Posted on febrero 13, 2012 in Agroecología, Consumo Responsable, Ideas, Naturaleza by miki1 Comment »

¿Sabemos lo que comemos? Mejor dicho, ¿sabemos de dónde vienen los productos “frescos” que comemos? Porque, si somos lo que comemos y no sabemos qué es lo que comemos… ¿sabemos quienes somos? 🙂 Verduras, pollos, pescado… porque, como diría Alejandro Sanz, NO ES LO MISMO. Con el conocimiento viene la oportunidad de elegir…

 

He aquí un interesante documental de una horeja… interesante por la temática: producción ecológica e industrial de alimentos (comparativas, entrevistas con los productores…) e interesante también por lo antiguo que es, lo cual nos da una perspectiva de cómo cambian las opiniones, los discursos, lo que es socialmente aceptable y lo que es tabú… o, por ejemplo, mientras antes pensaban que producir en agricultura ecológica era más caro, ahora sabemos que, no sólo no es más caro que la industrial, sino que, según varios estudios, es más productiva.

 

Sin más, que disfrutéis…

 

¡Salud y buenos alimentos!

Hace poco oí que alguien explicaba el decrecimiento mediante el tamaño de la hoguera. Aunque no pude encontrar nada en internet (nada, que no hay link) sí que recuerdo el ejemplo:

 

En una hoguera grande, la gente hace un círculo grande y se separan las unas de las otras. Si no, se queman debido al abrasador calor que desprenden kilos y kilos de madera ardiendo. Si acaso, tienen relación con aquellos que están a su lado. Si la hoguera es pequeña, la gente se aproxima al fuego, hace un círculo más pequeño. El calor es reconfortante, con poca madera varias personas se mantienen calientes. Al ser pequeño el círculo, las personas puede mirarse a la cara, sonreírse, contar chistes, tener una conversación común, sentir, después de todo, que están en un grupo y forman parte de él.

 

El ejemplo me recordó a las palabras de un familiar mío, muy de derechas él, que recordaba con sereno anhelo un tiempo en el que las cosas eran distintas y él era más feliz:

 

Recuerdo cuando, con las ascuas de la chimenea, calentábamos el brasero que poníamos debajo de la mesa-camilla. Cenábamos todos juntos y, antes de irnos a dormir, mi madre cogía del brasero las brasas que aún daban calor y las metía en una plancha hueca de metal, con la que calentábamos las camas. Recuerdo que era una época feliz, en la que no aspirábamos a tener más, porque las cosas eran así. Aprovechábamos todo lo que consumíamos, le dábamos varios usos, vivíamos con poco, era una vida sin grandes lujos pero éramos una gran familia y éramos felices.

 

Este profundo sentimiento de recogimiento, de sencillez, de calor… contrasta claramente con el sentimiento de prisa, de falta de tiempo, de permanente necesidad de más y más, de compras desbocadas, de envoltorios y sobras que acaban en el cubo, de grandes bolsas de basura, de estrés, lujo y desigualdades sociales, de tiempos convulsos… El ser humano no es así, nunca ha sido así. De hecho, siempre ha sido sencillo, salvo unos pocos que ostentaban riqueza y acumulación (nobles, reyes y obispos) y que, a pesar de ser minoría, adquieren un papel protagonista en nuestra imagen de la historia.

 

El decrecimiento no es algo extravagante. Es simplemente vivir mejor. En el sobreconsumo (donde consumimos y nos consumimos más rápidamente), está claro que “vivir mejor” es necesariamente “vivir mejor con menos”, pues no hay otra opción. En países explotados por los países sobreconsumidores, “vivir mejor” puede ser “vivir mejor con más”, pero los eslóganes “vivir mejor con más” y “vivir mejor con menos” se acabar sustituyendo por “vivir sencillamente bien”.

 

Pero la sociedad del decrecimiento no tiene por qué ser estática. Cómo combinar el dinamismo tranquilo, la innovación creativa y la alegría, con la simplicidad, el no aspirar a más y el recogimiento reconfortante de lo sencillo es la clave para que la humanidad alcance unos modos de vida que puedan llevar todas las personas del mundo durante un número infinito de generaciones. Tan sólo así podremos vivir bien y justamente. Es una aventura necesaria, trepidante y llena de aprendizaje y desaprendizaje… es el camino a una vida que merezca la pena ser vivida.

