Posted on abril 12, 2012 in Activismo, Ciudad, Derechos, Ideas, Transporte by miki1 Comment »

Vivimos en un mundo que se acelera: mayores ataques a la sanidad, educación, servicios sociales, investigación… mayor represión… mayor deterioro de las condiciones laborales… las noticias se agolpan. El transporte ha sido otro pilar más. La estrategia es fácil: empeoras el servicio público a base de recortes y favoreces lo privado porque así esos servicios se dan “sin que al Estado le cueste tanto”. Lo que no dicen es que, para favorecer los intereses privados de unas pocas empresas, obligan a la clase media a volverse más dependiente del trabajo (gastan más parte de su salario que antes en lo básico) y dejan a un sector de la población sin esos servicios básicos.

 

Un caso claro ha sido el transporte público. Aún recuerdo a finales de los 90’… justo el año en que subieron desorbitadamente el precio de la entrada de cine empezaron a poner anuncios antes de la película. Es decir, a pesar de recaudar más por la publicidad, eso no repercutió en una reducción del precio de la entrada, sino todo lo contrario. Todo sea por maximizar beneficio.

 

Hace unas semanas, Metro de Madrid accedió a perder un poco más de dignidad al romper la barrera entre la información oficial de Metro (como es el nombre de la estación) y la publicidad de un cacharro que suena y hace luz, y que no necesitamos, y que necesita coltan para su fabricación, y cuyas baterías contaminan al desechar el aparato obsolescente que alimentan y que nos hacen tener que trabajar más para vivir peor… Hasta entonces, Metro había mantenido una barrera fija entre la publicidad que invade prácticamente todas las estaciones y la pared uniforme y libre de publicidad. Sin embargo, a partir de ahora habrá que estar con nuestros cerebros trabajando continuamente para filtrar la publicidad. ¿Qué será lo próximo? ¿Acaso cambiarán el nombre de las calles por marcas conocidas? ¿Y los números de las calles por modelos de móviles? Imaginad: vivo en la calle Nokia, número 3210, o en la calle Danone, número “ciruela con pasas”. A veces llevar la imaginación al extremo nos ayuda a anticipar el futuro, otras veces a entender el presente, y otras a tomárnoslo con cierto sentido del humor, dentro de la gravedad del asunto…

Curiosamente, no sólo Metro de Madrid no ha querido dar la información de lo que ha recaudado en esta campaña (viva la transparencia), sino que además ha subido el precio del billete, pero no como nos venía acostumbrando. ¡Ha sido el mayor incremento en 10 años! Y es que el afán recaudatorio no tiene fin… y vivimos en un sistema de endeudamiento continuo, de carestía continua, de permanente necesidad… y estas son algunas de las consecuencias.

 

¿Y qué hacemos? Bueno, mientras las cosas cambian y mientras no, ya hay convocadas varias acciones de protesta como, por ejemplo, un nuevo “yo no pago“, acción colectiva de desobediencia civil no violenta, el viernes 20 de abril a las 19:00 en Sol. Como es previsible que la policía vaya a alterar gravemente el orden público en lo que será una acción de protesta simbólica y pacífica, es posible que, con la nueva ley que quieren sacar, esta página sea considerada terrorista por alentar acciones que ellos consideran violentas y, en un futuro, sea cerrada. Nuevamente la imaginación puede ser muy útil para comprender la situación actual o para, esperemos que no, anticipar un futuro donde todo medio de contrainformación, toda web alternativa que defienda alguna protesta pacífica, pueda ser cerrada utilizando un torticero significado de la violencia.

 

Cuando el rico roba al pobre se llama NEGOCIO. Cuando el pobre pelea, aunque fuere pacíficamente, para proteger lo que necesita para vivir, lo llaman VIOLENCIA.

 

Posted on marzo 29, 2012 in Activismo, Derechos, Economía, General, Ideas, Política, Trabajo by hirunatan1 Comment »

Este artículo es una aportación personal mía, que he publicado en mi blog particular, pero copio aquí ante la petición de mis compañeros de Decrece Madrid. El motivo es que, ante la próxima convocatoria de Huelga General y todo lo que está pasando, quisiera contribuir con mi granito (o granote, por lo largo) de arena. Mi opinión es que esta reforma laboral a la que nos enfrentamos no se puede comprender si no se conoce bien el contexto, y ahí es donde ofrezco mi aportación.

 

Antes de empezar, quiero que conste que yo no soy economista ni de lejos. Soy simplemente alguien a quien le gusta leer y pensar, pensar y más pensar, y esto es el resultado de lo leído y pensado. Quizá sea un poco osado escribir en este modo, pero quisiera poder compensarlo mediante el “crowdsourcing”. Es decir, si cualquiera entre quienes lean esto cree que contiene errores, distorsiones o fallos, bienvenidas sean las propuestas, si me convencéis puedo cambiar cualquiera de estos puntos. ¡Pero me tenéis que convencer!

