En esta semana os dejamos con un vÃdeo al más puro estilo norteamericano. Un veterano de guerra reflexiona sobre quién es el verdadero terrorista y las verdaderas vÃctimas de la globalización. Es un discurso que ataca a la base del capitalismo, es decir, dividirnos y desempoderarnos (algo que suele ir parejo).
Guerras orquestadas por grandes intereses que hacen sufrir a sus ejecutores y a los ejecutados, es decir, el pueblo llano. Y todo ello bajo la justificación del miedo a lo distinto. Y dado que la guerra necesita de un paso previo de deshumanización del “adversario”, incluso de demonización del mismo: no hay mejor arma contra la guerra que el ver y sentir al prójimo como a ti mismo, es decir, como una persona como tú, que busca la felicidad, tiene sus dudas, sus miedos, sus problemas, sus habilidades, sus conocimientos… Cuando vemos al otro como la persona que es se revela el verdadero enemigo de la guerra: sus promotores.
Nada nuevo bajo el Sol, por otra parte, pero siempre viene bien recordarlo y recordárselo a otros. Sólo cuando uno sabe en qué barco está y con quién está, puede remar en la dirección que les conviene a todos los tripulantes. Lo contrario lleva inevitablemente al naufragio.