Posted on enero 4, 2012 in Activismo, Consumo Responsable, Decrecimiento, Reciclaje, Tiempo, Trabajo by mikiComentarios desactivados en Mercadillo gratis, 5 de enero

El grupo de medioambiente de Sol ha organizado un mercadillo gratis en Ópera. Ven a compartir otras pautas de consumo, otras pautas de no consumo, otra manera de vivir la navidad… Regálate tiempo al no gastarte dinero que has ganado con tu tiempo de trabajo… regala el mensaje de que la segunda mano puede ser mejor que la primera… regala al planeta un pequeño respiro al no tener que gestionar cosas que están de buen ver como residuo y al poder conservar más recursos naturales y energía al no tener que producir y transportar algo nuevo y, probablemente, caduco. ¡Viva la segunda mano! porque sabes que funciona, durante mucho tiempo…

 

No te esperamos… llega cuando quieras 😉

 

 

 

 

Posted on diciembre 28, 2011 in Consumo Responsable, Derechos, Economía, Ideas, Trabajo by miki1 Comment »

El comercio justo sigue las mismas pautas de la agricultura ecológica. Empieza como un proyecto interesante, innovador en cierto modo, promovido por gente comprometida… y poco a poco siendo absorbido por la gran máquina del comercio que todo lo arrasa. Primero vino la certificación oficial (privada, claro), luego vino la gran distribución, que impone condiciones y precios a los productores. Como respuesta, vuelven a surgir alternativas más coherentes y justas. Pero no corramos…

Los consumidores de comercio justo quizás no se hayan parado a contestar ciertas preguntas como… ¿cómo es posible que algo traído de la otra punta del globo sea justo cuando para su transporte consumimos un hidrocarburo obtenido tan injustamente, con guerras, invasiones y muuuucho sufrimiento… y cuya combustión genera unas repercusiones devastadoras para países explotados, generando tantos refugiados medioambientales? No es una pregunta fácil de contestar, pero no por ello interesante de plantear. Otra posible sería… ¿qué es más justo, cómprar productos con un sello de comercio justo o presionar a la unión europea para que no imponga (junto con la organización mundial del comercio) la apertura de los mercados de los países que queremos “ayudar”? Es decir, “abrir los mercados”, aunque suene justo y bonito, significa simplemente, dejar las puertas abiertas al saqueo de sus recursos, imponerles unas condiciones injustas a sus productores, sumiéndolos en la miseria… implica que el Estado local no pueda comprar los excedentes de producción de los pequeños productores para asegurar económicamente la producción interna (algo que en Europa hicimos en los ochenta y funcionó “demasiado bien”).

 

Antes de contestar a estas preguntas es interesante ver el siguiente documental sobre el comercio justo, muy interesante. En él investigan el impacto que tiene el que las grandes distribuidoras hayan ingresado en el comercio justo. Es interesante no sólo por las implicaciones que tienen en el comercio justo, sino porque muchos procesos son aplicables al resto de productos. Es decir, que las mismas dinámicas que siguen con productores y distribuidores de comercio justo, las siguen con el resto de productores y distribuidores. El desequilibrio de poder tan grande que hay en la distribución de alimentos pone de relieve, todavía más, la importancia de establecer redes descentralizadas y lo más cortas posibles para la distribución de alimentos, por ejemplo, mediante grupos de consumo.

 

En el documental se plantean cuál de los modelos de comercio justo es mejor: el dominado por las grandes distribuidoras, el de los pioneros en el comercio justo que se tienen que plegar a las imposiciones de las grandes distribuidoras o el de un comercio más justo pero mucho más elitista en cuanto al precio final del producto. Quizás falte una opción más: productos como café, cacao, té, azúcar… no son alimentos básicos (de hecho muchos crean adicción) por lo que… ¿¿realmente los necesitamos?? ¿No sería mucho más justo para todas que consumiéramos aquí y allá productos de un comercio más humano y local?