 

 

Antecedentes

En los primeros años de la crisis escribí un artículo que resumo aquí, sobre el modelo capitalista como origen de la crisis financiera, una de las crisis globales que tenemos en este momento.

 

Simplificando a lo bestia, el modelo económico capitalista liberal funciona así: alguien tiene dinero extra; lo usa para comprar medios de producción; pone a gente a trabajar en ellos y con su venta menos los salarios obtiene un beneficio. Así el que tiene dinero acaba teniendo más, el que no, sigue sin tenerlo pero al menos puede comprar los bienes mientras trabaje, y el que no trabaja ni tiene capital ni ha ahorrado se muere.

 

El problema es que la producción real lleva estancada desde hace varias décadas, por un doble techo ecológico y social. Y esto es terrible, porque para que todo se mantenga, la producción no sólo no se puede parar, sino que debe aumentar siempre para compensar el reparto cada vez más desigual del dinero, y los avances tecnológicos que permiten producir más con el mismo trabajo.

 

Por ello, para seguir creciendo, el capitalismo tuvo que pasar a basar su crecimiento en la deuda y la especulación. Es decir, a tomar dinero prestado del futuro o directamente a inventarlo de la nada. El problema de este dinero ficticio es que es frágil y de vez en cuando explota y se volatiliza, dejando atrás burbujas reventadas.

 

Cuando explotó la última en el 2007, de proporciones planetarias, los gobiernos, aplicando nuevamente el conocido principio de “privatización de los beneficios y socialización de las pérdidas”, corrieron al rescate de los bancos, con cargo a los presupuestos del Estado, a base de aumentar su deuda pública. Con lo que los superejecutivos responsables directos del desastre fueron premiados con montañas absurdas de dinero, mientras que los ciudadanos acabaron comprometidos, sin comerlo ni beberlo, a devolver con su trabajo futuro el dinero que los famosos “ninjas” debían a los bancos.

 

Esto no es sólo una cuestión de cara durísima y codicia sin límites (que también), sino que es una consecuencia de cómo funciona el sistema. Los políticos no tenían muchas otras opciones, porque los bancos y su deuda son los que sujetan el sistema, si ellos quiebran, se hunde todo el tinglado y desaparece el 90% del dinero existente (cosa que no van a permitir que ocurra, claro).

 

La cosa es que algunos países aguantaron el embite, los que tenían economías más fuertes, y otros no.

 

¿Y España, qué tal?

Pues mal, ya sabemos. El reemplazar la agricultura, la industria y el I+D por la especulación con el ladrillo funcionó bien durante la burbuja, pero al reventar ésta, ¿qué pasó? Que la producción económica cayó en picado, y con ella los ingresos del Estado vía impuestos.Si a esto se le suma el dinero del rescate a los bancos, tenemos el origen del peligroso déficit que amenaza con hacer que el Estado no pueda devolver su deuda contraída. Estos son los dos desencadenantes principales del problema de déficit actual, junto con la corrupción, el despilfarro y el fraude fiscal, que no han cambiado desde antes de la crisis, pero no dejan de ser una sangría, estando España en las posiciones más altas de los países de nuestro entorno. No así en los capítulos de protección social, inversión en educación e investigación, sanidad y demás gasto público, en los que estamos por debajo de la media de Europa.

 

Sin embargo, las medidas que proponen los gobiernos del PPSOE son, básicamente:

 

  • Subidas de impuestos limitadas, erráticas y con poco criterio.
  • Recorte de gasto público: protección social, educación, investigación, sanidad, etc.
  • Reforma del mercado laboral en la línea de facilitar el despido, reducir los salarios y desmontar los convenios y protecciones a los trabajadores.

 

Prácticamente nada de lucha contra la corrupción y el fraude, de que los bancos asuman sus propias pérdidas, de ayudar a las personas afectadas más gravemente por la crisis o de revisar los impuestos para hacerlos más progresivos. Y en lo que respecta a la reactivación de la economía, sigo contando más abajo.

 

¿Cuáles son los motivos de esta estrategia?

 

a) La inviolabilidad de los bancos, por lo que contaba más arriba.

b) La corrupción política, endémicamente hispana, que impide luchar contra el fraude y el derroche.

c) La ideología liberal, que nos viene de fuera, y que comento ahora.

 

¿Cuál es la propuesta liberal contra la crisis?

En el siglo XIX y principios del XX la terrible desigualdad entre patronos y obreros se tradujo en una serie de duras luchas sociales, que acabaron produciendo un sistema de protección al trabajador. Este sistema se basa en el principio de que la negociación entre empleado y empleador es asimétrica: el dueño del capital tiene habitualmente más medios y más recursos, lo que le proporciona un poder superior (mayor cuanto más grande sea la empresa). En consecuencia, se establecen una serie de límites legales, de blindajes y protecciones al trabajador por parte del Estado.

