Puedo afirmar rotundamente, tras seis años dedicándome a lidiar contra los gigantes de la educación oficial, institucionalizada y burocratizada de nuestro equivocado estado, que el decrecimiento brilla por su ausencia en los currículos oficiales. La materia de Geografía, junto con la de Ciencias Naturales, comparten una serie de ítems que parecen acercarse a la idea del Medio Ambiente. El problema es que los libros de texto, diseñados con gran premeditación, buscan a conciencia eliminar todo espíritu crítico en el alumnado. Sé de lo que hablo: cientos de palabras apretujadas en una amalgama sin sentido, con el único cometido de exigir al que se enfrenta a ellas una capacidad de loro memorístico, de borrego que rumia una comida con desgana, porque no se la presentan conectada con la realidad. Y así seguimos midiendo la valía intelectual de nuestra juventud: todo aquel que desee el éxito académico, que se ajuste bien las cuerdas que le ofrecemos, y que aprenda para olvidar.
Bajo nuestra perspectiva, lógicamente, el decrecimiento si es un concepto, una información o un acerbo cultural conectado plenamente con la realidad, y por tanto, significativo bajo el prisma de quien quiere llevar a cabo una educación para el cambio, una educación de y para ciudadanxs conscientes y críticos con el entorno y el sistema en el que se desarrollan sus vidas. Pero claro, esta visión de la labor pedagógica es la que, por poner un solo ejemplo, provocó el asesinato de Ferrer y Guardia a manos del estado español, hace solamente cien años. Es un solo ejemplo, pero ya dice mucho.
En base a todo lo anterior, volvemos a lo mismo de siempre. El sistema educativo no funciona, o mejor dicho funcionan muy bien, pero en base a unos intereses de dominación y sometimiento ideológico. Por tanto, somos anti sistema. Por tanto nuestra labor tiene que ser lidiada fuera del sistema.
Y me pregunto, así, a bote pronto, que requisitos debería tener en cuenta una educación decrecentista. Pues así, a bote pronto, sin pretender hacer un ensayo esmerado, se me vienen a la cabeza dos simples conceptos: empatía e información veraz.
La empatía, o capacidad de ponerse en el lugar del otro, sea este un ser humano, un lince ibérico, un manzano o un cachito de oasis en medio del desierto, debería de ser uno de esos valores que el currículo llama transversales. La empatía, sin embargo, es tratada desde las instituciones como una de esas actitudes perniciosas que lleva a los seres humanos a trabajar en colectivo, y a rechazar la conducta del que no es empático (por ejemplo, nuestro actual ministro de Medio Ambiente: “el medio ambiente no puede paralizar el progreso económico”. Arias Cañete). Conclusión: también la empatía es antisistema. Es un valor humano que reclama ayuda en tiempos de crisis ecológica. Y todo aquel que haya reflexionado mínimamente en la pedagogía entiende que hay muchas, muchísimas maneras de potenciar este valor en nuestrxs alumnxs.
Y termino con el segundo concepto: la información veraz. Hace unos años tuve que hablar por primera vez a mis alumnxs de la globalización y el medio ambiente. Me enfrenté con el libro de texto, con el fin de certificar lo que ya sabía. Tras diez minutos leyendo y releyendo varias veces la información que desplegaba el libro sobre dichas cuestiones, y haciendo un ejercicio de “empatía”, entendí porque estxs chicxs carecen de motivación alguna. Si su profesor es incapaz de entender algo, como lo van a hacer ellos. Y no se entiende porque no es una información veraz, es decir, una información rigurosa que alude a una realidad. No se entiende porque es una abstracción sin sentido que hay que coger con pinzas.
El libro en cuestión presentaba la globalización en un tema y la crisis medio ambiental en otro. En segundo lugar no había ninguna idea que aludiera a las conexiones causa-efecto que hay entre uno y otro concepto. En tercer lugar, concretando con el tema de medio ambiente, dice que sí, que gran parte de la responsabilidad sobre la crisis ecológica es humana. ¿Y?…y nada más, ya está.
¿Por qué no explican quienes son los que causan el mayor destrozo medioambiental?. ¿Por qué no señalan a las grandes corporaciones, o a las decisiones de podridos políticos…como los mayores responsables del destrozo que estamos provocando en el planeta?. ¿Por qué no nos muestran vías de cambio, prácticas que encuentren soluciones?. El decrecimiento solo es una de tantas…
Prefieren decirnos que a ver si cerramos el grifo del agua mientras nos lavamos los dientes, y quedarse tan a gusto responsabilizándonos del desastre de la falta de agua limpia.
La educación institucionalizada es uno de los mejores instrumentos de represión y adoctrinamiento. Pero la que se encuentra libre de trabas, es una vía para la revolución. Desde el decrecimiento defenderemos donde sea y ante quien sea esta segunda acepción.
La educación es una herramienta de cambio fundamental, y las instituciones se cuidan muy mucho de “revisar los contenidos” de los libros de texto “para realizar un buen control de calidad”, “para asegurar la calidad de la educación”… es a veces tan, tan, tan patética la actuación de los políticos…
Por suerte cada vez la educación alternativa está más organizada, se van poniendo en práctica métodos alternativos de pedagogía y poco a poco se va expandiendo.
Aunque sea minoritaria, en un futuro no lo será. Porque cada vez habrá más gente fuera del sistema, no porque lo hayan decidido de manera consciente, sino porque habrán sido expulsado del mismo de forma violenta (no necesariamente violencia física, pero sí económica). Este sistema caerá, además de por rebasar los límites biofísicos de los ecosistemas, por expulsar a la mayoría de las personas del mismo.
Por eso es tan importante empezar a organizar una educación crítica, responsable y alternativa a la institucional: será la educación del futuro.
Muchas gracias por el articulo, la educación es uno de los campos que más me preocupan, por algo soy profesor, y más me desmotivan, la educación que nos exigen que demos, yo estoy en primaria es peor aun, las cosas suceden de forma prácticamente mágica, Lo que les interesa son conceptos inamovibles aunque sean perjudiciales para la propia persona, Las causas de los problemas, que existen ya no lo niega ni Bush, o son de la naturaleza o se pueden paliar con cambios de conducta que no afecten mucho al espirito consumidor que si que se preocupan ampliamente que cumplamos, no arreglar pues eso implicaría cambios que no les interesan.
Yo no veo tantas alternativas como dice Miki o es que me gustaría que hubiera más pero tenemos que empezar a crearlas cada vez estoy más convencido.
Has descrito muy bien el proceso de no aprendizaje de los alumnos y el por qué de un desconocimiento tan brutal sobre el deterioro del medioambiente, etc…
A mi se me quedan todos los días anonadados, mirándome con los ojos abiertos como platos cuando les digo que cada día, cada uno de ellos va a gastar una media de unos 180L de agua potable….y que cada vaquero que compran ha necesitado unos 10.000L de agua para fabricarse…
Están literalmente en otro plantea…
Debe ser en uno de esos 3 planetas que nos hacen falta para vivir como vivimos….
En fin…