Posted on diciembre 19, 2011 in Consumo Responsable, Derechos, Economía, General, Ideas, Vivienda by mikiComentarios desactivados en Esta navidad…

Esta navidad…

 

Esta navidad nos harán creer que es una navidad cualquiera: luces de navidad, las mismas tiendas, más mercadillos ocupando plazas, más premios y pedreas en la lotería… ¿crisis? No pasa nada, ¡endéudese! Cofidis ofrece un crédito de 3000 euros para aquellas familias que lo están pasando mal, para que estas Navidades sean inolvidables (sin duda, nos lo recordará el 24,5%TAE al tener que devolverlo). Lo siento, por mucho que lo intenten ayuntamientos y bancos, estas navidades… no van a ser unas navidades cualquiera. Y es que el “sueño” narcotizante de una navidad envuelta en consumo, alegría y felicidad extrema se está viniendo abajo…

 

Esta navidad será la primera navidad en la que más gente habrá tomado consciencia del poder de “los mercados”, de la necesidad de cambiar de sistema, del absurdo del consumismo atroz, del despilfarro… Gracias al 15M, el discurso general ha cambiado, y ya no es de extrañar oir frases como “los mercados dictan la política que nuestros gobiernos siguen”. Esta navidad, será también la última navidad que pasen muchas familias en sus actuales casas (ya que la mayor parte de las denuncias por impagos en la hipoteca todavía no han llegado a la fase de ejecución del desahucio, pero el año que viene sí). Esta navidad será una navidad todavía más especial…

 

Los estímulos al consumo son vitales para el crecimiento económico (no así para la felicidad de las personas ni para la justicia social). Ante tanta navidad superficial e injusta, diversos movimientos sociales alzan la voz, algunos como veteranos anticonsumo, otros con nuevas voces. Así, en plena campaña navideña, el 28 de diciembre, la cabalgata del 15M se llenará de un contenido interesante, sin duda alguna, al que invitamos a participar.

 

Resulta llamativa la propuesta de Cáritas, que aboga por vivir con sencillez. Dejando a un lado la cuestión de las creencias religiosas que mencionan en el punto 6 de su decálogo, que daría para mucho debate pero que entendemos que se puede tratar por separado, si nos fijamos en el resto de propuestas en sí, resultan muy interesantes. Merece la pena leer frases como: “La crisis económica ha puesto al descubierto el callejón sin salida al que nos está llevando este modelo económico basado en el crecimiento sin límite. Los países y los ciudadanos estamos endeudados por encima de lo que producimos o ganamos. Los datos confirman que la fórmula actual, basada en el crecimiento, no favorece a toda la humanidad sino sólo a unos pocos: el 20% de la población mundial posee el 90% de la riqueza que hay en el planeta, mientras más de 4.000 millones de personas viven en estado de pobreza. Esta crisis también ha puesto de manifiesto que el mundo vive por encima de sus posibilidades físicas. Estamos destruyendo el planeta a un ritmo sin precedentes y consumimos un 25% más de los recursos que la Naturaleza produce anualmente”.

 

 

Desde luego es un paso en la dirección correcta, y sorprende gratamente que una institución de tanto calado dentro de la Iglesia Católica se exprese en esos términos (sorpresa que no debería ser tanta desde el momento en que estas propuestas, en teoría, están muy en línea con la filosofía de vida que se supone que transmite el cristianismo). En todo caso, todavía quedan muchos por dar (esperamos que con tiempo los den): tanto en su discurso (como empezar a hablar de formas alternativas de organización colectiva y reivindicaciones políticas de gran calado) como en su modus operandi (se hace necesario un debate interno sobre el voluntariado y la explotación, así como hacer campañas contra la actividad financiera y especulativa de la Iglesia católica, o sus exhibiciones de lujo y ostentación, eso para empezar).

 

Y es que la crisis aumenta la tensión entre grupos humanos que se encuentran dentro de jerarquías verticales, donde la acumulación de poder y recursos deja a unos pocos opulentos y unos muchos explotados… y la Iglesia católica no es una excepción (más y cuando explotados por el sistema económico o que sean conscientes de tal explotación, los hay católicos y no católicos). Pero en fin, no deja de ser una campaña reseñable por sus términos y valores explícitos.