 

Los liberales critican este sistema por los siguientes motivos:

 

  • En el fondo, es un sistema de discriminación positiva, y como tal, tiende a generar “injusticias” de sentido inverso, beneficiar a personas no porque se lo “merezcan”, sino por cumplimiento de cuotas y escalas. Esto es más importante en empresas pequeñas y medianas.
  • En un contexto de caída de la demanda de productos, mantiene artificialmente puestos de trabajo poco rentables, lo cual hace que el sistema sea menos eficiente.

 

Y lo interesante es que estas críticas tienen mucho fundamento, la cuestión es que por resolver un problema se crea otro, con lo cual hay que tener muy en cuenta estas objeciones al sistema de protección social, porque son la clave del bloqueo. Proteger los derechos de los trabajadores a base de estructuras burocráticas institucionalizadas no es la mejor manera, puesto que presenta muchos inconvenientes.Lo malo es que la propuesta liberal para salir de ahí tampoco sirve. La receta es, resumiendo mucho, suprimir las regulaciones y protecciones estatales y permitir que empresarios y trabajadores negocien su protección “libremente”, en base a las leyes de la oferta y la demanda en el mercado laboral. La teoría es que la “mano invisible” hará que cada cosa se ponga en su sitio y cada persona reciba lo que le corresponda de forma más justa y eficiente.

 

El problema principal, que comparten tanto el liberalismo como la socialdemocracia, es que se continúa ignorando tenazmente el doble techo del crecimiento, y se apuesta por seguir estimulando a la economía para mantener el empleo. En el siglo XX, el crecimiento hizo aumentar la riqueza general, y las luchas sociales ayudaron a repartirla, con lo que la prosperidad general aumentó durante casi un siglo. Pero al llegar el estancamiento, el reparto se detuvo y la riqueza volvió a concentrarse en pocas manos.Además está el hecho de que la corrupción y el poder generado por dicha concentración también distorsionan el mercado, haciendo que los más ricos hagan su ley a gusto, manteniendo monopolios y oligopolios, aranceles, leyes del embudo variadas y todo tipo de violaciones de la teoría liberal. Pero bueno, supongamos que se consiguiera promover la libre información, la educación de las personas, la limitación de monopolios y demás cualidades del mercado libre. ¿Qué pasaría? Pues que el techo de producción, y la deriva subsiguiente hacia la especulación hacen que la demanda de mano de obra se reduzca. Si no hay trabajo para todos, el valor de mercado de la mano de obra tiende a cero, y como ésto no es una cuestión coyuntural, sino sistémica, los trabajadores se quedan sin recursos para negociar sus condiciones.

 

En la práctica, las medidas liberales se traducen en tres vías:

 

a) Reducir impuestos, desregular y dar todo tipo de facilidades al capital. Lo cual encanta al capital especulativo, que crece y crece sin ningún impacto social positivo, aumentando más aún la concentración de riqueza.

b) Invertir en industria, educación e investigación, modernamente con un toque “ecológico” (lo que ahora se llama “crecimiento sostenible”). Esto en España han decidido que no lo van a hacer, supongo que por que es algo que habría que haber hecho antes; ahora en medio de la crisis, es difícil afrontar medidas a medio-largo plazo como éstas. Además, el techo ecológico impide que todos los países se puedan desarrollar hacia el modelo consumista, debe haber algunos subdesarrollados para que otros puedan estar saturados.

c) Crear mano de obra barata. Si no podemos competir en calidad, hacerlo en precio: abaratar el “coste” de los trabajadores, reduciendo lo más posible sus salarios y protecciones, y compensar la caída subsiguiente de la demanda interna, con la exportación hacia países más ricos. Es decir, el modelo tercermundista, hacia el que se dirige España mientras que otros como China aspiran a crecer. Una técnica ya ensayada durante muchos años en Sudamérica y otros lugares del mundo.

 

El resultado es que el mercado pasa a componerse de a) una élite de trabajadores especializados, altamente demandados y saturados de trabajo b) una gran masa de obreros no cualificados, en condiciones precarias c) otra masa de excluidos, que impiden luchar a los obreros del b) por miedo a acabar en c), pero causantes de desórdenes, inestabilidad y conflictos. Conflictos que no preocupan demasiado a nuestros dirigentes, si tienen algo de razón escritoras como Naomi Klein o Susan George.Y lo más “gracioso” es que la aparente alternativa, que son las medidas proteccionistas de la socialdemocracia, también están pasadas y se ha comprobado que tampoco son la solución. Desmontar el Estado del Bienestar no nos hará salir del hoyo. ¡Pero mantenerlo tampoco!

 

¿Y entonces, qué hacemos?

