Siempre puede sonar el teléfono

Si estas preparando un gazpacho y pensando comoorganizarte, siempre puede pasar que suene el teléfono. Y en esas quete cojas un avión 3 horas después para ver como los niños ríen con lasturbulencias mientras yo tengo sudores fríos. Niños franceses que seríen de mí como si fueran de mi barrio. Vamos que los entiendo. Elavión aterriza en Bruselas para coger un coche a Lieja, trayecto en elque intento organizar todas las cosas que había dejado en Madrid,crampones, piolets, besos y dineros. 
 
Un niño que me alegró un par de horas en Lieja
Este niño me alegró una espera muy larga en Lieja
 
Despierto en Lieja en una habitación triste peromoderna, sin nada que indique que alguien mas había estado allí antes.Asi que ahora me voy al centro a hacer unas fotos a un señor,almorzamos en un típico restaurante belga con comida italiana, recojolas cosas y voy corriendo al aeropuerto. Quiero llegar pronto y retomartodo donde lo dejé. Y cuando estas listo para embarcar, siempre puedeocurrir que suene otro teléfono.
 
Una de las fotos que tenia que hacer en Lieja
Y por este fui, pero lo siguiente no fue su culpa
 
Y de repente a algún genio se le ocurra ircorriendo a Manchester. Pero claro, el avión sale en 30 minutos por loque es necesario correr por todo un aeropuerto, esa imagen que sale enlas películas, pues así pero en un aeropuerto. Y cuando has convencidoa 3 azafatas en un idioma que probablemente hayas creado tú, entrassudado y te sientas en tu asiento mientras todo el pasaje te mira.Respiras aliviado y muy mosqueado.Y cuando estas intentado apagar elmóvil, siempre puede pasar que hasta suene. Y que te digan que se hanequivocado, que no era Manchester ni Liverpool, que no saben dónde era.Asi que apagas el móvli con el avión despegando, ante la miradaenfadada de la azafata, con la que ahora si que no te valdría ni suidioma materno. Ves atardecer desde el avión.
 
Una habitación de hotel en Liverpool
Un día y medio después estoy en esta habitación de Liverpool
 
Asi que despiertas en Liverpool en un hotel dondelas actrices y los cantantes de boleros debían acabar sus noches hacemucho tiempo, pero ni tu compañero es Sofia Loren ni yo soy todavía unbuen cantante de boleros. Corremos para el aeropuerto y llegamos atiempo de saber que no hemos llegado a tiempo. Nos volvemos aManchester, estoy escribiendo desde Bruselas y tengo muchas ganas dellegar a casa. Y retomar los crampones, los piolet, los besos y losdineros. Si me doy prisa todavía el gazpacho casi está fresquito yaunque siempre pueda sonar el teléfono, también siempre puedo nocogerlo.
 

750 comentarios en “Siempre puede sonar el teléfono