 

Os dejamos con dos recomendaciones sobre la navidad. Una, para el sábado por la noche: la noche temática, “Consumo desmedido“. Otra, para DR”Ya mismo”, sobre la violencia y cómo responderla estas navidades, ambas muy recomendables. Parece que algo está cambiando, sí… quizás algún día, quién sabe, podamos decir, sin miedo a equivocarnos, eso de… Feliz Navidad.

Posted on noviembre 17, 2011 in Activismo, Agroecología, Consumo Responsable, General by miki2 Comments »

Tras unas breves horas mal dormidas, suena el despertador. Es sábado y me levanto a las 9:30 para ir a un taller de Certificación Participativa en la Calle Embajadores. Lo acepto, y lo reconozco. Por un momento pasan por mi cabeza ideas como la  de que la curiosidad no es buena consejera para los asuntos del descansar, o que ya habrá otro curso a otras horas menos comprometidas…al final me despisto pensando tanto, y cuando me doy cuenta ya estamos, me acompaña  una compa, sentados entre el público de un pequeño y arrebatado auditorio situado en la librería Traficantes de Sueños, en la calle embajadoresEmpieza el taller.

 

Tres personas que saben muy bien de lo que hablan introducen el asunto. El objetivo principal del taller es encontrar sinergias, lograr aunar fuerzas y personas que quieran iniciar un proyecto estable, un colectivo que se dedique a lograr un sistema participativo de garantía (SPG), a certificar participativamente.

 

¿Pero qué es eso de la Certificación Participativa?. Es uno de tantos pasos hacia una mayor libertad y menor dependencia, primando por encima de todo valores de confianza, transparencia, horizontalidad y actitudes de socialización. La sinopsis es algo así: muchos productores ecológicos, por variadas razones, no pueden o no desean pasar los trámites burocráticos de la certificación oficial, de ahí que surja una necesidad; sí queremos potenciar la producción y  consumo ecológico, el comercio local y la relación directa y cercana entre productor y consumidor, habrá que lograr cubrir ese vacío tan importante. La Certificación Participativa se propone como herramienta.

 

El taller es interesante. Hay muchas integrantes de grupos de consumo, más productores agroecológicos de lo esperado, y gente que en general muestra una gran vinculación con el mundo de la agroecología. Se forman grupos de trabajo que tratan de acercarse, en distintos ámbitos (laboral, socio-económico y ecológico), a los posibles criterios que debería tener la Certificación Participativa.

 

Todos los grupos están de acuerdo en que la certificación habrá de hacerse teniendo en cuenta que alcanzar un ideal de producción agroecológica lleva un largo y arduo proceso que habrá que tener en cuenta. Las conclusiones de los tres grupos de trabajos son:

 

1.-ECOLOGICO: se plantearon cuestiones sobre mínimos a tener en cuenta: cubierta vegetal, no a los químicos de síntesis, biodiversidad, sin transgénicos, local, rotación de cultivos, tamaño de la explotación, ciclos, medicamentos en animales, huella ecológica, residuos, muerte digna, reproducción animal, invernaderos y agua.

 

2.-LABORAL: las cuestiones tratadas a tener en cuenta fueron: tamaño de la explotación, sindicación, subcontratación, salarios, capital versus trabajo, autogestión, banco de jornaleros, prevención laboral, formación, problemática pequeñas explotaciones, ilegalidad voluntaria en protección social.

 

3:-SOCIAL-ECONOMICO: los criterios se refirieron a cercanía, explotación, sindicación, compras, lugares de venta, donde van los beneficios, participación en redes sociales, forma jurídica, intercooperación, financiación, origen, iniciativas, intercambios.

 

Para el/la que no pudo acercarse el sábado, para la/el que no lo sabía…se decidió que un grupo de personas se dedicaran a diseñar la primera sesión de lo que va a ser el grupo de Certificación Participativa, y que esto de de todas. En un principio esta certificación se aplicaría a la Comunidad de Madrid y aledaños (la CP funciona ya en Andalucía y Cataluña) .

Al final, como casi siempre, mereció la pena.