Ante todo, oponernos a las propuestas actuales. Para empezar, nuestros gobiernos no están luchando en absoluto contra la corrupción ni contra la concentración del poder del capital. Por otro lado, incluso las medidas que parecen aparentemente más sensatas y de sentido común, tampoco funcionan. Y finalmente, siguen ignorando como el capitán del Titanic las otras crisis que nos amenazan: la social, la ambiental y el inminente pico del petróleo.Así que es muy importante apoyar la Huelga General y todo tipo de movilizaciones, pero distanciándose de los sindicatos mayoritarios, que sólo aspiran en el mejor de los casos a mantener el sistema proteccionista y desarrollista actual, con todos sus defectos.

 

Y al mismo tiempo, hay que buscar con urgencia un modelo económico diferente. El núcleo del problema está en la asimetría básica capital/trabajo, que es la causa de las luchas de poder y todos los problemas mencionados.Necesitamos otra forma de repartir la riqueza que no dependa del crecimiento permanente. Desde el #15m se está proponiendo un modelo basado en cooperativas y redes de consumidores, más que en empresas, donde las personas se sientan soberanas, dueñas de su propio trabajo y de los beneficios que éste aporta. Y con un sistema de protección social colectivo, basado en la solidaridad, medidas revolucionarias como la renta básica y redes horizontales entre iguales, en vez de las jerarquías piramidales de poder. Al repartir mejor la riqueza y el trabajo no será necesario consumir compulsivamente, y se podrán cumplir las viejas demandas de los movimientos ecologistas y las propuestas de simplicidad voluntaria y mejora de calidad de vida del decrecimiento.

 

O quizá sean otros enfoques los que prosperen, hay muchísimo por pensar y construir, pero en todo caso será algo que surja de la movilización popular, puesto que nuestros dirigentes tienen ya muy claro el modelo que proponen y no tienen la menor intención de cambiar. Lo cual debemos tener muy claro hacia dónde nos conduce.

Posted on febrero 8, 2012 in Activismo, Agroecología, Derechos, Economía, Naturaleza by mikiComentarios desactivados en El futuro de nuestra comida… en nuestras manos

Dentro de poco se hará una reforma de la Política Agraria Común (PAC), que es la política que fija (o impone) la Unión Europea a todos sus miembros. Bueno, ¿y qué? ¿qué importancia tiene? ¿en qué nos influye? Bien, agárrate al asiento…

 

La PAC nació con la intención de incrementar la producción de alimentos en Europa, para que fuéramos autosuficientes en cuanto a alimentos se refiere. Su éxito fue su fracaso: la producción se incrementó enormemente a base de garantizar unos precios mínimos a los agricultores y comprando los excedentes de producción, que llegaron a ser tan altos que pronto empezaron a constituir una sangría para las arcas europeas. Tras unos intentos de controlar la producción mediante coutas y subvenciones (cada vez más injustamente repartidas), pronto decidieron ponerse a la cabeza del neoliberalismo (incluso por delante de la Organización Mundial del Comercio… qué miedito…) y ahora su propósito es abrirse a un mercado global, sin fronteras, donde por fin todos los países podremos competir unos contra otros, una guerra económica mundial, que favorecerá a los que peores condiciones laborales acepten, mayores producciones (aunque de peor calidad) obtengan y más subvenciones reciban de sus Estados (los Estados ricos, claro está, tienen ventaja), y transportarlos así a donde haya demanda (sean centenares o decenas de miles de kilómetros, caiga el petróleo que caiga).

 

Pero este sinsentido puede cambiar la sociedad civil se hace oir y presionamos para que, cuando vayan a reformar la PAC, respeten la soberanía alimentaria europea y del resto de los países. En este vídeo lo explican estupendamente. Además, en esta web puedes actuar y ver qué se está haciendo para que el sinsentido y la avaricia de unos pocos (que nos hacen comer alimentos pobres y recubiertos de productos químicos aquí y empobrecen o matan de hambre a otras personas allá) deje paso al sentido común, las cosas bien hechas y orientadas al bien común (tanto dentro como fuera de la Unión Europea).

 

 

Es tiempo de conocer y actuar, es tiempo de hablarlo, moverlo y darlo a conocer. Está visto que los políticos no acabarán con el hambre en el mundo (pues les sale rentable a unos cuantos grupos de presión muy poderosos). Si queremos acabar con el hambre en el mundo, hemos de hacerlo nosotras, ahora, desde aquí, ya. No sólo es necesario, también es posible…

Posted on enero 27, 2012 in Activismo, Derechos by mikiComentarios desactivados en Este domingo… volvemos a tomar la calle

El domingo pasado, en la Asamblea General de Sol, la policía nacional se presentó para identificar a varias personas e informar de que la próxima semana pondrían multas por reunirse sin permiso… Ante este atentado contra un derecho tan fundamental como el de reunión, no se podía sino seguir reuniéndose con más fuerza. La comisión de legal ha presentado un comunicado en el que pone de manifiesto que la interpretación de la ley ha de hacerse según las circunstancias sociales, especialmente aquellas leyes que atañen a los derechos fundamentales, por lo que, si prohíben el derecho de reunión, lo estarán haciendo por propia voluntad, y no en cumplimiento de la ley. Si quieren cumplir la ley, que sus agentes vayan con la identificación bien visible (fíjense el domingo).

