La ciencia vuelve a hablar, y Decrece Madrid escucha. Bien es sabida la amplia base cientÃfica, de caracter pluridisciplinar, sobre la que se apoya el decrecimiento: tanto en su análisis del capitalismo como en las experiencias prácticas que engloba. Y bien es sabido el conjunto de concepciones erróneas, prejuicios, intereses económicos y distorsiones varias sobre las que se apoya el capitalismo.
Nuevamente, recogemos conocimientos cientÃficos divulgativos para explicar los problemas que acarrea la globalización y los retos que suponen para una sociedad del decrecimiento. En este programa de Redes, nos cuentan cosas tan interesantes como por qué las tres cuartas partes de la humanidad no toleran la lactosa (azúcar de la leche) o desmienten el mito de que los genes nos determinen a enfermedades… pero no sólo eso. También nos cuentan los problemas de obesidad que tienen las poblaciones rurales (acostumbradas a comer poco) que, debido a la concentración en la propiedad de tierras de cultivo, la degradación de ecosistemas (ya que esquilmamos sus recursos)… han de emigrar a los cinturones de miseria de las ciudades, donde su ingesta de calorÃas es mayor (y peor). También nos hablan del estrés, el cáncer, la hipertensión, la diabetes, la falta de sueño… como problemas de la globalización (algo que, si lo dejamos, seguirá acentuándose).
Algo interesante que explican en el programa es que nuestros genes pueden amoldar su comportamiento para que nuestro metabolismo sea más eficiente, y podamos vivir mejor con menos (en cuanto a la dieta se refiere). Además, no sólo se trata de vivir mejor comiendo menos (y más rico y sano, y local y justo), sino de vivir más. Y es que se ha visto que una dieta hipocalórica (es decir, comer poco) previene la formación de radicales libres (esas cosillas oxidantes que se producen en las mitocondrias de nuestras células, cuando quemamos grasas y azúcares, y es que nuestras fábricas de energÃa también dejan residuos que nos van envejeciendo), además de activar genes que reparan el ADN de nuestras mitocondrias (es decir, reparan nuestras fábricas de energÃa, para que tengamos células, tejidos y órganos supercontentos). Es decir, decrecimiento implica mejora de la calidad de vida y longevidad: una vida mejor y más larga.
Si alguien me hubiera explicado asà la biologÃa en el Instituto, a lo mejor no me habrÃa ido a letras…