Eva y Raúl

Posted on noviembre 3, 2011 in Agroecología, Consumo Responsable, Ideas, Naturaleza by miki6 Comments »

Quizás sea un tema recurrente, pero su relevancia no es baladí. Es por ello que, tras trascender el típico debate pro vs. anti transgénicos haciendo ver que no sólo no son necesarios sino que, principalmente por razones políticas y económicas, son desastrosos, volvemos ahora al debate tradicional para poder re-enfocar, con esta nueva perspectiva, los argumentos de siempre.

 

Primero empezaré con los pro-transgénicos. En este vídeo, queda patente el recorrido argumental que los pro-transgénicos suelen efectuar, con un discurso que se acerca mucho más a la política con lenguaje científico que a la ciencia en sí. Primero suelen hacer preguntas técnicas sobre los transgénicos y la modificación genética a población sin formación técnica para, a continuación, ir explicando poco a poco las diferencias entre unas y otras. Con esto quieren lanzar un mensaje: “la gente no sabe realmente lo que son los transgénicos, piensan que son peor de lo que son y, por lo tanto, su opinión no merece ser tenida en cuenta”. Si, además, entrevistan a unos pocos especialistas pro-transgénicos sobre aspectos técnicos que distraen la atención del espectador sobre la verdadera problemática del hambre, entonces la idea va calando: “la modificación genética es algo natural o, al menos, tradicional desde el neolítico; por lo tanto, los transgénicos no pueden ser tan malos”. Para dar un matiz plural al vídeo, sacan a gente que opina de forma diferente, normalmente abordando temas sobre si son naturales o no, si son sanos o no o si están etiquetados correctamente. El toque de elegancia último consiste en decir dos cosas malas de Monsanto (sobre el agente naranja y la hormona que suministran a las vacas) para luego decir que Monsanto ha prometido no utilizar la tecnología terminator (que da semillas estériles, sin embargo, utiliza híbridos con el mismo resultado) y así uno piensa: “oh, realmente los transgénicos sí que pudieron ser un poco malos, pero ya no lo son”. Así, al oir los argumentos ecologistas, uno se sentirá listo para rebatirlos. Y, quizás lo más patético del vídeo, es sacar opiniones de estudiantes de colegio que probablemente hayan tenido antes de la grabación una clase-debate guiada por el profesor con ideas contrapuestas y muy generales sobre el tema (es decir, el mismo planteamiento que el vídeo). Obviamente, no tratan aspectos económicos ni políticos más complejos, quedándose en la dialéctica de la semántica (diferencias entre “transgénico” y “genéticamente modificado”) y de opiniones populares.

Y, por fin, volvemos a retomar un enfoque anti-transgénico con el vídeo “el mundo según Monsanto“. Este documental sí que contiene datos científicos, aunque, como es comprensible, no aborda todas las vertientes de la problemática, como el acceso a la tierra, la diversidad en los cultivos, la especulación con alimentos, la presión de los distribuidores a los productores, el comercio de larga distancia, la especulación con hidrocarburos, el precio de los alimentos… Aún así, merece la pena verlo para tener una idea más aproximada del tema, por supuesto, tratada con mayor profundidad y seriedad.

 

El pensamiento decrecentista respondería más al siguiente planteamiento: “para qué perder tiempo y energías en debates estériles cuando sé cuál es el problema y cuál es la solución, dediquemos el tiempo a disfrutar mientras solucionamos los problemas en comunidad y con alegría”.

Las crisis siempre son parte del sistema capitalista. Sin embargo, entender esta crisis no es fácil, sobre todo porque siempre la cuentan con palabras que nadie (ni los economistas) entiende pero todo el mundo repite… Una opción es tratarlo con un lenguaje más llano.

 

Otra opción es tratarlo de una forma más gráfica.

 

Otra razón para que no se entienda la crisis, es que esta crisis no es crisis de producción y oferta/demanda, como los ciclos que nos explicaban en clase de historia y que entendíamos ese día, el día del examen y se nos olvidaba… Esta crisis no es de la economía productiva. Es el caracter especulativo de las transacciones financieras el que ha obtenido una dimensión monstruosa, grotesca, desproporcionada… y el que ha hecho que la economía tome un camino propio, diferente… Además, nos enfrentamos a un endeudamiento crónico del estado, el cual financiaremos cada vez más los ciudadanos y las PYMES, cada vez con menos poder adquisitivo, por lo que nuestro Estado tendrá que endeudarse más… y así en un ciclo sin fin (o no…).