 

Nos vemos este domingo a las 12:00 en Sol. Si os preguntan decid que venis en solitario 😉 o sacad las uvas y disimulad!!

Posted on enero 26, 2012 in Activismo, Decrecimiento, Derechos, Economía, Ideas, Transición by mikiComentarios desactivados en Prosperidad sin crecimiento y música contra los CIE

Este viernes os proponemos dos planes muy interesantes. La primera parada nos lleva al local de ecologistas en acción (C/. Marqués de Leganés 12, bajo, Madrid) y será a las 19:30.

 

Allí Tim Jackson nos presentará su libro “Prosperidad sin crecimiento“, bajo una perspectiva más reconciliadora con el sistema capitalista explicará un sistema macroeconómico capaz de conseguir estabilidad sin crecimiento. También hablará de la poca o nula relación que hay entre un incremento del PIB y los índices de felicidad, por encima de los 15.000€ anuales. Sin duda será fascinante, venid con las pilas cargadas y ganas de aprender y preguntar.

 

Después, podemos ir a la sala caracol, donde habrá un concierto de múscia contra los CIE. Si no puedes esperar a oirlo, puedes bajarte la música por internet, sin que el FBI te lo impida, ya que tiene licencia Creative Commons, y está protegida contra la censura.

 

¿Qué es un CIE? Son las siglas de Centro de Internamiento para Extranjeros. Digamos que es un lugar donde el Estado puede ejercer el racismo institucional a sus anchas. No es una cárcel, ya que en las cárceles los presos tienen ciertos derechos (no siempre respetados). Al no tener las personas que están allí contra su voluntad ningún estatus (de preso o algo así) entonces se le desprotege legalmente. Es, digamos, un Guantánamo en España (bueno, varios, de hecho), una muestra más de la violencia (maltrato físico, hacinamiento, atención médica deficiente…) que el Estado ejerce sobre las personas. De ahí la necesidad de que la gente lo sepa, se haga público y la vergüenza sea para los políticos que lo permiten… y qué mejor forma de aprender más que pasándolo bien con amigas en un concierto. Que lo disfrutéis…

Posted on diciembre 28, 2011 in Consumo Responsable, Derechos, Economía, Ideas, Trabajo by miki1 Comment »

El comercio justo sigue las mismas pautas de la agricultura ecológica. Empieza como un proyecto interesante, innovador en cierto modo, promovido por gente comprometida… y poco a poco siendo absorbido por la gran máquina del comercio que todo lo arrasa. Primero vino la certificación oficial (privada, claro), luego vino la gran distribución, que impone condiciones y precios a los productores. Como respuesta, vuelven a surgir alternativas más coherentes y justas. Pero no corramos…

Los consumidores de comercio justo quizás no se hayan parado a contestar ciertas preguntas como… ¿cómo es posible que algo traído de la otra punta del globo sea justo cuando para su transporte consumimos un hidrocarburo obtenido tan injustamente, con guerras, invasiones y muuuucho sufrimiento… y cuya combustión genera unas repercusiones devastadoras para países explotados, generando tantos refugiados medioambientales? No es una pregunta fácil de contestar, pero no por ello interesante de plantear. Otra posible sería… ¿qué es más justo, cómprar productos con un sello de comercio justo o presionar a la unión europea para que no imponga (junto con la organización mundial del comercio) la apertura de los mercados de los países que queremos “ayudar”? Es decir, “abrir los mercados”, aunque suene justo y bonito, significa simplemente, dejar las puertas abiertas al saqueo de sus recursos, imponerles unas condiciones injustas a sus productores, sumiéndolos en la miseria… implica que el Estado local no pueda comprar los excedentes de producción de los pequeños productores para asegurar económicamente la producción interna (algo que en Europa hicimos en los ochenta y funcionó “demasiado bien”).

 

Antes de contestar a estas preguntas es interesante ver el siguiente documental sobre el comercio justo, muy interesante. En él investigan el impacto que tiene el que las grandes distribuidoras hayan ingresado en el comercio justo. Es interesante no sólo por las implicaciones que tienen en el comercio justo, sino porque muchos procesos son aplicables al resto de productos. Es decir, que las mismas dinámicas que siguen con productores y distribuidores de comercio justo, las siguen con el resto de productores y distribuidores. El desequilibrio de poder tan grande que hay en la distribución de alimentos pone de relieve, todavía más, la importancia de establecer redes descentralizadas y lo más cortas posibles para la distribución de alimentos, por ejemplo, mediante grupos de consumo.

