Con motivo de una serie de pintadas que atacaron a la Cinètika el pasado 11 de octubre,
señalándola como un espacio con prácticas antifeministas (acto que consideramos cobarde, de gente que no da la cara y que no da espacio a un debate constructivo), queremos expresar lo siguiente:
Dentro de nuestra actividad, no reconocemos a qué corresponden estos señalamientos y
por tanto, no los asumiremos como críticas a nuestras prácticas, sin embargo, sí las entendemos como agresiones al espacio colectivo y común del barrio que es la Cinètika.
Respecto a los procesos propios que llevan en paralelo otras colectividades que pueden o no estar relacionadas con la Cinètika, son procesos que nosotras entendemos como autónomos y que respetamos en sus gestiones y decisiones.
La construcción de espacios donde efectivamente rija la autonomía feminista
es un continuo y nosotras, como muchos otros espacios, estamos comprometidas en ese desarrollo y aprendizaje. Desde esta realidad, nos afirmamos como un espacio colectivo feminista, que toma y ha tomado las decisiones mediante consensos en asamblea.
Es dentro de esta asamblea donde existe el espacio para cuestionar, debatir y crecer.
La Cinètika es un espacio abierto en donde los ataques anónimos, en pintada o en las redes no construyen ni proponen mejores prácticas.