solo sirven para beneficiar a los mercados, a los bancos y a lxs ricxs.
No somo jóvenes apáticxs como les gusta mostrarnos. Se empeñan en censurar los diferente, en criminalizar a lo que escapa a su control, pero del cambio, de lo desobediente surge la evolución.
Ante el acoso mediático al que se vio sometido el ayuntamiento pronto se apresuraron a decir que no importaba que estuviéramos aquí, ya que no existe presupuesto alguno destinado para este edificio pese a las demandas vecinales que desde hace ya tiempo piden un uso social de la antigua cárcel.
Estas declaraciones eran totalmente falsas ya que a día de hoy las once personas que resistieron pacíficamente el desalojo han sido encausadas en un juicio donde el denunciante no es otro que el ayuntamiento, el mismo que mantenía el estado de abandono total de la cárcel y que parece que la prefiere así. Por ello nos parece absurdo e innecesario que se encause a once de nosotrxs por el simple echo de trabajar para el barrio y no creer en lo establecido.
El CSO KIKE MUR sigue más vivo que nunca, es un hervidero de gentes que pasan, vecinxs que aprenden a tocar la guitarra o perfeccionan su inglés, niñxs que se cortan el pelo de manera gratuita, personas mayores que toman un vermú el domingo por la mañana acompañadas de sus nietxs. Padres y madres que cogen ropa para sus hijxs en la tienda gratis y así pueden llegar un poco mejor a fin de mes o jóvenes que vienen y disfrutan en muchas de nuestras charlas, talleres, audiciones y conciertos.
Por eso creemos necesario hacer un llamamiento para que no permitamos que lxs de siempre sigan haciendo y deshaciendo a su antojo con sus leyes como la que hoy procesa a estxs once compañerxs y que de manera solidaria mantengamos viva la llama del centro social que ya intentaron apagar de manera violenta la madrugada del 20 de Enero en la que vinieron a desalojar.
La cárcel es del barrio, no de quien la quiere abandonar. No al proceso judicial a lxs once del tejado.