 

En el documental se plantean cuál de los modelos de comercio justo es mejor: el dominado por las grandes distribuidoras, el de los pioneros en el comercio justo que se tienen que plegar a las imposiciones de las grandes distribuidoras o el de un comercio más justo pero mucho más elitista en cuanto al precio final del producto. Quizás falte una opción más: productos como café, cacao, té, azúcar… no son alimentos básicos (de hecho muchos crean adicción) por lo que… ¿¿realmente los necesitamos?? ¿No sería mucho más justo para todas que consumiéramos aquí y allá productos de un comercio más humano y local?

Posted on diciembre 19, 2011 in Consumo Responsable, Derechos, Economía, General, Ideas, Vivienda by mikiComentarios desactivados en Esta navidad…

Esta navidad…

 

Esta navidad nos harán creer que es una navidad cualquiera: luces de navidad, las mismas tiendas, más mercadillos ocupando plazas, más premios y pedreas en la lotería… ¿crisis? No pasa nada, ¡endéudese! Cofidis ofrece un crédito de 3000 euros para aquellas familias que lo están pasando mal, para que estas Navidades sean inolvidables (sin duda, nos lo recordará el 24,5%TAE al tener que devolverlo). Lo siento, por mucho que lo intenten ayuntamientos y bancos, estas navidades… no van a ser unas navidades cualquiera. Y es que el “sueño” narcotizante de una navidad envuelta en consumo, alegría y felicidad extrema se está viniendo abajo…

 

Esta navidad será la primera navidad en la que más gente habrá tomado consciencia del poder de “los mercados”, de la necesidad de cambiar de sistema, del absurdo del consumismo atroz, del despilfarro… Gracias al 15M, el discurso general ha cambiado, y ya no es de extrañar oir frases como “los mercados dictan la política que nuestros gobiernos siguen”. Esta navidad, será también la última navidad que pasen muchas familias en sus actuales casas (ya que la mayor parte de las denuncias por impagos en la hipoteca todavía no han llegado a la fase de ejecución del desahucio, pero el año que viene sí). Esta navidad será una navidad todavía más especial…

 

Los estímulos al consumo son vitales para el crecimiento económico (no así para la felicidad de las personas ni para la justicia social). Ante tanta navidad superficial e injusta, diversos movimientos sociales alzan la voz, algunos como veteranos anticonsumo, otros con nuevas voces. Así, en plena campaña navideña, el 28 de diciembre, la cabalgata del 15M se llenará de un contenido interesante, sin duda alguna, al que invitamos a participar.

 

Resulta llamativa la propuesta de Cáritas, que aboga por vivir con sencillez. Dejando a un lado la cuestión de las creencias religiosas que mencionan en el punto 6 de su decálogo, que daría para mucho debate pero que entendemos que se puede tratar por separado, si nos fijamos en el resto de propuestas en sí, resultan muy interesantes. Merece la pena leer frases como: “La crisis económica ha puesto al descubierto el callejón sin salida al que nos está llevando este modelo económico basado en el crecimiento sin límite. Los países y los ciudadanos estamos endeudados por encima de lo que producimos o ganamos. Los datos confirman que la fórmula actual, basada en el crecimiento, no favorece a toda la humanidad sino sólo a unos pocos: el 20% de la población mundial posee el 90% de la riqueza que hay en el planeta, mientras más de 4.000 millones de personas viven en estado de pobreza. Esta crisis también ha puesto de manifiesto que el mundo vive por encima de sus posibilidades físicas. Estamos destruyendo el planeta a un ritmo sin precedentes y consumimos un 25% más de los recursos que la Naturaleza produce anualmente”.

 

 

Desde luego es un paso en la dirección correcta, y sorprende gratamente que una institución de tanto calado dentro de la Iglesia Católica se exprese en esos términos (sorpresa que no debería ser tanta desde el momento en que estas propuestas, en teoría, están muy en línea con la filosofía de vida que se supone que transmite el cristianismo). En todo caso, todavía quedan muchos por dar (esperamos que con tiempo los den): tanto en su discurso (como empezar a hablar de formas alternativas de organización colectiva y reivindicaciones políticas de gran calado) como en su modus operandi (se hace necesario un debate interno sobre el voluntariado y la explotación, así como hacer campañas contra la actividad financiera y especulativa de la Iglesia católica, o sus exhibiciones de lujo y ostentación, eso para empezar).

 

Y es que la crisis aumenta la tensión entre grupos humanos que se encuentran dentro de jerarquías verticales, donde la acumulación de poder y recursos deja a unos pocos opulentos y unos muchos explotados… y la Iglesia católica no es una excepción (más y cuando explotados por el sistema económico o que sean conscientes de tal explotación, los hay católicos y no católicos). Pero en fin, no deja de ser una campaña reseñable por sus términos y valores explícitos.

