Hay una situación que a los decrecentistas nos ocurre a menudo, la de intentar comunicar de qué va esto a personas que jamás han oÃdo hablar de algo asÃ. Si en esa situación nos ponemos a soltar una charla profunda, documentada y llena de argumentos, a menudo nos encontramos que nuestro interlocutor deja de escuchar a la tercera frase y nos despacha rápido diciendo que esto son chorradas cuando menos…
En momentos como ese es mucho mejor ofrecer una historia breve y contundente. Un impacto que quiebre las barreras de prejuicios y esquemas preconcebidos de nuestro oyente, y capture su atención dándole algo atractivo y sugerente en qué pensar. Si entonces empieza a formular objeciones y dudas, perfecto, ahora ya sà podemos pasar a argumentar respondiendo a sus inquietudes, sabiendo que estará mucho más proclive a escucharnos.
Lo que sigue a continuación podrÃa ser una historia de este tipo…
Supongamos que voy y te digo, mira, tal como están las cosas me temo que no vas a poder comprarte un coche nuevo.
Tú respondes, ¡vaya! Asà que voy a tener que seguir tirando con mi trasto viejo, ¿me voy a quedar sin tener uno de esos que hacen ahora tan bonitos, llenos de ordenadores de a bordo y que ofrecen una “experiencia tan maravillosa” de conducir? ¡Vaya mierda de crisis! ¡Qué asco!
Vale, y ahora voy y te pregunto: oye, una cosita, ¿cuánto *tiempo* te cuesta ese coche nuevo?
Pongamos que son 15.000 euros, uno normal. Eso es el sueldo Ãntegro de 15 meses de trabajo de un mileurista. Supongamos que tú ganas un poco más que eso, tomemos por ejemplo 12 meses, por redondear.
Es decir.
Necesitas dedicar un año entero de tu vida trabajando para tener ese coche. Un año entero, no para “ganarte la vida”, sino sólo para pagar lo que te cuesta cambiar de coche (ignoremos por simplificar la diferencia de precio de seguros, mantenimiento y todas esas cosas).
O dicho de otra manera:
Si no te compras ese coche nuevo y sigues con el antiguo, podrÃas tirarte un año entero sin trabajar, sin notar ningún otro impacto en tu vida.
¿Te das cuenta? Mantener tu tren de vida tal cual, con el mismo nivel de gastos y de consumo, pero tocándote la barriga durante todo un año, sólo a costa de seguir usando tu coche de toda la vida en vez de uno nuevo.
En ese año, como ahora tienes más tiempo, podrÃas por ejemplo cocinar tu propia comida en vez de ir al restaurante de menú del dÃa; podrÃas ir andando, en bici o en autobús a los sitios, en vez de en “ese trasto viejo”, porque ya no tienes tanta prisa; puedes cuidar de tus hijos o de los abuelos tú en persona en vez de contratar a alguien; puedes reparar con tus manos los muebles y otros objetos en vez de tirarlos y comprar otros. O directamente puedes dedicarte ese tiempo que necesitabas para ti y nunca encontrabas, quizás para simplemente no hacer nada.
Con lo que ahorrarÃas más dinero aún, y encima haciendo cosas más satisfactorias que estar todo el dÃa trabajando en la oficina o la nave industrial. Y de paso, le ahorras al planeta el gasto de energÃa y recursos, y la contaminación de fabricar un coche nuevo, aparte de todas las otras cosas.
¿Te parece atractiva la idea? Pues esto es el Decrecimiento…
y sobre este tema…que pensaÃs??
http://www.elpais.com/articulo/espana/Barcelona/estudia/restringir/circulacion/coches/anos/elpepuesp/20110322elpepunac_31/Tes
Pues asÃ, sin saber mucho del tema, la primera duda que surge es hasta qué punto esta medida pretende de verdad ahorrar contaminación, o más bien pretende ser un estÃmulo más a la industria automovilÃstica, para que siga creciendo aún más (y teóricamente creando más empleo, pero que se lo cuenten a los obreros de las fábricas que relocalizan en otros paÃses). Es decir, de nuevo polÃtica desarrollista de aumento del crecimiento con barniz “verde”.
Para responder habrÃa que calcular el ahorro de emisiones de los coches nuevos, asà en promedio, frente a lo que contamina fabricarlos. Y si acaso compensara, y compensara más que otras medidas como favorecer el transporte público, serÃa importante acompañar esta actuación de ayudas a la compra del coche nuevo, y de presiones a las empresas para que bajen los precios, para que no sean una vez más los usuarios de a pie quienes tengan que pagar el coste Ãntegro de la reducción de contaminación.
Existe algo conocido como “efecto rebote”, que dice que toda reducción del consumo en un aparato (pongamos coches más eficientes) supone un incremento en el número de artÃculos de consumo (más coches), que sobrecompensan la reducción del consumo de cada aparato por separado. Es decir, contaminan menos 1000 coches antiguos que 300.000 coches modernos. Y es lógico, si el coche consume menos, más gente se lo puede permitir.
Hay que decir también, que ahora se están poniendo de moda los coches tipo 4×4 o los de gran cilindrada (potencia = control = clase alta), por lo que fomentar la compra de automóviles nuevos no supone ninguna reducción del consumo.
A más coches, más atascos. Si consume menos, lo utilizas para más viajes, porque te sale más barato cada viaje, por lo que las bondades de la eficiencia quedan eclipsadas por el incremento en el uso.
Muy interesante este artÃculo.
No creo que realmente la intención de salvar de la contaminación es, sin duda un estÃmulo para la industria del automóvil para seguir creciendo aún más. ArtÃculo muy interesante
No creo que las industrias tengan un interés en proteger el medio ambiente.