Esta crisis, por lo tanto, es diferente, no sólo porque se base en el caracter especulativo de la economía… sino porque nos hemos topado de frente con la limitación de recursos naturales, en especial con la limitación de los recursos petrolíferos. Al disponer de cada vez menos energía, la recuperación queda seriamente comprometida. Ésta es, por tanto, no una crisis cíclica, sino la crisis definitiva del sistema. Esta crisis no acabará nunca. Por varias razones, ni políticos, ni científicos ni ciudadanos entendemos las repercusiones de esta crisis. No es por ser agorero… Si vuestro hijo se dirigiera en patinete hacia un precipicio, ¿Qué le diríais? “¡¡Hijo, salta, que te vas a caer por el precipicio!!” o “Venga, hijo, que puedes hacerlo mejor, ¡dale caña!”. ¿Qué postura sería cruel?

 

Ya EEUU casi se declara en bancarrota, si acaso han puesto un parche… que no durará mucho. Ayer la única bolsa que abrió (la israelí) tuvo que cerrar por haber bajado el 6%. Hoy nuestra bolsa no lo ha sufrido mucho por cuestiones efímeras. Pero la población lo sufre cada día. Desde la negación del acceso a alimentos debido al incremento de su precio (véase el caso del cuerno de África) debido a la especulación con alimentos… hasta los recortes sociales en las sociedades sobredesarrolladas.

 

Nuestro futuro dependerá de nuestra capacidad para evitar el pánico y anticiparnos a lo que se nos viene encima. Una vez hemos topado con los límites de la biosfera, tan sólo podemos rezar o aprender, la elección está en nuestras manos.

Posted on julio 1, 2011 in Agroecología, Consumo Responsable by mikiComentarios desactivados en Una ensalada de película…

¿Eres friki y no sabes cómo comerlo? No pasa nada. Si no lo habías visto antes, abre bien los ojos.


 

La historia la escribimos entre todos: unos con sentido del humor… pero todos, con sentido.

¡Saludos!
Este viernes 7 y sábado 8 se celebra en Madrid uno de los nodos del Foro Social Mundial (www.fsmmadrid.org). El FSM es un encuentro de personas a lo largo de todo el mundo que plantean una crítica al sistema actual, dominado por el capitalismo globalizado, y buscan un nuevo modo de vivir, más humano y menos materialista.


Pues resulta que DM va a participar con una ponencia, ahí estaremos presentando nuestro nuevo proyecto, que ya está suficientemente maduro para salir al público: el mapa de Madrid Decrecentista (
mapa.decrecemadrid.org). Para quien no lo conozca, este proyecto surgió hace ya un año y la idea es recopilar todas las iniciativas que hay en la Comunidad de Madrid que tengan relación con el Decrecimiento y ese otro mundo posible que no sólo soñamos, sino que queremos construir ya, aquí y ahora, y darles toda la difusión que podamos. Hay mucho más que contar, podéis ver más cosas en la propia página del mapa. El proyecto está recién lanzado, y lo seguiremos desarrollando y ampliando. Por tanto, si conoces alguna alternativa poco conocida, echas de menos alguna que no hayamos subido o te apetece colaborar en el proyecto,  estaremos encantados.

Así que os invitamos a quienes queráis a pasaros por el Foro, a ver nuestra presentación o cualquier otra actividad de los 10 ejes temáticos. El programa completo de actividades no tiene desperdicio, la presentación del mapa está en el Eje 2, dentro de “Rehuerta 2.0”. Como en cualquier actividad a la que asistimos, estaremos abiertos a conoceros, compartir dudas y certezas, proyectos e inquietudes, y si queréis conocer el colectivo, será una oportunidad fantástica.

“El Decrecimiento no es recesión, ni regresión. Es el abandono del objetivo único del crecimiento por el crecimiento y sus consecuencias desastrosas para las personas y el medio ambiente”
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