 

Os dejamos con dos recomendaciones sobre la navidad. Una, para el sábado por la noche: la noche temática, “Consumo desmedido“. Otra, para DR”Ya mismo”, sobre la violencia y cómo responderla estas navidades, ambas muy recomendables. Parece que algo está cambiando, sí… quizás algún día, quién sabe, podamos decir, sin miedo a equivocarnos, eso de… Feliz Navidad.

Posted on diciembre 6, 2011 in Activismo, Bancos, Derechos, Okupación, Vivienda by mikiComentarios desactivados en Un nuevo mercado inmobiliario

Un desalojo por aquí, una okupación por allá… Madrid hierve. Los políticos parece que prefieren que un edificio esté vacío y familias enteras en la calle, en pleno invierno, por lo que mandan a los policías a desalojar a diestro y siniestro. Sonado ha sido el desalojo del Hotel Madrid, algo menos el que la policía municipal llevó a cabo violentamente en el Mercado de San Blas (tanto que ya han sido denunciados).

 

Total, que un desalojo (o varios), y una okupación, hoy en la calle Tres peces 25. La cosa está que arde (no literalmente, claro) y, tras la manifestación de ayer, hoy hay una nueva cita, esta vez a las 20:00 en Tirso de Molina.

 

El capitalismo ha llevado a una crisis, cada vez más profunda, de vivienda. El número de desalojos es asombroso, y cada vez hay más gente que se las tiene que apañar como puede. La okupación, en general, se plantea como una de las posibles soluciones, y el debate empieza a llegar a la opinión pública. También empiezan a experimentarse nuevos modelos de okupación, con gente que jamás se había planteado okupar. En el contexto de esta inhumana falta de respeto por el derecho a la vivienda de las personas, es preferible no terminar esta entrada con un llamamiento a la acción desde la rabia o la negatividad, por lo que os dejamos con buenas noticias que llegan del otro lado del charco, donde la compasión y el sentido común se imponen a la fría lógica de un mercado ilógico.

 

Al final, los problemas que se han creado desde arriba, se acaban solucionando desde abajo. Nuevamente…

Posted on noviembre 22, 2011 in Derechos, Economía, Ideas, Política by miki4 Comments »

Tiempos oscuros e injustos se ciernen sobre nosotros… A pesar de que los cuatro principales partidos han perdido 22 escaños con respecto a las elecciones del 2008, y a pesar de que los partidos minoritarios han coseguido un éxito equiparable al que tenían al principio de la democracia (es decir, nuestra conciencia democrática se ha revitalizado), una ley electoral injusta a todas luces ha dado una aplastante mayoría absoluta a uno de los dos partidos neoliberales (bueno, al más neoliberal de los dos, si alguien quiere hacer distinciones). Es decir, que la voz del pueblo no se escucha ni en las urnas. Tampoco sería muy alagüeño el panorama si, como por arte de magia, nuestro gobierno decidiera dar plantón a los mercados y demás instituciones financieras. Simplemente darían otro golpe de estado financiero, como el que aconteció recientemente en Italia y Grecia, y pondrían a un gobierno títere de sus intereses.

 

¿Pero cómo hemos llegado a esta situación? Muy sencillo. El capitalismo no es compatible con la democracia. ¿Cómo? Efectivamente. En un sistema económico basado en la competencia, hay una inevitable acumulación de capital, pues el que más acumule desplazará a sus competidores. El pez grande se come al chico. Con el paso del tiempo, era inevitable que esa acumulación de capital sobrepasara al capital de los Estados. Y, como es de sobra conocido, quién tiene el dinero, tiene el poder. Es decir, que en el momento en el que organizaciones económicas no elegidas democráticamente (multinacionales, bancos…) acumularon más poder que los Estados y otras organizaciones como Naciones Unidas (elegidas de manera dudosamente democrática, pero democratizables al fin y al cabo) empezaron a imponer sus normas del juego. Es decir, que el pez grande se comió a los chicos y, al crecer lo suficiente, también se comió a los Estados.

 

En un mundo sin democracia, en unos tiempos oscuros… es donde las luces que brillan dentro de nosotras empiezan a dar sus frutos. Y es que una emite fotones y no sabe muy bien dónde van a parar, a quién ilumina con su indignación, con sus ganas de cambio y con sus acciones. Pero lo cierto es que hay algo que recorre el mundo y va contagiando de forma imparable unos países y otros. Tanto es así, que un grupo de estudiantes de economía de Harvard ha dicho “BASTA” a una educación dogmática y gobernada por intereses económicos. Al enfoque único y neoliberal que dan en una asignatura han respondido de forma organizada y colectiva, respetuosa pero contundente. Y la cosa no para en esa asignatura… La historia es un rayo de luz en uno de los lugares más oscuros del planeta y, por ello, brilla con una fuerza inspiradora.

 

Nos han quitado la democracia, y nos intentarán aplastar de forma económica, educativa, legislativa e, incluso, por la fuerza. Pero lo que no saben es que hay cosas que no se pueden parar, que cuanto más nos repriman y opriman, más indignados seremos y más indignados estaremos. Será interesante, y una incertidumbre, ver cómo las organizaciones grandes y poderosas enfrentan su propio colapso a la vez que emergen organizaciones pequeñas, más horizontales, y realmente más poderosas, con formas alternativas, críticas y creativas de organizarse y relacionarse.

 

Patalearán, pero es una batalla que tienen perdida de antemano.

Posted on octubre 17, 2011 in Agroecología, Derechos, Ideas, Naturaleza by mikiComentarios desactivados en Basta de mentiras… ¡a comer!

Basta de farsas sobre la agricultura y las causas del hambre. Es hora de hablar de permacultura como una alternativa seria, inteligente y accesible a todos. Es hora de rebatir falacias con seguridad y honestidad.

 

Desde el mundo pro-transgénico se hace hincapié en que PARA ALIMENTAR A MÁS PERSONAS hace falta PRODUCIR MÁS. Y que sólo se puede producir más a gran escala y con variedades genéticamente modificadas. En varias publicaciones “científicas” comparan campos de cultivo con y sin variedades transgénicas y llegan a la conclusión de que, aunque no siempre, los transgénicos son más productivos y, por lo tanto, son la única solución para el hambre, el cambio climático, la carencia de combustibles fósiles… No raramente todo esto es expresado con cierto tono de sacrificio estoico, como un héroe que soluciona los problemas del mundo… Sin embargo pasan muchas cosas por alto.

 

Primeramente, no somos nosotros (países sobredesarrollados o, más concretamente, grandes multinacionales que pretenden el monopolio de la producción y distribución de semillas y alimentos) los que tenemos que alimentar al mundo. Somos nosotros los que tenemos que dejar que PRODUZCAN Y DISTRIBUYAN SUS PROPIOS ALIMENTOS. Si acaso podemos ayudarles, además de dejándoles en paz, es mediante el intercambio de conocimientos con ellos, de forma horizontal y humilde. Y por dejarles en paz se entiende, entre otros, no obligarles a cultivar ciertas semillas, no obligarles a venderlas a cierto precio, no poner aranceles a sus productos mientras les obligamos a no ponérselos a los nuestros y, sobre todo, no obligándoles a entrar en el mercado internacional cuyos precios están inflados por la especulación con alimentos.

 

Por continuar, diremos que NO ES NECESARIO PRODUCIR MÁS. En un sistema de producción en masa, donde se pierde tanto por plagas… en un sistema de transporte a larga distancia y almacenamiento de grandes cantidades, donde tantas cosechas se echan a perder (entre el 8 y 25%)… en un sistema de venta a gran escala donde el despilfarro colapsa los basureros con frutas y verduras frescas desperdiciadas… en un sistema que estima las pérdidas en más de un 50%… ¡NO HAY QUE PRODUCIR MÁS!


Y por concluir, los científicos que afirman que los transgénicos producen más desconocen (u omiten) varios estudios sobre la permacultura o agroecología. Que qué es… digamos que es montarte un ecosistema en el campo de cultivo, planificándolo y cuidándolo sutilmente para que te dé gran variedad de productos frescos, buenos y, sobre todo, con un alto rendimiento. Si queréis disfrutar de unas deliciosas pinceladas de permacultura, en el programa del escarabajo verde podréis empezar a entender qué es esto de la permacultura.

Y para quien desee profundizar en el tema, es muy recomendable el informe de las Naciones Unidas sobre la “agroecología y el derecho a la alimentación“. Para abrir boca… si comparamos la producción en cultivos agroecológicos con cultivos de agricultura moderna en Sudamérica, África y Asia, tenemos que los primeros son un 79% más productivos. Pero si nos centramos en África, el continente más castigado por el hambre derivada de la colonización occidental, tenemos que el incremento ronda el 119%, así es, más del doble. Así que, aunque entráramos en el innecesario debate de la producción de alimentos, no habría duda alguna. Además, en estas escasas 24 páginas analizan la influencia de la agroecología en comunidades rurales y aisladas, en la mujer, en los sistemas de formación de los productores, en el empleo, en el comercio mundial… Es fácil de leer, sugerente y contundente.

 

La buena noticia (de malas estamos ya saturados) es que podemos asegurarnos alimentos en un futuro de escasos hidrocarburos, de forma justa y suficiente para todos. Nuevamente, nos damos cuenta de que la solución está en nuestra mano, y es que vivimos en la abundancia… sólo hay que librarse de dogmatismos y empezar a pensar.

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